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Me mire en el mugroso espejo de la habitación. Cada vez peor. Mas ojeras, mis huesos se notan mas, la ropa me queda suelta. Suspire. Así nadie iba a adoptarme, asi de fea y horrible.
Tomé un pequeño peine de plástico. Lo pase por mi castaño y largo cabello. Terminé. Pase algo de corrector de ojeras de Lucia por debajo de mis ojos. Me cambie la sucia ropa y salí de la habitación. Era demasiado temprano, nadie estaba despierto.

Obvio. ¿Quien andaría solo a las 05:50 am? Nadie.

Fui con paso lento hasta la biblioteca. Entré, ya que esta abierta todo el día y noche. La puerta rechino, lo que me hizo abrirla mas despacio. Encendí la luz, Encontrándome con la limpia y ordenada biblioteca, vacía. Aquí pasaba casi todo el día desde que llegué. Leo 6 o 7 libros distintos por día. Me dirigí a la zona de libros de fantasía y continúe con mi lectura. Ayer estaba demasiado cansada para seguir así que lo marqué y lo deje.
Al rededor de las 08:40, entró Richard.

- Hola ____________.

Saludó desde el escritorio.

- Hola Richard, buenos días.

Richard era uno de mis amigos. Era un hombre de edad, unos 60. Cabello grisáceo, regordete, ojos azules y un bigote también grisáceo. Desde que llegue está aqui, es el bibliotecario. A veces viene su hijo, Axel. Es un lindo chico, pero no es lo mio. Nos llevamos bien, somos buenos amigos y alguna que otra vez salimos a pasear. Hace mucho no viene, debe estar de viaje o algo así.
Terminé el libro y lo deje en su lugar. Me había dado hambre. Salí de la biblioteca y me dirigí a la cocina. A veces ayudaba allí, me daban algunos dolares pero nada mas. Y era rara vez. Aunque no quisiera agarrar los Billetes, los dejaban en mi ropa o donde pudieran. Entré, Encontrándome con Lilian.

- Hola Lily.

- Hola princesa.

La salude con un beso en la mejilla.

- ¿Tienes galletas con chips de chocolate?

Sonrió.

- Acabo de sacarlas del horno. Supuse que vendrias así que las hornee especialmente para ti.

Le sonreí acercándome al bowl donde estaban las galletas calientes.

- Gracias Lily.

- De nada pequeña.

Tome una galleta, la sople y me la lleve a la boca.

- Están muy buenas.

Hable cuando trague. Sonrió

- Estoy haciendo mas así quedan listas para esta tarde.

Asentí.

- ¿Necesitas ayuda?

- No, gracias ____________. Esta todo bien.

Le sonreí. Agarre el bowl con galletas.

- Me voy. Nos vemos mas tarde Lily.

- Nos vemos querida.

Salí de la cocina. Fui a mi habitación de nuevo. Abrí la puerta, entre en silencio aunque era un poco en vano. Lucia y Julianna ya estaban despiertas y hablando como cotorras.

- ¡Señorita __________ (TA)!

Gritaron las dos al mismo tiempo.

- Correte hacia allá.

Juli se corrió. Me senté a su lado y deje el bowl sobre la cama. Comimos y hablamos un largo rato. El golpe seco en la puerta nos interrumpió. Dimos la señal de que entren. Por la puerta se asomó Hellen, la directora de este maldito internado. Me llamó y ordenó que la siguiera. Sin chistar, me levante y fui tras ella. Salimos al jardín. Un jardín completamente lleno de Flores que se ocurran. Jazmines, rosas, algunos cactus, flores de loto, margaritas entre otras miles. Allí había un hombre. Alto, con cuerpo bien formado, un perfecto traje azul cielo, cabello corto, labios rosados y perfectos y unos ojos verdes. Lo miré mal.

- Bien señor Londoño, ella es.

La directora me dio un pequeño empujon, haciendo que avance hacia él.

- ¿Que le parece?

Me miró. Su semblante era completamente serio, sus brazos estaban cruzados y se notaba que era un hombre de dinero.

- Genial. La llevo.

Su voz era algo gruesa y seca. Di un paso atrás, junto a Hellen.

- Los dejo para que se conozcan mientras preparo los papeles.

No entendía absolutamente nada.
El hombre se acercó a mi.

- Prepara todo lo que tengas. Aunque dudo que tengas mucho estando aquí.

Soltó una risita irónica. Lo fulmine con la mirada.

- ¿Por qué?

Me miró mal.

- Solo haz lo que te digo. A partir de hoy vas a hacer lo que diga.

Me chocó con su brazo y salió del jardín. Lo ignoré y me fui a mi habitación. Las chicas estaban ahí. Junte mis cosas. Bueno, mi poca ropa, algunos libros que ya leí mas de 10 veces y mi único brillo labial.

- Chicas... Parece que me adoptaron.

Juli y Lucia me miraron.

- Aaaw ___________, al fin sales de esta mugre.

Sonrió Lucia.

- Aunque eso no impide que te vamos a extrañar.

Juli y Lucia me abrazaron fuerte.

- Las sacare de aquí, lo prometo. -Susurré- Chicas, si no es así, ya nos vamos a contactar.

Las gemelas asintieron. Les di un ultimo abrazo.
Tome mi única maleta y salí del cuarto. Fui recorriendo con la mirada los pasillos del internado donde pase 4 horribles años. Llegue a dirección, donde el hombre me esperaba. Tomó mi maleta en sus manos y comenzó a caminar.

- Adiós señorita ____________ (TA) Que sea muy Feliz.

- Lo mismo digo, Hellen.

La odiaba. Gracias a dios no la veré nunca mas en mi maldita vida.

- Camina.

Asentí siguiendo al hombre de traje.
Llegamos a la puerta del internado, donde allí había una camioneta estacionada.

- Una Dodge Ram... Muy linda.

Me miro desentendido.

- ¿Y tu que sabes de camionetas? Si ni siquiera salias a la esquina.

Rodé los ojos. Ya me esta irritando.

- Me gusta leer. Me leí todo un libro del automotor.

Asintió. Abrió la puerta de la flamante camioneta roja. Subí. Me colocó el cinturón y cerró la puerta. Rodeo la camioneta e hizo el mismo prodecimiento que conmigo.

- Mañana te vas a levantar temprano.

Suspire molesta

- Como digas.

Creo que este tipo y yo jamás vamos a llevarnos bien. Ojala no haya sido él quien me adopto, sino otra persona distinta, que lo envió a adoptarme. Aunque no hay probabilidades de que sea así. He de decir que tiene un buen cuerpo, pero en fin. No pienso tener algo con él, jamas. Siquiera muerta.