Cuando llegó al campamento, Safina se dio cuenta de que había cometido un terrible error al inscribirse al campamento. No sí quiera su amor por Daniel sería capaz de compensar lo que el bosque significaba para ella. La autoría de nosotros nos conformaríamos con que el bosque tuviera un camino bien marcado para no perderse y que no hubiera ramas o plantas en el camino, como adentro del bosque; y también con tener una tienda de campaña para no pasar la noche a la intemperie. De la misma manera, la mayoría de nosotros nos sentiríamos conformes, pues había un camino de piedra, con árboles que lo delineaban y había una pequeña cabaña de madera con camas mullidas y un lugar donde poner la fogata dentro de la casa.

Pero Safina no lo veía de ese modo. Para Safina era un lugar terrible. La gente no se preocupaban en recoger las hojas, cortar el pasto o quitar el musgo de las piedras. Muchos de nosotros no le habríamos puesto tanta importancia a aquellos detalles ( quizás excepto el del musgo, en estos casos, las piedras pueden ser resbalosas ) pero para ella esto significaría lo mismo que el camión de la basura no pasará en un mes ( si les ha pasado que el camión no pasa en una semana, sabrán a que me refiero, pero en gran escala).

Safina sentía que se iba a desmayar del asco, casi tanto como la ocasión en la que en laboratorio tenían que abrir un ojo. Su mama estaba platicando con otras señoras. El plan de Safina sería quedarse en el carro hasta que fuera absolutamente necesario, pero los planes de su mamá no eran los mismos ella quería hablar con las mamás hacer a de asuntos personales y no quería que su hija la interrumpiera, por lo tanto le pidió que se bajara del coche.

Cuando Safina bajó del auto y sintió la tierra, tuvo ganas de usar su grito rompe vidrio ( el cual consistía en cantar tan agudo con el que era capaz de tirar a una persona del piso o romper la ventana, solo lo había tenido que usarlo una vez antes, en una excursión de la escuela en el que tenían que cruzar un río y ella se negó a hacerlo, la amenazaron con reportarla si no lo hacía, y la pobre maestra se quedó sin tímpano izquierdo ), sería una buena idea y serviría para desquitarse con su mama por sacarla del auto y le enseñaría a no contradecirla. Tomó aire y se iba a preparar para gritar, cuando vio a Daniel e inmediatamente cambio de idea. No haría pagar a Daniel por algo que no hizo, y además, traía la playera azul, le quedaba muy ajustada y casi no la dejaba respirar, pero con la que se veía muy guapa, no iba a arruinar su figura haciendo pancho por una tontería.

Trató de fijar su mente en otra cosa y no tardó en hacerlo. Noto a dos personas que jugaban a las traes y se reían mucho. Pero lo que le llamó la atención fue que no jugaban en el piso, sino en los árboles. A la primera persona la reconoció de inmediato: era Alex, el mejor amigo de Daniel. Era uno de los chicos más guapos de la escuela y muchas veces había las chicas habían tratado de conquistarlo, pero en todas las ocasiones habían fallido, pues en cuanto detectaba una señal de romance, les decía: lo lamento mucho, pero me temo que mi corazón le pertenece a otra persona.

Daniel y yo habíamos tratado de interrogarlo a fondo. La información que Safina había conseguido era que iba a un campamento todos los veranos y que ahí la había conocido. Por otra parte Daniel sabia que esta chica tenía aspecto salvaje y que el la llamaba tigresa.

Safina miró a la otra persona, era una chica. Tenía el cabello largo hasta la cadera y tenía una playera roja, al igual que su falda, la cual obviamente no era más que un gran trozo de tela amarrado a la cintura, de manera que nada se viera. Parecía un gato entre las ramas, por su manera de moverse .

De repente oyó una voz a sus espaldas:

-Es la media naranja de Alex- era Daniel
-De verdad, como lo sabes?
-Es una chica en un campamento, tiene aspecto salvaje y está coqueteando con Alex y él se lo permite. Ella es definitivamente Tigresa.
-¿Qué está coqueteando con quien?
-Escucha lo que dicen

En ese momento, la chica había sido atrapada y le decía Alex.

-Admítelo, has sido derrotada, cariño
-En tus sueños, un lobo nunca abandona su carrera cuando ha seleccionado una presa
-Así que ahora eres una loba
-Quizás traiga a mi manada , de seguro que me ayudaran darte caza
-Sigue soñando, admite que soy mejor que tú
-Eso está por verse

En eso se reanudado la carrera, que continuó por varios minutos,masita que Alex piso una rama vieja y se precipitó al piso. No se historia daño, sino que se empezó a reír. En ese momento llegó la chica salvaje y le dijo: lamento informarte que eres una presa demasiado fácil, pero te agradezco el que me hayas dado este momento de ventaja a mi personalmente, las traes.

Iban a reanudar la carrera cuando llegó una mujer con una playera verde quien les informo que el campamento iba a iniciar. El lugar donde se quedarían se llamaba Pinos y abetos. Les dio unas cuantas normas de seguridad y luego les informo que el campamento iba a ser por parejas. Safina pensaba que Daniel la escogiera, pero en cambio, escogió a Alex. Ella lo comprendía. Dormir en un mismo cuarto con alguien de género diferente sería una situación muy incómoda.

Pensaba que se iba a quedar con sola, cuando alguien atrás de ella le preguntó:

-Hola, quieres ser mi compañera?
-Era la chica salvaje
-Bueno, creo que no nos queda opción.
-Soy Parda
-Safina
-Mucho gusto
-Igualmente, es un placer conocer a la novia de Alex
Parda se sorprendió
-En la escuela siempre andan cortejando a Alex y él siempre dice que ya tiene chica
-Eso es muy tierno de su parte. Amigas?
-Amigas

Safina no entendía cómo podría ser amiga de esa chica que era completamente lo contrario a ella, pero se alegraba de tener una nueva amiga. Lo que ella no sabía, sería cuanto la necesitaría unos días depués.