Il mío amore perdido y otras cantatas olvidadas [II]
Era una subida de tono
el chasquido del último botón de la camisa,
y su caída de mis hombros.
Tu otra mano
jugando a escondidas,
entre mi espalda,
fingiendo dirigir la orquesta.
Ligamos nuestros cuerpos
en pura sintonía
y creímos que estábamos hechos
el uno por el otro.
Era un compás perfecto,
y se hizo el silencio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro