Capítulo 1
Llegaste en el momento más inesperado de mi vida, simplemente todo cambió ese día cuando te conocí...
Había recibido una llamada de mi hermano Milo, pidiéndome de favor que cuidara su casa aproximadamente unos seis meses.
Estaría fuera por motivos de su trabajo, tuvo la fortuna de ser seleccionado por la empresa para la que labora, una capacitación fuera de Grecia.
Él y yo casi no nos frecuentamos, desde muy jóvenes habíamos tomado rumbos distintos, por mi parte trabajaba para el señor Hades, mientras que Milo laboraba para la señorita Saori.
Nuestros jefes eran rivales en los negocios, pero eso no implicaba que Milo y yo también seamos rivales, es un simple trabajo.
Ahora me encuentro en un taxi de servicio privado que tomé por medio de una aplicación, mientras esperaba que me llevara a mi destino, me disponía a observar mi alrededor.
Cabe mencionar que suelo ser algo serio, casi no me gusta lidiar con la gente, a diferencia de mi hermano, vaya que tiene un gran carisma con las personas que lo rodean... Pero yo no.
Me gusta mi soledad, por lo tanto disfruto de mi tranquilidad.
— Hemos llegado, joven Aiacos — Me respondió el chico que me trajo, mientras miraba su móvil donde marcaba el importe exacto que tenía que pagar, junto con mi nombre claro.
Saqué dinero de mi cartera, agradecí el servicio y me bajé del auto tomando mi maleta... Había llegado a la casa de mi hermano.
Llegué a la puerta y toqué el timbre, demoró un poco para abrirme, por un momento pensé que no estaría en su casa.
De pronto la puerta se abrió.
— Aiacos que gusto verte — Me dio un abrazo muy animado, quizá porqué desde hace mucho tiempo no nos hemos visto.
— Lo mismo digo Milo, me alegra mucho verte de nuevo— Respondí mientras tomaba mi maleta del suelo para poder pasar.
— Adelante hermano, disculpa el tiradero que tengo pero mi vuelo sale dentro de dos horas y aún no me decido que llevar.
Me hizo una seña para que lo siguiera, cuando estuvimos adentro cerró la puerta y me llevó a su sala.
— Se nota que no has cambiado nada Milo — Me burlé — Deja te ayudo sino llegarás tarde para tu vuelo.
Dejé mi maleta en uno de los sillones y comencé a seguirlo, iba rumbo a su recámara que también lucía un tremendo desastre.
— Te dije que tenía un relajo con mis cosas, pero ahorita las recojo— Me dijo mientras sacaba unas prendas de su armario y las metía en su maleta, sin embargo de tantas cosas que llevaba ya no cerraba.
— ¿Solo esa maleta te llevarás? — Pregunté observando como le costaba cerrar su maleta.
— Es la única que tengo... ¿Me prestas la tuya?
Sonreí después de esa pregunta, solo me limité a reír y bajé a la sala por mi maleta para sacar mis pertenencias y prestarle la mía a Milo...
Pasó el tiempo volando, me explicó los cuidados que necesitaba su casa, así como su pecera que tiene en la sala.
— Espero que te sientas cómodo en mi ausencia, lo malo es que tu trabajo ahora te quedará algo retirado.
— Descuida Milo, así es esto... También tuve que dejar mi departamento al cuidado de mis amigos pero conociéndolos justamente en estos momentos Radamanthys debe de estar haciendo fiesta en mi casa.
— Siento haber interrumpido tus actividades diarias Aiacos pero esta oportunidad es única... Si salgo bien en la capacitación seré la mano derecha de Saori, un puesto mucho mejor remunerado — Expresó Milo sonriendo, es una oportunidad que no quería perder por nada del mundo.
— Te deseo mucha suerte hermano — Lo abracé para despedirme de él, el taxi que lo llevaría al aeropuerto lo esperaba afuera. Quería acompañarlo pero me negué después, me había comprometido para ayudarle a juntar todo el relajo que pasó a dejar en su casa.
Solo lo vi como se subía al taxi y moví mi mano despidiéndome de él.
Cuando por fin se perdió aquél taxi en la lejanía, nuevamente entre a su casa... Era muy extraño estar aquí, no me sentía con la misma confianza como en mí hogar.
Me pasé toda la tarde limpiando y acomodando cada cosa que Milo dejó fuera de lugar, a los pocos minutos recibí un mensaje de Milo, me avisaba que había llegado a su destino.
Le respondí y seguí acomodando el lugar, también me había tomado la tarea de darle de comer a sus peces, pobrecillos estaban hambrientos, por las prisas de ese hombre no habían comido.
Ahora entendía su ajetreada vida, siempre corría de aquí para allá.
De pronto el sonido del timbre interrumpió mis actividades, dejé lo que estaba haciendo y me acerqué a la puerta para ver de quien se trataba.
No tuve tiempo de terminar de abrir la puerta cuando sentí un cálido abrazo rodearme, ni siquiera pude mirar su rostro solo una larga cabellera en tonos esmeralda.
Quería tratar de quitarme de encima a ese extraño, pero después levantó su rostro lentamente y pude ver sus ojos cristalinos... Sin duda había llorado mucho ¿Pero... Porqué?
Después me miró con más detenimiento, aún no me soltaba pero trataba de esforzar su vista para verme mejor.
— ¿Milo? — Me preguntó muy confundido, poco a poco fué retrocediendo sin quitarme la vista, observándome de pies a cabeza.
— No — Contesté seriamente, traté de preguntarle algo pero salió corriendo de ahí sin darme tiempo de saber quien era.
— Quizá sea su pareja de Milo ó un amigo... Pero no mencionó nada sobre eso — Me cuestioné, después algo me hizo bajar la mirada y en el suelo me encontré un sobre con varios papeles.
Seguramente son de ese chico que vino de imprevisto, los recogí y cerré la puerta después. Dejé el sobre en la mesa de centro de la sala para seguir terminando de acomodar la casa de mi hermano, pero la curiosidad por saber de quien se trataba ese chico comenzó a impacientarme.
Con mucho cuidado abrí el sobre para saber un indicio o su nombre.
Lo había encontrado en una hoja, parecía un diagnostico médico.
Su nombre es Camus...
❄🔥❄🔥❄🔥❄🔥❄🔥❄🔥❄🔥❄🔥❄
Buenas tardes mis queridos seguidores, espero que esta nueva historia les guste, ya tenía tiempo que quería escribir algo así donde tuvieran que ver Aiacos y Camus. Disfrutenlo y les mando un abrazo enorme 🥰🥰🥰
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro