capítulo 16: "No quiero"
La puerta de la habitación que Itziar ocupaba en la casa de Sagitario se abrió de repente revelando a cuatro figuras humanas, Sol, Aileen, Ice y la dueña de la casa entraron en el cuarto buscando algún objeto que la chica albina pudiera usar para localizar a Itziar.
Aileen se acercó velozmente a él bolso con ropa que estaba a los pies de la cama; sabía exactamente que era lo que necesitaban para encontrar a su amiga.
Del fondo del bolso sacó una pequeña cadena con un delicado dije transparente en forma de corazón con pequeñas burbujitas atrapadas en el vidrio que brillaban suavemente por la oscuridad.
—¿Qué es eso? — Preguntó Sol mirando el collar en la mano de Aileen.
—Este collar es lo que nos va a llevar a Itziar —Respondió la única rubia de la habitación para seguidamente entregarlo a Ice.
—Sagitario ¿tienes un mapa del las naciones con sus bosques y pueblos marcados? —
—Sí, creo que tengo uno en el ático, lo voy a buscar —
—Te acompaño— Le dijo Aileen mientras seguía a Sagitario al ático.
El lugar estaba exactamente igual a cómo Aileen lo había dejado unos días antes, lleno de polvo y cajas.
Sagitario movió un par de cajas dejándolas en el suelo y sacó un gran mapa enmarcado por el pequeño espacio; se lo pasó a Aileen y volvió a colocar las cajas en su lugar mientras su compañera bajaba las escaleras para ir con las demás.
La chica de cabello castaño miró a su alrededor y su mirada se encontró con la hoja de papel de tono amarillento que se encontraba sobre una de las cajas. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero las contuvo; las contuvo porque sabía que a su padre no le gustaría verla así, y porque sus amigas la necesitaban centrada en estos momentos, las contuvo, porque sabía que más tarde, en la noche tal vez, las podría derramar sin que nadie la viera.
—¡Sagitario! ¿¡Vienes!? —Le gritó Sol desde el piso de abajo.
—¡Si, esperenme! —Devolvió el grito afirmativamente mientras bajaba las escaleras.
Las cuatro adolescentes se encontraban sentadas en el piso, cada una a un lado diferente del mapa. Ice, que estaba frente al mapa, con Sol a su izquierda y Aileen a su derecha, extendió su brazo con el collar colgando de su dedo índice. El dije en forma de corazón se apoyó en el centro del mapa y Ice comenzó a cantar casi entre susurros.
"Por las montañas
y los lagos,
por el pueblo
y la ciudad,
muéstrame pequeña joya
donde se encontrará.
Por la nieve
o desierto,
a todo me he de enfrentar,
tan solo si yo pudiera
por fin encontrarla. "
El pequeño dije brillaba tenuemente mientras se balanceaba por encima del mapa al compás de la canción, para finalmente detenerse en un punto fijo del mapa, el Bosque Blanco.
—Tiene sentido.... —Murmuró Aileen para si misma a pesar de que sus compañeras le escucharon.
—¿Sentido? Aileen para llegar a ese lugar hay que cruzar toda la nación Flame, y eso tomaría mínimo dos meses si usas al mejor de los caballos y haces una parada de una hora una vez a la semana.—Le dijo Sol a la rubia utilizando todos los conocimientos que había juntado sobre el último viaje que había hecho a la nación Light para hacer los tratados con los elfos del norte.
—Sagitario, ¿Recuerdas el último acertijo? —Preguntó Aileen ignorando el comentario de la princesa.
—No te acerques ni te alejes
Solo quedate ahí
Que con un solo chasquido
Puedo borrarte del mapa
Si es que en alguno estabas. —Repitió de memoria Sagitario.
—¡Exacto! —Exclamó Aileen mientras alzaba los brazos alzados —Ice debe de ser la cuarta elegida, y eso significa.... —Prosiguió mientras hacía girar su mano incitando a Sagitario a completar la frase.
—No tengo idea —le contestó la aludida a su amiga.
Aileen golpeó la palma de su mano contra su cara con frustración.
—Significa que tendríamos que viajar otra vez, y si el viaje nos lleva al Bosque Blanco podríamos buscar a Itziar —
—¿Pero que tal si no nos lleva allí? —
—Será un riesgo que tendremos que tomar —Declaró la rubia con el ceño levemente fruncido.
—¿Riesgo, viaje, elegida? ¿Qué es lo que no nos están contando? —Preguntó Ice mientras se paraba, pues aún seguía sentada en el suelo.
—Mira Ice; Sagitario, Itziar y yo estamos creando un grupo de personas que tienen habilidades increíbles, aun no sabemos porque o para que, pero hay algo ahí afuera que es muy poderoso y debemos pararlo antes de que sea demasiado tarde, fuimos elegidas para esto por la fuerza más grande del universo: el destino; y justo adiós tengo solo dos cosas seguras en mi cabeza, tu eres la cuarta elegida y lo que se llevo A Itziar no es completamente humano. Por favor Ice, ven con nosotras. —
—Aileen, me agradas y también me agrada Itziar.. —
—Se que esto te debe parecer una locura.. —
—¡Es que no lo parece Aileen, eso es una locura, con todas las letras de la palabra! ¡Me estas pidiendo que abandone toda mi vida por un futuro incierto, me pides que me enfrente a algo que no conozco y que me ponga en riesgo a mi misma! —
—Pero Ice debes entender que... —
—¡No Aileen, no hay nada que deba entender, no pondré mi vida en riesgo! —
—¡Eres una egoísta y una hipócrita Ice, nuestra amiga está en peligro y a ti solo te importas tu misma, cuando hace tan solo unas horas estabas tan "preocupada" por la desaparición de Itziar! —
—¡No Aileen, la egoísta eres tú, me pides que renuncie a todo, a mi trabajo, a mi hogar y a mis amigos! —
—¡¿No quieres venir con nosotras?! ¡Bien! Conseguiré a alguien que si tenga el corazón suficiente como para poder preocuparse de alguien más que sí mismo! —Gritó Aileen azotando la puerta de la casa de Sagitario mientras Sol la seguía mientras le pedía que se detuviera y pensara bien las cosas.
Ice soltó un grito de pura frustración y se dejó caer al suelo y las lágrimas corrían por sus mejillas quemando su piel como ácido.
De repente sintió una mano que se apoyaba en su hombro y lo acariciaba suavemente. Sagitario, que había presenciado toda la discusión sin decir nada, estaba apoyada en el suelo junto a ella brindándole su apoyo.
— Y-yo lo-lo s-siento pero no puedo e-entender porqué me p-pide a mi que la ayude. —Dijo Ice con dificultad para hablar por causa del llanto.
—Hey, tranquila, Aileen siente la presión de la desaparición de Itziar y tu tienes toda la características de la cuarta elegida, era probable que te viera como la primera opción. —
—E-encerio quiero que encuentren a I-Itziar, pero yo no me veo dispuesta a abandonar todo por alguien a quien no conozco —
—Te entiendo, cuando apenas conocí a Aileen fuimos atacadas por un humo, sip, tal y como suena, nos atacó un humo. Yo... no pude reaccionar, pero Aileen sí, me tomó de la mano y tiro de mi para me moviera, ese simple acto me dio tiempo para reaccionar ante el peligro y hacer algo...
"En cuanto me contó de esta locura no le creí al principio, luego recordé que me acababa de atacar un humo y acepte ir con ella, porque me salvó, con un solo acto se ganó mi confianza y mi amistad...
" no te pido que acepte venir con nosotras sin más, pero si eso es lo que decides te estaremos esperando a la media noche en la plaza, no necesitaras llevar nada, solo piénsalo. —Finalizó la chica del arco y salió de la casa para poder alcanzar a sus dos amigas, dejando a una pensativa Ice sentada en el suelo.
***
Los faroles iluminadas el camino de piedra mientras dos amigas esperaban a otra chica sentadas en un banco de madera.
Sagitario había encontrado a Sol y a Aileen comprando una fruta para que la rubia se calmara y habló con ellas convenciendo a Aileen de ir a la plaza esa noche y despidiéndose de Sol ya que sabía que si Ice aceptaba no la volvería a ver en mucho tiempo.
La luna estaba oculta tras las nubes y el silencio era lo único que se oía aparte del sonido de la piel de Aileen al atrapar una piedrita que lanzaba al aire para pasar el tiempo.
Ambas chicas usaban una capa para no sentir tanto el frío de la noche cuando el reloj del templo comenzó a escucharse en la calles.
Primero fueron una, luego dos, luego tres campanadas y así siguieron hasta la décimo segunda campanada, cuando Aileen se levantó del banco y miró a Sagitario con una mirada que decía claramente "Te lo dije".
Sagitario se levantó resignada y se dio media vuelta para irse cuando se escucho un grito llamandolas.
—¡Chicas, esperen!—
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