______________.

Me sentía asfixiada. Quería zafarme de la zorra de ¿Thalia? Bah, como sea. Pero me era imposible. Hasta rompió un vaso por empujarme.

- ¡Thalia!

Yo no me equivocaba. Aun así, no tenia casi visión. Sentía que todo se movía y no tenia aire. De repente, todo se volvió negro.
*
- Amor...

Esa voz se escuchaba a lo lejos. Quise abrir mis ojos pero era imposible. Intente de nuevo y lo hice, pero volvi a cerrarlos. Me acostumbre a la luz y mire a mi lado.

- Ju.. Juan...

No tenia voz.

- Shh... No hables pequeña.

Se lo notaba destruido. Los ojos rojos, su piel lastimada, la ropa desalineada.

- ¿Que pasó?

Acarició mi cabello.

- Thalia te ahorcó... Caíste desmayada y te traje al cuarto...

Empezó a llorar. Algo grave paso.

Juan.

**Horas antes**

- ¡Thalia!

La quite de encima de ____________. Ella cayo desmayada. De inmediato, aparte a Thalia y lleve a ____________ a su habitación. Baje como rayo. En el living estaba Londoño, con Ludmila y Thalia. Pero vi que Ludmila tenia a Valen en sus brazos. Los mire enojado.

- ¿Ahora qué?

Londoño suspiró.

- Es hora de que sepas la verdad.

Quise quitarle a Valen pero lo apartó.

- ¡Dame a mi hijo!

Grite. Negó y me empujó.

- De eso venimos a hablar.

Londoño hizo que me siente en un sofá, a la Fuerza.

- ¿Que quieren?

Londoño se sentó con una sonrisa victoriosa en su rostro.

- Vine por mi hijito.

Levanto a Valen. Lo mire mas que endurecido.

- ¿Hijito? ¿Que te pasa?

Me levante y quise agarrarlo, me empujó de nuevo.

- Valentin es tu hermano.

El mundo se detuvo. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

- Pero... No... Él es mi hijo, mi bebé.

Ludmila negó divertida. La miraba con odio.

- No es tu hijo. Es tu hermano, ya lo oíste. Luis es su padre biológico

Empecé a llorar.

- Es todo, ya lo sabes. Adiós.

Agarraron sus cosas y se encaminaron a la puerta.

- ¡Valen!

Grite corriendo detrás de ellos. Cerraron la puerta y subieron a un auto.

- Valen... Valen no.

Me senté en el suelo y deje que mi mundo se cayera a pedazos.

**Actualmente...**

- ¿Que pasa, Cariño?

Solloce.

- Se llevaron a Valen.

______________ tosió. Se sentó en la cama pero la acosté de nuevo.

- ¿Quien se lo llevo?

Empezó a llorar. La abrace, dejando que me mojara con sus lágrimas.

- ¿Quien va a ser? Londoño. Pero... Eso no es lo peor.

La mire.

- Valen... Valen es...

No podía hablar.

- Es mi hermano. No es mi hijo.

Seguí llorando. ¿Como seguiría ese bebé? A mi me decía Papá y a __________ Mamá. ¿Se lo diría a Ludmila y a Londoño? Lógico, no lo haría. Se acostumbro a mi. Lo peor, es que se que va a sufrir tanto como yo. Y yo, seguramente, no podre rescatarlo de ese infierno. Es un pequeño indefenso, una criatura que tiene un destino terrible... No puedo con Esto. Me lo quitaron de los brazos, se lo llevaron y yo no hice nada. Mi pequeño... ¿Que será de mi sin él?

_______________

Los días pasaban. Había un gran vacío en la mansión desde que Valentin no esta. Juan no soporta tanto dolor. Vive encerrado, no come, no hace nada mas que llorar y cantar canciones tristes. Tampoco quiere verme, dice que necesita estar solo y lo entiendo. Sera un pequeño punto más a mi favor.
Las cosas de bebé las guarde. Juan quería dornarlas a quien lo necesite, pero se lo impedí. Quizás en un futuro sirvan. El día que tenga un bebe le va a servir.

Me vestí provocativa. Un top negro transparentoso, una falda corta roja, ropa interior de encaje negra, unas medias blancas de red y algunos accesorios. Me maquille bastante, lo suficiente para que Londoño no me reconociera. Me coloque una peluca rubia y unos zapatos altos. Ya estaba lista. En mis medias enganche el veneno y un cuchillo. Ahora si, completamente lista.

- Juan, amor, voy a salir.

- Esta bien. No vuelvas tarde.

- Tardare lo menos que pueda.

Salí afuera y me subí a un taxi. Le di la dirección del bar donde estaria Londoño y me dirigí hacia el lugar. Justamente, al bajar, estaba en la puerta.

- Pero que linda.

Le sonreí coqueta.

- ¿Cuanto?

- 500 la media hora.

Creí quenno iba a acceder. Pero si.

- Perfecto Nena. Entremos y arranquemos con esto.

Asentí temblorosa. No te queda mucho.