Estaba ahí yo. Con un libro en la mano que tenía el título "En busca de mis sentimientos y emociones" más estaba mi nombre como autor.

Tenía un dedo separando el libro, la parte que ya había leído más la últimas hojas que aún faltaban, a mi alrededor solo se escuchaba una música suave de una dulce melodía de algún músico que yacía metros bajo tierra.

—¿Por qué es mejor tener sentimientos? —susurro mi niña de 6 años mirando por la ventana como la lluvia llenaba las calles de agua, le gustaba ver cómo el cielo estaba oscuro mientras los truenos sonaban muy fuerte.

Al ser tan pequeña ya tenía mucho conocimiento sobre el mundo, o sobres mis mundos de papel.

—Solo quiero ser fría —susurro nuevamente mi hija, mientras seguía mirando por la ventana, lo que veía era algo que no podía saber pero noto como sus lágrimas comienzan a caer por sus mejillas, limpiándose intenta que no lo note.

En eso solo me levanto, mirando logró ver como ella observaba a un animalito intentando escapar de la lluvia mientras la corriente lo arrastraba.

—¿Por qué no te quedaste frío, sin sentimientos o emociones? Si ellos murieran, no sentirías nada, serias inmune al dolor sentimental.

Si hubiera sido tú, no los hubiera buscado, los dejaría agonizar lentamente —dijo muy seria, dándose la vuelta, mirándome como tranquilamente observaba el hecho.

La dejo ahí saliendo a la calle, mientras mojándome todo comienzo a ayudar al perrito, era un pequeño cachorrito intentando vivir, al salvarlo de morir ahogado, lo llevo a casa, mientras lo seco, busco algo que comer para él, mientras mi hija me mira fríamente, me gustaba su miradita que ocultaba las ganas de abrazar las pequeño perrito.

—Ahora tienen un nuevo perrito —dije mientras observaba al animalito acostarse en un pequeño rincón cómodo.

En eso subo al segundo piso para poder cambiarme, mientras mi esposa dormía o eso pensaba.

—Mañana compraremos una casita para el animal —dijo con los ojos cerrados.

En eso me limito a sonreír mientras le doy un beso en la frente, ya cambiado, estando más limpio vuelvo a bajar, mientras veo que mi esposa comienza a levantarse, vuelvo a mi cómodo sofá, agarrando el libro que estaba junto una mesita que tenia una taza de café caliente, mientras el café se enfriaba lentamente digo: —¿Por qué es mejor tener sentimientos?

Su silencio llenaba la habitación.
—Piensa la respuesta —susurre haciéndole una pregunta sería a mi hija que observaba al perrito, cual aquella pregunta yo mismo respondo.

—Porque, es lo único que nos une con nuestra conciencia, porque sin ellos no podrías decirle a tu madre que la quieres mucho como lo haces cada mañana, no podrías sonreírme cada noche cuando llego a casa cansado y colores a abrazarme, mientras tu madre observa desde la puerta con una sonrisa y con ganas de comerme a besos.

»Sin ellos estarías muerta en vida como las películas de "Zombi" que tanto nos gustan, sin ellos no amaras, sonreirás, llorarás, pensaras, no vas reaccionar a las circunstancia que te depare la vida, sin ellos serias cómo Leonel —decía mientras agarraba la taza de café para tomar un poco.

—Tú eres Leonel, y me da gusto ser como tú —dijo ella mientras yo sonreí.

—Ahora responde la otra pregunta —dijo mi hija seriamente, a ella no se le escapaba una.

—¿Por qué no me quede frío o sin sentimientos y emociones? —susurré.

»Porque en el fondo de ese ser frío, algo me decía que tenia que encontrarlos, porque mientras más avanzaba encontrándolos uno por uno, sentía algo hermoso dentro mío, sentía esa necesidad de saber como llegue ahí y por que razón tenia que encontrarlos, aparte desde que vi a la Conciencia supe que me ocultaba algo a simple vista —die seriamente.

—¿Por qué razón llegaste ahí? siempre me pregunte eso mientras narrabas ¿Cuál era el motivo que empezó todo? Aparte no me haz dicho que paso después que encontraste a todos... luego de que la soledad entrará a ti, por qué no continuas y acabas —Susurró.

—¿Por qué? Quieres saber la razón por la cual llegue ahí,  por qué empezó todo —dije, dejando el café, mientras sostenía entre mis manos el libro que tenía.

—Sí —dijo, acostándose en otro sofá mas grande.

—Todo comenzó, una simple noche nublada, en una simple conversación.

» —Mira ha pasado un buen tiempo, has cambiado mucho, creo que ya es tarde para decir que nunca te deje de amar.

»Quien diría que te volverías frío, sin corazón, no tienes ya esa alma blanca de antes, aquel ser que me enamoré ya murió, y ahora ya esta negra y muerta —me dijo ella dándome un abrazo, lo cual solo me quede quieto con ganas de decir mil cosas pero no podía. Tenía a la mujer que más amaba en el mundo frente mío, quería soltar todo lo que tenía pero mis sentimientos ya estaban muertos y apenas podían moverse, en eso yo solo respondí fríamente. —Ya no puedo ser como antes, lo siento.

»Fue en ese momento qué me fui, comencé a irme, me iba dejándola ahí parada, simplemente ya no quería hablar, pero mi corazón sintió un latido hermoso cuando ella dijo —¿Por qué no dices nada? No te das cuenta te amo y este año me enamore muy fuerte de ti —. en su voz se sentía la tristeza.

»—Me amas cuando yo no sé si te amo —respondí cuando en el fondo sabia con certeza que estaba enamorado de ella desde casi una década, desde más antes que supiera que era amor, en eso ella solo responde: —Ojala te mueras como este sentimiento que acabas que matar. En eso yo exclamó: —Matamos—, mientras me iba por la calles dejándola sola sin volcar hacia atrás, por las calles mi Conciencia gritaba.

»"Estúpido vuelve, no sabes que daño te haces a ti mismo, nos matas cada vez más con tus estúpidas decisiones, vuelve a luchar no te rindas, tu no..." decía mi conciencia, mientras el clima cambiaba, la lluvia comenzó a caer, el agua de cada gota comenzó a correr por mi cuerpo, hasta que de la nada me entra valentía y ganas de volver para decirle lo poco que siento

»Mientras volvía corriendo bajo la lluvia, hasta donde estaba ella, sin saber porque lo hacia, mientras sentía que algo dentro de mi cambiaba, era una energía que surgía en mi sin razón.

»En una simple calle mis ojos y cuerpo son alumbrados por una luz, me quede tieso mirando, esperando mi fin, algo que quería pero no pronto, mientras una lágrima salía de mi, se mezclaba con la lluvia, al ver que mi muerte llegaba.

»Era un auto, un camión, no sé que era pero algo a toda velocidad venia hacia mi —termine de decir.

—¡Espera papá! Eso es real —dijo mi hija con una cara sorprendida.

—Si, muy real —solo susurré.

—Tuviste un accidente por volver a ver a una chica, ¿¡Estás bien papá!? —decía mientras se acercaba a mi preocupada.

—Si, todo comenzó por esa chica —susurré poniendo mi mano en su cabeza.

—¡Esta bien!, ahora captó un poco más —dijo con una sonrisa— ahora continua... quiero saber que paso en el libro después de encontrar a todos tus sentimientos —termino de decir mientras yo continuaba con la lectura.