En las cenizas de un mundo roto y muerto, las ruinas de lo que alguna vez fue la civilización... Ahora solo era el cementerio de repleto de sueños y esperanzas pérdidas.

En las calles vacías y destruidas por el tiempo caminaba una figura encapuchada, la cual miraba aquellos edificios con una sonrisa.

Aquella figura recordaba aquellos tiempos lejanos en los cuales aún la sociedad humana caminaba.

Recordaba como conoció a seres sobrenaturales que terminaron siendo sus amigos y familia, tuvo problemas con ellos pero siempre salió hacia adelante.

Fue el lugar en donde se le dio una segunda oportunidad para poder estar con su amada y vivir una vida con ella.

Esos años en el que estuvo con ella fueron los mejores, pudo disfrutar su juventud con ella, pudo crecer como persona y recordar que aún después de ser un demonio aún seguía teniendo un corazón humano.

Recordaba también como con los años llegó a formar una familia con el amor de su vida y tener 2 hermosos niños.

Recordaba cada fiesta de cumpleaños de sus hijos, recordaba como pasaba el tiempo con ellos, como les enseño a andar en bicicleta, como salían a pasear como una familia perfecta...

Pero después llegaron los problemas.

Todo empezó en el momento en el que su esposa estaba en las últimas por una enfermedad que se le fue diagnóstica muy tarde...

Su enfermedad, empezó a dañar su cerebro de poco a poco, hasta que no quedó nada de esa mujer que llegó a amar. Pronto ella olvido como vivir, así dejándolo sólo y a sus hijos.

En ese momento todo en fue en picada, tal fue la depresión por la pérdida por aquella persona que amaba que entró en los vicios más bajos de la humanidad.

Tan metido estaba en aquellos placeres humanos, que no se dio cuenta el como descuido a aquellos que eran sus hijos. Fue tanto su descuido que ni su propia descendencia quería hablar ni verlo...

Eso en verdad lo destrozó, a él no le quedaba más que nada, nada lo ligaba a ser humano, solo quedaba nada...

El volvió a esa vida que alguna vez tuvo en el infierno, destrozaba, mataba y torturaba a quien le daba la gana, no había otra forma en la cual el podría lidiar con esa cantidad de dolor.

El tiempo pasó, y llegó a un punto donde eso ya ni lo dejaba satisfecho, pero pronto el se enteró de quien era el responsable de sus desgracias.

Eran los celestiales...

Sus creadores, los cuales se divertían con el dolor de su existir, aquellos que provocaron que el se fusionará con un demonio, aquellos que condenaron su mundo original... aquellos que le quitaron a su amada.

En ese punto su sanidad mental estaba en quiebre, no sabía el como responder con aquello. Primero fue con un llanto y lágrimas que representaban toda su tristeza y frustración, que luego su llanto paso a ser ira y odio puro...

Ese momento busco poder para acabar con sus creadores, ya que el sabía perfectamente que no les podría hacer nada.

El busco por diferentes mundos a versiones de él mismo para absorber sus esencias pero eso no bastaba...

Necesitaba más.

El empezó a atacar mundos que no siquiera estaba ligados a su existir y destruirlos para obtener poder...

Recordaba las palabras de odio de cada uno de sus habitantes. Recordaba como decían blasfemias su nombre con el mismo odio que él tenia a su creador...

Aquello le causaba remordimiento, empezaba a sentir como todo lo que hiciera estaba hecho para entretener aquellos que estaban en lo más alto en la divinidad.

El tiempo pasaba y llegó a un punto que fue a atacar a los sirvientes de su creador...

Los eternos...

Aquellas formas que superaban por mucho a dioses que alguna vez se haya enfrentado en su larga vida, fueron un gran reto para alcanzar su meta... pero pudo salir ganador.

Luego pudo estar en frente de él... su creador. No sabía cómo describirlo, era tan perfecto y divino que no podría expresarlo con palabras...

En aquel momento su creador lo veía con aburrimiento y cuestionando sus motivos.

