POV Juvia
Y habían pasado dos días desde que me desperté y por fin me iba a visitar alguien que no fuese Gajeel. Estaba alegre por ver a mis amigos, pero también cansada, por las noches había tenido pesadillas con lo ocurrido en la mansión Dreyar aunque el rostro de Gray Fulllbuster se veía difuminado, apenas me acordaba de él.
-¡Juvia!-gritó una pequeña peliazul corriendo hacia mí.
-¡Levy!-grité.
Ella me abrazó y yo la estreché entre mis brazos. Levy McGarden era una de mis amigas y compañeras de trabajo, junto a ella aparecieron Gajeel , Jellal y Meredy.
Los tres me abrazaron y hablamos sobre trivialidades, me contaron cómo andaba la oficina y el trabajo que tenían. Jellal se encargaba de Laxus Dreyar.
-Tengo que interrogar a Laxus así que tendré que irme antes-dijo disculpándose.
-Estoy contenta con que hayas venido-dije.
Meredy, mi mejor amiga, y Levy, me contaron toda clase de cotilleos sobre quién está liado con quien etc, e incluso hicimos una porra sobre cuánto tiempo tardarían Ultear y Jellal en comenzar a salir. El peliazul protestó diciendo que sólo eran compañeros de trabajo.
-¿Y cuánto creeréis que tardarán en salir Levy y Gajeel?-añadió picando a Levy ya que era de la única de la que podía decir algo. Meredy y yo no teníamos ningún chico que nos gustase.
-¡¿Qué te he hecho yo?!-protestó Gajeel.
-¡Eso debería decirlo yo!-gritó Levy a Gajeel.
-Sé que te mueres por mis huesos enana-dijo mi amigo de pelo negro sonriendo.
Suspiré, ya empezaban, Gajeel y Levy se gustaban, eso lo podía ver hasta un ciego y quien les conocía lo sabía, pero ellos no estaban dispuestos a admitir sus sentimientos.
-¡Ja! ¡Ya te gustaría a ti!-dijo Levy cruzando los brazos.
Y así siguieron durante un rato. Jellal y yo íbamos adivinando que era lo que se dirían el uno al otro y quién ganaría aquella "batalla".

-Me tengo que ir ya-dijo Jellal mirando el reloj.
-¿Ya?-preguntó Meredy apenada.
El peliazul me deseó que me recuperase pronto y se fue. Gajeel, Levy y Meredy se quedaron conmigo.

POV Laxus
Estaba bastante preocupado, Erza no aparecía desde hacía tiempo. No sabía exactamente cuánto, ya que no había ni una mísera ventana con la que observar el sol. ¿La habría pasado algo malo? Ojalá que no, ella serviría a mi compañía, tenía demasiado talento como para pudrirse en una cárcel.
Alguien abrió la puerta de golpe, el albino moreno ¿Por qué cojones era moreno y albino? Eso era algo que me confundía, y era en lo que pensaba en las horas muertas. Tiró a Erza al suelo y salió rápidamente. Me acerqué a Erza y la cogí en brazos. La puse sobre mi cama y me quedé a su lado de rodillas esperando a que despertase.

Tras varios minutos por fin abrió los ojos y suspiré aliviado.

-¡¿Qué te ha pasado?!-pregunté preocupado.

-Me desmayé y entre unas cosas y otras aquí estoy-dijo sonriendo.

-Menos mal, todavía tenemos un trato pendiente-le dije.

-Es imposible salir de aquí-contestó riendo.

De repente un fuerte ruido apagó su risa y ambos nos miramos en silencio, ella estaba sorprendida y no comprendía que estaba ocurriendo en aquellos momentos, en cambio, yo sonreí, Natsu ya había llegado.

Perdonad que sea tan corto, no he tenido tiempo :(