Capítulo 9 "desayuno"
Por la mañana siguiente, Safina se despertó a la mañana siguiente, pero no abrió los ojos. Temía que si los abría se encontraría en el frío suelo de piedra en el que precisamente estaba, pues estaba segura de que todo había sido una fea pesadilla y que se encontraba en el cálido cuarto en el campamento. Sin embargo, ni ella misma se creía esa mentira, así que lentamente abrió los ojos. Lo que vio fue tal como se había imaginado. Una vieja pared en ruinas y un frío piso de piedra en el que revoloteaban algunas hojas.
Safina volteo la cara y no vio a Parda en ninguna parte. Al inicio se espantó un poco, al pensar que tal vez, Parda la habría dejado atascada en alguna parte del bosque, aunque la idea se le hacía un poco irreal, pues ella se había metido en aquel lío por ella.
Safina miró alrededor de la torre y la vio dormida, hecha un ovillo en un árbol. Como Safina no tenía la más remota idea de como escalar arboles, por lo que grito su nombre. Parda se despertó y después de estirarse y saludarla, le dijo que ella iría a cazar mientras que Safina debía encender un fuego. Sin bajarse del árbol, Parda ese fue dejando a Safina en una situación bastante compleja.
Por lo que a mí respecta, me imagino que ninguno de ustedes sabe prender una fogata con cerillo, por no hablar de sin. Pues Safina tenía todavía menos idea. Ya de por si esto sería bastante pesado, imagínense que aparte, que sienten una enorme repulsión a las ramas y a las hojas secas. Entonces, la idea de prender una fogata, es una misión a Marte.
Después un rato de nauseas, Safina logró conseguir la suficiente madera como para formar una buena fogata, comenzó la ardua tarea de intentar prender la fogata. Alguna vez había visto un documental en el que prendían una fogata causando fricción. Es una tarea mucho más difícil que como lo hacen en los programas de televisión que nada más frotan tantito la roca y listo, es mucho más complicado. Safina tardó más de una hora en lograr prender un fuego decente.
Safina comenzaba a preguntarse qué había sido de Parda, cuando está apareció de entre el bosque. Traía una gran vara en la cual estaban varios filetes de carne. Parda le explicó que había cazado a un ciervo y que ya lo había limpiado, imaginando que sería una tarea demasiado dura para Safina, por lo que ya lo había degollado.
Safina se sorprendió mucho por el hecho de que Parda hubiera cazado a algo tan grande como a un ciervo sin siquiera un cuchillo y de ella solo hubiera podido degollado a un ciervo y todo en alrededor de una hora. Pero hubo un detalle que le llamó la atención más que nada mas, la boca de Parda estaba cubierta de sangre.
Comenzaron a cocinar la carne, pues ni locas se iban a comer la carne crudo. Por lo menos Safina, aunque a Parda no le desagrada tanto la idea hubiera de alimentarse como normalmente hacía, no le hubiera gustado que la vieran comerse algo así de repulsivo como carne cruda y sangrienta.
Cocinar algo a fogata es algo muy tardado y complicado. Si no sabes cómo es, debes tener cuidado, pues si cocinas justo en la flama, se quema lo de afuera y lo de adentro se queda crudo, debes tener cuidado para que solo se cocine en las brasas. Aparte, luego se te mete el humo a los ojos, cosa particularmente dura para Parda, pues ella vivía en medio de naturaleza y el humo no contaba como parte de su vida diaria.
Claro que no era tan duro para ella como para Safina. Todos hemos visto un bistec crudo y ensangrentado y si son como yo, pensaran que no es de las cosas más agradables en esta vida. Ahora imaginen uno de esa manera pero más grueso, más viscoso y que aún gotea sangre, pues obviamente lo acababan de matar. Aunque Parda había tratado de limpiar la carne para evitar viseras o venas que pudieran reventarse y derramar sangre en el momento en el que la muerdes, no había sido capaz de exprimir por completo la carne y aún derramaba sangre. Si imaginan la reacción de ustedes ante un piso lleno de sangre, imagínense el rostro de Safina.
Esta hacia lo máximo en su poder para no desmayarse del asco. Qué pensaría Daniel de ella? Dado al punto de la historia en el que se encontraban, solo había dos posibilidades: quedarse en el lugar en el que estaban y mantener su ventaja de la torre o tratar de encontrar el camino a casa. Tras una larga discusión con Parda, decidieron seguir avanzando. Para fortuna de las dos, Parda, la noche anterior, había marcado en la tierra una flecha hacia la zona a la que se debía dirigir, así que tenían una relativa idea de hacia dónde debían ir.
Obviamente, Parda podría fácilmente correr como lobo hasta el lugar el del campamento y trazar una opción. Pero salir a explorar de noche, no era una opción, pues podría no encontrar a Safina de nuevo y aunque ella habría llegado al campamento, Safina no. Y trazar una línea en el suelo para encontrar el camino de regreso hacia dónde estaba Safina tomaría demasiado tiempo y no le bastaría toda la noche. Por otra parte, dejar que Safina conociera su identidad secreta y permitir que ella montara en su lomo sería mucho más rápido y solo harían un día de camino, pero esa tampoco era una opción. No tenía ni la más remota idea de cuál sería la reacción de Safina al descubrir que ella era todo un animal, y pensaba que lo más prudente, tanto para la gente del campamento como para el bien de su manada, era que las cosas se mantuvieran tal como estaban.
Parda había logrado desollar y conseguir doce trozos de carne. Considerando que comerían tres veces al día y que cada vez comerían solo un trozo cada uno, la carne les alcanzaría para dos días, por lo que pronto tendrían que ponerse en marcha. Pues le esperaba un largo trecho, pasando por la zona más peligrosa del bosque, donde era el hogar de Parda, el corazón del bosque.
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