El con total rencor se puso en frente de el recriminadole todo lo que hizo con su vida.

Aquel ser superior río con burla de su desgracia sólo para decir unas palabras muy desgarradoras...

«¿Crees que tu eres el foco de atención?, oh chico, tu solo fuiste una herramienta en el castigo de mi hijo satán »

Una herramienta...

Su existir, todo su dolor, todo el sufrimiento de los seres humanos... ¿solo fueron una herramienta?

«Tu sólo eres un error que deje pasar, solo por capricho mío»

Aquellas palabras colmaron la poca paciencia de el, en ese momento dejó salir todo su odio para iniciar una pelea en la cual no sabía si iba a ganar.

Dio todo de sí, dio toda su fuerza en cada puño que le lanzaba a ese implacable Dios creador...

Cada puño, patada, y ataques tan destructivos que pondrían en jaque a los mismos dioses...

Pero para el no eran nada.

No importaba el daño que infligía a esa figura divina, nada le hacía daño, pronto aquel ser divino se dispuso a atacar...

En 10 segundos... tan sólo le tomó 10 segundos en derrotarlo de las formas más dolorosas y humillantes.

El Dios creador nada más se rió de sus inútiles esfuerzos, solo para decir un castigo que lo perseguiría por toda su existir...

«Fuiste estúpido en enfrentarte a tu creador, debes recibir tu condena»

En ese momento el había caído en la inconsciencia y estar todo oscuro...

Cuando abrió de nuevo sus ojos se encontró en un mundo desolado y abandonado, al principio creyó que era su mundo de origen pero luego de observar por un buen rato se percató de que era el mundo actual en el cual residía.

Busco en todos lados buscando alguna señal de vida, busco desde el cielo, el infierno y toda la tierra y se encontró sin ningún señal de vida.

Pronto se preocupó por sus hijos y fue a la mayor velocidad que podía a su casa y buscar a sus hijos.

Pero le esperaba una terrible sorpresa.

El corrió muy rápido, vio como más este lugar estaba jodido y se preocupó más, después de un tiempo corriendo llegó a su hogar y lo que vio lo rompió...

Su hogar se encontraba quemado hasta las cenizas, toda fotografía de su familia y amigos se encontraba destruida, se encontró con varios cadáveres de los que fueron sus aliados en el pasado...

Azazel...

Drango...

Miko...

Sus cuerpos se encontraban mutilados, y desmembrados, todos sus órganos se encontraban fuera y esparcidos por todo el piso...

En ese momento las lágrimas de sus ojos amenazaban en salir, buscaría al culpable y los vengaría...

Pero a unos metros se encontro con algo que lo quebró...

«Ahh... Ahhh...»

En ese momento su voz se había quebrado y las lágrimas salían de sus rostros pudo ver a sus 2 seres más queridos...

Sus hijos estaban... muertos.

Sus rostros se encontraban llenos de terror y lágrimas, sus cuerpos se encontraban despedazados, lo único que quedó intacto fue de la cintura hacia abajo, sus hijos se encontraban abrazados como si buscarán salvación entre ellos pero en vano.

En ese momento lloro como nunca lo hizo, sus tristeza se encontraba incluso mayor a la primera vez que perdió al amor de su vida.

Su expresión se encontraba llena de dolor y tristeza, sus ojos se llenaron de lágrimas que bajaban por sus mejillas mientras daba un grito desgarrador.

En todo su llanto se preguntó ¿qué había pasado?, ¿quién fue el que acabo con todo?...

Luego pudo ver a su creador en frente suyo, él estaba sonriendo complacido, él solo le preguntó que le hizo a este mundo... qué le hizo a su familia...

«¿Qué hice yo?, oh pobre hombre..., ¿no te acuerdas de lo que pasó?, déjame refrescarte la memoria»

Después de que su creador haya sentenciado esas palabras pudo ver que había pasado...

Escucho gritos y llantos de niños, como todo ser sobrenatural trato de frenarlo, incluso las existencias más grandes de este mundo no fueron capaces de frenarlo...

