Capítulo 14: "Déjenme salir"
Ice se dirigió a donde la princesa se encontraba junto a sus amigas mientras empujaba un carrito con unas tazas de té, una tetera y unas tarteletas de frutilla que ella misma había preparado.
En su camino al salón le pareció ver una sombra de alguien que caminaba por uno de los pasillos del castillo, pero al pasar por ese pasillo no había nada más que polvo.
Sol, Aileen y Sagitario estaban charlando sobre los sillones mientras Ice dejaba todo sobre la mesa ratona, pero cuando se estaba por retirar la voz de Aileen la detuvo.
—¿Porque no te quedas aquí con nosotras a charlar? —
—No creo que sea correcto señorita—
— ¡Vamos! Nadie te regañara por descansar cinco minutos—
—De acuerdo —
De esa forma los cinco minutos se convirtieron en horas y horas, hasta que el sol se ocultó. Horas en las que ninguna de las chicas se percató de la ausencia de su amiga.
Sin ninguna preocupación las cuatro adolescentes se fueron a dormir, sin saber que tan mal la estaba pasando Itziar.
***
Sus nudillos sangraban y las lágrimas corrían por sus mejillas mientras que algún que otro sollozo salía de su garganta. No sabía cuanto tiempo llevaba ahí, pero tampoco le importaba, quería salir de esa jaula colgante.
Los barrotes de madera de la jaula también se encontraban cubiertos de sangre puesto que la chica no había dejado de golpearlos a pesar de las gruesas espinas.
Trató más de una vez crear algo que la ayudara a escapar, pero nada parecía funcionar, esa celda bloqueaba sus poderes de alguna manera. De haber sido otra su condición se habría maravillado con la manera en la que sus poderes eran bloqueados, pero estaba anocheciendo y ella sintió que lo peor estaba por llegar.
De repente las nubes taparon los últimos rayos de sol y un sonido comenzó a escucharse en la lejanía; eran llantos, llantos de bebes y niños pequeños. Llantos profundos y dolorosos, llenos de recuerdos y penas; llantos de desconsuelo, tan llenos por el vacío.
—Saquenme de aquí, por favor—
Sus párpados comenzaron a volverse más pesados y el sueño tomaba poder sobre su cuerpo que pronto calló dormido.
***
—¿Qué hora es? —
Pregunta Aileen mientras abre los ojos y mira a los lados, recordando que se encuentra en la casa de Sagitario. Se levanta de la cama y sale al pasillo notando el silencio que habita la casa, entra en la habitación de Itziar y se extraña de no encontrarla en su cama.
— Sagitario ¿has visto a Itziar? No está en su cama—
—No, habrá salido temprano a recorrer la ciudad tal vez. —
—No creo, nos habría avisado. — Dijo Aileen preocupada.
—Ahora desayuna, luego iremos donde Sol y le pediremos ayuda para encontrarla—
—De acuerdo— Se resignó la rubia
Ambas chicas desayunaron rápidamente y salieron camino al castillo para encontrarse con la princesa.
Sol Lacosste al oír la noticia de la desaparición de Itziar se apuró a enviar a un grupo de guardias a buscarla en el reino, si alguien la había secuestrado durante la noche no podrían haber salido del reino aún, el bosque contenía la única salida fácil a caballo o a carreta aunque igualmente tomaría mínimo seis horas cruzarlo.
Los guardias regresaron al cabo de unas cuantas horas, los guardianes de los límites del bosque no habían visto a nadie salir del reino, no por ese camino.
—¿Dónde puede estar? No pudo simplemente desaparecer en el aire y ya—
—¿Que tal si en realidad sí hizo eso? —
—¿Desaparecer en el aire? Sagitario, eres mi mejor amiga, pero me niego a creer que simplemente se esfumó en el aire y ya, no tiene sentido—
— Nos quedamos sin opciones Sol, si nadie salió del reino y los guardias revisaron las casas y no hay nada en ellas, el que haya desaparecido en el aire se convierte en una opción. — Declaró Aileen, se sentía tan preocupada como cualquiera de las otras dos chicas en la habitación, pero necesitaba mantener la mente fría.
—Esto es mi culpa... —
—¿Qué? No, no Sagitario por supuesto que no lo es. Ninguna de nosotras tiene la culpa. —
—La trate mal cuando ella solo nos comentó sobre una legenda elfica. —
—En ese caso también habría sido mi culpa, yo la persuadi para que viniera con nosotras. Pero eso ya pasó y no podemos cambiarlo, ahora tenemos tenemos que encontrarla. —Aileen hizo una pausa y miró a Sagitario — Somos humanas, y como tales cometemos errores, nuestra decisión es si seguimos adelante o nos quedamos en el pasado; y por lo menos yo no voy a dejar a Itziar este donde esté, así que toma tu culpa y hazla desaparecer para poder centrarte en encontrar a nuestra amiga. —
Mientras las chicas discutían sobre cómo encontrar a Itziar, Ice lo escuchaba todo desde el otro lado de la puerta.
—¿Princesa? Les traje té. — Interrumpió la albina entrando en la habitación.
—Gracias Ice, dejalo en la mesita— Respondió Sol, pero antes de que alguna de las chicas pudiera parpadear Ice tropezó y calló al tiempo que la bandeja salía disparada de sus manos y chocaba contra un candelabro que estaba sobre la cabeza de Aileen.
El candelabro calló, pero antes de que pudiera siquiera rozar a Aileen el objeto se hizo polvo con una pequeña explosión.
Sagitario, Aileen y Sol se miraron entre ellas para después posar su vista en la cuarta chica que todavía se encontraba en el suelo con una mano extendida, de la cual se desprendía una suave luz roja.
—¿Que... Diablos? — preguntó Sol con la boca abierta.
—Emmmmm....¿Sorpresa? —
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