Capitulo 9
Narrador omnisciente.
Frío abrazaba el cuerpo de Jisung, quien dormía plácidamente junto a una roca, sobre el cómodo pero áspero césped. Sus ojos cerrados y su cuerpo totalmente relajado.
Era bueno estar así ya que podía olvidar por un rato sus preocupaciones. Quizás no resolvía nada el estar inconsciente pero al menos podía pasar el rato.
Lamentablemente su sueño fue perturbado e interrumpido por el sonido de unas ramitas y hojitas rompiéndose, como si alguien se hubiera parado sobre ellas.
Sin quererlo tuvo que abrir sus ojos. Jisung noto que no estaba en su casa, que era el último lugar que recuerda haber visto antes de caer desmayado. Se encontraba en el bosque nuevamente.
Confundido se sento con rapidez, mirando a su alrededor con temor y sin saber que hacía ahí.
Simplemente recuerda las palabras de su amigo minho y recuerda haber caído.
El había dicho que buscaría a su madre.
Tras recordar a su madre sus ojitos se cristalizaron, jisung instantáneamente había decaído y comenzó a sentir la tristeza combinada con temor.
Quería tirarse a llorar al césped, el simplemente asumía lo peor.
Quiso pararse pero una voz lo detuvo.
"Oh, mí dulce niño, has despertado. Pero noto que no de la mejor manera, ¿Que pasa, angelito mío?"
Pregunto esa dulce y preocupada voz, minho hacia su presencia nuevamente. Su voz se escuchaba muy de cerca, jisung sentia que lo tenía a su lado.
—.Mi madre —Fue lo primero que dijo, está vez podía hablar con más claridad debido a que está vez ni cargaba con un nudo en la garganta.— ¿Fuiste a buscarla? Y y ¿La encontraste? —Pregunto rápidamente sintiendo un poquito de esperanza. No le importaba lo demás, las otras preguntas quedaban para después.—
Minho comprendió por qué la tristeza y la preocupación. Minho trago seco sin saber que palabras usar.
"Mí dulce niño... Uh..."
Comenzó, aún pensando en las palabras que usaría, no sabía bien que decir sin hacer que su jisung se sintiera mal. La respuesta no era mala, pero tenía miedo de que a jisung le hiciera poner mal.
"Tu madre... Si la fui a buscar. Ella está bien, no te preocupes"
Dijo primeramente para calmar a jisung. Claro que lo había logrado, jisung sintió un gran alivio al oír eso, suspiro con gran tranquilidad. Guardo silenció para dejar que jisung continúe.
"Ella... Bueno... Salió de viaje. Está con otra chica, era rubia... Bueno, uh, parecían amigas. Pero se notaba que ella estaba bien. ¿Has visto, mí niño? Ella está bien"
Jisung sintiendo finalmente la tranquilidad se recostó en el césped nuevamente y suspiro con tranquilidad otra vez. Sentía que se había sacado un peso de encima. Ahora ya no estaba tan preocupado.
—.Muchas gracias —Solto jisung.— De verdad muchísimas gracias minho... —Se sentía demasiado agradecido con su amigo, pues de no ser por el quizás se habría sentido mal por los siguientes días.—
"No es nada, mí dulce niño. Siempre intentaré ayudarte en todo lo que pueda"
Minho no mentía en eso. Siempre ayudaría e intentaría hacer que jisung esté bien.
En lo que si había mentido es sobre su madre.
Pues en realidad no la había notado nada bien. Si estaba de viaje junto a una mujer rubia, pero no estaba bien, parecía enloquecida y tan entristecida. Estaba histérica y lloraba demasiado.
Minho sabe muy bien porque, pero no podía decírselo a jisung, eso le haría poner mal y si una mentira hacía feliz a jisung, entonces viviría pensando en una mentira por su seguridad.
Luego de un ratito en silencio jisung reaccionó y recordó otra pregunta.
—.Hey —Lo llamo jisung.— ¿Por qué o cómo es que llegue al bosque? —Pregunto con confusión. Recordando de nuevo que el último lugar que había visto era su casa.— Solo... Se que yo estaba en mí casa...
Minho prestando total atención le respondió.
"Oh, yo te traje"
Jisung se extraño ante esas palabras.
"Bueno, no exactamente. Pero si lo hice. Es que mira, desde el bosque mis sentidos funcionan mejor y puedo cuidar más de ti. Entonces te traje para tenerte más asegurado"
Contesto tranquilamente minho mientras miraba con detalle a jisung. Su voz sonaba muy ligera y despreocupada.
Jisung solo respondió con un Oh... Y volvió a guardar silencio mientras seguía recostado en el césped.
Jisung cerro los ojos y se dejó llevar por la tranquilidad del ambiente y más su tranquilidad mental no pudo evitar caer dormido.
Minho quien a su lado estaba miraba amorosamente a su dulce niño, sintiendo ternura por verlo así durmiendo tan plácidamente. Sus ojitos estaban cerrados y sus labios abultados.
Minho no pudo evitar acercar su mano para acariciar la cabellera de jisung.
Tan brillante y suave, era una hermosa sensación acariciar esa cabellera tan bien cuidada.
Su mano bajo hasta su frente y ahí acaricio levemente con su pulgar, una piel tan suave y blanca, parecía porcelana.
"Oh dulce jisung..."
Se lamento minho entristecido, sintiendo un gran peso en su espalda.
"Mí dulce niño..."
Hablaba en voz baja continuando sus movimientos en la frente de Jisung. Su corazón se estrujaba por sentirse mal. Aún acariciando la frentecita de Jisung, aún sintiendo un vacío doliente en su interior.
Sentía miedo, sentía demasiado miedo por Jisung.
Pensaba en que podía sucederle si estaba el solo de nuevo. Había pasado muchísimo tiempo viéndolo de lejos y sin poder acercarse, claro que aún así había ayudado en poquitas cositas cuando el era más pequeño, minho siempre estuvo ahí.
Pero tenía miedo de que a jisung le pasará algo, el sabe que es algo descuidado, aveces un poquito torpe y quizás despistado, pero ahora más que nunca tenía miedo por lo sensible que se había vuelto. El notaba que jisung había adquirido más sensibilidad, sabe muy bien porque, claramente.
Minho solo podía estarse lo más cerca posible e intentaría cuidar de Jisung a toda costa.
Minho retomó sus movimientos con la mano y siguió acariciando la cabecita de su dulce niño.
Tras observar con más atención a jisung noto que el había comenzado a hacer muecas y su cuerpecito se movía un poquito, minho inmediatamente se acercó para besar su frente por exactamente 5 segundos. Luego se alejo y miro como jisung se calmaba y volvía a dormir plácidamente.
Le había transmitido la calma y tranquilidad que necesitaba atraves de un simple besito, era uno de los extraños dones que minho poseía.
Jisung no volvió a hacer muecas, lo que alivio a minho, así tranquilamente pudo cuidar se Jisung con más atención, mirando los alrededores y atento a cualquier sonido a movimiento.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro