Mi Conciencia...
Todos dicen que cuando uno muere, se les pasa los recuerdos por la cabeza los malos como buenos, yo no sé si estoy muerto pero en un instante veo pasar toda mi corta vida por mis ojos, es como si mi alma se fuera por unos momentos, como si se borrara mi historia desde el presente hasta el pasado.
Veo nada más que oscuridad y como me acerco a la luz o la luz se acerca a mi... veo esa luz al final del túnel.
Veo a la gente más cercana de mi alejándose, dejándome solo, tendido en una cama pero: —¿Por qué se van, si yo los quiero? —intentaba decir pero ya es tarde, en ese instante cierro los ojos, 《Creo que ya me voy de este mundo cruel y sin sentido》, pensé esperando mi fin...
Pero alguien me llama a lo lejos, no me deja ir de este mundo, escuchó una voz, una y otra vez.
—Despierta Leonel, despierta soy tu Conciencia —escucho una voz de chica, era una voz muy dulce, angelical pero la escuchaba ya que seguía sin ver nada, intento abrir los ojos lentamente, veo una luz cual con al pasar de los segundos se va haciendo más suave.
Al tener los ojos abiertos, veo un conejo blanco parado delante de mí, 《Esto es lo que hay detrás de la luz del túnel》, pienso, pero después un pequeño dolor en mi cabeza comienza cual luego se va dejándome muy confundido.
—¿Tú eres mi conciencia? debo estar en un sueño, eres un lindo y adorable conejo —decía hablándole al conejo, mientras lo agarraba, tenia su pelaje tan suave.
—No me digas lindo conejo, soy chica mocoso —habla el conejito en un tono molesto, en eso me caigo hacia atrás, por el simple hecho de que un animal pudiera haber dicho algo, se me hace extraño, aunque algo pasaba en mi, como si estuviera vacío, no sentía nada, ese pequeño asombro en unos segundos desapareció, parecía más un acto de costumbre que un asombro real, me queda callado por un momento.
—¿Qué? —apenas pude mencionar esa palabra, 《No es común que un conejo hable》, pensé mientras miraba al conejo blanco con una cara de curiosidad cual desaparece en instante igual— ¿Hablas? ¿Eres una chica? Estoy algo como se dice perdido, si mi lógica no me falla los animales no hablan —dije, no entendía nada, pero luego sale una luz del cuerpo del pequeño conejo, dejándome ciego por unos instantes, transformándose en una linda chica de cabello negro con ojos claros, muy hermosa sin duda.
Estando encima mío aparta un poco de cabello que tapaba su rostro, para luego decir tiernamente: —¿Y ahora Leonel? ¿Me veo como una chica linda? —definitivamente tenia una hermosa voz, tan linda que se sentía algo familiar para mis oídos cual esa sensación también desaparece.
—Si ahora si —dije, hasta mi expresión de baboso al tener una chica encima mío desapareció al instante de sentir cuyo sentimiento.
—¡Que serio eres!—expresa en eso me mira a los ojos— No, disculpa olvide decirte que estas muerto, que tus sentimientos y emociones se escaparon de ti mismo, por eso no sientes miedo, alegría, tristeza, dolor y muchas cosas más —decía mientras movía su mano— Yo soy tu conciencia —añadió agarrándome el rostro, aun así fue muy directa a decir que estaba muerto, pero no hago ni un gesto, me levanto mientras ella se apartaba de arriba mío.
—No te entendí nada, es obvio que esto es un sueño, no estoy muerto, me voy a dar un pellizco y despertaré vas a ver que funcionara —digo intentando darme un pellizco, pero no siento nada, en eso veo a la señorita mi supuesta "Conciencia" que agarra una roca y me la lanza a la cabeza, con una gran fuerza que me hace caer al suelo otra vez, por un instante siendo dolor cual también desaparece, estando en el suelo mientras cae un liquido rojizo de mi frente o sangre nada más.
—¡Auch...! Eso me debió doler —pero no dolió más que en un instante— espera no sentí nada ¿Qué pasa? —dije sangrando pero en ese justo momento comienzo a recuperarme, la herida se me cura cerrándose, pero la sangre sequía ahí afuera de mi piel.
—Ya te dije, no tienes sentimientos menos emociones, eres un cuerpo sin nada, creo que también perdiste tu cerebro —susurró mí Conciencia agarrando mi cabeza para ver si tenia cerebro.
—Si supuestamente estoy muerto, también perdí mis emociones, llegando a la conclusión, ¿Qué tengo que hacer para recuperarlas? —digo mientras me levantaba.
—Buscar a todos uno por uno, cuando tengas todos tu sentimientos y emociones podrán volver a tu cuerpo con tus recuerdos, así tendrás la llave de como salir de aquí —dijo ella, dándome pequeños golpes en mi pecho con su dedo.
—¿A dónde vamos? —dije, quería pasar el tiempo hasta averiguar del lugar dónde estaba.
