Miedo, angustia, temor, preocupación, todos esos y demás sentimientos eran los que embargaban al bicho cada que salía de su casa.

¡Estaba loco¡ ¡¿como se le había ocurrido contratar a un chico de la calle como niñero?!
¡Podría robarse a los niños!
¡Venderlos en el mercado negro o traficar sus órganos!
Y si cuando regresará no los encontraba en casa, qué tal y en ese momento Krest los estaba hurtando de su cálida y segura casita para llevarlos a no sé dónde.

-¡No, tengo que regresar, no debí dejarlos solos!

Se levantó de su asiento y tomo su saco, estaba por salir corriendo mientras decidía si llamaba a la policía para que acudieran a su hogar, pero al final se quedó parado en la puerta.

¡Esto era absurdo! Krest ya llevaba dos semanas trabajando con él...¡y nunca le había hecho nada malo a los pequeños!

Incluso su madre, con la cual ya había hablado por teléfono, le había cogido aprecio, y miren que cuando se enteró casi le arranca la cabeza por dejar a sus queridísimos nietos con un extraño, si hasta le dijo de lo que se iba a morir y le amenazó con castrarlo si le sucedía algo a sus bebés, pero inexplicablemente a las dos horas le hablo y dijo que estaba de acuerdo...😕.

La verdad es que Krest era una niñera excelente, los alimentaba y cuidaba a conciencia, incluso preparaba la cena para él, cuando llegaba los pequeños ya habían cenado, estaban limpios y listos para entrar a la cama, si bien se quedaban un rato jugando con él al final solo tenía que arroparlos y ya.

-estamos bien...digo...Krest no llego tan tarde esta vez y...y Milo estaba algo rosado ¡qué tal y no lo cambio! !¡Tengo que ir a revisar!

Y de nuevo se levantó de golpe y de nuevo se quedó parado en la puerta, sujetando el picaporte.
¡No! si Milo estaba rosado Krest le habría puesto pomada y le traería un rato sin pañal, ya antes lo había hecho...pero, y si se le olvidaba, qué tal y por estar cuidando a Ecarlate o a Kardia no le prestaba atención a su bebé.

-¡mi bichito!

La tercera es la vencida, esta vez sí cruzaría la puerta de su oficina y...
-¡EPA! ¿A dónde?

Cuando habría la puerta se encontró con su compañero y amigo, Hakurei. El peli lila venía entrando con una taza de café y un montón de papeles. Bastó con ver el ceño de su amigo para saber lo que ocurría.

-ah, y ahora por qué estás tan alterado...olvidaste decirle donde dejaste los pañales y la papilla 😂
-¡cállate! Es solo que...Milo estaba algo irritado y quiero saber si ya se mejoro.
-encerio viejo, por que mejor no lo despides y contratas a una niñera profesional, estarías más tranquilo.
-no...bueno...yo... él no ha hecho nada malo para que lo despida y...necesita el dinero.
-hay Zaphiri, hermano vas a terminar con los nervios de punta, por que mejor haces lo de siempre, llamas por teléfono y te quedas tranquilo la próxima hora hasta que te entre de nuevo lo paranoico y quieras salir corriendo otra vez.

Miró con enojo a su compañero ¡él no era ningún paranoico!...bueno...si, pero tenía que entender, una parte de él estaba aterrada que algo malo le pasará a sus hijos al dejarlos con Krest, pero otra le reclamaba que no debía de juzgar al chico antes de tiempo.

Tomo el teléfono y de dispuso a marcar, solo sería una pequeña llamada para asegurarse.

Uno, dos timbrados y la voz del cubo se escuchó.

-hola...
-Krest, soy yo...solo
-ah...😒...Zaphiri ya te dije que está todo bien, Milo no está rosado,los nenes ya comieron, en este momento Kardia está haciendo berrinche por que quiere helado y Ecarlate lo imita, yo estaba por ir al baño pero como ya pasaron los 45 minutos obligatorios entre cada llamada me tuve que aguantar para que no te de un infarto si no contestaba. Te juro que si los estoy cuidando, quieres que te pase a Kardia para que lo confirme.