Vio como sus aliados intentaron detener a un demonio rojo de gran altura cubierto de pelaje negro y alas de murciélago de cada lado de su cabeza.

Trataron de razonar con él pero fue en vano ya que acabo con sus vidas de maneras tan crueles y viles.

Luego vio como ese demonio se acercó a sus hijos los cuales se encontraban asustados y llorando y gritando por ayuda, pero nadie vendría a sus rescates... ni siquiera su padre.

Vio de como un solo corte del antebrazo corto a sus hijos matándolos de manera instantáneas, luego vio como ese demonio río con total locura y placer para que luego se retirará..

El quería acabar con ese demonio, el acabo con todo lo que el amaba, pero luego vio algo que lo perseguiría hasta ahora. Pudo ver como este demonio empezó a adquirir forma humana hasta que se dio cuenta de quién era...

Era él.

El shock fue tan grande que los dejo mudo, solo para escuchar las palabras de aquel Dios.

«Este es tu castigo, perder todo lo que has amado pero por tu propia mano, siempre deseaste la libertad de tus ataduras humanas, esta es tu condena por retar a tu creador»

Después de esas palabras su creador había desaparecido y nunca se volvió a mostrar ante el...

El quiso escapar de ese lugar y buscar otro mundo, pero se encontró de que no podía, cada vez que intentaba salir a otra tierra regresaba a este páramo.

Desde ese día se a dedicado a vagar por todo el mundo que había destruido por sus acciones y por un celestial.

El estaba solo...

Solo.

«Akira Fudo»

Fueron las palabras que escucho de alguien que estaba llamando a un nombre que no había escuchado en mucho tiempo.

El recién nombrado Akira dirigió su mirada hacia aquel que lo había llamado y pudo ver a una figura encapuchada de 1.95 m.

«Akira Fudo, te tengo una propuesta»

Fueron las palabras del encapuchados, para quitarse la capucha y dejar a la vista su rostro, el cual era de un joven de 20 años, cabello azul-morado, ojos celestes y piel ligeramente bronceada.

—¿Quien eres tú?—dijo Akira con desconfianza, aunque sea la primera vez en años que interactúa con alguien no sabe sus intenciones.

—Dejame presentarme, Mi nombre es Jonathan Joestar de tierra J-1966—dijo el recién nombrado Jonathan.

—Solo eres un Joestar, por favor ve y regresa de donde viniste—dijo Akira mientras daba la vuelta ignorando al Joestar.

—Solo escuchame Fudo —dijo Jonathan acercándose a Akira—. Tengo algo que puede alegrarte.

[En los restos de algún edificio].

—Uff, supongo que no ha comido nada en este tiempo ¿no?—dijo Jonathan mientras prendía una fogata y calentaba una lata de sopa—. ¿Quieres? —dijo ofreciéndole una lata.

—¿Qué buscas Joestar? —dijonAkira mientras comía de la lata.

—¿Que busco?, es sencillo Akira—dijo Jonathan mientras veía a Akira—. Lo que busco es un refugio —dijo mientras comía con placer su sopa enlatada.

—Pues aquí no encontrarás nada—dijo Akira mirando al Joestar—. Este lugar esta abandonado.

—No este lugar Fudo, creeme he encontrado un lugar el cual podría ser un buen refugio... incluso un hogar—dijo Jonathan—. Si mis cálculos son correctos, ese lugar no está bajo el yugo de celestiales, podría llamarse un Edén —dijo mirando al demonio.

—Lo que buscas es imposible —dijo el demonio dando una risa melancólica—. No hay lugar en donde esos bastardos no sepan.

—Fudo debes creerme, esto es una oportunidad de oro —dijo el Joestar tratando de convencer a Akira—. Pero no puedo solo, la búsqueda será lo más peligroso, por eso te necesito, eres lo suficientemente fuerte para acabar con un eterno... —dijo Jonathan para ser interrumpido por Akira.

—¡NO! —dijo Akira con su voz de demonio—. No ayudaré a nadie, ¡jamás volveré a ser usado! — dijo empezando a llorar.

