Antología: De la princesa que perdió a su príncipe azul

2 | Como alma errante

Como alma errante vago por el cielo,

buscando quien me cante cantares sinceros.

Más ningún pájaro será mi compañero,

todos ellos son copias, y tú eras el verdadero.

Volabas grácil por aqueste nuestro cielo,

rogabas te adorara con amores sinceros.

Más jamás negué que fueras mi compañero,

éramos dos almas, un amor verdadero.

Éramos la música del viento, mecida por el cielo,

acústica melódica de acordes sinceros.

Más ningún otro pentagrama será mi compañero,

tú eras música, el poeta verdadero.

Y hasta en las últimas letras, rogaste a ese cielo,

Que te dejara conmigo, pero seamos sinceros.

Más jamás me adoraste como un compañero.

En nuestro dolor, ligados, era cruelmente verdadero.

Y en ese último suspiro, amenazaste al cielo,

Serías capaz de hacerlo, fuimos demasiado sinceros.

Más te acercaste a mí, dejamos de ser compañeros.

Tú ya eras mi rey, mi príncipe verdadero.

Y al final del pentagrama, miramos al cielo,

observaste tras la ventana y nos catamos, sinceros.

Más ese nuevo elixir sería nuestro compañero.

Era la mezcla perfecta, la dosis de amor verdadero.