Ok, ahora se sentía como un patán, el pobre chico hacia su mejor esfuerzo y él.

-no, está bien yo..
-¡papi !¡Apestosito no me da helado!
¡Quielo helado!😫
-¡totito no lado!😫
-gaguuu gaaaa( papá la porra te saluda😝)
-ya les dije que no hay😒
-¡buahh!helado😭
-¡que no hay!

Soltó un suspiro al escuchar la pelea por el teléfono, en ocasiones el castaño parecía un niño como sus hijos.

-pues la culpa es de su papá que no lo compro.. oh cierto, antes de que lo olvidé, ya no hay pañales, ni sopas, ni limón, pan y se acabó el shampoo, así como la crema y queso.
-¡¿QUE?!
-tienes que pasar a la tienda o si no ¡no hay desayuno mañana!

No lo podía creer, está bien, agradecía que el chico fuese tan buen cocinero y preparara los alimentos, odiaba admitirlo pero sus hijos comían más y no tenían que obligarlos, todo lo contrario cuando él cocinaba, tal vez el único problema era lo que Krest comía...y es que ese enano no comía
¡Tragaba!
Aún no entendía donde le cabía tanto si estaba bajito y delgado.

-ah, está bien, sabes que, en el tercer cajón de la gaveta que está en las escaleras hay un poco de dinero, tómalo y vallan a comprar lo que necesites.
-¡¿seguro?! Porque podemos esperar a que regreses.
-esta bien, después se hace más tarde o yo podría olvidarlo.
-...ok, entonces iremos por lo necesario
-mju
-oye y... ¿cuanto tiempo me das antes de que vuelvas a hablar eh?

El chico lo pregunto de forma burlona pero la verdad...le dolía un poco que Zaphiri aún no confiara en él, aunque era comprensible.

-ah...yo lo...
-esta bien, solo bromeaba.
-...si...no se tarden y cuidado en la calle.

Colgó el teléfono soltando un suspiro, podía sentir la mirada burlona de su amigo.

-y...¿todo en orden?
-ah, ya cállate.
-la verdad es que te complicas mucho la vida.
-...lo sé...
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Paso el resto del día sumido en papeles, intentando controlar su paranoia para no llamar a cada rato a su casa.

-mmm, sabe bien, donde lo compraste.

Era la hora del almuerzo pero no podían salir, por fortuna el pequeño niñero era muy atento incluso con el, tenía la manía de prepararle un lonch para que lo llevará al día siguiente.

-tienes que alimentarte mejor

Es lo que siempre le decía, pero si se alimentaba bien...vale, tal vez en ocasiones se sobre pasaba en la hora de la comida pero era por el trabajo...¡tsk! Si no fuese por que cocinaba bien lo dejaría.

Una sonrisa se formó en su rostro, hace cuanto que no llevaba comida al trabajo...mmm, ni siquiera recordaba si alguna de sus ex le había puesto el almuerzo antes, la última imagen de él llevando un toper fue cuando iba a la escuela y su madre le preparaba un rico almuerzo que era la envidia de sus amigos. Sonrió y comenzó a devorar la comida ¿Cómo le haría para que la ensalada no escurra?

-y...por cierto, la abuela que dice ¿eh?
-pues, al principio se molestó mucho y me reprendió por dejarlos con un desconocido pero...bueno bastó con que esos dos hablarán por teléfono para que se calmara... incluso le cae bien y quiere conocerlo
-¿encerio? ¡Fiuuu! Eso sí que es raro, sin ofender pero tu mamá es más desconfiada que tú, me sorprende que tú niñero le agrade.
-no eres el único...es un buen chico.
-mmm, pero pese a ello aún te da miedo dejarlo solo con los niños.

No es que le diera miedo es solo que...la vida era injusta y ya había aprendido por la mala que no se puede confiar en las personas, incluso las que se supone son las más cercanas y dicen amarte.

-y ¿como le hizo para ganarse a tus enanos?
-ah...es tan infantil como ellos, a veces siento que dejó a un niño al cuidado de otro.
-😐jajajaja! ¡De verdad estás loco!
-¡tsk! cállate!