—No entenderías nunca mi dolor—dijo Akira llorando—. ¿Porque debería ayudarte?, nada me importa si no tengo a mi familia... ¡LARGATE! —dijo gritando con odio.

Akira no quería hacer nada estaba roto emocionalmente y era incapaz de usar los poderes de Amon, no quería matar a otro inocente.

—De acuerdo... fue un gusto hablar contigo Akira —dijo Jonathan para pararse y ponerse de nuevo su capucha.

Jonathan empezó a caminar en aquellos páramos para empezar a desaparecer de la vista de Akira.

Akira sólo miró como se iba el Joestar, tal vez le haya ofrecido una oportunidad, pero el no le importaba.

Pero a la vez pensaba si fue correcto haber rechazado la oferta de Jonathan, tal vez aquello le pueda traer felicidad, puede que al fin escape de su castigo.

*¡BOOM!*

Su línea de pensamientos seguían hasta que fueron interrumpidas por una explosión cercana, solo para ver corriendo al Joestar en su dirección.

—¿Qué pasa? —pregunto Akira al ver agitado al Joestar.

—¡Me han encontrado!, no sé como pero han dado conmigo—dijo Jonathan para ver 4 figuras encapuchadas.

Pronto aquellas figuras se quitaron las capuchas para dejar ver que eran seres hechos de sombras y energía oscura y no tuvieran rostro, mas allá de esos ojos blancos y brillantes carentes de alguna emoción.

—¿Qué mierda son ellos? —dijo Akira al ver a esos seres.

—Son cazadores, seres de energía oscura que buscan a personas que desobedecieron el castigo de un celestial —dijo Jonathan al verlos.

Pronto aquellas figuras se lanzaron en contra de Jonathan, el cual esquivaba sus ataques con acrobacias, el lanzaba golpes y patadas hacia los cazadores, los cuales detenían cada golpe como si fueran nada.

Pronto empezaron a rodear a Jonathan el cual trataba de defenderse, pero era en vano, cada vez usaban mas fuerza, luego agarraron a Jonathan para lanzarlo en contra de los edificios provocandole dolor a este, luego lanzaron ataques de energía que quemaron gran parte del cuerpo de Jonathan.

Jonathan se encontraba tirado en el suelo herido e indefenso, no podía hacer nada, los cazadores lo tomarían y lo traerían en frente de un celestial.

—Akira... ayúdame por favor—dijo Jonathan en el suelo, solo para ver como Akira se alejaba para dejarlo a su suerte—. ¡POR FAVOR AKIRA!, ¡TU SABES COMO SE SIENTE QUE TE QUITEN TODO!, ¡QUE TE QUITEN A TU FAMILIA, AMIGOS Y CERCANOS!, ¡HAZ ALGO! —dijo Jonathan gritando de desesperación mientras era arrastrado por los Cazadores.

Akira no quería ayudarlo, no estaba dispuesto y no le convendría, sabia que su castigo seria incluso mucho más grave de lo que ya es.

«Debes hacer algo»

!

Aquella voz sorprendió a Akira y pudo ver en frente suyo a una versión de el antes de fusionarse con Amon.

—No me conviene —dijo Akira mirando a su yo antiguo—. Sabes bien que retar a los creadores es una idiotez y no quiero que pase algo terrible.

«Eres Devilman, aquel que defiende al débil»

—Eso era antes de que Miki se fuera... no protegeré a un desconocido —dijo Akira mientras miraba a su yo.

«Vale entiendo eso, pero tienes que hacer algo, siempre fuiste alguien que no se dejaba imponer por los dioses, negaste los deseos de Satán, te negaste a servir a los demonios, asi que dime ¿qué harás?, ¿vas a enfrentar a esos tarados y aceptar su oferta de una mejor vida? o ¿Vivir en este agujero?»

Con aquellas palabras Akira reflexiono por unos segundos, tal vez no conocía al Joestar pero sabía que no tendría otra oportunidad de escapar, tal vez al fin encuentre la paz.

—¡OIGAN USTEDES! —dijo Akira mirando a los cazadores, los cuales lo voltearon a ver—. ¡NO DEJARE QUE SE LO LLEVEN! —dijo mientras adquiría una forma que nunca creyó volver a usar.

—Amenaza de nivel SSS- Akira Fudo/Amon, neutralizarlo y llevarse a espécimen Joestar —dijeron los Cazadores mientras veían a Akira.

—¡YO NO SOY AMON!... ¡YO... SOY DEVILMAN! —dijo Akira mientras daba un gran rugido que alerto a los cazadores.

Pronto Devilman se lanzó a atacar a un cazador el cual no le dio tiempo de reaccionar al recibir un golpe que lo mando a volar hacia lo más alto. Pronto Devilman apareció detrás del Cazador para atravesar su pecho, pero cosa que no afecto al Cazador el cual le lanzo un golpe al estomago a Devilman haciendo que retroceda.

Pronto otro Cazador apareció detrás de Devilman para darle un golpe en la espalda que lo mando al piso, solo para recibir el ataque conjunto de los 4 cazadores el cual consistía en una gran bola de energía oscura que provoco un gran cráter.

Se formo una gran nube de humo que hizo preocupar a Jonathan al creer que derrotaron a Akira, solo para que se viera una gran ráfaga de energía que mando a volar 2 de 4 Cazadores.

—¡ESO ES TODO! —dijo Devilman mientras sonreía como un loco para luego lanzar una gran ráfaga de puños mientras sus brazos se estiraban dándole a todo los Cazadores, los cuales cayeron con un sonido fuerte al suelo.

Pronto Devilman lanzó varios cortes a los Cazadores, los cuales resultaron bastantes dañados, pero al ser estos hechos de energía se recuperaron como si nada.

Pronto los Cazadores y Devilman se lanzaron a pelear a velocidades que los ojos de Jonathan no podía ver.

Grandes ondas de choques sonaban por los cielos, tormenta de rayos caían dejando residuos de las siluetas de los combatientes.

Devilman surcaba los cielos, mientras que los Cazadores lo seguían, pronto el demonio se detuvo en seco para luego transportarse detrás de un Cazador y decir.

—En verdad me sorprendieron, estar hecho de pura energía es una ventaja, pero también tienen sus debilidades —dijo Devilman sonriendo mientras con su cola atravesaba a un Cazador y lo absorbía—. Son seres hechos de energía pura y para su mala suerte absorbo cualquier tipo de energía.

En ese momento los 3 cazadores que quedaban pasaron de la ofensiva a la defensiva al ver que una amenaza tenía ventaja sobre ellos.

Devilman empezó a moverse más rápido que los Cazadores para proporcionarles golpes y cortes y varios ataques de energía que debilitaban a los Cazadores.

Los Cazadores lanzaban ataques hacia Devilman los cuales le causaban un daño al mínimo, el simplemente recibía con una sonrisa cada uno de sus ataques, dando a entender que el estaba en un escalón encima de ellos.

—!TODOS VAYANSE AL INFIERNO! —dijo mientras desaparecia de la vista de los Cazadores, para luego aparecer de nuevo entre ellos como un gigante del tamaño de un titan—. ¡Esto se acabo! —con esas palabras atrapo a los Cazadores entre sus manos y los absorbió.

—Sabía... que me ayudarías —dijo Jonathan mientras era agarrado por Akira.

—No malinterpretes las cosas, solo te ayudo por que quiero ser libre de las cadenas de nuestros creadores —dijo Akira mientras caminaba con Jonathan mientras miraba hacia el horizonte—. ¿Ahora a donde vamos?—pregunto mientras veía a Jonathan.

—A por el resto del equipo, incluso tú y yo necesitaremos ayuda —dijo Jonathan mientras miraba su muñeca—. ¡Vamos a la aventura! —dijo Jonathan gritando con emoción, solo Akira rodó los ojos por el carácter de su nuevo compañero de viaje.

Aquel dúo hará lo que sea para llegar a esa tierra prometida, al Edén para sus ojos.