Cuando Safina se despertó a la mañana siguiente, sin ánimos, porque el descanso que le habían dado, solo era por el día anterior, y por lo tanto, aquel día si tendría que jugar y salir de la cabaña, cosa que no le agradaba demasiado.

Ella estaba sentada en su cama, mientras Parda se bañaba. Mientras Safina esperaba su turno, escucho unos golpecitos en la ventana. Era Alex. Safina se le acercó a la ventana y susurró

-Alex, que haces aquí?
-Necesito hablar con Parda.
-Para que?
-Es importante.
-Ella ahorita no está, se está bañando
-Bueno...

En ese momento llego Daniel corriendo y dijo( como son muchas personas, escribo con negrita al inicio de cada diálogo el nombre de quien lo dice )

Daniel: Alex, no deberías correr tan rápido, yo no soy tan atlético como tú
Alex: Si tú lo dices, de regreso nos vamos más lentos.
Safina : Daniel, que haces aquí.
Daniel:  Alex me pidió que lo acompañara
Safina:  solo por eso?
Daniel: pues...

Entonces, un gruñido se oyó a su espalda, sacándolos de su conversación. Era un lobo, con pelaje blanco, el cual se acercaba sigilosamente a la manda. Los chicos se espantaron mucho. Qué rayos hacia un lobo en el campamento? Pero cuando miraron detenidamente, vieron que no solo era un lobo, era la manada completa.

Casi sin pensarlo, se metieron a la cabaña por la ventana. En eso, Parda salía del baño, ya vestida y todo,  y se sorprendió mucho al ver a los chicos.
Parda: Safina, que están haciendo los chicos aquí.
Safina: Pues te cuento, que los tórtolos eligieron un pésimo momento para venir, mira la ventana
Mira a la manada, y comienza a sentir la sangre hirviendo.
Parda: Cuando los alcance, los voy a matar. Que les pasa?

En ese momento se prende la televisión que era para dar anuncios y avisan : las noches anteriores han habido Fuertes vientos que han tirado la barda de seguridad. Una manada de lobos se ha infiltrado en el campamento. Por su seguridad no salgan hasta nuevo aviso.

Alex: Pues si lo dice hasta ahorita, no nos sirve de mucho
Parda: Voy a salir
Todos: QUE!!!!!!
Parda: Lo que oyeron, voy a salir
Alex: ESTAS LOCA? ESOS LOBOS TE DESPEDAZARAN.
Parda: No, no lo harán.
Alex: Pero, y si te lastiman?
Parda: No te preocupes, confía en mí

Parda salió. Los lobos estaban furiosos, con el pelo erizado y dispuestos a atacar. Alex miraba con gran miedo, preparado para salir si los lobos la atacaban. Pero Parda no pareció darse cuenta. Los lobos la miraban con gran furia, pero ella no se inmutó. Lentamente, comenzó a avanzar. Los lobos la miraron, sus ojos reflejaban gran furia, Safina lo noto, pero también reflejaban gran temor.

Parda comenzó a avanzar, y los lobos retrocedían como si ella los intimidara. Los amigos no comprendían. Porque los lobos le temían? Los lobos se mostraban molestos. Parda los veía con expresión seria. Los amigos hubieran jurado que Parda le dijo algo que ellos no oyeron.

Entonces los lobos se tranquilizaron. Sus miradas no contenían ira ahora, sino seriedad. El macho blanco, que a todas luces pretendía ser el jefe, aulló, dándole a entender a la manada que retrocedieran. Parda los fulminó con la mirada hasta que quedaron fuera de su vista.

Alex no aguanto más y corrió a Parda abrazándola, con lágrimas en los ojos.

-Parda, no sabes lo mucho que me asustaste.
-Alex...
-Por un momento creí que los lobos te matarían
-Yo...
-Creí que te perdería
Parda se quedó en silencio unos segundos, antes de contestar
-No te preocupes, aquí estoy.

Daniel y Parda miraron al par de amigos abrazados, bastante sorprendidos. Jamás habían visto a Alex tratar a otra persona así, mucho menos llorar. Por otra parte estaban muy sobrados con el comportamiento de los lobos. Parda estaba a menos de un metro de ellos y ellos no la atacaron. Por qué le temían? Tal vez Parda fuera valiente y fuerte, pero ella nunca lograría tener posibilidades contra ellos.

Pasados unos minutos, Parda les dijo a los chicos que regresaran a su cabaña, para que ellas se pudieran terminaran de arreglar. Alex estaba todavía en shock, pero accedió. Una vez en la cabaña, Safina se baño y las dos, estaban bajando hacia la zona de reunión. Safina le preguntó:

-Porque los lobos se alejaron sin lastimarte?
-Aunque parezca impotente, ellos me temen.
-Porque? Que daño posible les podrías causar?
-No se.
-Entonces?
-Me tienen una especie de respeto.
-Y eso?
-No lo sé. Nunca lo he sabido.
-Comprendo. En cualquier caso, tienes suerte.
-Cierto.
-Hubieras visto a Alex. Parecía un fantasma.
-De verdad.
-Estaba asustadísimo.
-Pobre.
-Deberías hablar con el.
-Ya te lo dije. El y yo nunca podremos estar juntos.
-Está bien.

Cuando llegaron ala zona de reunión les dijeron que su primer tarea era explorar el territorio del campamento, pero les dijeron que tuvieran mucha precaución de no sobrepasarlo pues las rejas se habían caído y si no tenían cuidado podían perderse en el bosque. Explorarían el bosque en grupos de cuatro. Obviamente los cuatro amigos se juntaron a explorar el bosque juntos. En una de esas, se acercó Alex a parda y le dijo:

Parda, tenemos que hablar.
Qué sucede?
Yo te tengo que decir algo.
Claro dilo
Yo, yo te...

Sus palabras fueron interrumpidas por un fuerte grito. La razón, Safina estaba caminando súper asqueada por el bosque y por no fijarse, se cayo en un charco de lodo. Tal vez, ustedes solo se mirarían un poco molestos o asqueados. O si son como yo, les daría un ataque de risa por lo épico que eso sería. Caerse tipo película, no es algo que se viva todo lo días. Pero la reacción de Safina fue totalmente distinta. Si quieren imaginar lo que ella sintió en ese momento, imaginen que caen en un charco de sangre, lleno de ojos. Parda reaccionó rápidamente y dijo:

-Hay no
-Qué sucede Parda?
-Si no regreso en una semana, denme por muerta.
-DE QUE HABLAS??
-Tengo que salvar a esa chica!!
-Pero...
-Si no me apuro, los lobos no serán tan compasivos con ella como lo fueron con migo!!!
-Pero...
-No te preocupes. Te prometo que volveré.
Dicho eso salió en su persecución.

Safina corría a toda velocidad por el bosque. No noto como Daniel la llamaba. No noto cuando Parda la comenzó a perseguir. No noto cuando corrió sobre las rejas en el piso y las pasaba. Ella seguía corriendo, sin ver a dónde. Pero entonces abrió los oídos y se dio cuenta que algo la seguía.

Volteo para atrás. Vio a una criatura de ojos marrones que la veían sin dejar de correr. Una sensación de miedo recorrió los nervios de la muchacha, quien comenzó a correr más rápido. Aquello que la seguía era un lobo.