—No lo sé, tú creaste este mundo para ellos, tú lo conoces mejor que nadie más, para ser sincera contigo, yo igual que tú recién acabo de llegar a éste lugar —respondió ella. Aun lo veía increíble que este en lo que parecía mi imaginación, y cerca de mí este mi Conciencia.
—¿Cuándo cree esto? — pregunté en eso ella me mira y dice: —En realidad no sé cuando fue, pero fuiste tú con el sentimiento de la Imaginación y la Creatividad —respondió ella mientras miraba a su alrededor.
—¿No son lo mismos?, que con distintos nombres —hago nuevamente una pregunta.
—No, uno imagina, el otro lo crea, también buscaremos tu cerebro —respondió, volviendo a mirar mi cabeza con una sonrisa linda, pero yo la miraba indiferente aunque en esa indiferencia todavía seguía sintiendo que su sonrisa era familiar.
—Ya, entonces busquemos a esos dos sentimientos para que nos ayuden a ubicarnos y encontrar a los demás —digo mientras intentaba sonreír pero no funcionaba, se me hacia tan difícil hacer esa mueca.
—¡Tonto! —expreso agarrándome la mejilla, las tocaba con sus manos suaves algo frías, o sería mi impresión— me gusta tu idea, entonces vamos a ir a buscar a esos dos sentimientos pero mañana en la mañana, porque no tarda en anochecer —dice ella mientras comienza a mirar al cielo, se veía normal aunque no había un sol que lo iluminará, había luz pero no una fuente de donde proviniera.
Al final, notó una luz rojiza al horizonte, no se distinguía si fuera el sol pero era una luz así que suponía que lo era, así no me sentía más loco.
—tengo una pregunta más ¿Qué haces tú aquí? O ¿En que me ayudas? —pregunte pero mi conciencia se hizo la que no escucho, me ignoro por completo.
—Hagamos un campamento para dormir esta noche, luego te cuento todo lo que quieras —su voz mostraba un sentimiento que no podía describir, algo me ocultaba o algo no me había dado cuenta, y tal vez no lo haría. Desde ese instante comenzó a esquivarme, hizo una pequeña fogata, acomodo unas gigantescas hojas en el suelo para que me acostará, pero de la nada rugió mi estómago como si no hubiera comido en días, ella sonríe, esa maldita sonrisa que me hacía sentir en paz, de la nada se va caminando, decido seguirla hasta que llegamos a un gigantesco campo de frutas, una simple manzana era de mi tamaño, me sentía pequeño, muy pequeño cada vez.
—Hiciste las frutas y verduras de un gran tamaño porque deseabas que alcanzaran para todos en tu mundo real —susurró mientras cortaba un pedazo de la fruta, el tamaño suficiente para que entrará en mis manos, al comerlo calmo mi hambre en un simple instante.
En eso decidimos volver al campamento, para poder dormir, ya estando cómodos le hago una pregunta:—¿Por qué tienes forma de mujer? Si se supone que mi conciencia debe ser igual que yo —digo en eso ella me mira y responde —Bueno... eso es fácil, soy una chica porque tú quieres, siempre fui chica aunque cambie de otro ser, igual seré una chica porque tú quieres.
Así comencé a preguntarle cosas y mientras ella hablaba mis ojos se cerraban.
—Maldito demonio ya estas dormido, si supieras... —dice acercándose a mi, yo estando de espalda ella comienza a acariciar mi cabello, mientras yo me mantenía con los ojos cerrados pero despierto —Sabes, soy tu Conciencia desde que naciste, desde la primera vez que abriste tus ojos yo existo, nacimos juntos, tengo tu misma edad aunque soy más sabia, soy esa pequeña voz que te dice que hacer, aunque a veces me equivoque de decisión correcta pero hago o hacia todo para que tú estés mejor.
》Soy esa voz de tus sentimientos y emociones, ellos siempre estaban conmigo, yo te animaba en todo momento, esos momentos de Felicidad, los momento de la Tristeza, momentos de Ira, momentos de odios, durante cualquier momento siempre te acompañaba, durante los años fui cambiando de forma, pero siempre estaba aquí, cambiaba de nombre pero siempre estaba a tu lado, las formas que cambiaba eran las más hermosas que pudiste crear, yo nací y crecí gracias a ti, siempre tuve forma de lo que tu más quieres en este mundo, aunque no me conoces bien, yo a ti si, siempre hablaba por tus sentimientos, creo que soy un intermediario de tu mundo real, a su mundo imaginario de ellos, pero siempre ten en cuenta que soy yo, quien te cuida más que nadie, mientras más sentimientos utilizas más tiempo estoy contigo —la escuche hasta quedar dormido, fue muy lindo todo lo que dijo, aun así ignorar era lo mejor por ahora, tenía preguntas sin repuesta y quiero que el tiempo me las de.
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