Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5


—¡(T/N)! ¿¡Estás bien!?— Preguntó Ruby con su aguda voz. No sabía si el temblor de sus manos y la tensión de sus hombros era producto de los nervios o de haber estado parada afuera en el frío.

—¿En serio te importa?— Le dije sarcástico, aún sabiendo que ella no eral del tipo bromista.

—¡Y más de lo que crees!— Volteé a ver a Jeremy pidiendo ayuda, él solo levantó los hombros en señal de que tampoco sabía qué hacer.—. Como no me dejaste venir quise investigar más acerca de la empresa, ¡y tienen tantos trapos sucios que es sorprendente que ninguna demanda en el pasado haya procedido!— De inmediato le hice una seña para que se detuviera, no era buena idea hablar de teorías y acusaciones en el mismo lugar de donde provenían. Y mucho menos cuando ese lugar es el que me estaba pagando el sueldo más casi un año.—. ¿Qué te ocurre? Hablo en serio, ¡no pude dormir anoche pensando en qué tal vez las anécdotas del personal de mantenimiento eran ciertas!—

Suspiré, pasando perezosamente una mano por mi rostro. La somnolencia se hacía cada vez más difícil de lidiar.

—¿Y por qué debería importarnos todo esto?—

Bueno... — Se acercó a mí casi de puntillas, tratando de susurrar en mi oído con su ridículamente corta estatura.—. ¿Es verdad que se mueven?— Me aparté y no tardé en negar con fastidio.

—La curiosidad mató al gato, ¿sabes?— Le regañé cuando en primer lugar no debería ni siquiera estar teniendo esta conversación.—. Morir sabiendo no valdrá la pena. Y mucho menos si vas por ahí acusando por cosas que leíste en revistas— Mis brazos se cruzaron por el gesto habitual de explicar algo de la forma más cómoda posible, sumado al cansancio no era capaz de pensar con claridad.—. Quiero decir, si se mueven pero eso no-

Ruby dejó salir el jadeo ahogado más dramático en la tierra, interrumpiéndome de golpe. Me di cuenta tarde del error que había cometido.

—¡E-Eso es todo!— Se volteó hacia dónde estaba Jeremy y se cruzó de brazos, el guardia casi se encoge por impulso cómo si alguien fuera a golpearlo con sólo el par de movimientos bruscos que la pelirroja había hecho.—. Por favor dile a tu jefe que (T/N) no podrá seguir con cualquier encargo que le hayan asignado.—

¿Qué?— Jeremy se ahogaba silenciosamente en su confusión, se le veía en la cara. Y su incompetencia con cualquier cosa relacionada al servicio al cliente no estaba ayudándolo en nada.

—Ru— Dije pero siguió hablando.—. Ruby— Y siguió.—. ¡Ruby!—

—¿Qué ocurre?—

—No me dejaste terminar— Gruñí exhausto y mis manos volvieron a hacer ademanes perezosos, esta vez entrando en tecnicismos que sabía que ella entendería también.—. Sí, se mueven, pero es por una falla en el sistema— No creo que sea siquiera legal que le explique esto a alguien que no tiene nada que ver con el restaurante.—. Los Toy desde siempre han carecido de una configuración o un reloj interno que les haga diferenciar del día y la noche, y son lo suficientemente tacaños cómo para contratar a alguien que arregle ese error— Miré a Jeremy de reojo, quien acomodó su gorra sobre su cabeza para cubrir sus ojos. Por alguna razón seguía aquí.—, los originales sorpresivamente siguen siendo capaces de funcionar— Dije llevando una mano a mi barbilla, era más bien una notar mental para mí mismo.—. Temían que apagarlos de nuevo hiciera que el circuito tan viejo se quemara en un descuido, así que se quedan así. La puerta de la sala donde se guardan normalmente se cierra con candado, pero la cerradura se rompió. Y, de nuevo, son tacaños— Terminé, justo a tiempo para cuando sentí la necesidad de recuperar el aliento.

—Hm... — No lucía convencida, pero ya no tiene nada que objetar ahora que había cerrado cada agujero en su paranoia.—. Supongo que eso lo explica... — Dijo ahora más relajada, pero en cualquier momento podría volver a alzar la voz por simple emoción.

Volví a suspirar, cruzándome de brazos y cerrando los ojos. No pienso decirle con detalle lo de anoche, no mientras aún sea consciente de mis palabras al menos. Lanzar más leña al fuego hará que termine en un accidente.

Y la negligencia es un detalle que no quiero tener en mi curriculum, o por lo menos no tan temprano en mi triste carrera.

—Pues... — Tanto Ruby cómo yo volteamos hacia Jeremy.—, ya me voy. Que descansen.— El guardia volvió a bajar su gorra y caminó a toda prisa entre nosotros hasta la salida, casi cómo si alguien lo estuviera siguiendo.

—¿"Descansen"? Pero si acaba de amanecer.— La escuché decir a mi lado y mi única respuesta fue gruñir.

—Lo seguiré para ver que no lo atropellen o algo— Vi la oportunidad de huir y la tomé.—. Ir por ahí muriendo de sueño, terminará matándose él solo.—

Me di la vuelta, esperando que Ruby no se ofreciera a acompañarme como siempre hasta que volvieron a detenerme. Esta vez siendo alguien más. Ya había empujado el cristal de la puerta principal cuando una voz llamó mi nombre desde lo profundo del lugar.

—¡(T/N)!— Golpeé mi frente contra el cristal y dejé salir un bufido, y resignado me giré de vuelta. Scott venía corriendo con algo en sus manos.—, ¡olvidé decirte algo!—

—Que sea rápido, Cawthon.— El gerente entonces me extendió un largo tubo de tela que tenía una correa de extremo a extremo. De inmediato supe qué era, pero quería darle el placer de no ser tan predecible.

¿No serán lo que creo qué es?

—Mira lo que encontré en casa— De forma orgullosa presumió del porta planos en sus manos, ignorante de las enormes ganas que tenía de ahorcarlo.—. Bastante bien conservados, sin duda serán de ayuda, ja... —Su risa disminuyó a una nerviosa al ver mi obvia cara de molestia.

¿Pasé toda la maldita noche aquí por nada?

—¡Dame eso!— Le arrebaté el maletín y comencé a caminar hacia la salida. Esta vez asegurándome de tener el menor cuidado posible con la puerta.

Ya afuera tuve que cerrar los ojos bastantes para acostumbrarme al brillo. Estar seis horas encerrado en un lugar con pésima iluminación no podía ser bueno para la salud, pero no estaba en posición de ser exigente.

Lo que me recibió de vuelta al mundo real fue un estacionamiento desolado, el color rojo grisáceo del auto de Scott rogaba por ser lavado y las marcas de neumáticos en el pavimento creaban caminos sin sentido que se extendían hacia todas direcciones. Tampoco era sorpresa la montaña de basura rogada por todos lados, desde bolsas vacías de palomitas hasta cajas enteras de pizza.

Sentí mis labios fruncirse ante la suciedad, el olor de queso rancio era asqueroso.

Atravesé el estacionamiento con prisa, y apenas mis pies tocaron la acera ya tenía a Ruby aferrándose a mi espalda como una garrapata.

Me dio una palmada leve en la espalda y se despidió cómo si no hubiera hecho una escena hace unos minutos.

Alzó su brazo y lo movió de un lado a otro mientras se alejaba caminando en dirección contraria a la mía. Mencionó algo sobre tener que dar clases dentro de una hora pero realmente no pude atención a sus palabras. Tan sólo incliné la cabeza cómo respuesta.

Desearía no haber tenido que lidiar con ella desde tan temprano.

Caminé por la acera con las manos en los bolsillos, aunque no lo pareciese estaba exhausto.

Mi estómago se gruñó estando de acuerdo y mis párpados comenzaban a cerrarse por cuenta propia.

Ah...

Voy a tener que tomar demasiado café si quiero poder terminar esto rápido. Mi corazón va a cobrárselas cuando llegue a viejo, podía sentirlo.

Pasé una mano por mi rostro de nuevo, y cuando la aparté me le quedé viendo unos segundos, completamente hipnotizados por pensamientos sin forma u orden.

Esos... "androides" no me dieron buena espina. Había algo extraño en sus palabras, sus movimientos, sus actitudes. Se sentía falso, pero no del modo que esperarías, no se sentía artificial, sino más bien inventando. Cómo si se esforzaran demasiado en demostrar que tienen consciencia propia.

Tal vez sólo lo estoy pensando demasiado.

Además de que no quiero tener que proteger a Fitzgerald cada noche. Por más que presumiera de ser multitareas mi concentración no podía dividirse de esa forma.

Un pesado suspiro se escapó de mi pecho.

Esto apenas estaba por comenzar.

[...]

Después de unas merecidas y poco balanceadas horas para dormir desperté justo a tiempo para comenzar mi tortura el resto de la noche.

Entré al establecimiento y lo primero que percibí fue el potente olor a pizza y los gritos agudos de los niños que corrían como animales de un lado a otro sin importar a quien le pasaban entre las piernas. Tuve que tapar por un momento mis orejas ante la irritación, los sitios ruidosos nunca se habían llevado bien conmigo.

Seguí caminando mientras buscaba a Scott, pasé por el Prize Corner viendo cómo justo la marioneta se asomaba de un salto. Algunos gritaron de sorpresa, otros se rieron con fascinación, pero yo sentí una gran repulsión por sólo recordar cómo se había presentado anoche.

La peor primera impresión del mundo.

Continúe, y me encontré pasando por enfrente del escenario, casi saltando por encima de todos los niños que se acumulaban al borde. Toy Freddy cantaba demasiado grave para mi gusto, Toy Bonnie tocaba la guitarra con todas sus fuerzas a pesar de que realmente no tenía cuerdas (la utilería por lo menos se veía convincente al menos), y al notar la ausencia de Toy Chica miré hacia la multitud de mesas en el ares principal. Tal y como lo supuse, estaba haciendo de mesera en ese momento.

Relativamente cerca de donde yo estaba, unas mesas más al lado. Sus movimientos eran más fluidos a comparación de los de sus compañeros, pero la forma en la que tomaba cosas dejaba que desear. Su agarre lucía cómo el de una garra de una máquina de premios.

Negué con la cabeza, estaba perdiendo el tiempo analizando mecanismos de nuevo. Me sucedía más seguido de lo que me gustaría.

Cuando me propuse seguir mi búsqueda me resigné a que debía ir a la Kid's Cove tuve que pasar al lado del nuevo modelo de Chica. Ella, viniendo en dirección contraria sentí por un fugaz momento el peso de sus ojos de vidrio sobre mí, una mirada neutral, no molesta, no enojada, no curiosa, y mucho menos ingenua.

No ganaría nada tratando de indagar en esa interacción con un invitado, así que seguí con lo mío.

Me asomé por el marco de la sala y ahí vi a Toy Foxy colgada boca abajo mientras jugaba con unos niños. Uno de los gritones le jaló un mechón de su "cabello" y ella se quejó mientras trataba de apártalo. Debo admitirlo, la escena me dio algo de gracia. Probablemente su fascinación por molestar al guardia nocturno era más bien ella imitando todo lo que los niños le hacían por el día.

Pasé de largo el Área de Juegos, donde seguramente Ballon Boy estaría estresando a los padres con su irritante y chillona risa, sinceramente no estaba de humor como para arrancarme los oídos.

Todo un restaurante lleno y sin señales del idiota de su gerente. ¿En serio tendría que ir y revisar los salones de fiesta?

Caminé por el pasillo donde estaban los baños, teniendo que esquivar una multitud de niños que corrían cómo si huyeran de algo, descartado inmediatamente cuando salieron riendo de esa zona hasta desaparecer al área principal.

Volteé a la dirección de donde venían, del otro extremo del pasillo, una para nada agradable sorpresa me recibió. La puerta de Parts&Service...

Entreabierta.

Gran seguridad que tienes, Scott. Son tan buenos que no toman capacitación.— Podría hacer una lista sobre todas las quejas que tenía, pero por ahora debía conformarme con arreglar el problema por mí mismo. Al estar cerca de la sala restringida asomé la cabeza por el espacio disponible, la pequeña silueta de una niña me hizo sobresaltar.

Abrí la puerta por completo sin importarme del escandaloso chirrido, a lo que la menor se asustó y se giró de repente.

Al menos sabía que estaba haciendo algo malo.

—¿Que crees qué haces aquí? Vete antes de que llame a tus padres.— Traté de no ser tan duro y moderar mi voz, pero por su expresión supe que no lo había hecho bien.

Apunté a mis espaldas y ella asintió.

—¡P-Perdón, señor!— La niña salió corriendo dejándome atrás. No tardó en desaparecer de mi vista al final del pasillo.

—... Tsk, niños.—

¿Señor? No soy tan viejo...

Después de negar miré hacia el interior de la sala, todo lucía en orden pero Freddy estaba en una posición distinta a la que recordaba, y aunque no tuviese certeza de que fuera por su excursión de anoche tenía una corazonada.

Supongo que se animaron al ver niños después de mucho tiempo.

—Hmp... — Tomé el borde de la puerta, listo para cerrar.—. No hagan nada raro.— Dije finalmente hacia la oscuridad.

Ya podrán divertirse tratando de acechar a Jeremy.

Pero pensándolo bien...

Tendré que hacer una "tregua" con los robots que intentan matarnos si quiero repararlos. ¿Fingir es una opción? No soy bueno sonriendo y si les sigo el juego podría vomitar.

Fantástico, un nuevo problema.

[...]

—Te he estado buscando por todas partes, intento de dueño.— Exclamé para Scott mientras él se volteaba. Estaba a los pies del escenario mirando una especie de lista que traía consigo. Sólo quedaban unas pocas personas en el lugar, más que nada adolescentes y padres con hijos más mayores, lo único bueno es que ya estábamos a punto de cerrar.

—¿Intento de dueño? ¿De donde sacas eso?— Dijo incrédulo mientras apartaba su vista de la hoja para prestarme atención, parecía genuinamente ofendido por eso.

—Oh, no sé. Tal vez porque tus "guardias" dejan abierta la puerta de Parts&Service y unos niños terminaron entrando a la hora más saturada.— Me crucé de brazos mientras lo miraba molesto. Había jugado a ser uno de sus empleados con tal de que no rompieran -aún más- a lo originales.

—¿¡Qué!?— Exclamó.—. Ya veré quién fue el responsable de eso... — Murmuró, pero terminó mirando de todas formas a la hoja en sus manos.—. ¿Tuviste algún avance con la reparación?— Preguntó sin siquiera mirarme. Bufé molesto, pero estaba dispuesto a responderle.

—Algo así— Dije.—, al menos ya comencé los bocetos y la base.— Sinceramente sería mejor simplemente hacer unos trajes desde cero, pero supongo que mi mano de obra sin seguro médico era más barata.

—¡Ya llegué!— La puerta se abrió por el pobre guardia mal pagado de Jeremy, callándose de pronto al sentir el par de miradas de los pocos clientes que quedaban.

No había que ser un genio para saber que corrió todo el camino aquí, su uniforme mal puesto y sudado lo delataban. Miró a su jefe esperando una respuesta, pero al no ver avance siguió hasta alcanzar la siguiente cara familiar, siendo obviamente yo.

Se acercó a donde estábamos de forma temerosa.

—¿(T/N)? ¿Qué haces aquí?—

—Si quieres puedo irme si tanto te gusta trabajar solo.—

—¡N-No, es que...!— Su miedo a lo malentendidos tampoco era un secreto bien guardado.—... pensé que ya no te quedarías tan tarde.—

Suspiré, llevando mis manos a mi cintura.

—Si quiero irme de aquí cuanto antes tendré que avanzar todo lo posible— Le expliqué haciendo énfasis en "avanzar"—, ¿verdad que si, Scott?— Pregunté sin una pizca de seriedad pero el dueño seguía sin prestar atención.

—Eh... Sí, claro.—

¿Qué era tan importante en esa hoja como para ni siquiera ser capaz de seguir una conversación?

—Al menos ya no estaré solo, supongo.— Dijo Fitzgerald y pude ver como un gran peso se removía de sus hombros junto a la fugaz sonrisa que alcancé a notar en su rostro exhausto.

—Toda una maravilla, huh.— Respondí sarcástico. Estaba seguro de que me arrepentiría después.








✦ •──•─•──•──•─•──•

editado el 15 de enero de 2023

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro