Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 41

La navaja se interpuso entre las garras del tipo de piel oscura a mi anatomía, al mismo tiempo que evadía una patada de su parte, intenté mantenerme alerta de cualquier ataque proveniente de este o de algunos de sus aliados. La lluvia era densa, por lo que mi flequillo se pegaba contra mis ojos a cada movimiento que hiciera, siendo esto una desventaja para mí, ya que lo que menos debía hacer era perderlos de vista. 

En un movimiento que fue invisible ante mis ojos, el cuchillo quedó partida a la mitad, retuve las ganas de gritarle a Hal para quejarme del pésimo material que me había dado, pero estaba seguro de que aquel ángel sin alas se encontraba muy ocupado en ese momento como para atender mis inconformidades. Tenía todas las de perder, y no era por ser pesimista, la única arma que aún me mantenía con vida se había roto y no contaba con las habilidades de Jackie Chan para sobrevivir a un combate cuerpo a cuerpo cuando el oponente al que me enfrentaba tenía sus capacidades más desarrolladas que yo. 

—Eres demasiado idiota como para haberte involucrado con las personas equivocadas. —Tragué saliva, no quería admitirlo, pero el haberme reunido con los chicos ese día fue una de las decisiones más tontas que había tomado—. Ahora, por tu culpa, morirás en una guerra que no te incumbe. 

—Por supuesto que me incumbe, mis amigos están en ella. —Usé mi cuerpo para impulsarme y clavar la punta de lo que quedaba de cuchillo en su estómago, este no tardó en maldecir por mi ataque y su mano se cerró en mi tráquea. 

—Asqueroso humano, vas a morir. 

—Deja tantas amenazas y cumple con tu palabra, Idiota —gemí clavando mis uñas en sus manos intentando vanamente en liberarme. 

Sus ojos se abrieron como platos de repente, él, al igual que yo, bajamos la mirada a su pecho donde una mano sostenía un corazón que aún latía sobresaliendo de su tórax. El agarre en mi cuello cedió antes de que este se desplomara en el suelo, por lo que levanté mi vista al causante de aquella muerte: Jungsoo. 

Sus ojos azules escanearon mi cara por unos instantes antes de girarse al par que observaban a nuestra dirección con notorio interés. Eran ellos, Los Cazadores que me había citado en aquel lugar a las afueras de la ciudad para reencontrarme con Hal. 

—¿Quién de esos idiotas te lastimó, Yeonsuk? —preguntó Jungsoo en tono bajo. 

—Ellos —le indiqué señalando al par de idiotas, Jungsoo asintió volviendo su vista a estos; hubiera deseado ver la manera en como mi novio los había mirado, ya que todo resto de diversión en sus expresiones desapareció por completo. 

—Ya veo... Hal nos mintió al darnos a un falso Park como ofrenda —dijo cobrizo. 

—¿Y aún te sorprende? Qué patético eres. —Mordí el interior de mi mejilla al escuchar a mi novio hablar de ese modo. 

—Patético tú por arriesgar tu vida por un simple humano. 

—De igual forma ustedes me hubieran dado caza, así que terminemos con esta mierda de una vez. —A partir de ese momento los perdí de vista. 

Mis ojos inútiles mundanos solo vieron constantes borrones que emitían gruñidos y malas palabras, después se escucharon huesos romperse hasta que finalmente miembros humanos fueron cayendo cerca de mí. Estaba preocupado, temía que algunos de esos restos provinieran de mi pareja y fue en ese instante que me sentí el ser más inservible de toda la humanidad; todos se encontraban peleando, podía distinguir a las chicas a varios metros de distancia pelear con elegancia desmembrando a cualquier criatura que se les cruzaba en el camino. 

Mis ojos buscaron a Hal y al encontrarlo noté que a pesar de no tener sus alas se estaba desenvolviendo bien en tierra firme, todos estaban luchando como si ya hubieran estado preparados para ello, tanto así, que apenas eran conscientes de los peligrosos rayos que caían con la intención de aniquilar a quién se cruzara en su camino. 

