Y un Julio

Porque en dónde hay una pareja completamente predecible hay una que nadie se esperaba en verdad

¿El introvertido de Julio con la extrovertida Mirabel? Nadie en el pueblo se lo pudo haber imaginado ni en sus más locos sueños

¿Cómo empezó? Con la perdida de unos niños

[...]

-Creo que nunca habíamos tenido oportunidad de hablar -Mirabel trataba de tener una conversación con Julio

En la reconstrucción de la casita Madrigal, los jóvenes eran requeridos para cuidar de quienes lo necesitarán, así que divididos en parejas colocaron a la animada Madrigal con el responsable Hernández

Él podría encargarse ¿cierto?

-Me tiraste al estanque hace un año cuando ensayabas tu baile -Julio repartía entre los niños unos dulces que había hecho una noche anterior con su madre

El pasatiempo secreto de Julio era la cocina, le encantaba lo relajante que era

-Oh yo.. -Inquieta jugaba con la correa de su bolso- No recordaba eso

-Aja -Ayudaba a una niña trenzando su cabello para que pudiera comer sin problemas

-Lo siento -Se acomodó las gafas mientras evitaba mirarlo a los ojos

-Da igual, ya pasó -Se levanto, a ella también le dio unos dulces

-Gracias -Sonrió agradecida, cuando probó uno de los dulces casi enloquece de tan rico que estaba, podía sentir como si se derritiera en su boca, comenzó a sacudir a Julio de forma brusca- ¡Etto sta muu hueno!

-No hables con la boca llena -La miro con desagrado, era tan hiperactiva como su primo, busco una servilleta y le limpió los labios, eran dulces con crema y ella se había batido un poco- Dios, comienzo a entender a tu abuela

-Se gustan -Un niñito con sombrero los señaló con el dedo índice, llamando la atención de todos los otros niños

-¡José! -Mirabel se avergonozo mientras que Julio se mantenía neutral, una noche con Camilo bastó para dejarlo sin energías para discutir durante mucho tiempo

-______ le limpia el rostro a Camilo siempre -Julio rodó los ojos al escuchar esos nombres- Y ellos se gustan

-Terminate tus dulces en silencio o te mando al grupo con Camilo -Julio se sentó en una roca sobre el césped soltando un suspiro resignado, no había lugar en el pueblo donde no hablarán de Camilo o ______, el niño se quedó callado, si iba con Camilo era seguro que le quitaría sus dulces

-Tranquilo -Mirabel no estaba enterada de porque el muchacho se había puesto de tan mal humor- ¿Quién te rechazó o que? -Intento bromear pero sólo obtuvo un gruñido de su parte- Oh por Dios ¿Quién te rechazo?

-Eso a ti no te importa -Quiso evitar el tema, los Madrigal no son buenos en temas amorosos- José eso es una piedra no te la comas

-¿Fue Camilo? ¿Te rechazó Camilo? ¿Por eso se lo regresaste a ______ -Julio desconcertado no supo reaccionar ante la estúpida teoría que se había hecho Mirabel

-¿¡Qué diablos!? ¡No! -Miraba horrorizado a la chica- ¿Qué tienen los Madrigal que piensan puras cosas tontas?

-Yo sólo digo que si te gusta Camilo no hay problema -Movía las manos para calmarlo- Bueno si hay problema porque a él le gusta ______ pero lo que trato de decir es que..-La interrumpió

-Por favor basta -Le metió un dulce a la boca- Fue _____, ella me rechazó

-Oh -Masticando el dulce se quedo sin palabras- Perdón, no sabía

-Ya no importa, estaré bien -Alzó los hombros resignado, tenía que aprender a superarlo

-Oye, si necesitas con quien hablar.. -Ella puso una mano sobre su hombro, mostrándole una sonrisa de apoyo, él devolvió la sonrisa

-Hablaré con cualquier otra persona que no seas tu -Mirabel le golpeó el hombro

-Eres un amargado -Se cruzó de brazos

-¿Están coqueteando? -El niñito volvió a hablar, parece ser que habían olvidado frente a quienes estaban discutiendo

-¿Quieren jugar a algo? -La chica trato de desviar el tema, Julio no tuvo objeción, la veía siempre en el pueblo rodeada de niños, era torpe pero sabía como entretenerlos

-Mi papá me deja subirme a los burros -Una niñita sugirió emocionada, los demás se levantaron felices, la idea sonaba fantástica para ellos

-Entonces vayamos allá, ¡En fila todos! -Marchando guiaba a los niños

-Los veré allá, recogeré aquí -Julio recogía las mantas del suelo y la basura de la comida

Serían unos minutos, Mirabel podría con los niños ¿No?

El camino fue tranquilo, cantaba y bailaba para llamar la atención de todos los pequeños, el establo no estaba lejos así que el recorrido fue rápido, la duda surgió una vez que llegaron
¿Cómo haría para montar a los niños en los burros?

-Tu ve por los asientos -La niña señaló un lugar del corral, Mirabel alzó ambos pulgares y con una sonrisa salió corriendo, se entretuvo "charlando" con el caballo de los López

-¡Mirabel! -El grito asustado/enojado de Julio la hizo saltar, cuando miro atrás vio que los burros salían por todas partes mientras los niños se veían preocupados por la furia que se veía en Julio

-¡Tenías que cuidarlos! -Caminaba enojado hacia los niños, eso sólo los aterro más

-¡Corran! -Con gritos los niños salieron en distintas direcciones, casi todos por separado

-¡Esperen! No, no, no, no -Mirabel llegó junto a Julio, preocupada no supo por quien ir primero, nerviosa se sintió torpe, falló en su primer día para cuidar los niños, hizo enojar a Julio, quien sabe como reaccionarian los demás en el pueblo- No, no, no, lo siento, lo siento tanto

-Mirabel ¡Mirabel! -Se enfrasco tanto en sus pensamientos que no noto cuando Julio trataba de frenarla, al parecer había comenzado a llorar- Tranquila Mira -Le hablaba con suavidad, tenía su rostro entre sus manos- Esta bien, no te asustes -Le limpió las leves lágrimas que recorrían sus mejillas

-Yo..lo siento, me dijiste que los cuidara y..y.. -Julio la miro con pena, los Madrigal habían pasado muchos años bajo presión y debió ser peor para la pobre Mirabel, se sintió tonto por haber actuado tan grosero

-Oye, no fue tu culpa -Le quito los lentes para poder secarle mejor las lágrimas entre sus sollozos- Fue sólo un descuido, yo también tuve que haber estado aquí -Acariciaba su rostro para que olvidara el mal sabor de boca- Sólo respira y calmate, pensemos con la cabeza fría, son niños, conocen el pueblo perfectamente, no les pasara nada

-Si -Se avergonozo de que la viera en ese estado, además estaban demasiado cerca, se hizo hacia atrás y se acomodó el cabello con un rubor que intentaba cubrir

-¿Sabes montar? -Su rostro se coloro aún más pero luego de verlo sobre un caballo entendió a que se refería

-Ah, a caballo -Se sacudió la falda- La verdad es que no ¿Cómo te subiste tan rápido? -El alzó los hombros

Mirabel mintió sobre el caballo, tal vez así Julio le permitiría ir a buscar más ayuda para encontrar a los niños 

-Tenemos un caballo, se montar desde niño -Acomodaba las riendas, la silla estaba un poco mal puesta, y su pie se sentia atrapado

-Bueno tu ve por los niños yo iré por los burros ¡Andando! -Alzó la mano para golpear al caballo y que iniciará el viaje, sin embargo Julio a penas se estaba acomodando, asustado la vio y por mera inercia soltó las riendas para agitar los brazos hacia ella

-¡Espera Mirabel! ¡No! -Muy tarde, el caballo salió corriendo sin dirección aparente, con el pobre adolescente colgando de un lado

-Uy -Fue lo único que pudo decir Madrigal

Y así se pierden doce niños, diecisiete burros y un Julio