Hace frío.

Y mi resolución está más fría aún.

Son finales de Junio y la temporada de lluvias ha comenzado un poco tarde y con ello la baja de temperaturas.

Me miro en el espejo de mi baño, siento más excitación solo con ver mis pechos desnudos de la que he sentido en más de cuatro años con Paulo. Estúpido Paulo y su creencia de que las mujeres no sentimos placer.

Ahora está roncando en mi cama después de correrse como un precoz después de solo diez minutos.

Me quito el anillo y lo dejo sobre el lavamanos. Es un bonito anillo, sí, pero soy consciente de que yo merecía algo mejor. Obviamente Paulo no pensó lo mismo al momento de comprarlo.

Y eso no me importó, hasta ahora.

Llegó a mi casa solo veinte minutos después de que yo lo hice. Estaba cansada y solo quería dormir, pero no, porque a mi prometido se le ocurrió que era un buen momento para coger. Le dije que estaba cansada y dijo que yo no tenía porqué estar cansada. Le contesté que mi trabajo no me permitía descansar tanto como a él el suyo. Me dijo que era una consecuencia de querer trabajar aún cuando sabía que él no lo aprobaba y que por eso era mejor que él tome el control de mi empresa después de casarnos.

Era una completa estupidez, y yo no estoy dispuesta ni soy tan idiota como para poner el trabajo de mi vida en manos de alguien más, sin importar cuánto lo quiera.

Aunque estar con Paulo es más por compromiso y rutina. Me he dado cuenta de que no lo amo y no sé cómo hacerlo.

Me quito los pendientes y desenredo mi cabello rubio antes de meterme en la ducha. Al diablo todo, pienso mientras el agua corre por mi cuerpo. Soy hermosa, eso nunca lo he dudado. Y no solo soy hermosa, soy inteligente, capaz y agradable; cualquier hombre mataría por una mujer como yo, además soy consciente de que mis ojos grises son lo único que necesito para que se les ponga dura, así que ¿por qué quedarme con alguien como Paulo? ¿En serio voy a atar mi vida a la de alguien que cree firmemente que el papel de la mujer es casarse, atender a su marido y tener hijos?

La respuesta es simple: ni madres.

Cierro el grifo del agua y me enredo en una mullida toalla y enredo otra en mi cabello. Me seco el cabello y lo peino en una trenza. Me pongo el pijama más horrible y anticuado que encontré, creo que fue de mi abuela.

Regreso a mi habitación y me dirijo al lado izquierdo de la cama. Prefiero el lado izquierdo porque la claridad no me llega al amanecer y prefiero despertar con la alarma. Aunque eso va a ser imposible con Paulo aquí.

Lo miro por un momento, es la clase de hombre que te hace voltear a verlo dos veces: pómulos marcados, cabello castaño oscuro, ojos azules como el cielo, un cuerpo ejercitado. Sin duda algo de eso —o todo— me hizo hundirme tanto en esto.

Antes de dormirme le mando un mensaje vía WhatsApp a mi mejor amiga y abogada, Shira.

[10:21pm] Shira: Por favor, redacta un contrato prenupcial.

Estoy a punto de cerrar los ojos cuando el celular emite un pitido.

[10:23pm] Katy: ¿En serio sigues con esa idea de casarte con MisterBiblia? Córtalo de una vez, mujer.

Escribo una respuesta con el dorso de mi mano izquierda en la boca para amortiguar el sonido de mi risa.

[10:24pm] Shira: No sé cómo, tal vez un acuerdo prenupcial lo asuste.

En seguida aparece 'escribiendo' así que espero su respuesta.

[10:25pm] Katy:: Exijo saber qué hizo el energúmeno para que por fin te replantearas la boda."

Le cuento todo lo que pasó cuando llegó, o más bien lo que me dijo.

[10:26pm] Katy: ¿En serio cree que lo vas a hacer? Que pendejo, la verdad.

También le comparto otro asunto que creo que tengo que resolver o voy a desfallecer.

[10:32pm] Shira:  En serio necesito un orgasmo. ¿Puedes creer que piensa que las mujeres no sentimos placer?

No tarda ni un minuto en escribir una respuesta.

[10:33pm] Katy: No, es que este tipo va a hacer que me dé un ataque. ¿Sabías que el orgasmo femenino es buenísimo para el dolor de cabeza? Tienes que terminar con él pero ya. En cuanto eso esté resuelto te conseguiré un pito tan grande que no podrás caminar por toda una semana.

[10:35pm] Katy: Te llevaré el documento en la mañana. Dile que estás pensando en lo de casarse con bienes separados.

Ese es el último mensaje que recibo de ella esa noche.

Apago el celular y lo conecto a la corriente. Me acuesto de nuevo y miro fijo a Paulo. Es guapo y educado, con su belleza rubia que podría desarmar a cualquiera, pero a veces tiene un pensamiento tan retrógrado que me pregunto cómo es que pasé eso por alto durante más de cuatro años.

Finalmente cierro los ojos con la resolución de que a partir de mañana seré una mujer soltera sí o sí.