11:50 pm, esto apenas estaba por comenzar y ya no podía esperar a que terminase.

—¿Todas las noches es igual?— Me apoyé en el escritorio inclinándome hacia el frente para hablar con Jeremy. Si quería hacer que el tiempo pasase volando debía aunque sea conversar, tal ves incluso lo ayude a mantenerse despierto, de cualquier forma era un ganar-ganar, al menos para mí.

Me sentía invencible después de haber tomado toda una jarra de café antes de venir aquí.

—Pues... Se podría decir que sí— No parecía estar seguro de sus palabras, pero tampoco se creía capaz de inventar algo sobre la marcha.—. Ya viste cómo son los Toy, ellos no suelen ser un problema, pero... Algunas veces viene Freddy, el original, me refiero— Aclaró antes de suspirar en un aliento tembloroso.—, aunque nunca termina de atravesar el pasillo. S-Sólo se queda viendo... —

—Ah, ¿preferirías que también intente matarte?— Bromeé un poco y aguanté la pequeña carcajada que sentí al ver su cara de susto. El negó para sacar esos pensamientos de su cabeza e impulsivamente revisó las cámaras, pero el sistema del modo nocturno aún no se había activado.—. Asegúrate de darle cuerda a la caja de música, no sé cuántas visitas de esa cosa pueda soportar antes de desarrollar arritmia.—

—Entonces me vas a tener que ayudarme a mantener calmados a Mangle y a Toy Bonnie...— Respondió mientras se agachaba debajo del escritorio y luego salía con la máscara de Freddy en sus manos.

—¿Huh? ¿Seguro que quieres encargarle eso a alguien cómo yo?— Mis brazos se cruzaron y negué para mí, Jeremy no pareció entender a lo que me refería.—. Mi forma de mantener calmada a una máquina móvil es dejándola fuera de servicio. Además, tengo que encontrar la forma de convencer a los originales para que me permitan revisarlos y tomar medidas sin perder un brazo en el proceso.—

—Tal vez podrías pedirles a los Toy que sean "mediadores"— Jeremy trataba de poner en orden sus palabras, pero a la vez quería hablar para no dejar un silencio incómodo. Lo malo es que no era bueno ni pensando ni hablando.—. Ya sabes, para que los originales no te ataquen... —

En realidad no sonaba cómo una mala idea.

—Huh... Ese cerebro tuyo debía servir para algo más que sólo para soltar adrenalina— Jeremy estaba por contraatacar hasta que sonó la alarma que indicaba la medianoche.—. Que comience la tortura.—

Fitzgerald intentó volver a hablar, pero algo detrás mío pareció dejarlo sin palabras. Directamente desde el pasillo principal.

Iba a voltear hasta que sentí cómo algo se abalanzaba sobre mi espalda. El peso no era la cosa, pero el impacto casi me hace caer contra el escritorio. Me quejé por el dolor agudo del golpe, pero fui incapaz de reaccionar, esa cosa también me había inmovilizado.

—¡¡(T/N)!! ¡Creí que no volverías!— Por más que intentara quitármela de encima ni siquiera era capaz de mover sus extremidades ni un centímetro. Mientras más forcejeaba más firme se volvía su agarre, Jeremy intentó ayudar balbuceando en su sitio, cómo siempre.

—¡Quí... ta... te!— Logré quitármela de encima, seguramente porque ella así lo quiso. Cuando saltó hacia un lado ya tenía una sonrisa divertida en el rostro.—... quiero que sepas explícitamente que si llego a irme de aquí es por ti, Toy Foxy.—

—¡Es Mangle! ¡No Toy Foxy! ¡Man-gle!— Me reclamó.

—Y a mí no me importa. No. Me. Importa.— Imité su tono mientras sobaba mi cuello adolorido, no me sorprendería tener marcas del metal sobre mi piel en la mañana.

—¡Mangle! ¡No corras tan rápido a la próxima!— La voz de Toy Bonnie provino de la misma oscuridad de donde Mangle había salido, llegando pronto.

