Capítulo 10
Juan.
La puta.
Puta de las putas.
Hija de mil puta.
Ya morí.
Ni hubiera nacido.
A la verga.
Ya valí.
¡VAMONOS A LA VERGA WEY!
- Ehh... Yo... Este...
___________ me miraba atenta, esperando mi nerviosa respuesta.
- No, al contrario.
Su rostro mostraba decepción. El mio terror y tristeza, eso seguro. Aunque intentaba mostrarme superior.
- ¿Entonces por qué se te da por besarme a cada rato?
En serio.
Ni hubiera nacido.
- Porque si.
Me aleje de ella y fui a mi escritorio. Apague la computadora, acomode los papeles y la miré.
- ¿Acaso juegas conmigo?
Te amo pendeja. ¿No te das cuenta o qué?
No respondí. Agarre mi celular y me acerque a ella.
- Vámonos, ahora.
Abrí la puerta y salí. Esperé a que ella saliera y la mire.
Que nalgas beba.
Callate estúpido.
- Julianna, puedes irte si quieres.
Ella asintió con una sonrisa. Le di una última mirada al castaño y subí al ascensor.
- ¡Juan!
Al ascensor entro Thalia corriendo. Enseguida, se colgó de mi y comenzó a llenarme de besos.
Maldito Londoño -Pensé.
- Thalia, basta ya.
Se bajo de mi. Una de sus manos fue derecho a mi bulto. La mire mal y Torcí mi mandíbula.
- ¿Cuando repetimos mi amor?
Golpee su mano, obligándola a que me suelte.
- Nunca. Ya te dije que lo nuestro no funciona.
Me dio una mirada asesina, la cual ignore. Diez minutos después, estaba en el auto junto a _____________. Ella en silencio, con la mirada pérdida. Lo único que se escuchaba era el motor De mi Sallen y el stereo. En eso, la canción "Loco" empezó a sonar en la radio. Aumente un poco el volumen, quería que ella la escuchara.
Yo nunca pensé, que el amor llegara a mi. Tanto fracase, que pensé hasta desistir. Yo nunca pense, que el amor llegara a mi. Tanto fracase, pero ahora te tengo aquí.
Ella enseguida me miró. Yo la mire y subí mi ceja.
- ¿Que?
- ¿Ese es Maluma?
Soy yo. Tonta.
Shh.
- Que se yo.
Seguí manejando. Si, soy yo ¿Y?
- Parece dedicada a alguien
- Podría ser.
A ti mi amor. Toda tuya
Callate hijo de...
- ¿Donde vamos?
- A algún lugar donde podramos hablar tranquilos
Rodó los ojos y miró hacia la ventana de nuevo. Después de un largo rato, frene en el restó. Baje, rodee el coche y le abrí la puerta.
- Esto parece carisimo
Susurró.
- Lo es. Pero es el mejor.
La empuje un poco, así caminaba. Sentí su piel erizarse ante mi contacto, ya que su blusa es abierta en la espalda.
- ¿De que quieres hablar?
Pregunto, una vez que ya habíamos pedido lo que queríamos.
- De... Tu pasado. Claro, si tu quieres. Quiero conocerte mas.
Su vista bajó.
- Esta bien.
Respire profundo.
- ¿Quien era tu novio?
Al fin me sacaría esa maldita duda.
- Se llamaba Federick. Era tres años mayor, pero aun así estaba conmigo. Mentía sobre su edad, su apariencia lo hacia verse mas pequeño.
- ¿El pelirrojo?
Levantó automáticamente su vista, conectandose con la mía. Ay no, la cague.
_______________.
- ¿Lo conocías?
Juan se había puesto pálido de nuevo
- Era el hermano de un amigo...
Él no tenia hermanos. ¿Que le pasa?
- Federick era hijo único, no se de que hablas.
- Eh... Perdón. El primo de un amigo mio. Me equivoque yo.
Trajeron lo que pedimos. Enseguida tome un poco de mi gaseosa, para intentar calmarme.
- ¿Cuantos eran en tu familia?
- Cinco... Mi Hermana, hermano y padres.
- Ah... Y... ¿Alguien mas?
- No... Mis tíos y abuelos jamas me quisieron. Por eso también quede en el sucio internado.
Comí con algo de dificultad.
- _____________... ¿Quieres continuar?
Negué con la cabeza.
- ¿Tu quieres hablarme de tu pasado?
Negó con la cabeza mientras masticaba.
- En casa mejor.
- Bien.
Terminamos de comer. Juan Luis pago la cuenta y nos fuimos.
*
- ¿Todas las noches sera lo mismo?
Un trueno me hizo apretar la almohada. Tenia miedo, mucho. No entiendo. De día hace calor, hay sol, es un día hermoso. Y de noche hace frío y con tormentas. Es horrible.
Me levante de la cama. Tome mi celular y estaba dispuesta a ir al cuarto de Juan Luis. Sabia que estaría durmiendo, así que solamente entre despacio. Su lampara estaba prendida, su cama vacía y había vidrios por todo el suelo. También un camino de sangre hasta el balcón. Corrí hasta ahí, saltando para no pisar los vidrios. Ya que estaba descalza.
- Juan...
Estaba sentado en el suelo del balcón, con los brazos chorreando sangre y empapado. No me interesó y lo entre de inmediato a la habitación. Tomé una de sus pantuflas, me las coloque. Obvio que me quedaban gigantes, aun así no me importó.
Corrí al baño, donde saque toallas y un botiquín. Fui al armario y busque un bóxer y un pantalón negro deportivo.
Fui hasta la cama de nuevo, donde quite su camiseta, la cual chorreba agua y sangre. La escurri en el suelo y la puse por sus brazos y frente. Con las toallas, seque su cuerpo, también quitando sangre. Vende sus Brazos, después de limpiar y desinfectar. Sin mirar, le saque los boxers. Aunque lo tocaba con una toalla, me asqueaba e intimidaba un poco. Lo vestí, acomodándolo en un lugar seco de su cama. Estaba inconsciente.
- Juancho, despierta. No me asustes.
Me acoste a su lado, abrazándolo. No se porqué, lloraba. No se si vive o si esta Muerto. Me asusta.
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