*****----*****-----*****------*****

Tenía que confiar en el, se lo repetía una y mil veces, no era un mal sujeto, era responsable y sus hijos lo querían, tal vez algo tragón e infantil pero...

-lo siento, pero saldré tarde, me cambiaron la cita en el juzgado y...
-esta bien, me encargaré de arroparles...buena suerte.
-gracias...puedes quedarte en mi cama si lo prefieres.
-¿como?
-llegaré noche y no es buena idea que te vallas a tu "casa" a esa hora, no mal entiendas yo me quedaré en el sofá.
-no...yo...está bien, no te preocupes, eh estado en la calle toda la noche y...
-y la última vez salió mal...
-...
-...te quedas a dormir, así mañana si llegas temprano
-😣solo fueron quince minutos
-je, no importa, te quedas en la casa, usa mi cama.
-no... el sillón está bien para mi.
-¿seguro?
-si
-...entonces, nos vemos en la noche.
-si...nos vemos

Le pasó a sus hijos para que les dieras las buenas noches y después colgó.

-bueno mis bichito...hora de cenar.
-si.

Maldito calor, sentía que se estaba asando.

*****

Por desgracia el caso no hizo más que reforzar su miedo a que algo malo le pasará a sus nenes, ya que se trataba de un caso de abuso infantil donde la niñera torturaba a los pequeños. Por lo que todo el tiempo se la paso rezando para que sus nenes estuvieran bien. Al salir intento comunicarse pero Krest jamás respondió el teléfono, esto le puso de nervios...a él y a su amigo que se ofreció a llevarle ya que temía que se accidentara por ahí por ir asustado.

-¿ya?
-no, me manda al buzón...¿donde demonios están?
-cálmate, posible mente se quedaron dormidos.

Hakurei le sonreía intentando calmarlo, pero el estaba igual de preocupado por sus ahijados. Pero si ese desgraciado les hacía algo lo iba a refundir en la cárcel.

Estaban por llegar a su casa cuando se toparon con unas patrullas y una grúa, había ocurrido un accidente, un ebrio se había estampado en el poste tirando los cables de teléfono.

-bueno...eso explica el porqué no contestaba ¿verdad?
-si...creo que sí.

Detuvo el auto y Zaphiri bajo corriendo, seguido por su amigo que se encargó de recuperar las llaves, ya que el bicho las dejo pegadas; el sillón estaba vacío, subió despacio las escaleras intentando calmarse. Se asustó mucho al no encontrar a sus pequeños en sus camas, su corazón se detuvo mientras avanzaba de habitación en habitación. No podía ser cierto, Krest no se llevaría a sus hijos, el chico no era un secuestrador ¿verdad?

Mmm

Un ligero quejido lo puso alerta, provenía de su habitación, abrió de golpe para encontrarse con una escena...hermosa.

Ahí...acostados en su cama, se encontraban los niños y el cubo, parece que tenían calor ya que solo traían su ropa interior y una camisa, salvó kardia que estaba solo con sus calzoncillos, Krest abrazaba a los más chicos mientras Kardia lo abrazaba a él, a su lado, en la mesita de noche, se encontraba un par de pañales, calzoncillos, una mamila con jugo y dos vasos llenos de...suero, parece que el castaño estaba preparado para evitar que los nenes no se deshidratasen.

Una ola de alivio lo inundó, así como un poco de culpa, se sentía mal por dudar cada vez de su compañero.
Ah, tenía que dejar su paranoia o esto terminaría mal.
Saco su celular y les tomo una foto, los dejaría descansar. Cuando bajo se encontró con Hakurei en la escalera, el peli lila tenía el teléfono en la mano sin saber si llamar a la policía o no

-¿y bien?
-están dormidos en mi cuarto.
-¡uf! Entonces ¿Todo bien?
-si, todo esa bien.

Descompuso su cabello prometiendo que confiaría más en el joven.

-mmm ¡Que rico huele!
-¡Snif! Je, si, parece que Krest me dejo algo en la cocina ¿quieres cenar? Krest es muy bueno cocinando
-¡suena bien!

