Capítulo 22: El Monte Corona
Un tiempo atrás, Sneasler se encontraba esperando sentada en una roca al pie del Monte Corona -¿Dónde está ese pequeñajo? Ya tendría que haber llegado...- se mosqueá.
-Me cansé de esperarlo...- toma la Diamansfera que robó el otro día y se levanta -Mejor me adelantaré- dice y comienza a subir la falda de la montaña saltando de roca en roca.
-(Está esfera es tal y como la describió... tiene que ser está)- la mira y devuelve su mirada al frente -(Estuve esperando este día por mucho tiempo... por fin, volveré a...)- veía a unos Gligar que se lanzaban hacía ella por invadir su territorio.
Pero Sneasler salta hacia ellos sin dudar -¡Largo de aquí! ¡No puedo perder más tiempo!- los aleja con las Cuchilladas de sus enormes garras.
Mientras tanto, Lurantis, Weavile y Lucario tenían un viaje algo movidito debido a la velocidad con la que volaba Articuno.
-¿Dónde tienes los cinturones de seguridad?- decía Weavile mientras se aferra con fuerza.
-¿Podrías bajar la velocidad? No tenemos tanta prisa- propone Lucario mientras se aferra.
-No les puedo escuchar, no oigo berrinches- Articuno seguía con una velocidad constante.
Eventualmente, luego de sobrepasar las nubes, Articuno divisaba su destino -Ya estamos cerca de la cima- les avisa.
-(Sería un desperdicio bajar por mi maestra...)- pensó Weavile -Bueno, cuando quieras podemos aterrizar-.
-Bien. Prepárense para el aterrizaje- dice el legendario para dejar de mover las alas y caer en picada hacía la montaña.
-¿¡Espera qué haces!?- Weavile se sujeta más fuerte, al igual que Lucario -¡¡Maldita sea!! ¡Baja la velocidad o vamos a chocar!- exclama este.
Mientras caía en picada, Articuno empezaba a dar vueltas -Wiii-.
-¡Ya basta!- exige Weavile -¡Piensa en tu aprendiz, maldito pajarraco!- grita mientras Lucario empieza a marearse.
-Les falta resistencia- menciona el volador quien deja de dar vueltas y aterriza suavemente en la superficie de la montaña -Llegamos-.
Lucario mareado se baja de él y corre tapándose la boca hacía unas rocas para vomitar detrás de ellas -Buagh...-.
Lurantis baja de Articuno -Que buen viaje- se le veía muy tranquila.
-¿Cómo es que no estás mareada...?- pregunta Lucario volteando un poco.
-Pues... me gustan los viajes agitados-.
-Ya veo...- se devuelve a las rocas y vomita.
-Oh, vamos, no fue un viaje tan pesado- Lurantis iba hacia el y le da palmaditas con sus brazos en la espalda de Lucario.
-Gracias Lurantis- este se levanta y se limpia la boca.
Weavile en cambio se inclina hacía la derecha del lomo y se deja caer de espalda -Fiu... hermosa superficie, déjenme descansar un rato-.
Lucario también se tira al suelo -A mí también... todo me da vueltas-.
-Débiles. Deberían aprender de Lurantis- menciona Articuno a lo que está sonríe.
Pese a haber llegado muy alto, todavía podía verse una buena parte para llegar a la cumbre del Monte Corona. Luego del descanso, el grupo continuó a pie.
-Sin duda es más alta que la montaña donde vivíamos- le decía Weavile al legendario.
-Ciertamente- responde.
-¿Vivían en una montaña?- pregunta Lucario curioso.
-Si. Fue dónde el maestro huyó luego de nuestro combate, ya que no quería entrenarme- dice Weavile con un tono burlón.
-No escapé. Quería ver si podías encontrarme como parte de tu entrenamiento- responde Articuno con el mismo tono.
-Si claro- expresa el discípulo sarcástico.
-Jaja está bien, ahora entiendo- menciona Lucario hasta que llegan a una entrada en forma de cueva, a la cual entraron.
-Está muy oscuro, no logro ver mucho...- dice Weavile- (Espero que Sneasler logré alcanzarnos...) -¿¡Eh!?- de pronto, un Golbat salvaje aparece.
-¡Cuidado!- Lucario se abalanza con Abocajarro, pero su daño es mínimo -¿Por qué no funcionó mí ataque?-.
-Los ataques tipo Lucha no son muy efectivos contra los Veneno Volador- explica Weavile.
-Ah, no lo sabía- respondió el tipo lucha.
Golbat aprovecha y usa Súper Sónico para aturdirlos.
-¡Tch, lo acabaré con una Ventisca!- declara el Siniestro mientras se cubre los oídos, pero se detuvo.
Lurantis se había acercado lo suficiente al Golbat -¡Tranquilo! ¡No vinimos a molestarte, solo queremos pasar!- exclama mientras se cubre los oídos pero mirándolo a los ojos.
Felizmente, el Golbat comprendió y se detuvo, para luego volver a sujetarse de unas rocas con la patas estando de cabeza.
-Eso fue demasiado fácil...- menciona Lucario.
-No todo se tiene que resolver con peleas- dice Lurantis con una sonrisa.
-Perfecto, andando- dice Articuno y retoman el rumbo.
De pronto un pequeño temblor los interrumpe, un grupo de Graveler arremetía hacía ellos rondando desde una bajada.
-Hay otro ruido...- Weavile agudiza su oído para encontrar su ubicación -¡Viene de la subida de la izquierda!-
Lucario cierra los ojos y percibe las auras de esa dirección -Son varios... ¿¡y vienen rodando!?-.
-¡Se escuchan más fuerte! Debemos bloquearles el paso- Weavile carga una Bola Sombra y lanza hacía las estalactitas del techo de la cueva. Lucario le ayuda con una Aura Esfera.
Las estalactitas caen sobre el camino izquierdo y bloquean el paso de los Graveler. Sin embargo, quedó uno que arremetía desde la subida derecha, Lucario lo percibió por su aura y lo detuvo con su mano izquierda.
-Tranquilo. Si no te calmas me vas a obligar a hacerte daño- advierte el Lucha y Acero. Graveler nervioso observa la desventaja numérica y se retira.
-Muy bien. No hizo falta pelear, ya podemos seguir- menciona Lurantis y retoman el rumbo.
Por otro lado, Sneasler se había adentrado en una cueva que marcaba el camino hacía la cima. Pero se encontró con un hostil Machoke, así que lanza la Diamansfera por los aires y se defiende con una combinación de movimientos tipo Veneno y Lucha, culminando con un rodillazo a la altura del mentón.
Sneasler levanta la mano para sostener la Diamansfera que caía justo allí, mientras ve como el Machoke cae de espalda debilitado -No le llegas ni a los talones a Machamp- menciona algo burlona para luego retomar el paso.
Eventualmente el grupete, llegaba a la parte final de la cueva, cuya salida se vió iluminada por una intensa luz.
-Parece que llegamos al exterior...- dice Weavile pero antes de poder acercarse a la salida un fuerte zumbido los alertó.
Este se escuchó sobre sus cabezas, cada vez más fuerte, hasta que culminó con duro golpe contra el suelo a causa de un pesado Bronzong que caía para bloquearles el paso.
-¿Pero que...?- quedan sorprendidos.
-No pasarán de aquí. Den la vuelta y regresen por dónde vinieron- advierte el Bronzong.
-Ya llegamos hasta aquí- dice Weavile -Déjanos pasar, no tardaremos mucho- intenta dialogar.
-Este es un lugar sagrado. No pasarán de aquí- insistía un testarudo Bronzong.
-Solo será un momento. No vamos a perturbar este lugar- menciona Lurantis con una amable sonrisa.
-Ya se los dije. No pasarán de aquí- Bronzong se dispuso a levantar unas rocas con su poder psíquico y atacarla.
-¡Cuidado!- advierte Lucario.
Pero una atenta Lurantis retrocede y genera varios pétalos a su alrededor, repeliendo las rocas con su nuevo movimiento, la Tormenta Floral.
-Tu entrenamiento sigue dando frutos- menciona un Articuno orgulloso.
