Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9

Le había costado mucho a Degel aceptar que su hermanito se fuera con Aiacos. De no ser por Kardia, quien no lo dejaba ni un segundo no hubiera aceptado que Camus se fuera con él.

Ahora ambos se dirigían a la casa de Milo, tomaron un taxi del servicio de las plataformas y llegar a tiempo para que Aiacos pudiera pasar a bañarse y arreglarse para su trabajo.

- Dime Camus... ¿Que has pensado sobre mi hermano? - Preguntó Aiacos disimulando perfectamente su nerviosismo, empezaba a ver a Camus de otra manera y no quería quedar nuevamente como el mismo tonto al que habían rechazado alguna vez.

- ¿Porqué la insistencia Aiacos? - Cuestionó Camus sin entender que sucedía, aunque en lo personal ahora que lo analizaba bien, desde que Milo se fué, en ningún momento le ha llamado, ni mucho menos por equivocación le ha mandado un simple mensaje.
En cambio Aiacos a pesar de conocerlo hace poco se ha preocupado por él, aunque no entendía a donde iba toda esta plática.

- Porqué si mi hermano regresa cuando acabe su capacitación, yo tendré que regresar a mi casa - Contestó tratando de mirar para otro lado, no sabía como se tomaría esto Camus.

El joven galo se quedó pensando por unos momentos...

- Recuerdo vagamente el día que fuiste a mi casa te dije claramente que quiero que seas tu quien me ayude a disfrutar de lo que me reste de vida - Respondió con una sonrisa esperando que Aiacos le diera la cara para verlo de frente.

- Camus... ¿Pero si llega mi hermano...?

Nuevamente dirigió su mirada al joven de cabellos viridían, era en vano tratar de disimular con él, esa sonrisa enamora a cualquiera y él comenzaba albergar muchas sensaciones por él.

El auto seguía en movimiento, no faltaba mucho para que llegaran a la casa de su hermano, las demás palabras de Camus lo dejaron perplejo.

- Si llegara tu hermano... Yo sería feliz estando contigo, ojalá pudiera regresarme  contigo - Contestó muy animado recargando su cabeza en el hombro de Aiacos.

- No tendría problema en llevarte conmigo pero Degel se pondrá más exigente como hace rato, de no ser por Kardia jamás hubiera aceptado que te vinieras conmigo.

- ¿Sabes? No quiero que mi hermano sufra, ha hecho lo suficiente por estar al pendiente de mi desde que a mi me dijeron que tenía un tumor en mi corazón. Si llego a morir, no me gustaría que mi hermano se la pase todo el tiempo que le reste de vida lamentándose y llorando por mi pérdida. Hay que hacer todo lo que nos guste en vida junto a los que más queremos, solo quisiera que cuando yo ya no esté en este mundo... Lloren pero felicidad y no por mi despedida - Contestó Camus en un tono muy seguro de si mismo.

Aiacos al escuchar aquello se quedó más asombrado de lo que ya estaba. Ahora ese joven se veía seguro de si mismo respecto a lo que le depara más adelante, si antes le había dicho que tenía miedo de morir, ahora lucía muy diferente.
En pocas palabras también le dio a entender que no estará toda su vida esperando la llegada de Milo.
Estaba por responder algo sobre ello pero habían llegado a su destino.
Aún tenía tiempo de arreglarse para presentarse a trabajar, dejó a Camus en la sala mientras él se apuraba a prepararse.
Sin embargo Camus quiso hacer algo, se fué a la cocina y preparó algo para desayunar antes de que se fueran.

El aroma a café recién hecho llegó al olfato de Aiacos, terminó de colocarse la corbata y bajó hasta la cocina, se sorprendió al  ver que Camus ya había servido café y también dejó en dos platos fruta picada.
Por estar en la casa de Camus en la noche ya no pudieron desayunar a gusto entre la difícil decisión de que Degel accediera a llevarse a su hermano menor.

- Camus... tú - Se quedó sorprendido ante las acciones de ese joven que lo esperaba con una sonrisa en la mesa.

- Salimos de mi casa sin poder desayunar así que... Hay que apresurarse antes de que se enfríe.

Aiacos asintió y tomó su lugar, comenzaron a desayunar y el tiempo se les fué de manera repentina platicando.
Cuando ya era hora de irse, Aiacos tomó su maleta y se llevó a Camus, también llevaba consigo las especificaciones de los respectivos medicamentos que le tocaban a Camus.

Solo era cuestión de llegar a su trabajo.
.
.
.
.
.
.
.
.

Llegaron justo a tiempo, las miradas indiscretas de sus compañeros de trabajo se hicieron notar al darse cuenta que por primera vez después de tanto tiempo, Aiacos iba de la mano con alguien más.

En el elevador se encontró con Kanon, quien era pareja de su amigo Radamanthys.

- Aiacos que gusto verte... Y muy bien acompañado ¿Eh? - Le dio un codazo amistoso dándole a entender que presente a su amigo.

- Hola Kanon, cierto...- Aiacos colocó su mano sobre el hombro de su adorable acompañante y los presentó a ambos - Camus, el es Kanon, es pareja de un amigo mío que después te presentaré, Radamanthys está en mi casa... Seguramente haciendo destrozos - Esto último lo murmuró para no ser escuchado por Kanon.

El gemelo menor tomó la mano de Camus y se presentó con más formalidad - El gusto es mío, no sabía que Aiacos tenía un novio tan lindo.

Camus se puso nervioso, aunque no eran pareja como tal, ambos se comportaban como si lo fueran.
Estaba por decir que no eran una pareja de enamorados pero el sonido del elevador anunciando la llegada al piso correspondiente donde Aiacos labora los interrumpió. Ambos se despidieron de Kanon y comenzaron a caminar por los largos pasillos, había muchas personas corriendo, con algunos papeles en la mano, otras contestando las llamadas y al final llegaron a la pequeña oficina donde Aiacos tenía su lugar.

En el escritorio estaba una pequeña placa donde decía "Aiacos Samaras".
Camus tomó asiento en una de las sillas giratorias mientras esperaba que Aiacos terminara de acomodar su lugar.

- Camus.

El joven galo levantó la mirada para saber que necesitaba - ¿Si?

- Iré a la oficina de Hades, le avisaré que a partir de hoy estaré trayendo compañía, no tardo - Al decir esto se acercó a Camus y depositó un beso en su frente, después salió de ahí dejando al joven solo por un momento.
Dejo escapar un suspiro y tomó aquella placa donde estaba el nombre completo de Aiacos, abajo acompañado de unas letras pequeñas doradas donde decía "Administración"

- Aiacos también es exitoso como Milo - Susurró después de leer eso. Se quedó pensando porqué después de todo Camus ya no pudo seguir estudiando después de que le diagnosticaron su enfermedad.
Degel lo que menos quería era darle cargas a su hermano, por eso daba todo por él.

Seguía tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de una mujer de cabellos violetas con vestido negro, recargada en la puerta, mirándolo desde la cabeza a los pies.

- Vaya.. Con que Aiacos ya consiguió alguien más y se olvidó de mi tan rápido - Susurró con malicia.

Camus no supo que decir, no sabía quien rayos era esa mujer, solo esperaba que Aiacos no tardara...

❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro