Rinto Asato se consideraba como uno de los mejores, si no, el mejor diseñador que el mundo vampírico conocería en los próximos 500 años, ese lugar no se lo dejaba a nadie más que a su aprendiz, si tan solo hallará a alguien para enseñar.

Pero no estamos aquí para conocerlo a él, no señor, esta vez el cuento se trata de la boda del año claro obviando la de su majestad la reina Mei y -----. esta vez los protagonistas son dos de los amigos del príncipe Reinald, de quien estoy hablando claro, les diré, la boda de la que todos hablarían por años no es la de ni nada más ni nada menos que los dos dolores de cabeza del príncipe, así es, estoy hablando de Daniel y Louis.

Y se preguntara que si el cuento es de esos dos por que empecé a hablar de Rinto. Bueno, para explicarlo mejor les contaré desde el inicio. Pero antes de que empiece la narración déjenme presentarme, en el anterior cuento solo aparecí hasta el final. Así que con ustedes ......yo.

No, no, no es una broma, en serio solo podría presentarme con eso, mi diosa y creadora aún no decide mi nombre. Eso no importa ahora. Empecemos con la historia del zapato de Louis.

En las afueras del castillo, cerca del árbol habitual donde los cuatro amigos solían reunirse para recordar sus aventuras de infancia, el ambiente estaba impregnado de risas nerviosas y una felicidad contagiosa. Dos de ellos aún no podían creer que sus otros dos amigos hubieran decidido casarse de repente. Si bien lo habían considerado, no esperaban que fuera tan pronto. Apenas unos meses atrás, en medio de la guerra, habían confesado sus sentimientos el uno al otro. Parecía sensato esperar, dadas las circunstancias turbulentas que habían vivido, pero Louis le habían dicho a Julián y Reinald con determinación

-Ya hemos sufrido lo suficiente con esta guerra. Ahora que todo está en calma, no hay mejor momento. Además, nos conocemos desde niños. Ya es hora". Louis, con una sonrisa tan radiante como el sol mismo, lo decía mientras abrazaba a su pareja por detrás. Daniel, por su parte, pensaba que se parecía a un bebé mono albino. Aunque reflexionando mejor, se asemejaba más a esos monos albinos ya maduros, con sus filosos dientes y garras que parecían cuchillas. Sin embargo, Daniel encontraba encantadoras ambas facetas de su prometido.

Tanto Reinald como Julián aceptaron de inmediato la decisión de sus amigos, y cómo no, Reinald estaba más que fascinado por la propuesta, no por nada trataba de juntarlo desde que estudiaban en la escuela de magia, y al fin su trabajo daba frutos. Julián, feliz por sus amigos, ya no tendría que soportar las quejas de su príncipe por eso dos, que se tardaron más de un siglo en confesarse.

Me estoy desviando de lo que quiero decir, ...sigamos

Una vez que los cuatro charlaron como siempre, decidieron trasladarse dentro del castillo, pensarían mejor una vez ya cómodos en los lujosos sillones del castillo.

Pasando unos meses ya tenían resuelto lo de la iglesia, quien más sino el sacerdote de la santa iglesia de los elementos que había vuelto de su viaje con su hermana. La comida estaría a cargo del gremio vampírico de ambos distritos, pues Louis que vivía en Reddosilva y Daniel que vivía en la fortaleza nevada tenían gustos particulares a los climas tan opuestos, debido a que Reddosilva se encuentra en el desierto, y bueno la fortaleza nevada como su nombre lo indica esta al pie de las montañas nevadas cercana a la tundra.

Los invitados ya estaban escogidos, pero a pesar de su deseo de pasar desapercibidos, fue inevitable que la gente comenzara a hablar de ellos. Eran amigos cercanos al príncipe, uno desde la infancia y otro hijo de una importante casa noble del otro distrito. Esta casa noble era aliada del príncipe y les había brindado alimentos y alojamiento durante la guerra, ya que los demonios evitaban acercarse a esas zonas. Al final, parecía que la iglesia apenas podría albergar a todos los invitados.

En cuanto al lugar de la celebración, habían conseguido el castillo gracias a la generosidad de su buen amigo y príncipe. ¿Quién habría pensado que podrían hacer algo así? Era el mismo lugar donde se llevaría a cabo la fiesta de celebración de la reina Mei. A pesar de ser amigos durante tanto tiempo, los tres aún no se acostumbraban a los actos extravagantes de Reinald.

Ya teniendo casi todo ahora solo faltaba el traje de los novios, así que fueron al único lugar donde sabían que podían ir, la boutique de Rinto, la más exclusiva, famosa, y única tienda de ropa que se dedica a la elaboración por encargo de trajes para los vampiros y algunos humanos que le caigan bien. Y con la única me refiero que es la única que hay en todo el reino, ha acaparado todo el mercado de trajes, al menos en Reddosilva.

Llegando a la tienda ya los esperaba, con las manos llenas de implementos, cintas, maniquíes, telas variadas, cajas de adornos, estarían un buen rato al cuidado de tan extravagante vampiro que aceptó por favor del príncipe a que les hiciera los trajes de sus sueños. Rinto es bien conocido que no acepta que cualquier persona ya sean vampiros o no usen sus diseños, inclusive si la misma reina se lo pide, él no lo hará si no le caen bien primero, en esta ocasión solo acepto porque eran amigos del príncipe, y por que esperaba obtener no uno sino varios favores de la realeza con esto, dígase ampliar su negocio a otros distritos como la fortaleza nevada o tan simple como hacer que la familia real se pruebe y publicite sus prendas.

Cómo sabía que iban a llegar, fácil, Reinald lo visitó la noche anterior llegando al acuerdo de que más tarde modelaría para él, a cambio, diseñará los trajes para la boda. Reinald no afín a probarse trajes más lo que usaba comúnmente sintió que cayó en la boca de un lobo. El se metió solito para dar les un regalo más a sus amigos.

Rinto condujo a Daniel y Louis a través del proceso de toma de medidas con habilidad y gracia, asegurándose de que se sintieran cómodos en todo momento. Mientras tomaba las medidas, comenzó a visualizar los diseños perfectos que complementarán la elegancia y el estilo único de la pareja.Al llegar el momento de elegir las telas, Rinto les presentó una amplia selección, pero su atención se centró en un conjunto especial que había preparado. -Para ustedes, queridos. anunció, sacando los rollos de tela con una sonrisa, "he creado un diseño inspirado en los colores de nuestro amado reino".

Daniel y Louis observaron con interés mientras Rinto desplegaba las telas. Un elegante abanico de telas negras y rojo de distintos grosores, y diseños, además en otro punto podían observar toques de azul claro y blanco que capturó su atención de inmediato. Eso que brillaba eran flores y joyería traídos desde las minas nevadas, Rinto explicó su elección.

-El negro simboliza la elegancia y la fuerza, el rojo representa la pasión y el coraje, mientras que el azul claro y el blanco son un homenaje al hogar de Daniel, señalo las joyas y flores el toque final que completa la armonía del lugar donde será la boda y según entiendo tu próximo hogar. No. Querido Louis.".

Los novios intercambiaron miradas emocionadas y asintieron con entusiasmo. Habían encontrado el traje perfecto que no solo reflejaba su amor mutuo, sino también su conexión con su reino y su historia compartida. Con una sonrisa de satisfacción, Daniel y Louis aceptaron la propuesta de Rinto, sabiendo que llevarían consigo un pedazo de su hogar en el día más importante de sus vidas.

Varios meses después Rinto les informó a Daniel y Louis, a solo unos días de la boda, que había completado sus trajes, pero que aún no había encontrado el par de zapatos perfecto para uno de ellos. Mientras pronunciaba estas palabras, los novios observaron con sorpresa las cajas de zapatos esparcidas por toda la habitación.

Al darse cuenta de que el tiempo apremiaba y que no tenían la posibilidad de buscar en otros distritos, se sintieron un poco abrumados. Quizás deberían haber previsto esta situación y haber tomado medidas al respecto. Ellos piensan que si él no lo puede encontrar nadie lo hará y no tienen tiempo para ir a buscar a otros distritos, Sin embargo, decidieron mantener la calma y enfrentar la situación con determinación. Louis estaría dispuesto a usar cualquier otro par de zapatos si fuera necesario. Por una parte, no tenía caso quejarse, no es como si el diseñador estuviera obligado a cumplir.

