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Capítulo 8: Evergreen

POV Jellal

Estaba en mi despacho escribiendo un informe sobre el interrogatorio de Laxus Dreyar. Parecía que no iba a ser el primero después de cómo había ido.

Me eché hacia atrás sobre la silla y apoyé los pies sobre la mesa. Terminaría el informe más tarde, en esos momentos no tenía ganas y tampoco era urgente. Echaba de menos las calles, odiaba los interrogatorios normales, pero los que más odiaba eran los ''Sin cámaras" Cada vez que hacía uno me sentía como un criminal. Si estuviésemos haciendo algo bueno podríamos grabarlo.

-¡Jellal!-llamó Ultear detrás de la puerta de mi despacho.

Me despertó de mi pequeño sueño.

-¡Adelante!-grité.

Ella abrió la puerta. Llevaba un par de enormes carpetas llenas de informes sobre los brazos. Estaba seria y tenía el ceño fruncido. ¿Qué había hecho mal?

-¿Qué pasa?-le pregunté confundido.

-¿Todavía no has acabado el informe?-me preguntó enfadada.

-Ahora mismo le termino-dije.

Bajé los pies de la mesa y comencé a escribir lo más deprisa que podía. Estaba concentrado escribiendo, pero por detrás podía oír a Ultear marcar un ritmo impaciente con el pie.

Después de diez minutos terminé. Me giré y se lo di.

-Me faltaba poco-añadí con una sonrisa.

Ella me lo quitó de las manos y salió de mi despacho sin despedirse.

-¡Adiós!-le grité cuando cerró la puerta.

Negué varias veces con la cabeza y volví a adoptar mi cómoda posición. Y volví a mi mundo de pensamientos.

POV Erza
Minerva me retorcía la muñeca para que gritase de dolor. Ni siquiera me había preguntado algo que quería saber. Ya sabía que era lo que quería pero jamás se lo diría.
Me desperté sudando y asustada. Miré hacia los lados y respiré aliviada. Me encontraba en mi cama.
Me recosté sobre el colchón y respiré hondo pra intentar calmar mi corazón que latía desbocado. Las torturas de Minerva habían empezado a asolar mis sueños desde hacía unas semanas y tenía la sensación de que me iba a volver loca.
Me había quedado dormida y todavía no me habían llamado. Era bastante raro. ¿Qué hora era?
Miré hacia abajo donde seguía Laxus dormido y roncando.
La puerta se abrió de un portazo y el albino conocido como Elfman dejó dos raciones de comida. Me había llevado un gran susto cuando le vi, creí que volvería a estar en las manos de Minerva.
Bajé de la cama de un salto y desperté suavemente a mi compañero de celda.
Laxus abrió los ojos y en cuanto me vio, pude notar su decepción. -¿Qué ocurre?
-La comida-dije simplemente.
-Gracias por avisar-dijo y se levantó.
Los dos nos sentamos en el suelo y comenzamos a comer. A Laxus le costaba bastante porque tenía dos dedos rotos de la mano derecha.
-¿Quieres que te ayude?-me ofrecí.
Él negó con la cabeza y yo volví a mi comida.
Cómo siempre estaba asquerosa. La comía porqué necesitaba energía y porque si no me obligarían a comerla y me toturarían todavía más.
La puerta se volvió a abrir y tragué rápidamente lo que estaba masticando del susto.
-¡Erza Scarlett!-me llamó Elfman.
Me levanté rápidamente y sonreí en dirección a Laxus. Me sorprendía que no me hubiesen llamado antes. Aunque lo mismo me daba. No tenía nada mejor que hacer.

POV Juvia
Me desperté de repente con una fuerte jaqueca. Miré hacia mi alrededor buscando una pista de donde estaba. Parecía un hospital. Miré mi cuerpo, llevaba puesto una bata de hospital. Claramente estaba en un hospital.
No me acordaba de que hacía allí. Sólo recordaba el rostro de Gray Fullbuster y ko idiota que fui al quedarme empanada observándolo. Después una serie de imágenes que resumían lo que había pasado aparecieron en mi mente.
La puerta se abrió y entró una enfermera con comida.
-Hola-saludó con cierta alegría.
Parecía amable y sonreí en respuesta.
-Come, avisaré al médico para que venga a verla en seguida-y se marchó rápidamente dejando la comida a mi merced.
El estómago comenzó a rugirme ferozmente y ni me preocupé. El puré de verduras pasó por mi boca como si fuera agua y con el filete pasó algo parecido. No sabía que tamaño tenía, sólo sabía que estaba en mi estómago y que ya no tenía hambre.
El médico entró parecía alegre.
-Veo que ya se ha recuperado señorita Loxar-dijo.
Asentí con amabilidad y pregunté-¿Cómo he sobrevivido? -Gajeel Redfox ha donado su sangre y eran compatibles.
Sonreí, no sabía cómo iba a pagar a Gajeel que me hubiera salvado la vida. Él era labpersona que más quería, era mi familia.
-¿Puedo verle?-pregunté con impaciencia.
-Más tarde le hará jna visita-diji el médico.

POV Natsu
Había llegado a la bas de operaciones de Evergreen que era básicamente una tienda de juguetes. Ever tenía un extraño fetiche con las hadas, quería convertirse en una.
En cuanto me vio me indicó que pasase a la trastienda.
Ella dejó a un dependiebte a cargo de todo y nos metimos en el almacén. Cerró con llave por si acaso.
-Se lo que ha pasado, iré a rescatar a Laxus-dijo rápidamente.
Me sorprendí eso era más rapido de lo que me esperaba.
-Necesito que localices a Bickslow y que le digas que mañana a las 8 nos reuniremos en tu tienda con Freed para efectuar el rescate.
Ella se sorprendió y me preguntó-¿Sólo nosotros cuatro?
-Eso es lo que me ha dicho Freed-dije encogiendome de hombros.
Ella asintió. Había dos personas con las que nadie se atrevía a discutir una orden, esas dos personas eran Laxus y Freed.
-Me voy-dije despidiéndome-tengo que hacerle un favor a Lyon Vastia a cambio de su hospitalidad.
Ella asintió y me dejó salir del almacén. Esa visita había sido bastante rápida.

POV Gray
Me desperté de la siesta bañado en sudor. Había tenido un sueño muy raro, una chica que no conocía y de la que no recordaba nada era matada por un policía, yo no pude evitar su muerte y le causaba tanto dolor que mr desperté justo antes de suicidarme.
Me revolví el pelo para despertar definitivamente del sueño y cogí un cigarrillo de la mesita de noche. Lo encendí y tras un par de caladas logré tranquilizarme.
Aquella noche había dormido fatal por culpa de aquel asqueroso sueño y me había echado la siesta para intentar descansar, pero parecía que no lo iba a lograr. Decidí salir a dar una vuelta para despejarme.

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