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01

Se que falta para el "666" ¡pero ya qué! ;-;

Lean la nota final por fis ^ ^
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La vida de Min YoonGi después de aquel encuentro siguió como si nada.

Pero había cambiado bruscamente.

Durante los primeros días, posterior a lo sucedido, trató de vivir como un humano normal. Ya no se dormía durante su trabajo, en su oficina o en su estudio, ya no dormía durante el día, ya no pasaba las noches despierto a base de tazas de café bien cargado.

No, ya no era lo mismo.

Hasta sus compañeros de trabajo notaron a Min más relajado, más gentil, más alegre. Todos lo miraban con asombro, o algunos levemente asustados y alertas, pensando que el rubio se había vuelto loco y en cualquier momento volvería a ser el Min YoonGi de antes. Cosa que sucedió cuando se cumplió una semana después y media después del "encuentro".

Así era como le llamaba.

El rubio debía ser honesto, por más que había estado asustado, el haber sentido las manos del demonio por todo su cuerpo y haberle sentido profundamente enterrado en su interior, había comenzado a hacer mella en él. Yoongi lo había disfrutado y esa vez había llorado simplemente porque estaba asustado.

Asustado de cómo había reaccionado positivamente a pesar de todo y en su mente rondaba el deseo de querer repetirlo nuevamente.

Además, dejando de lado el fabuloso sexo que habían tenido y que aún le erizaba la piel, el haber tenido a aquel Ser con él, por más insoportable que fuere, le había llenado de emociones todos sus días. Incluso debía admitir que disfrutaba a veces su compañía, a veces silenciosa y otras escandalosas.

Y cuando desde ese día en que se unieron, el demonio no volvió a aparecer le generó un mal sabor de boca, a sabiendas que no volvería a verle.

De alguna manera le había tomado cariño, aunque sea en una mínima porción.

Y todo empeoró cuando llegó el primer mes, luego llegó el segundo, hasta un tercero y no podía negarlo más.

Extrañaba al demonio como nunca antes y que no daría porque en su encuentro se repitiera lo que habían hecho, pero en igual magnitud le odiaba por haberle hecho lo que hizo en contra de su voluntad.

Después de divagar en sus recuerdos de esa noche, muchos sentimientos lo embarcaban a la vez, especialmente dos.

Empatía y lujuria.

La primera, porque recordaba aquella expresión en ser sobrenatural cuando Yoongi le dijo por medios de sus pensamientos que él no quería eso y que sólo estaba así de sensible porque su cuerpo reaccionaba como la gasolina al fuego, cada vez que lo tocaba.

YoonGi estaba seguro de haber visto un destello de culpa en sus ojos demoniacos ojos celestes, los cuales en ese momento se vieron demasiado humanos, de acuerdo a su propio criterio, cuando de repente amenazaron con desbordarse en lágrimas.

Aquello le había sorprendido y confundido en partes iguales; y cuando se fué no le ayudó a sentirse aliviado en lo mínimo, ya que había percibidos su angustia y desesperación al tratar de detenerse a sí mismo y sus impulsos.

No entendía cómo, pero lo había sentido como si fueran sus propias emociones a flor de piel y por eso comprendía lo difícil que le había resultado aquello al demonio. Era como si las emociones del ser estuviesen con él e incluso creía sentir actualmente ciertas emociones, como enojo repentino, que nada tenía que ver con lo que el rubio sentía en ese momento -ya que se encontraba cenando en casa de su hermana-, o unas incesantes ganas de llorar, que luego comprendió que no eran suyas.

Y por último, lujuria.

A pesar de que se reprochó una y mil veces, diciéndose a sí mismo que le gustaban las tetas y las vaginas; debía admitir que cada roce de aquel mocoso (no tan mocoso), había generado en él un cambio radical.

No podía estar con nadie, no podía funcionar en la cama con nadie. Había intentado tener una cita con una "amiga", que casualmente había conocido en la empresa; pero justo cuando estaban comenzando el acto, YoonGi no podía excitarse.

Al final, la chica se retiró ofendida, porque YoonGi le echó la culpa de que no le resultaba apetecible, siendo que la muchacha tenía un cuerpo de infarto, asemejado al de una voluptuosa latina, por supuesto todo falso.

Al rubio no le importó, la muchacha sólo había aceptado porque él era un productor y de seguro pretendía que la ayudara a escalar en su carrera. Siempre era así.

Así que estaba frustrado sexualmente y ya no era el mismo.

Y la cuestión empeorará cuando recordaba lo bien fornido y dotado que estaba el mocoso, la forma en que le había tocado, besado y acariciado; lo cual le hacía tener que tomar largas duchas frías, hasta que su zona de normalizara, ya que se negaba a tocarse pensando en el mocoso o en aquella hermosa tarde.

El tiempo pasaba y el blanquecino de a poco perdía la paciencia. Para su colmo, cada noche sentía su cuerpo arder, inexplicablemente y flashes de esa noche le atacaban, hasta no lograr calmar sus calores con solo masturbarse. Lo único que deseaba era ser tocado, besado y poseído hasta el cansancio específicamente por una persona... Bueno, en realidad un demonio que parecía una persona. Una totalmente atractiva y masculina, que derrochaba erotismo por sus poros, que le hacían temblar con sólo una mirada y le hacía mandar al demonio (dada la redundancia), su heterosexualidad.

Cada vez que él rubio recordaba aquella celeste mirada y su cuerpo de infarto, se desesperaba cuando no lograba luego calmar sus ansias el mismo, ya que él quería volver a ver al mocosos y que le recorriera el cuerpo con sus manos.

Sin dudas, Min Yoon Gi se estaba perdiendo a sí mismo, por sus impulsos.
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Soltó un suspiro de cansancio, se enderezo frente a su computadora y luego de guardar su trabajo y crear una copia de respaldo, apagó todo dispuesto a irse.

Frotó su cara, se puso de pie y colocándose su abrigo salió de su oficina, rumbo a la salida. Los pasillos estaban desolados debido a que pasaba de media noche y en el edificio, sólo restaban el guardia de seguridad en el primer piso y él.

Levantó el cuello de su abrigo, junto con sus hombros, y metió sus manos a los bolsillos tratando de que la prenda le brindará más calor.

Hacía un frío de terror, había nevado toda la mañana y tarde; y eso que aún no estaba plenamente en invierno, pero por más que fuese la estación favorita de Yoon Gi, eso no quitaba el que se estuviese retorciendo de frío.

Con una leve inclinación, se despidió del guardia y una vez fuera del edificio, se dirigió hasta su automóvil que estaba aparcado en la entrada. Se montó en él, lo inició con dificultad por el frío y esperó un momento a que el motor se calentara. Era un fastidio el que tuviese que hacer eso cada vez que dejaba el automóvil apagado durante más de diez horas, porque el motor se congelaba; pero no podía hacer nada, su trabajo le hacía que ocupará tantas horas.

Una vez listo, tomó el extremo del cinturón de seguridad para ponérselo, pero lo soltó de sopetón cuando sintió una respiración en su oído, junto a su nombre en un susurro.

Min reconoció aquel tono de voz.

Alarmado se giró encontrándonos asientos traseros vacíos, miró en todas direcciones, apagó el motor, abrió la puerta del coche y salió, encontrándose solamente a él.

No había nadie a la redonda y eso hizo que frunciera el ceño con preocupación. Su nombre había sido un susurro, sí... pero uno cargado de agonía, como si clamara por él en ayuda y el sentir una angustia y un dolor inexplicable en su ser no ayudaba mucho a que se calmara.

Comenzaba a desesperarse.

--JungKook... --susurró al viento y un fuerte dolor se presentó en su cabeza haciendo lo soltar un gemido cuando sus rodillas tocaron bruscamente el asfalto lleno de escarcha.

Llevó sus manos a su cabeza y se inclinó hacia delante, posando su frente él el frío suelo. YoonGi comenzó a desesperarse cuando el dolor se incrementó y sintió que estaba al borde de perder el conocimiento. Escuchó de manera distorsionada su nombre nuevamente, pero esta vez sabía que era otra persona y lo confirmó cuando vio al guardia de la empresa correr hacia él.

El rubio sentía que iba a morir. En realidad era un sentimiento que no era suyo, él sentía desesperación, pero no pensaba que iba morir, más bien era uno de esos sentimientos repentinos de los cuales él estaba seguro que pertenecían a alguien más. Mejor dicho que pertenecían a un ser sobrenatural y quiso gritar de frustración cuando hasta ese momento se dio cuenta, pero de repente, todo desapareció, no sentía nada y escuchando un último susurro lastimero en su oído, claramente del demonio, perdió el conocimiento.

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Bueno, como ven es uno cortito ;-;

Me sentí chantajista al poner un número específico para volver a actualizar ;-;

Por eso actualicé antes y quería decirles que subiré un par de capítulos más.

Insoportable pasaría de ser un One Shot a un "Mini fic' (creo que así se llaman).

En fin, perdón por exigirles una cantidad de visitas específicas, quiero aclarar que esto no va conmigo, yo actualizo cuando puedo y cuando la inspiración me ataca, porque después... fuí.

Actualizo a medida que escribo los capítulos, así que espero que tengan paciencia, hasta que actualice nuevamente.

Los amo bai ❤❤💕💕💕
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[Editado | Dic. 2019]

Bueno, en este capítulo no modifique casi nada, solo corregi un par de cosas.

Cualquier cosa que quiera decirles lo haré por medio de mi tablero y en caso de que lo haga por aquí, deben prestar atención a las notitas que digan "2019".

Nos leemos en el siguiente capítulo ❤

¡Los amo!

ARMY_KAWAII987

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