El moreno sonrió mientras se adentraban a la cocina, Hakurei le iba a seguir, pero antes decidió quitarse el saco ya que sentía mucho calor, planeaba dejarlo colgado en la entrada, así no lo olvidaría, camino hasta las escaleras donde residían unas perchas, topandose con un somnoliento castaño que venía bajando.

-¡Ah!...hola.
-...😐...¡Ahhhhhh, un ladrón!🔫
-¿Eh?😰

¡Mmmm, pollo a la jardinera!🤤 De verdad ese enano era un chef explendido ¿Donde habrá aprendido a cocinar así? Era raro ya que...

-¡¡¡Ladrón!!!

Se escuchó un grito y el sonido de varios golpes, Zaphiri salió espantado a ver qué pasaba.

Krest se había despertado al oír un poco de ajetreo en la planta baja, pensó que Zaphiri ya había llegado y bajó a recibirlo, por desgracia al bajar solo vio a Hakurei, esto lo asustó mucho ya que pensó que era un ladrón por lo que tomo la primera arma que encontró, la escoba, dispuesto a defender a sus niños.

-¡largue se de aquí! ¡Llamaré a la policía! ¡¡¡Ladrón, ladrón!!!
-¡ahuch! Para yo...¡ahhhhh!🍳

Cuando Zaphiri salió logró ver como el pequeño cubo molia a escobazos a su amigo, dándole uno fuerte en la entre piernas para después golpear su espalda obligandolo a caer en el suelo.

-¡Krest no!

Lo sujeto de la cintura y le alejo del pobre Hakurei. El cubo estaba por soltarle un codazo para liberarse cuando se percató que era su jefe.

-¡¿Zaphiri?!
-cálmate, es un amigo mío que invite a cenar.
-¡¿que?! ...¡UPS! Lo siento, crei que era un ladrón 😋
-ah, esta bien.
-dilo por ti, yo perdí a mis hijos😭

Lo ayudaron a pararse y le sentaron en el sofá, Krest iba a ir por un poco de hielo para sus heridas pero un grito proveniente de arriba lo asustó.

-¡¡apestosito!!
-¡Kardia!...¡Quítate!

Paso empujando a su jefe, que se fue de nalgas al suelo, mientras subía corriendo las escaleras de dos en dos.
Los adultos se miraron desconcertados antes de que Zaphiri se levantará y fuera tras él.

El bichito se había despertado al no sentir a su niñero al lado, alcanzo a oír el alborotó abajo y se asustó, por lo que empezó a gritar por ayuda mientras abrazaba con un poco de dificultad a sus hermanos.

Krest llegó corriendo y se trepó a la cama, abrazo a los niños, diciéndoles palabras cariñosas y dándoles mimos para calmarlos.

-apestosito ¿Donde estabas?😭
-ya mi bebé, es que llegó papá y fui a ver.
-¿Alguien glitaba?😨
-ya mi bichito, eran unos borrachos en la calle, pero ya se fueron
-¿Bolatos?😴
-¡¿Que?!😡
-ya mis manzanitas, vamos a dormir
-si apestosito, ya no te vallas.
-no valas totito
-¡Zzzzzzzz!😴
-no, ya no me voy, vengan, vamos a dormir.

Krest apagó la luz y se acostó a su lado, abrazándolos, poco le importaba que su jefe y amigo estuvieran abajo.

Zaphiri veía todo desde la puerta.
Bueno, ya no tenía duda de que Krest haría todo por sus nenes, tal vez si podía confiar en él.
Dejo a su niñero trabajar y bajó a atender a su amigo, de verdad esa escoba era de temer, por un momento le recordó a la terrible chancla de su madre.

Al día siguiente Zaphiri se marchó a trabajar un poco más confiado, Krest...volvió a "llegar" tarde ya que se quedó dormido te, con los pequeños a su lado que se negaban a despertar, por lo que el bicho se fue sin desayuno y almuerzo y al llegar Hakurei se negó a compartir sus provisiones en venganza de la paliza recibida la noche anterior.

Por increíble que parezca ese día solo recibió dos llamada de parte del bicho, parece que al fin empezaba a confiar en él.

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Y se acabó
Pobre Hakurei, le tocó bailar con la más fea, pero es su culpa pa' que no se anuncian.