-No estuvo mal. Pero dudo que podamos resolver esto con palabras- declara Weavile y se lanza para golpear al Bronzong con Tajo Umbrio.
Pero al ser Bronzong una campana, su golpe generó un horrible ruido con el que aturde a todos, sobre todo a Weavile quién tiene oídos muy agudos y estaba muy cerca. El Psíquico y Acero estaba por atacar pero Lucario lo embiste con Velocidad Extrema.
-Apenas lo moví... ¡A ver qué te parece esto!- se lanza con Abocajarro. Pero Bronzong solo se cubre usando Defensa Férrea para tanquearlo, por lo que Lucario lo golpea bajo sus "brazos" soltando una chipa.
Este último golpe hace resonar al forma de campana que aturde al tipo lucha. Luego ilumina la punta de sus manos con energía tipo Acero y gira sobre su propio eje para golpear a Lucario junto al aturdido Weavile con Giro Bola, lanzandolos contra las paredes. Lurantis estaba por socorrerlos cuando Articuno la detuvo con su ala.
-Parece que tendré que hacerme cargo- Articuno prepara un Rayo Hielo a pesar de que no le afectaria mucho y se lo lanza.
Bronzong vuelve a cubrirse con sus brazos y lo repele sin problemas -¡Eso no es nada!-.
Articuno estira sus alas e intenta alzar vuelo pero el techo lo limita -Esta cueva es muy estrecha para pelear libremente- ilumina sus plumas para usar Ala de Acero.
Bronzong vería sus intenciones y levanta una cantidad mayor de rocas con Psíquico.
Las rocas son lanzadas, pero Articuno las destroza con Ala de Acero mientras se acerca y golpea al Bronzong haciéndolo resonar pero lo interrumpe con otro golpe. Bronzong intenta contraatacar, no obstante fue cortado por la Hoja Aguda de Lurantis.
-¡Eso es!- exclama Weavile quien se concentra y hace Tajo Umbrío en forma de espada gracias a su Tabla. Este se lanza y golpea a Bronzong con su cortante Tajo, empujándolo contra la pared rocosa evitando que resuene -¡Ahora! ¡Ataquen al mismo tiempo!- usa Ventisca.
Lucario lanza una Esfera Aural, Articuno usaba nuevamente Rayo Hielo y Lurantis ayudó con Tormenta Floral. La secuencia de ataques poco eficaces terminó por debilitar al Bronzong.
-¡Eso es, lo logramos!- declaró Lucario.
Articuno usa Tajo Aéreo en el Pokémon ya debilitado -Hay que estar seguros...-
-Oye tampoco te pases- dice Lucario.
Weavile deshace su Tajo -Golpearlo con ataques cortantes hizo que resonará menos. Bien pensado Lurantis- la felicitó aunque ella lo descubrió sin querer.
-Bueno... me alegra ayudar- sonríe.
De pronto, unos pasos se escucharon por detrás de ellos -¡Alguien se acerca!- advierte Lucario.
-Genial... otro Pokémon con el que luchar, pero está vez, no tendrá oportunidad- menciona Articuno mientras empieza a cargar un Rayo Hielo.
-¿Uh?- Weavile reconoce la silueta -¡Espera!-.
Está era Sneasler, que al escuchar el grito deja la Diamansfera en el suelo y salta hacía ellos.
-¡Atrás todos!- Lucario bloquea sus Cuchilladas cubriéndose.
-¿¡Un Lucario!?- Sneasler apoya su pie izquierdo en el suelo y gira su cuerpo para darle una patada con el pie derecho en el pecho, haciéndolo retroceder. Ella estaba por lanzar otro ataque pero es interrumpida.
-¡Maestra, detengase!- exclama Weavile.
-¿Um?- Sneasler se detiene -Esa voz ¿Weavile, eres tú?-.
-¿Weavile, ella es Sneasler?- pregunta Lucario.
-Si- confirma el Siniestro y se acerca a ella -¿Por qué nos atacas así de repente?.
-Fue por instinto. No sabía que eras tú- responde está.
-¡Deberías ser menos aventada!- dice molesto.