A escasas horas de la ceremonia, el estrés se hace palpable mientras Daniel y Louis persisten en su frenética búsqueda del zapato perfecto que complementa sus impecables trajes. Cada par que prueban parece no estar a la altura de sus expectativas, y la frustración comienza a apoderarse de ellos. Sin embargo, a pesar de la creciente preocupación, Louis sigue mostrando esa sonrisa radiante que siempre ha cautivado a Daniel, tratando de mantener un semblante optimista incluso en medio de la incertidumbre.

El reloj avanza implacablemente y las opciones se agotan rápidamente. Con el tiempo agotándose, se ven obligados a conformarse con unos simples zapatos que encontraron en la casa de Louis, lejos de ser el complemento perfecto para sus trajes meticulosamente confeccionados.

Para Daniel, esta situación es un golpe duro. No poder cumplir completamente el sueño de su compañero lo llena de pena y frustración. Se lamenta por no haber podido hacer todo lo posible para garantizar que este día fuera perfecto para Louis. Sin embargo, con el tiempo apremiando y la ceremonia a punto de comenzar, saben que no pueden permitirse retrasos. La decisión está tomada: la boda debe continuar, aunque no sea exactamente como lo habían planeado. Ya no pueden retrasar más la ceremonia, o hacer esperar al sacerdote Lasnae o a todos los invitados.

Sin vacilar, Daniel se acerca a Louis, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Se puede ver una determinación en los ojos de Daniel, así como el leve susurro de admiración que escapa de sus labios al contemplar la belleza de su amado. Con un gesto lleno de ternura, pero firmeza, Daniel envuelve a Louis en sus brazos, como si sosteniera el tesoro más preciado del universo.

El aroma embriagador de Louis envuelve los sentidos de Daniel cuando lo acerca a su pecho, llenándolo de una calidez reconfortante que le hace sentir en casa. Si alguien entra en ese momento lo que mirarían es el profundo matiz del amor y la gratitud que Daniel siente en ese momento, así como su sonrisa ante la facilidad con la que puede llevar a Louis consigo. Para él, cargar a Louis no es un peso, sino un privilegio, una muestra tangible del amor que siente por él. Está decidido a llevarlo así hasta el altar, conoce a esos nobles vampiros y gente que se reunido el día de su boda, si van a hablar que sea de lo cursi y enamorado que está el por su novio, no porque Louis está triste el día de su boda solo por unos zapatos

Poco a poco, los ruidos sonoros, ya sean de felicidad, angustia o nerviosismo, que inundaban la iglesia elemental, comenzaron a disminuir hasta transformarse en débiles susurros. En cada rincón, todas las miradas se centraban en dos figuras, una más alta que la otra, que irradiaban una presencia abrumadora, elegante y prístina. Sin embargo, lo que capturaba la atención de todos no era solo su apariencia o el impecable conjunto que llevaban ambos vampiros, sino la forma en que uno de ellos mantenía firmemente abrazada a la figura más pequeña contra su pecho. Era como si Louis se aferrara a Daniel, casi hecho un ovillo, para no caer. Reinald observaba esta escena con curiosidad, seguro de que Daniel nunca permitiría que Louis se desplomaria, y mucho menos de la manera en que lo sujetaba. Para él, era una muestra palpable de posesión y amor incondicional. No había duda de que, si Reinald tenía una preferencia de embarcarse en planes audaces y peligrosos., el de ellos era demostrar su amor.

En una posición privilegiada cerca de la familia del novio, junto a sus hermanas, Reinald silenció las voces con autoridad, simplemente pronunciando con su voz de mando un "silencio". Todos obedecieron al instante, dejando el espacio lleno de una calma tensa. Entonces, la reina Mei, que no estaba afectada por la hipnótica voz de Reinald, liberó a los músicos de su hechizo. Mei hizo una señal para que comenzaran a tocar, mientras los novios, con una expresión de gratitud hacia Reinald por haber acallado las voces, lo miraban felizmente. Daniel, aun sosteniendo a Louis en brazos, se encaminó hacia el altar, donde el sacerdote Lasnae los esperaba con una sonrisa serena y tranquila.

-Queridos amigos, familiares y seres amados, hoy nos reunimos aquí para celebrar y presenciar el sagrado vínculo del matrimonio entre Daniel y Louis. En presencia de todos nosotros y ante los ojos de los dioses de los elementos que nos rodean, han elegido unirse en amor y compromiso. Que este día marque el inicio de una nueva etapa en sus vidas, llena de amor, comprensión y felicidad.

Como si el tiempo se hubiera detenido exclusivamente para ellos, los dos vampiros se encontraban inmersos en un intenso intercambio de miradas. En ese momento, cada uno buscaba cualquier detalle que pudiera haber pasado desapercibido, anhelando descubrir nuevas facetas para adorar al otro. Quizás una nueva peca en el rostro de Louis o un mechón de cabello más blanco en la melena de Daniel. Podría ser también un matiz azul más profundo en la mirada que Daniel dirigía a Louis, o un rizo travieso que se escapaba de la perfecta cabellera de Louis

No les importó que el sacerdote siguiera hablando, tal vez ni ha notado que no le prestan demasiada atención, seguían pedidos en los ojos de su pareja, solo responden a lo que les preguntaban como si estuvieran en automático

-Y ahora, en virtud de las palabras y los votos que han intercambiado, y de acuerdo con las leyes de este reino y los rituales sagrados de nuestra fe, los declaro marido y marido.

-Que la paz y la alegría de este momento perduren en sus corazones mientras avanzan juntos en la vida. Que el amor que comparten hoy sea un faro de luz en los días oscuros y una fuente constante de fortaleza y consuelo. Que su unión esté bendecida con la gracia y la guía de los elementos, ahora y para siempre.

Al concluir la ceremonia, Louis aún en los brazos de Daniel, le susurra tímidamente, aún afectado por la emoción del momento, si no es una carga para él, si su posición no es una molestia.

- ¿No soy una carga para ti, Daniel? ¿No te molesta estar así? Daniel respondería con un suave beso en la frente de Louis, acompañado de una cálida sonrisa - Nunca serás una carga para mí, Louis. Estoy más que feliz de tenerte en mis brazos, especialmente hoy, después de habernos convertido en esposos.

En la fiesta ya ambos en el sofá en un cuarto apartado, de donde se celebraría su unión dentro del castillo de Reddosilva Louis está profundamente tímido, nervioso y tienen varios pensamientos en su mente, no puede creer que su ahora esposo haya cargado con él desde la iglesia al castillo, y no se haya quejado un poco, como podrá ver a sus compañeros de armas cuando lo han visto así, pero por lo demás eso le demuestra que para Daniel lo más importante es el. Que el mundo hable no le importa. Pero sigue siendo algo que recordará para siempre.

Ya más calmados Daniel le paso el par de zapatos que usara Louis para su primer baile y el resto de la celebración uso simples zapatos negros sin nada especial. Al mismo tiempo que le pasa los zapatos para que se los ponga y lo deje caminar libre al fin, Daniel se siente decepcionado por eso, pero no se lo hará saber, tal vez después de unos años. Espera no haberlo sentir incómodo o humillado. Louis con la cabeza mirando los zapatos en el suelo le dice algo que no espera escuchar – confieso que una parte de mi le resultó entretenida y me gusto. Si no fuera por su alta sensibilidad al ruido Daniel se podría de a ver perdido de esta confesión por lo bajo que lo dijo.

Después de limpiar las lágrimas, Louis encuentra dentro de la caja un par de zapatos tan negros como la noche, adornados con varias joyas color ámbar, en contraste con las joyas que solo ha visto en las minas de las tierras de Daniel: un par de zafiros. Además, bellas y delicadas figuras se esparcen por todo el diseño del zapato. Louis no puede dejar de admirarlos; son preciosos y han llegado justo a tiempo. No podría soportar bailar en los brazos de Daniel si decide cargarlo de nuevo, al menos no el mismo día. Puede que baile con los zapatos negros simples, pero estos nuevos zapatos son los que esperaba, y al fin están en sus manos. Louis por fin le da las gracias al modista con emoción.

En su primer baile, ellos son el centro de atención. Todo se siente como un sueño; son la comidilla de todo el reino. Meses después, ya no se habla tanto de ellos como del modista que, con su talento, logró encontrar el par de zapatos perfectos, aunque un poco tarde. Muchos afirman que no solo tiene talento para las prendas, sino también para crear los zapatos perfectos, aunque se tome su tiempo. Quien use sus zapatos se volverá el centro de atención. Esta boda no ha hecho más que acrecentar y reforzar el poder de Rinto, en este y otros reinos.