—No, papá, sueltala, golpeame a mí no la golpees a ella —dije intentando proteger a mi hermana menor aunque luego fuera yo quien pagara las consecuencias.

Crees de verdad que te voy ha golpear a ti, por esta mocosa —dijo lanzándola a un lado de forma despectiva —en verdad lo crees, ¿crees que tu padre sería capaz de golpearte?

—Pues claro que si, eres capaz de todo. Y como ya sabes no sería la primera vez que me golpearas —dijo levantando las mangas de su suéter para enseñarle los moretones —Aquí, mira, aquí están las marcas de los golpes que me haz dado durante años.  Desde que murió, lo siento, desde que mataste a mamá no has hecho más que golpearnos a mi y a Tixi, eres un psicópata, que es capaz de matar a su esposa y golpear a sus hijas, me das asco —dije escupiendo su cara

Me abofeteó tan fuerte que dejó su mano marcada en mi cara, pero ya estaba acostumbrada, ya eso no me dolía —vamos Trixi date prisa —le susurré a mi hermana —y salió corriendo

—¿Qué dices?, habla alto para que pueda escucharte.

—Dije que te odio, me das asco, por tu culpa mi madre murió, ella solo quería ser libre y que alguien la amara como tu nunca lo hiciste, porque lo único que haces es golpear a las mujeres y tratarlas como basura.  Por eso debes pagar aunque nosotras tengamos que irnos a un horfanato , que importa, cualquier lugar es mejor que este infierno —dije abordando con mis manos en espacio, como refiriéndome a la casa y sus golpes.

—Si, y que piensas hacer, ¿denunciarme?, en verdad crees que alguien va a confiar en la palabra de una niña de 16 años, ¿en verdad lo creiste?, eres muy ingenua princesa —dijo tomando su delicado rostro en sus manos

—Pues sí, pero me creyeron y no dejaran de hacerlo, porque el espectáculo que acabas de dar, fue para ellos —dije sonriente

—¿Qué dices?, tu no serías capaz

—Te equivocas, de lo que no sería capaz es de quedarme toda mi vida aquí para que me golpees, a mi y a Trixi siempre que quieras.

Entraron dos oficiales, lo esposaron y lo subieron en el auto de policías para llevarlo hacia la comisaría, al llegar allí nos tomaron declaración y después una asistente social nos llevó al que sería de ahora en adelante nuestro hogar, o lo más parecido a un hogar que hemos tenido durante años.