Camus se encontraba sentado esperando que saliera alguna de las enfermeras y lo ingresaran para la operación.

Aquella noche que Aiacos le pidió cenar junto con Degel y Kardia jamás se imaginó que la noticia que tenía que darles era para dar a conocer que tenía el dinero suficiente para su operación.

Por más que intentó preguntarle de donde provenía el dinero restante, Aiacos jamás se lo mencionó.

— Es demasiado dinero para que lo haya juntado en poco tiempo.

No quería ser una molestia para los demás, desde un principio su hermano hizo lo más que pudo para apoyarlo, después por causas del destino conoció a Aiacos por un simple error al haberlo confundido con Milo y este a su vez le dio total confianza a pesar de que Aiacos renegaba del amor.

Todos lo han ayudado y estaba agradecido por ello, sin embargo...
Aún no sabía si hablar de lo que se enteró el día de ayer.

Afortunadamente en los estudios que Aiacos pagó aún no se revelaba esa noticia porqué tenía escasos días que ambos se dejaron llevar por el amor que se tenían.

Anoche al regresar de la oficina, Aiacos lo había pasado a dejar a su casa para que prepara todo lo que necesitara llevarse al hospital, mientras que Aiacos regresó al hospital acompañado de Kardia para poder cubrir la mayor parte de los gastos de la cirugía.

Degel salió por la cena y Camus se quedó solo en casa, pero de manera repentina sintió un leve mareo y acompañado de ligeras náuseas corrió al baño sin entender lo que ocurría.
Intentó calmarse pero aquel mareo no cedía, afortunadamente a una cuadra tenía una farmacia donde también el lugar funcionaba como consultorio.

Le escribió un mensaje de texto a su hermano avisando que saldría por unos momentos, al llegar a la farmacia pagó su consulta y esperó que lo atendieran.

No demoró mucho en esperar, entró a consulta y no notaron algo anormal en  su salud, salvo el historial médico que Camus le comentó al doctor sobre su corazón.

Con una sonrisa de lado le entregaron una prueba para que la usara, pidió permiso para entrar al sanitario y ahí fue donde se reveló su dolor de cabeza y sus náuseas...

— Estoy esperando un hijo — Susurró Camus al recordar ese momento llevándose una mano a su vientre.

— Joven Camus — Lo llamó una enfermera que salió por él a la sala de espera.

En ese momento se levantó repentinamente de la silla, tomó sus pertenencias y entró al consultorio para que le dieran las indicaciones pertinentes.

Al entrar cerró la puerta y tomó asiento frente al escritorio.

— Bien Camus, todo está listo... Se te llevará a una habitación donde podrás alistarte para la cirugía. Cuando llegaste se te tomó una muestra de sangre y nos hemos llevado una gran sorpresa... Estás esperando un hijo  — En ese momento le entregó los resultados de aquella muestra, ahora confirmaba aún más esa sospecha de la noche anterior.

— Yo... — Respondió muy apenado — Yo no sabía que puedo tener esa posibilidad... ¿Esto no interferirá con la cirugía?

— Tu embarazo es reciente, cuando te practicamos los estudios para ver tu situación no nos daba señales de embarazo es evidente que lo concebiste en ese lapso. En el momento que existe complicaciones en el feto es en el segundo trimestre, en tu caso no podemos demorar más la operación, es urgente hacerlo.

En ese momento Aiacos entró al consultorio con los diversos materiales que le pidieron. Pero se dio cuenta del silencio que inundaba ese lugar.

— ¿Pasa algo malo doctor? — Cuestionó Aiacos cerrando la puerta mirando a su pareja quien aún sostenía la hoja en sus manos.

Camus le entregó la hoja de los resultados de la muestra de sangre que le hicieron hace unos momentos atrás, Aiacos comenzó a leerlo, se llevó una mano a su boca asombrado... Esa noticia no se lo esperaba.

— Camus, tu...

— Así es su paciente está esperando un hijo — Contestó el doctor cuando se dio cuenta del silencio de Camus.

— Esto... ¿Interfiere en la cirugía? — Preguntó Aiacos preocupado.

— Una cirugía cuando se está en gestación debemos analizar los pros y los contras, sobre todo si el feto está implicado. En el caso del joven Camus es un asunto delicado y de suma urgencia, por lo tanto no podemos aplazar más esto. Nosotros estaremos en todo lo que sea necesario para cerciorarnos del  bienestar de su pareja y de su hijo.

— Haga todo lo necesario por ellos — Contestó Aiacos entregándole el material al médico y después se acercó a Camus para poder abrazarlo mientras depositaba un beso en su frente.

— Muy bien, entonces en unos momentos entra la enfermera para que podamos ingresarlo — Después de decir esto el médico salió del consultorio dejándolos solos.

— Camus, esta noticia me tomó por sorpresa.

— No lo sabía... Ayer me enteré, usé una prueba de las que venden en la farmacia y... — Se quedó callado por unos momentos.

— No te culpo por esto, no te sientas mal.

Aiacos tomó sus manos y le regaló una sonrisa procurando demostrarle tranquilidad y confianza antes de entrar a la cirugía.

— Pero...

— No sabes lo feliz que me haces con esta noticia Camus... Jamás me imaginé que ambos pudiéramos formar una familia. Te  prometo que haré todo lo que sea necesario para que esto salga bien.

— Aiacos... — Susurró Camus con preocupación — Sé que harías todo lo que sea con tal de verme mejor, la verdad... El haberte conocido me ayudó a ser un poco más abierto y cariñoso cuando antes era muy cerrado a mis sentimientos. Muchos me decían que yo no quería socializar con las personas pero porqué siempre creí que me quedaba poco tiempo de vida... Caí en la depresión y ahora me doy cuenta que fuiste tu quien me dio una oportunidad de creer en el amor cuando ambos pensábamos igual.

Aiacos lo envolvió en un cálido abrazo — Y tu también llegaste a mi vida para darme cuenta que no siempre tenía que mantener mis sentimientos reprimidos. Todo va a salir bien.

En ese momento Aiacos no pudo terminar de hablar, la enfermera entró por Camus para poder ingresarlo y prepararlo para la cirugía que estaba programada.

Dejó escapar un suspiro al ver como se llevaban a su pareja, después tomó la hoja de resultados que se encontraba sobre el escritorio y nuevamente sonrió al volver a releerlo.

— Quien lo diría... Tendré un hijo.

Emocionado salió del consultorio y se fue a sentar a la sala de espera, sacó su celular y le mandó un mensaje a Kardia.

En unos momentos Camus entra a cirugía...
Además, tengo una gran noticia Kardia, pronto serás tío.

Después de redactarlo se lo envió y ahora era el turno de avisarle a Milo, aunque se encontraba en el dilema de avisarle sobre el embarazo de Camus, aún no terminaba de asimilar lo que había pasado como para darle esa noticia de manera repentina.

Mejor tomó la decisión de solamente decirle que Camus entró a la cirugía y cualquier cosa que llegara a suceder lo mantendría al tanto.

La respuesta inmediata de Kardia lo sorprendió, abrió el mensaje entrante y lo leyó.

Dice Degel que cuando te vea te va a dar un buen sermón por tocar a su único hermano.
Estaremos al pendiente, nos mantienes informados por favor, en la noche vamos para allá para llevarte algo de cenar.

Aiacos respondió el mensaje riéndose porqué efectivamente Degel le daría un buen regaño por haber tocado a su hermanito menor...

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