Intenté hacer lo mismo porque me sentía fuera de lugar, estando allí de pie, sin hacer nada a nuestro favor, fue entonces cuando los vi, una horda de lo que parecían ser pájaros, volar hasta el lugar en donde nos encontrábamos. A medida que se acercaban me di cuenta de que no eran más criaturas como ellos y maldije ante la posibilidad de que fueran más enemigos. 

—Maldición. —Apreté la empuñadura con fuerza, ignorando el dolor punzante en mi cuello. 

Estos descendieron en picada y atacaron directamente al bando contrario, dejándome confundido, fue entonces cuando reconocí algunas caras, eran habitantes de Northesden. 

Todos ellos se habían unido a la lucha y eso casi me hizo llorar de alivio. 

Corrí todo lo que mis piernas me lo permitían y saqué de encima al tipo que intentaba estrangular a Natasha, deslicé el filo del cuchillo contra su garganta sin pensarlo dos veces para después ayudar a la chica a levantarse. 

—Gracias, Suk —murmuró esta con una amplia sonrisa. 

—Mantente con vida, por favor. —Esta asintió para desplegar sus alas y emprender vuelo. 

Continué arriesgando mi pellejo tomando por sorpresa algunos de esos idiotas y aunque mi cuerpo sufrió uno que otro rasguño no me detuve, aun cuando sentía mis extremidades entumecidas a consecuencia del cansancio y del frío, una fuerte brisa golpeó mi empapada anatomía y a través de ella, vi a muchos cuerpos ser mutilados a causa de esta de repente. 

—Humano entrometido... —jadeé, en el momento que tiraron de mi cabello, usé la culata del cuchillo golpear la cabeza del tipo que me sostenía antes de clavarla en su antebrazo, ganándome un mar de insultos de su parte. 

Por el rabillo del ojo noté un destello negro emprender vuelo, miré a esa dirección, era ese fénix que había visto aquella noche, Jungsoo... detrás de él aparecieron más criaturas como él de distintos colores, pero ninguno se asemejaba al suyo. 

Túmbate sobre tu estómago, cubre tus ojos y oídos ahora hasta que te avise lo contrario —Escuché a Jungsoo susurrarme en la mente. 

No tardé en obedecerlo, detrás de mis parpados distinguí una luz muy brillante antes de que una fuerte ventisca azotara el escenario como si se hubiera accionado una bomba nuclear en aquel lugar, el olor a carne quemada revolvió mi estómago y mis oídos empezaron a pitar debido a la presión que ejercía en estos. 

¿Qué había ocurrido? No tenía la menor idea, pero estaba seguro de que una vez que abriera los ojos, lo que iba a ver no iba a ser uno de los escenarios más lindos que haya visto. Pasaron unos cuantos segundos de un tenso silencio en los que me mantuve en mi lugar a la espera de alguna orden por parte de Jungsoo, algo que no tardó en ocurrir: 

Levántate, precioso. 

Abrí lentamente los ojos, el olor a sangre y tierra mojada fue lo primero que me percaté después de reincorporarme por completo, fue entonces cuando noté que no había sido el único en haberme agachado. Distinguí rápidamente a los habitantes de Northesden reincorporarse del suelo y a los chicos hacer lo mismo, ya que éramos los únicos presentes con vida, poco a poco empezaron a descender los Fénix que aún permanecían en vuelo, por lo que me apresuré a buscar a Jungsoo entre ellos. La angustia solo hizo que los segundos que tardé en buscarlo se hicieran más largos, pero en el momento que lo logré no dudé en abalanzarme a este, ni siquiera lo solté en el instante que volvió a su forma humana. 

—¿Estás bien? —Sus labios se entreabrieron ante mi pregunta. 

Un sonido extraño proveniente del cielo similar a trompetas me motivó a levantar la vista mientras fruncía el ceño, ¿Acaso era eso las trompetas del Apocalipsis? Volví mi vista a mi chico y me tensé al notar que este mantenía su mirada levantada también hacia arriba, pero su iris había desaparecido, dejando así sus ojos completamente blancos. 

—¿J-Jungsoo, estás bien? —Mi preocupación incrementó al no recibir respuesta, por lo que empecé a sacudirlo—. ¡Jungsoo! 

Sus iris azules aparecieron cuando ya estuve al borde del llanto, fue entonces que noté el estado en que se encontraba, mi pareja se encontraba herido en todos lados y eso aumentó mis ganas de llorar, el rubio al notar que estaba a punto de romper en llanto no dudó en estrecharme entre sus brazos. 

—Estoy bien, mi alma rota, ya todo está bien. —Acarició de manera gentil mi cabeza. 

—¿Q-qué te ocurrió hace un momento? Tus ojos... Pensé que te había perdido —lloriqueé 

Este pareció dudar de si responder mi pegunta o consolarme. 

—¿Me creerías si te digo que hablé con el creador? —Asentí con la cabeza, ¿Cómo no iba a creerle después de todo lo que había ocurrido? 

—¿Qué te dijo el muy hijo...? 

—Yeonsuk —me interrumpió en tono de reproche. 

—Está bien, ¿Qué te dijo, el anciano arrugado? 

—Dijo que durante todo este tiempo solo ha visto que sus ángeles hacían lo que él quería, más conforme ciento de vidas fueron tomadas de manera injustificada, supo que se había equivocado, que los híbridos no debían pagar un precio tan alto únicamente por existir... 

—¿El tipo admitiendo que se equivocó? Vaya, eso es nuevo... 

—Yeonsuk, ¿Tanto lo odias? 

—No lo odio... —Enarcó las cejas—. Es en serio, no lo odio, solo que me cae mal.Una pequeña risita escapó de sus lindos labios. 

—La cacería ha terminado, ya nadie más morirá injustamente —anexó mi novio. 

—¿Cómo estás tan seguro que cumplirá con su palabra? 

—Tengo fe. —Asentí no muy convencido de ello, pero si Jungsoo confiaba en él, yo también lo haría. 

Horas más tarde le entregué la taza de chocolate caliente a Noah quien no tardó en agradecer, todos estábamos en mi casa bebiendo de algo que nos ayudara a recobrar el calor corporal, aproveché eso para tomar una ducha y Jungsoo tomó algunas de las pertenencias que había dejado en la habitación de huéspedes para cambiarse, estaba seguro de que para ese punto si yo no había atrapado un resfriado, lo más probable era que lo hiciera antes de que terminase las temporadas de lluvias. 

Una vez me aseguré que todos estaban con su bebida caliente, subí a la habitación principal donde estaba Jungsoo curando los cortes de sus brazos, vista que mandó una punzada a mi pecho. 

—¿Duele? —Me apoyé en el lumbar de la puerta, este negó con la cabeza—. ¿Necesitas ayuda? 

Asintió formando un puchero adorable, me acerqué a él para sentarme a su lado, tomé un trozo de gasa y mientras remojaba este en el líquido desinfectante, Jungsoo agarró mi mano izquierda, deslizó un lindo anillo plateado que tenía un par de alas extendidas ilustrado en este. Mi corazón no tardó en latir como loco ante su acción. 

—¿Estás proponiéndome matrimonio, Jungsoo Park? —bromeé. Pero al notar la seriedad en su semblante me puse nervioso, demasiado nervioso—. ¿Jungsoo? Solo bromeaba... 

—Mi alma rota, mi príncipe azul, el amor de mi vida... —Mis ojos se tornaron acuosos ante la intensidad de cómo iba nombrando todos los apodos que me llegó a llamar alguna vez—. No puedo prometerte una vida normal como cualquier pareja, pero te prometo pasar contigo el resto de tu vida mundana, ya que me veo incapaz de no incluirte en mis futuros planes. Quiero verte crecer y envejecer siendo el ser humano tan bello y maravilloso que eres, prometo amarte por toda la eternidad y si hay tiempo más allá de eso, te amaría durante el lapso de este... 

—Jungsoo... 

—¿Te casarías conmigo, Yeonsuk Gong? 

—¿De qué diablos estás hablando? —Me aparté tratando de ignorar mi corazón acelerado. 

—¿Ya aceptó tu cursi declaración de amor? —Hal apareció a mis espaldas. 

—No estoy entendiendo una mierda, la verdad... 

—Seré breve, los humanos del pueblo están empezando a sospechar que algo está pasando aquí y no podemos darnos el lujo de que empiecen a investigar lo que realmente pasa, por esa razón nos pusimos de acuerdo de crear una distracción lo suficientemente convincente para distraerlos. 

—¿Qué? ¿Cuándo se reunieron? ¿Desde cuándo se ponen de acuerdo a mis espaldas cuando es mi culo el que está involucrado? —Ambos hombres soltaron un suspiro dramático. 

—Te dije que no iba a funcionar, ¿Acaso siquiera te quiere? —Hal volvió su atención a un decepcionado Jungsoo. 

—Te dije que sería confuso para él, debiste dejarme aclarar las cosas antes de soltar semejante discurso, me siento ridículo. 

—El discurso estuvo bastante bien —El par de ojos se clavó a mi dirección ante mis palabras—. ¿Por qué una boda? ¿Por qué no otra cosa? 

—¿Qué no podría ser más escandaloso en un pueblo que una boda homosexual? —Tenía un buen punto, sería lo suficiente como para alejar las sospechas por un buen tiempo. 

—¿Y por qué nosotros? ¿Jungsoo no se opuso? —Este se encogió de hombros. 

—Son la única pareja gay convincente que podría hacerlo, ¿Lo harás o no? —Lo miré mal. 

—Maldición Hal, si voy a casarme por lo menos responde mis malditas preguntas. 

—¡Necesitamos una respuesta! Las dudas las podrá responder tu novio, ¿Aceptas? —Miré a Jungsoo no muy convencido de si sería buena idea a pesar de que Hal tenía buenas intenciones. 

La noticia de nuestro compromiso no sorprendió mucho a los chicos, ya que en cierto modo lo vinieron venir, ¿Y cómo no, si los muy hijos de puta lo habían planeado a mis espaldas?, no dudaron en darse de voluntarios para realizar la boda. Por lo que no me preocupe en estresarme por los preparativos de esta y tampoco tenía intención de hacerlo.

No iba a negarlo, no imaginé que las invitaciones llegasen tan pronto a mis manos, sentía que apenas había pasado unos cuantos días desde que la noticia se regó por el pueblo por lo que toda clase de miradas se fijaron en mí cada que llegaba a un lugar público y aunque estaba acostumbrado a ese tipo de atención por mi trabajo, aun así se sentía extraño, ellos querían que el evento se llevara a cabo en un salón de eventos abierto que se encontraba casi en el centro de Northesden, Y aunque este evento falso iba a ser mi importante para mí me fue incapaz de decirle a mis amigos al respecto porque sentía que los estaba engañando. 

—Eustoma —dijo de repente mi rubio novio sentándose a desayunar conmigo esa mañana. 

—¿Qué? 

—Eustoma es una flor que significa "Amor eterno" o también amor puro y sincero, estoy seguro de que si reencarnaras en una, serías esa... Quiero que esta predomine en nuestra boda. —Mi corazón no tardó en acelerarse como loco, al igual que en mi rostro se dibujó una enorme sonrisa. 

—Me parece perfecto, mi ángel, así será. —Su semblante se iluminó ante mi apodo. 

—¿Crees que soy un ángel? —Me miró con aquellos ojos de corderito. 

Ese hombre en definitiva era un caso perdido. 

—Eres un ángel la mayor parte del tiempo, Jungsoogie. —Este se inclinó y besó mis labios—. Pero en la cama eres todo un demonio. 

—¡Yeonsuk! —Reí al presenciar cómo sus orejas se tornaban rojas, al igual que su cara—. No sé para qué te reprendo si ya lo veía venir. 

—Si sabes como soy, ¿Para qué me provocas? —Fue su turno de reír, bebió de su infaltable taza de chocolate caliente con malvaviscos para mirarme con sus mejillas sonrojadas. 

—Es divertido. 

—Lo es... —Nos quedamos mirando por un par de segundos más, momentos en los que aprecié su cara limpia debido a la ducha que había tomado antes de bajar para desayunar—. ¿Irás al taller hoy? 

Este negó con la cabeza mientras mordía su tostada. 

—Tengo prueba de traje, iré con Hal y algunos de los chicos... —Asentí recordando que también tenía la prueba ese mismo día—. ¿Irás con las chicas? 

—Es inevitable... —Escucharle reír era en una de mis cosas favoritas. 

—Suerte con eso. 

—Tu igual.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro