Antología: De la princesa que perdió a su príncipe azul

IV | Esa noche en la alacena

Esa noche en la alacena

sentí tu corazón.

Aquel febril órgano, inquieto por fuera,

pero yerto en su interior.

Esa noche en la alacena,

el recuerdo a mí volvió.

Aquellos tactos pasados, esos besos olvidados,

y jamás tu alma regresó.

Esa noche en la alacena,

apenas oí tu voz.

Era tan clara, era tan pura...

que del tiempo hueca quedó.

Esa noche en la alacena,

en el tiempo se perdió.

Jamás volvimos a verla,

jamás sentí tu corazón.

Jamás tus ansias de cerca,

Jamás tu febril ilusión.

Todo quedo, todo yerto,

en la alacena del corazón.