pesadillas
...."parecía como sí, me quisiera gastar el destino una broma pesada"...
La suave voz de Calvera se escuchaba en la pequeña fonda. La latina cantaba una canción mientras limpiaba el piso de su establecimiento, bailando al compás de la música.
..." Y nos dieron las diez y las once, las doce la una las dos y las tres, y desnudos al anochecer nos encontró la Lu..."
¡Mamaaaaaaaa!
Pero no logro terminar la estrofa cuando su retoño entro corriendo, cerrando tras de si la puerta, recargandose en esta para que no fuera abierta.
-¡Virgen Santísima! Zaphiri, casi me matas de un susto escuincle, que te pasa porque...
¡Zaphiri!
El grito furioso de Krest se escuchó al otro lado, lo cual hizo saltar al moreno, que no tardó en poner seguro a la puerta y apilar un par de sillas para que no entrara.
-¡Si pregunta por mi, dile que me mudé a Tombuctú!
-¡Zaphiri! ¡Abre esta puerta o juro que lo vas a lamentar!
-Abre papá!
-¡Ve papá!
-¡Gaguuu! (¡Linchenlo!)
Calvera veía asustada la escena, que parece iban a derribar la puerta.
-¡Jesus, María y José! Zaphiri ¡¿Pues que les hiciste escuincle!?
-¡No les hice nada!
🗯️(Golpes de fondo)
-¡Abre, bicho cobarde!
-...🤨...¿Seguro que no les hiciste nada?
-¡No!😣
🗯️(Otro golpe)
-¡buenos sí!tal vez, nada grave, sin querer les metí un par de nalgadas a los niños...y a Krest 😫
-....😑...¡Nalgueaste a Krest!😻
Se escuchó un ruido, la ventana había sido rota y cuatro siniestras figuras entraron por ella.
-¡Tu, bicho idiota!👹
-¡Mamaaaa!😱
Y mientras Calvera imaginaba cosas que no son, su pobre hijo huía despavorido de su loca familia.
****////****////****///
Ese día había iniciado bien...algo así. El invierno estaba cerca, por lo cual la temperatura bajaría y las enfermedades respiratorias estaban a la vuelta de la esquina.
Pero Zaphiri era un buen padre, previsible, por lo que optó por llevar a sus retoños al doctor para que los vacunaran.
-¿Pasa algo?
-mmm...no, es solo que no me gustan los hospitales.
Estaban en el área de vacunación, esperando su turno. Kardia estaba trepado en la espalda de papá, jalando su cabello mientras le gritaba que se rindiera, Ecarlate se encontraba colgado de su brazo, dando pequeños pellizcos a la par que babeaba la mano de papá y decía que era sangre. Mientras Milo, el se divertia aventando su muñeco para que mamá lo recogiera.
Cuando la enfermera les hablo, Krest logró sentir un escalofrío en su espalda.
Los nenes entraron corriendo, emocionados, en especial porque los pequeños que salían de ahí lo hacían acompañados de una paleta.
-buenos días, señor Scorpions, vacuna antigripal para usted y sus hijos.
-así es.
-descubra su brazo.
El moreno obedeció, el doctor aplicó la vacuna bajo la atenta mirada de los niños, el ver una aguja los asustó mucho, por lo que corrieron a esconderse tras Krest, que inconscientemente empezó a temblar, las agujas y él tenían una mala relación.
-muy bien, de acuerdo pequeños, quién será el primero, que les parece el mayor.
Zaphiri río ante el comentario, era claro que el doctor había confundido a Krest con un adolescente, su hijo mayor.
Por desgracia la respuesta de los "niños" no fue la mejor.
¡Buaaaaaaa!😭😭😭
Kardia, Ecarlate y Milo se soltaron a llorar, mientras gritaban que No.
-ya, no pasa nada, miren, su hermano no llora, ven.
¡No te acerques, Maldito Carnicero!🤪
...😥...
El castaño no tardó en cargar a Milo y ocultar a los otros dos tras su persona...mientras le arrojaba un sin fin de cosas al doctor y enfermera tratando de alejarles.
-¡Krest!
¡No te atrevas a ponerme una mano encima! ¡Asesinó!
Las personas afuera escuchaban aterradas lo que ocurría, incluso muchos pequeños comenzaban a llorar.
Al final Zaphiri se desespero e hizo lo impensable, le propino dos fuertes nalgadas a Krest para que dejara de hacer berrinche, así como otra a cada uno de sus pequeños, pero suavecita, bueno Milo ni la sintió por el pañal.
Después los sentó de mayor a menor en la camilla y les ordenó guardar silencio, los menores habían quedado en shock. El doctor y la enfermera les aplicaron rápidamente las vacunas, para que esos locos se fueran cuánto antes de ahí, ya les habían ahuyentado a varios, que parecía que alguien los estaban matando.
-ya ven, ni dolió tanto, fue mas el drama que hicieron.
Pero la reprimenda de Zaphiri murió al ver el aura asesina que se desprendía de los menores, los cuales le veían fijamente con los ojos llenos de irá. Zaphiri les había pegado y no solo eso, los obligó a dejarse inyectar ¡Inyectar!
-em...bu...bueno, que les parece si...les compro un helado ¿Eh?
El bicho iba retrocediendo mientras hablaba, esos cuatro se veían muy enojados.
¡Zaphiri! ¡Papá!😠😠😠😠
😅...💨...¡Run bicho, run!
****////****
-ya mis nenes ya, tomen, un chocolatito pal coraje.
-exagerados 😑
-¡Cállate! 😤😤😤😤
-¡Sí!😓
Le costó un poco calmar a su yerno (o almenos ella así lo veía...y esperaba) y sus nietos, a Zaphiri le costó un litro de helado...¡Para cada uno!
Al menos ya los vacune.😓
****////****////
-kardia, esos dientes.
-no me los quiero lavar
-¡Kardia!
-¡Hay, apestosito malvado!
Era hora de dormir y los pequeños se preparaban. Krest los arropo y canto su canción de cuna, mientras Zaphiri cerraba las ventanas y prendía una pequeña luz para alejar al Coco...ah, su mamá.
-¿Quieres ver una película?
-¡No!
-ah, aún sigues enojado, ya me disculpé...¡Te compre helado!
-...
Las mejillas infladas y el ceño fruncido le produjo gracias. Levantó las manos en son de paz y fue a su cuarto a leer un poco. Por su parte el castaño no pudo evitar una sonrisa al verlo marchar, era divertido molestarlo.
Paso un rato y Krest ya se había acostado. Pese a que el dolor no había durado ni un segundo, aún sentía incomodidad en su brazo.
Se arropo hasta la cabeza e intento dormir, apretando su mano ahí donde fue picado, nunca le habían gustado las agujas.
*****/////****
Todo estaba obscuro, pero siempre era así.
El fuerte aroma a desinfectante le provocaban mareos, todo le daba vueltas y sentía la necesidad de vomitar.
No¡Por favor!
Un fuerte golpe en la cabeza y termino aturdido en el suelo, logró sentir como amarraban una liga en su brazo para posteriormente inyectar un líquido, este recorrió su torrente sanguíneo, quemando cual fuego, en poco tiempo sus sentidos comenzaron a fallar, veía nublado, le costaba trabajo hablar ya que su lengua estaba dormida, todo su cuerpo pesaba.
Aquí tienes ¡Disfruta!
.....
....
.....
....
...
...¡No! ¡Por favor no!...
*****////***
La noche avanzó.
Los pequeños dormían en sus camas, arropados, calientitos, ajenos a cualquier mal o sufrimiento, abrazados a peluches que les acompañaban en sus dulces sueños, como debe ser.
Por su parte Zaphiri se había quedado dormido mientras leía, en una posición un tanto incómoda la cual le provocaría al día siguiente un fuerte dolor de cuello, mientras Krest... Krest...
Solo se podía aferrar a las sábanas, hacer de su cuerpo un ovillo y llorar en silencio, mientras recuerdos guardados en lo más profundo de su memoria comenzaban a salir a flote, golpeando su subconsciente con tal fuerza que comenzaban a desmoronar la felicidad finalmente alcanzada.
****///***///
-buen día (bostezo)
-hola...
-ahu, me duele el cuello, creo que dormí mal.
-¡mph!
Zaphiri se sorprendió un poco al ver la cara del menor, tenía unas ojeras enormes.
-¿Estás bien? ¿No dormiste?
-algo...solo que...se me fue el sueño a media noche....estoy bien.
Tenía los párpados inflamados, decorados por unas ojeras.
El moreno se levantó a revisar, parece que había llorado, restos de lágrimas surcaban sus mejillas.
-me duele la cabeza
-tal vez es alguna reacción a la vacuna, vamos con el doctor para que te revisé
-¡No!
Se alejo de golpe, como si el tacto del moreno quemará.
-krest, se que no te gusta ir al médico pero es necesario, lamento lo de la vacuna, pero era indispensable y...
-esta bien, encerio, nos teníamos que vacunar y...perdón por el show, pero estoy bien, lo juro, solo es un ligero dolor de cabeza, posiblemente por no haber dormido, tomaré una Aspirina ¿Si?
El bicho acepto, no muy convencido, ya lo había molestado mucho con el doctor por lo cual lo dejaría descansar.
*****////*
El cerebro humano es sorprendente, almacena un sin fin de recuerdos que ni una mega super computadora lograría guardar. También crea una gran cantidad de defensas y bloqueos encargados de resguardar aquellos recuerdos o traumas que nos dañan, mandandolos a la parte más obscura de nuestro subconsciente, para de esta manera protegernos.
Irónicamente, en ocaciones solo se necesita un pequeño detalle, algo insignificante, para que estás barreras sean derrumbadas y aquellas malas experiencias regresen, mandando al diablo toda nuestra paz interior.
****/////****
(Semanas después)
- Krest ¿Estás bien? Te vez...agotado.
-oh,es solo que no he dormido bien, es todo.
-¿Seguro?
-...si... bueno, nos vemos.
El castaño le regaló una pequeña sonrisa y se retiró con sus niños.
Avenir le miró alejarse, preocupado, últimamente su amigo se veía mal, demacrado, como si estuviera enfermo, estaba pálido y tenía unas enormes ojeras. Había intentado averiguar qué es lo que le pasaba pero, Krest siempre le esquiva y se marcha.
Preocupado el borrego tomo sus cosas y salió a un lugar en específico.
****///
-apestosito, no me sale.
Kardia entro a la cocina con su cuaderno, le habían dejado ejercicios de caligrafía pero no lograba hacerlos.
-ya voy manzanita, espera en la sala si.
-ahhhh,no.
-kardia...por favor hijo, espera ahí.
El pequeño hizo un puchero, pero obedeció, tomo sus cosas y fue con sus hermanos.
Krest había permanecido todo el tiempo dándole la espalda, recargado en el fregadero.
En cuanto el nene salió rápidamente corrió a uno de los cajones de la alacena por una venda y desinfectante, aplicó alcohol a la herida; el desinfectante caía por el caño, acompañado de un líquido carmesí, vendo su brazo y fue a atender a sus moustros.
****////
Para Zaphiri no había pasado inadvertido el cambio en el comportamiento de su niñero. Seguía atendiendo a sus hijos, preparaba ricas comidas, ayudaba a Kardia con los deberes, hacía las labores de la casa y asistía a sus clases de fines de semana. Todo era normal, salvó por el insomnio que había comenzado a desarrollar desde hace unos días. En más de una ocasión lo había encontrado despierto, mirando la televisión, la excusa era la misma, el sueño se había ido, pero el bicho sabía que había algo más, algo muy grave, los restos de lágrimas en sus mejillas lo delataban, había intentado hablar con él pero Krest se negaba, tampoco podía insistir ya que los nenes siempre estaban al lado del castaño y, algo le decía que era un tema muy delicado que no podía tratar frente a los niños, por último también estaba la carga de trabajo que tenía en esos momentos.
-yo lavo los platos, tu ve a descansar.
-pero...
-krest.
El castaño solo acepto, ya había arropado a sus niños y la verdad sus párpados pesaban, por lo que no dudo en obedecer.
Tumbado en su cama se arropo y cerro los ojos, esperando en esta ocasión tener un sueño placentero.
*****
Las drogas no son la solución a los problemas, escapar momentáneamente de la realidad no hará que estos desaparezcan, tampoco te hacen sentir bien u feliz, ya que lo proyectan es una realidad efímera y absurda.
Ese siempre fue el pensamiento de Krest, las drogas eran un mal y era todo.
Nunca, ni en sus peores momentos, había sentido la tentación de usarlas. Ni cuando sus padres lo golpeaban, era molestado en el colegio, cuando su supuesto novio abuso de él y lo abandonó, cuando fue vendido y obligado a prostituirse, pese a lo mal que era la vida, jamás pensó en esa salida fácil.
Pero las drogas no pensaban como el, y en poco tiempo su encuentro fue inevitable.
El lugar a donde fue arrojado era un infierno, drogas, prostitución, asesinatos.
Krest aún era muy joven y solo quería huir, prefería estar escuchando las reprimendas de su madre, los golpes de su padre, cualquier cosa menos ésto.
Odiaba que esos sujetos lo tocaran, que lo besaran y mancillaran su cuerpo.
Intento oponerse pero eso solo le ganó recibir varios golpes, un ojo hinchado y una costilla rota, así como ser drogado para que no pusiera resistencia.
Una gran cantidad de clientes eran adultos mayores, personas sin escrupulos que deseaban complacer sus fantasías obsenas con niños, por desgracia la fisionomía del galo se amoldaba perfectamente a esas.
Cuando el pequeño veía la aguja sabía lo que significaba, sería drogado para que el cliente pudiera disfrutar de su persona sin que el se quejara o lograse defenderse. No importa cuánto llorara o intentará pelear, ese delgado metal siempre atravesaría su carné para inyectar el veneno y si se oponía...era peor.
****///
-sale, nos vemos mañana temprano, si...no aún no...ya se fue a dormir y no quiero despertarlo...lo haré, este fin de semana llevaré a los niños con mi madre...si....si....yo te aviso.
Colgó el teléfono y dió un suspiro, este día había sido agotador, tenía mucho trabajo y una visita inesperada en su oficina lo sorprendió.
Avenir fue a verle, preocupado por la salud de su amigó, le pregunto que es lo que ocurría, si Krest estaba bien o enfermo.
Le sorprendió, y molesto, la preocupación del maestro, aunque él estaba igual, como es de esperarse Hakurei también se enteró del problema y le exigió hacer algo, ya que apreciaba a Krest y no deseaba que algo malo le pasaré.
Apago la luz y decidió ir a dormir, mañana se levantaría temprano para poder hablar con el antes de que despertarán los niños.
Al pasar por la sala logró escuchar un pequeño gimoteo, Krest lloraba. Preocupado se acercó a ver.
El castaño estaba bañado en sudor, daba vueltas en la cama mientras apretaba las sábanas con tal fuerza que sus manos estaban blancas, sus párpados estaban cerrados con fuerza y podía jurar que rechinaba los dientes.
-no...no por favor...seré bueno...¡Seré bueno!
-krest... Krest... despierta.
Zaphiri le llamaba pero el castaño no respondía, comenzó a preocuparse cuando le vio dar vueltas de un lado a otro y comenzó a patalear.
Desesperado trepó a la cama y empezó a moverlo.
-krest ¡Despierta, despierta!
¡No, no, déjame...no me toques...no me toques!
¡Plaff!
Ok, está era la segunda vez que le pegaba....y se sentía un gusano por ello, la cachetada obligó al castaño a reaccionar, abrió los ojos espantado, temblando.
-Za...phiri...
El menor no tardó de salir del shock y comenzar a llorar más fuerte, Zaphiri le abrazo intentando calmar su llanto, al sentarlo en sus piernas se dió cuenta que el chico estaba mojado ¡¿Que diablos había soñado para terminar así?! Su angustia aumento al sentir un bulto en su brazo, con cuidado levantó la camisa y descubrió una venda.
-ya...calma...esta bien... cálmate.
Lo abrazo con fuerza, sobando su cabello, no sabía lo que le pasaba a su compañero, pero lo iba a averiguar...de esta noche no pasaba.
*****////
Hola.
Perdón por no actualizar antes, el trabajo no me deja.
Espero les guste el capítulo.
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