—¡Toy Bonnie! ¡Mira, nuestro nuevo amigo se ha unido a la banda!— Toy Foxy volvió a abrazarme por un costado, esta vez adoptando por una pose parecida a las usadas para tomarse fotos junto a los clientes. Gastar fuerzas intentando apartarla sería en vano.

—No soy su amigo.—

—¡Wow, eso es fantástico! ¡Bienvenido a bordo, chico nuevo!—

Suspiré.

—Toy Foxy, ¿por qué no saludas a Jeremy? Parece que necesita una mano.—

—¡Es Man...! ¡Oh, Jeremy! ¡Lo siento, no te vi!— La albina me soltó (casi arrojándome hacia un lado) y fue a acechar al guardia insistiendo en que podría ayudar. Jeremy me miró con cara de suplica, lo había arrojado a la boca del lobo cómo sacrificio, pero eso ya no era asunto que me concerniera.

—¡Si necesitas algo sabes que siempre puedes contar conmigo! ¡El magnífico Toy Bonnie!— Al decir eso hizo una pose extraña que hizo rendir toda la capacidad de sus articulaciones artificiales. Sus movimientos eran tan fluidos que fácilmente podrías confundirlo con una persona disfrazada si lo miras desde lejos.

—Uh... Claro— Volví a buscar una excusa para liberarme de él también hasta que el recuerdo de mi nuevo objetivo volvió a mi mente. Bueno, él se estaba ofreciendo, ¿no?—. En ese caso, ¿por qué no me "presentas" a los originales? Solo he tenido el placer de conocer a Chica.—

Por fortuna.

Él se quedó pensativo un momento, pero luego asintió con gran euforia.

—¡Claro, vamos ahora mismo!—

No pude ni reaccionar cuando el androide me tomó del brazo y me jaló por el gran pasillo, adentrándonos en la oscuridad. El androide podría presumir de una avanzada visión nocturna, y yo muy apenas logré aferrarme a la linterna que cargaba.

Cuando estuvimos en frente de la puerta me quedé paralizado. No sabía cómo actuaría en frente de esas reliquias, pero ya era tarde para arrepentirme. Por más que quisiera retroceder para pensar en un plan, Toy Bonnie ya la estaba empujando sin siquiera advertirme.

Tomé su atuendo por detrás, pero él ni se inmutó. Mi fuerza no podía competir contra la de ellos ni en lo más mínimo.

Deje ir su ropa antes de perder el equilibrio, al apuntar la luz de mi linterna al interior de la sala encontré la imagen que se proyectaba noche tras noches en las cámaras. Todos inamovilidades en sus sitios habituales.

—Parece que no se han levantado— Se extrañó el androide a quien lo había dejado sosteniendo la puerta.—. ¡Siempre han sido unos perezosos!— Toy Bonnie se burló de manera sutil e inocente. Ahí fue cuando se me ocurrió preguntar algo.

—¿Ustedes y los originales... — Murmuré.—... se llevan bien?— Él se quedó viendo al suelo, pensando la respuesta mientras ponía una de sus manos en su barbilla.

—Toy Chica y Chica no se llevan para nada bien— Admitió bajando las orejas y negando decepcionado, esa actitud le duró realmente poco en realidad.—, ¡pero los demás somos inseparables!—

—Huh... — Fue lo único que pude responder a falta de interés, ni siquiera sabía de donde había provenido la pregunta original.

Regresé a lo que hacía en un principio. Pasé con cuidado a Freddy, quien estaba recostado en el suelo, para llegar a Chica. Me hinqué como la otra vez y pasé una mano en frente suya. Obviamente no obtuve respuesta.

—¿Chica?— La llamé.—. Vamos, Chica. Esto es importante— La sacudí un poco pero no obtuve nada a cambio. A falta de ideas volteé hacia Toy Bonnie.—. No sé por qué me sorprende que unos ancianos tengan el sueño profundo.— El tono sarcástico se escapó junto a mis palabras.

—¿Pero de qué hablas? ¿No ves que está fingiendo?— Exclamó de forma obvia.—. Ella siempre ha sido buena para estas cosas.— Y cómo, si eso hubiera activado un interruptor, se enderezó y se inclinó hacia el frente. Al ver eso me le quedé viendo con molestia.

—Lo lamento, su visita fue... repentina.— No logré entender de todo la frase, considerando que su voz habitual era extraña, el que susurrase no ayudó en nada.

Abrí la boca para hablar, pero alguien me ganó la palabra.

—¡(T/N) quería conocer a los chicos!— Toy Bonnie me interrumpió y lo fulminé con la mirada, a lo que él la desvío asustado. De no ser porque estaba ocupado seguramente habría cubierto su boca.

—¿E-En serio?— Sonaba a que le llenaba de ilusión. ¿Ilusión a que posiblemente me atacaran, tal vez? Cuál fuera el caso, era un avance.

—Sí... — No estaba orgulloso de admitirlo, pero su quería hacerlo funcionar debía jugar el papel y tragarme la vergüenza.—. Se podría decir. Debo llevarme "bien" con ellos para repararlos, ¿no?—

Ella asintió, haciendo movimientos innecesarios una vez más.

Me levanté y, en eso, Chica hizo un gesto cómo si me pidiera ayudarla a levantarse. Me le quedé viendo unos segundos, pues a pesar de que ya la había visto ponerse de pie por su cuenta, sentí que esta vez era distinta.

Lentamente extendí mi mano hacia ella, pero apenas los cables expuestos de lo que alguna vez fueron sus manos rozaron mis dedos saltó una chispa de electricidad pura que me alcanzó.

—¡Mierda!— Retiré mi mano y la sacudí para aliviar la quemadura. Estaba acostumbrado a recibir pequeños choques eléctricos, pero aquello fácilmente pudo haber sido una descarga del tipo que te impide apartarte.

Ignorando los reclamos de Toy Bonnie sobre mi lenguaje inapropiado, sólo quedaron los balbuceos nerviosos de Chica.

—¡Oh, perdóname! ¡Lo siento!— Exclamó retrayendo sus brazos y bajando la cabeza hasta que su expresión en blanco se ocultó de mí.

Sabiendo que enojarme con ellos era contraproducente sólo suspiré.

—Da igual. Andando, hay cosas qué hacer.— Ella volvió asentir no segura del todo esta vez.

Al levantarse (esta vez usando de apoyo la pared) se dirigió a donde estaba Bonnie y le pareció susurrar algo mientras lo sacudía de la forma más tenue posible. Fue cuestión de segundos para que una luz roja parpadeara entre los trozos opacos de tela que cubrían su rostro destrozado. Sus orejas se movieron, se cerraron y luego se abrieron, entonces pasó lo mismo con los dedos de su único brazo disponible. Era la típica rutina de los robots a la hora de activarse y entrar en funcionamiento, cómo un chequeo rápido del sistema.

Su rostro se alzó, ladeándose al reconocer a Chica y volviendo a la normalidad cuando me distinguió detrás de ella. El silencio y la tensión eran tan denso que podría tocarse en el aire.

—¿Quién es?— Le preguntó. Y mi sorpresa y fanatismo me llevaron a analizar su estado por encima. Su voz era más entendible que la de Chica a pesar de no tener la mandíbula intacta, era ahí que comprendí que sus diseños tenían sistemas independientes entre sí. Para ellos la caja de voz no tiene que ver con las articulaciones al parecer.

—Luego te explicó... — Respondió, ganando su atención de vuelta.—. Hay que llamar a los demás y-

Chica fue interrumpida por otro sonido metálico. El característico traqueteo que haría una articulación oxidada.

—¡Buenos días, zorro durmiente!— Dijo Toy Bonnie mirando hacia el otro lado de la habitación, primero pareciendo que le hablaba a la nada hasta que un quejido provino del fondo de la sala.

No pasó mucho para que el rostro del Freddy original mostrara ligeros movimientos. Sus cejas y ojos, principalmente.

