❀CAPÍTULO 1❀
Caída
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La oscura sombra se cernía sobre mi, las gotas de sangre caían como lluvia roja del cuchillo que sostenía, aunque no veía su rostro sabía que me miraba, con su vacía mirada, ambos estábamos paralizados.

Los cuerpos sin vidas de mis padres estaban frente a el, había ido a su habitación sin pensar, pues había oído los gritos que desgarraron el silenció.

La figura sostuvo con mas fuerza el cuchillo y sonrió, empezó a caminar hacia mi, sentí todo mi cuerpo temblar hasta los huesos, lentamente empecé a retroceder horrorizada.

Vi como alzaba el cuchillo, brillante y mortífero, lleno de la sangre de mis padre... Entonces vi su horrible rostro, con esa mirada llena de maldad y oscuridad, las sirenas le iluminaron el rostro y lo cegaron.

Entonces reaccione, me hice a un lado y casi oí como el cuchillo corto el aire alado de mi menudo cuerpo y sin mas miramientos corrí, corrí hacia la puerta donde esperaba escapar de ese horror...
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12 AÑOS DESPUÉS...

Desperté con un sobresalto, empapada de sudor, de nuevo ese recuerdo me atormentaba, suspire con pesar, tras ese único recuerdo grabado como fuego en mi memoria todo era confuso...
Había acabado en un Orfanato de mala muerte puesto por el estado... Había ido de casa en casa, pero, nadie quería una niña con una mirada como la mia, una mirada vacía, esa noche había perdido todo, siquiera recordaba a mis padres, solo tenía ese recuerdo como una herida abierta que jamas iba a cerrar.Toda mi vida estuve en este horrible orfanato donde lo mas importante era el dinero... Jamas iba a escapar de el, lo sabía, mire por la ventana de mi habitación, quedaba tan poco para mi mayoría de edad, cuando cumpliera los dieciocho sería vendida, como las demás, mi infierno jamas se iba a detener.

Mañana seria mi fin y hoy es mi última oportunidad de escapar, de vengarme, llevaba meses planeandolo, debía hacerlo, no quiero acabar como las demás, quiero huir del infierno en el que ese chico me metió...Recordaba perfectamente su rostro, seguramente era un joven de mi actual edad... No sabía nada de lo que había pasado con el, absolutamente nada... Pues era muy pequeña para saberlo... Pero eso cambiaría, iba a escapar de aquí y estaba decidida a tomar venganza, no importaba como, me daba igual morir, me daba igual tener que pagarlo toda mi vida, solo sabia que debía hacerlo.

La sirena resonó con fuerza, sacándome de mís pensamientos, era la hora de desayunar y la hora en la que empezaría mi plan. Todos nos dirigimos al mismo tiempo al lúgubre comedor, arrastrando los pies con sueño, cuando llegue al baño entre sin pensarlo, como hacía todas las mañanas, entre al tercer baño y alce la mirada al detector de incendios, sonreí.
Abrí la taba del inodoro y de este saquen una bolsa de plástico bien atada, tenía un mechero y varias hojas de papel, tome el cubo de basura y lo puse sobre el retrete, enrolle varias hojas hasta hacerlas un largo tuvo el cual deposite sobre la papelera, sin pensarlo mucho le prendí fuego a la punta del tuvo.

El dispositivo de humo estaba listo, cuando el tuvo se consumiera mucho caería sobre la basura y esta prenderia en llamas y activaría los detectores anti incendios, esa sería mi oportunidad de huir. Puse el cerrojo del baño y salí por debajo de este, me marche del baño, no tardaría mucho en empezar la fiesta, así que camine lo mas lento posible. Pasaron dos minutos, dos largos e interminables minutos, cuando la alarma resonó sobre el bullicio del comedor, sonreí ante el caos, los profesores y personal trataban de calmar el caos y que todos salieran en orden, nadie se percato cuando abrí la puerta de la cocina y entre a ella, la puerta que daba a la salida del orfanato estaba ante mí, la puerta a mi libertad.

—¡Ey tu!

Me sobresalte y mire en dirección a la voz, era una cocinera, la cual estaba en la puerta de la cocina, apunto de salir, no sabía de donde había salido y por que recién ahora se iba, tan poco me importó, sin más corrí a la puerta y salí corriendo, la montaña tras el orfanato se alzaba ante mi, estaba en la parte trasera de este, donde llegaban los cargamentos y tiraban la basura, no lo pensé mucho y corrí a la verja, empecé a escalar con soberana rapidez, cuando la puerta por la que salí se abrió yo ya había saltado al otro lado. Mi mirada se cruzo con unos enfadados profesores que seguramente habían acudido a la voz de alarma de la cocinera, les saque el dedo corazón y corrí montaña arriba, podía oír los gritos tras de mi, sabía que me estaban persiguiendo, pero mi desesperación era mas fuerte, sentí como las ramas del bosque que comenzaban a arañarme la piel y rasguñaban la ropa, mi piel ardía y empezaba a humedecerse de sangre, pero no me importaba. Vi una cueva y no lo pensé mucho, entre en ella con la idea de perderlos en la obscuridad, más cuando había caminado unos metros mi pie no toco nada al siguiente paso y sentí como mi corazón dio un vuelvo cuando empecé a caer y a caer, en mi mente se repetía una y otra vez el mismo horrible recuerdo, grabado en mi con fuego, luego mi cuerpo choco contra el suelo y todo se volvió negro...