-¡No lo hubiera sido si me acompañaras en un inicio!- exclama enojada -¡Hasta una anciana sería más puntual!-.
-¿Una anciana? ¿¡Cómo tú!?-.
-¡¡Repite eso, enano!!- Sneasler se molestaba tanto como él.
-Ay no puede ser ¿pueden concentrarse un momento y dejar de discutir?- pregunta Lucario.
-¡Cállate!- gritan ambos.
Tanto Articuno como Lurantis esperan pacientemente a que se acabe la discusión.
-Por favor concéntrense en lo que importa- implora Lucario -Hay que continuar-.
-Oka- Sneasler accede -¿Por cierto, quiénes son?- pregunta señalándolos con la garra.
-Él es Lucario- Weavile decide presentarlos -Quiere hablar con ese tal dios. Y ellos son Lurantis y el maestro Articuno- los presenta con la mano -Vinieron por lo mismo que yo-.
-Espera ¿Le dijiste maestro? ¡¿Me cambiaste por un pichón azul!?- se quejaba Sneasler.
-¡Más respeto al pajarraco! ¡Es un Pokémon legendario!- exclama -Díselo maestro-.
-No me estás ayudando Weavile...- dice Articuno -Y si, soy un Pokémon legendario- despliega sus alas.
-¿Ah, sí? Pues a mí no me parece tan majestuoso- ríe leve -Aún así, es interesante. Yo soy Sneasler, un placer- sonríe.
-Bien, ya podemos continuar- propone Weavile y retoman el rumbo.
Pero antes Sneasler retrocede, recoge la Diamansfera y los sigue -(Veo que acabaron con ese molesto Bronzong)- pensó al verlo en el suelo debilitado.
Mientras subían, Weavile se percató de algo en el camino -¿Son escaleras hechas por humanos?- extrañado.
-Así es. Fueron construidas hace más de 1500 años... junto al Templo que hay en la cima- menciona Sneasler -¡Sígamos, ya falta poco!-.
Todos quedaron desconcertados por lo que dijo Sneasler, y también por la extraña esfera que llevaba consigo. No obstante, se limitaron a seguirla y subir las escaleras. Hasta adentrarse en un extraño lugar, que no parecía la cima de una montaña.
-¡Wow! ¡Es como si estuviéramos en el espacio!- exclama Weavile sorprendido.
-¡Si, es increíble!- añade Lucario y se adelantan para explorar el lugar.
-Jeje son como unos niños- menciona Sneasler y luego mira a los de atrás -(Esos dos andan muy juntos...) ¿Eh?- mira a Lurantis -(Me parece haberla visto antes...)- se detiene -¡Oye Articuno! Necesito que te adelantes y nos digas si ves algo por los cielos-.
-Al toque- este agita sus alas para volar por el lugar y así adelantarse hasta el centro.
Sneasler espera a que Lurantis la alcance y camina con ella -¡Hola! ¿Lurantis, verdad?.
-¿Uhm? Hola, si, ese es mi nombre- la mira de arriba hacia abajo.
-¡Eres muy kawaii!- con brillos en los ojos -¿Eres amiga de Articuno?- pregunta curiosa.
-Yo...- breve pausa -Siento que Articuno es algo más que mi amigo, digo, al inicio trato de comerme pero luego me ayudó. Es algo confuso si lo piensas a fondo- se expresa algo inocente.
-Jaja es muy conmovedor- expresa Sneasler -Ya sé lo que te pasa-.
-¿Ah, si?- la mira un tanto confundida.
Mientras tanto Articuno miraba a su alrededor -(Pues, no veo nada de nada)- daba algunas vueltas por el oscuro lugar.
-Definitivamente estos pilares formaban un Templo- menciona Weavile apoyando su mano en uno -Me pregunto si ese dios Pokémon vive aquí-.
-Déjame intentar algo- Lucario cierra los ojos y trata de buscar alguna otro aura.
Volviendo con las hembras...
-Si te lo dijera perdería el chiste- dice Sneasler riendo -Oh ya recordé. Ví varios Pokémon parecidos a tí el otro día, eran unas ternuritas- sonríe.
-¿De verdad?- sorprendida -¿Dónde los viste?-.
-En ese gran bosque, un día antes de que atacarán esos cazadores- decía según recuerda -Les dí algunas bayas y comían mientras tomaban el sol-.
-(Son los Fomantis...) ¿Y no sabes qué les pasó?- pregunta Lurantis preocupada.
-Un grupo de humanos se los llevó. Yo estaba escondida, quería salir para evitarlo pero cuando dijeron que los llevarían a su región natal no lo ví necesario- relata Sneasler causando intriga en Lurantis.
-¡Siento algo! Viene de... ¿arriba?- menciona Lucario levantando la cabeza.
-Yo solo veo al maestro Articuno...- dice Weavile -Quizá necesitamos llamarlo con esa esfera. ¿Qué tanto hace mi maestra?- la mira.
-¡Oye Sneasler! ¿Podrías traer esa esfera?- le grita Lucario a lo lejos.
-(Entonces no pertenezco a está región...)- pensó Lurantis -¿No dijeron algo sobre esa región?- más intrigada.
-Claro, dijeron- es interrumpida.
-¡¡SNEASLER!!- grita Lucario.
-¡Cuánto escándalo! ¿¡No puedo tener una charla de chicas en paz!?- ella se quejaba.
-¿Qué pasa? ¿Por qué tanto escándalo?- pregunta Articuno que seguía agitando sus alas. Cuando de pronto fue atacado por un movimiento especial.
-¡Ahh!- Articuno cae al suelo por el ataque -¿P-pero qué...?- se levanta para mirar a aquel Pokémon.
-¡Maestro!- Weavile busca al responsable con la vista -¡Allí está!-
-¿¡Y ese quién es!?- exclama Lucario.
-¡Maldito idiota!- Sneasler salta encima de una columna -¡Oye Dialga! ¡Tengo lo que buscas, detente!- grita sorprendiendo a los demás.
Este reconoce su voz -¡TU! ¡¡COMO OSAS TRAER A OTRO POKÉMON LEGENDARIO EN MI TERRITORIO!!- reclama molesto.
-Lo siento... no sabía que estaba mal- se disculpa nerviosa mientras ve como Dialga desciende ante ella -Ten... cómo lo prometí-.
-HAS HECHO BIEN, PEQUEÑA- este toma la Diamansfera.
Mientras, Lurantis se ocultó detrás de una columna impactada por lo que pasaba -(Sneasler ya no parece la misma...)- preocupada.
-¿Quién se cree ese sujeto para hablarle así?- Weavile corre hacía ellos.
Sin embargo, Sneasler lo detiene -¡Detente ahora mismo! ¡No lo arruines!- le advierte muy seria.
-Pero, maestra...- este se detiene antes de llegar.
-Ya cumplí mi parte del trato... ¡Ahora hazlo tú!- le exige Sneasler al legendario.
-MUY BIEN- Dialga reúne energía y abre un extraño portal azul.
Sneasler camina hacia el portal y voltea hacía atrás -Lo siento Weavile. Pero tengo que volver a toda costa... Se que me perdonarás...- mirándolo una última vez.
Weavile impactado veía como ella entra al portal -¡¡¡MAESTRA!!!- gritaba con frustración.
-¡Espera!- Lurantis corre hacia el portal también -¡Oye! ¡No respondiste mi pregunta...!- seguía con la intriga.
-¿¡Lurantis, que haces!?- exclama Articuno.
-Yo...- traga saliva -Adiós a todos y gracias por todo Articuno- decía muy agradecida -Pero quiero conocer más a fondo mi origen, y ella es la única que puede darme más pistas- esta entra al portal antes de que se cierre.
-¡¡Lurantis, no!!- Articuno vuela hacia el portal, pero al llegar se cerraba en su cara -Off... no puede ser...- se encontraba en shock al igual que Weavile.
-¿¡Qué hiciste con ellas!? ¿¡A dónde fueron!?- le pregunta Lucario al legendario mayor.
-ESO NO LES CONCIERNE- responde con firmeza -AHORA, SI NO SE VAN EN ESTE INSTANTE, ¡¡LOS MATARÉ!!-
CONTINUARÁ
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