—¿Toy Bonnie?— Otra robótica voz habló, por el acento supuse que era Foxy.

Todos habían despertado, pero antes de que pudiera tomar la iniciativa el brazo incompleto de Chica me frenó al ponerse frente a mí. Seguramente defendiéndome de los demás.

—Oigan, ¿están todos-?... — El zorro hizo aparición en escena. Cuando volteó hacia mi, su expresión neutra cambió a una de sorpresa en el mismo segundo.—. ¿Qué hace alguien cómo él aquí?— Me señaló con su brazo que tenía el garfio filoso y oxidado, tardando tanto en alzarlo que le dió puntos extra a su intimidación.

Qué grosero, no se supone que señales a la gente con cosas filosas.

—Chicos, él es (T/N)— Los tres pared de ojos de vidrio se posaron en mí. Analizándome de pies a cabeza cómo si quisieran encontrar alguna avería.—, es quién nos reparará, eso tengo entendido.— Explicó lo más calmada posible. Yo de lo contrario sentía los nervios comenzando a formarse en mi pecho, pero por más que quisiera salir de ahí tuve que tragarlos de vuelta y rogar por no vomitar en mi sitio.

—¡Es el chico nuevo!— Escuchamos todos desde la puerta.—. ¡Me agrada más que Jeremy!, por lo menos él no te apunta con la linterna en los ojos.— Exclamó Toy Bonnie, pero por más alegre que sonara su voz él pobre e ingenuo se le veía cansado.

—¿Repararnos?— Cuestionó en un tono más tajante el Bonnie original, seguido de una carcajada cansada.—. La última vez que dijeron eso ocuparon nuestros lugares.— El clásico miró a su versión mejorada con cierto aire de melancolía, pero no había hostilidad en su pose. Supongo que ya habían resuelto ese problemas hace mucho tiempo.

El silencio se apoderó del lugar, y cuando vi a Chica espiar por encima de su hombro fue que entendí que ya era mi turno de hablar.

—Bueno, sólo pretendía avisar, ¿sabes?— Las orejas de Bonnie cayeron de nuevo, no supe cómo interpretar ese gesto.—. No busco que confíen en mí como si fuese alguien de toda la vida tampoco— Negué con la cabeza esperando que ser honesto sirviera de algo.—, sólo quiero hacerles una "propuesta de paz" mientras los reparo, luego ya podrán atacarme si así lo desean, eso ya no es parte de mi encargo.— Terminé y también se detuvieron mis ademanes, apenas notando que Toy Bonnie estaba imitando el movimiento de mis manos desde su sitio.

Los originales se quedaron pasmados en silencio, seguramente las personas que les hablaran de forma tan directa no abundaban.

—Huh, el nuevo tiene agallas... — Murmuró Foxy, cerrando con una risa seca y burlona, y al igual que el conejo, sus extremidades extra reaccionaron al cambio en el ambiente.—. Me cae bien.—

—... Una tregua— El líder no parecía convencido, o más bien no parecía tener los ánimos de tener que ser la última palabra, pero al final asintió.—. De acuerdo, cuenta con ello.—

—Haré lo que ustedes prefieran.— Y Bonnie se rindió ante la situación.

—Y eso incluye al guardia— La nueva cláusula no pareció ser del agrado del pirata.—. Si muere, mi trabajo se irá a la basura y será en vano. Así que tampoco vayan tras él.—

—¿¡Huh!?— Se quejó, los demás no parecieron tener problemas con ello.—. Ya no me agrada el nuevo... —

—Ugh... Puedes asustarlo, pero nada de sangre. No es tan difícil de entender.—

Nunca creí que me encontraría en una competencia de miradas con un androide zorro de más de dos metros, pero ahí estaba ahora. La tensión escalando nuevamente hasta que desembocara en una catástrofe para cualquier de los dos.

—Uhm, ¿(T/N)? ¿Ya puedo quitarme de aquí?— Toy Bonnie se veía exhausto aún sosteniendo la puerta.

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≫ editado el 26 de enero de 2023