Mientras en otro lugar cerca de donde estamos todos sin saber estaba sucediendo algo, estaba la Mentira, la Intriga en busca de algo.

—Te digo que mis ayudantes dijeron que el estaba cerca de aquí —Decía la intriga muy intrigada y tenia mucha prisa.

—Yo sé que era para el otro lado —dijo la mentira , obviamente era mentira ya que no sabia dónde era.

Mientras iban caminando, ambas escuchan a una chica gritando auxilio. Ellas se miran, estaban dudando si era verdad lo que escuchaban, mientras más caminaban más fuerte se escuchaba.

—¡Ayuda! Alguien puede escucharme —gritaba la curiosidad. 

—¿Estas bien?, ¿Cómo te caíste? ¡dime…! ¡dime…! ¡dime…! —Dijo la intriga, comenzó a intrigar, a hacerse ideas de que hacía ahí, hasta logro pensar que alguien de maldad la había empujado.

—Es que estaba caminando, por este lugar buscando al buscador, luego escuche un ruido y me caí aquí por curiosa, ya llevo unas horas gritando —dijo la curiosidad. Tenía la garganta lastimada de tanto gritar, estaba sucia por el polvo.

—¡Ah...! —Solo dijo la intriga, luego se quedo callada intrigando en su mente.

—Mentira, ve a buscar ayuda o me quedare aquí para siempre —le dice la curiosidad a la mentira, ya que la intriga no haría nada.

—Para que si a mi no me importa lo que te pase, mejor me voy y no volveré —dijo la mentira claramente era mentira todo lo que dijo, luego se va corriendo a buscar ayuda mientras la curiosidad deseaba que encuentre a alguien rápido.

Mientras tanto yo descansaba bajo un árbol, esperando que mis sentimientos terminen de  deshacer  el campamento que estaba cerca.

La noche anterior me había dormido sin escuchar por completo al triunfo ni a la envidia. Así que al despertar me dijeron que me contarían lo que debían decirme bajo las estrellas.

Mientras descansaba ambos se me acercan, me comienzan contar sus sentimientos antes de salir a seguir buscando.

—Soy el Triunfo un sentimiento que te da cuando consigues o ganas algo que siempre quisiste —hablaba el Triunfo muy feliz.

»Yo nunca pierdo, simplemente no me gusta, mi meta es siempre ganar y triunfar sin importar las personas que lastime, soy un sentimientos o emoción poco conocido, mayormente usado sin que se den cuenta.

»Nacido cuando tú ganaste tu primer premio, cuando cumpliste tu primer meta, cuando te comenzó a gustar las felicitaciones.

»A pesar de ser un triunfador, no tengo amigos, porque para mi todo es una competencia y si los tengo mayormente mi ego los lastima, les causa daño a pesar de todo comprendí que no todo en el mundo se gana por triunfo si no con otras cosas.

»El mejor logro de los seres humanos es la amistad aunque es poco valorado, aunque yo poco lo valoro —termino con un suspiro el Triunfo.

En eso la envidia abraza al triunfo susurrándole lo mucho que lo quería.

»Soy la Envidia ese sentimiento que te da cuando no consigues algo que querías y otra persona lo tiene, soy ese sentimiento de querer algo que no tienes, envidio muchas cosas que te faltan entre ellos pueden ser sentimientos.

»Muchas personas me odian por ser la Envidia, que tiene de malo ser de vez en cuando querer algo que no es tuyo, si solo quiero ganar una vez o tener aquello que me falta —luego le entra un aire de tristeza. Mientras le salían unas lágrimas continua diciendo.

»Que tiene de malo querer algo, algo que no tengo, aunque soy la Envidia solo quería un triunfo en la vida.

»Y lo conseguí, le gané al triunfo en ser querido por ti. Envidie el cielo cuando tenia la tierra, envidie amor cuando tenia una amistad, envidie unos labios cuando ya tenia unos brazos.

»La envidia es buena siempre aunque sea tomada como mala, tú me enseñaste a envidiar todo entre ello amarme.

»Porque para que envidiar amor si no me amo, me enseñaste que yo estoy primero aunque entre tú y yo, la mejor Envidia del mundo es envidiar lo que de Sabiduría.

Luego los dejo solo, debía alistarme para salir, mientras tanto que ellos hablaban yo con los demás nos alistábamos para salir, era extraño, si esto era un sueño parecía muy realista, dormía, a veces sentía cansancio, comía o me daba hambre aunque no mucha, cuando me bañaba el agua se secaba muy rápido, el viento era neutro aunque sentía el aire, llovía pero las gotas no mojaban mi ropa, el sol no calentaba mucho, no sudaba aunque si sentía calor por algunas cosas, como cuando estuve e el volcán.

Mientras pensaba en ese mismo momento ese acerca una chica vestida de un color plateado con cabello blanco y unos ojos claros, se acerca corriendo algo sucia, cansada y al aparecer algo lastimada.

—Hola, tú por favor no me ayudes, no me sigas, ni te apresures —dijo. Ella esperaba que lo siga, ya que todo lo que dice es mentira, pero yo no entendía.

—¿Que cosa? no entendí, ¿Quieres qué no te siga? —dije confundido mirándola.

—No, entiendes, no me sigas, no necesitó ayuda —dijo la mentira desesperada.

—¡Bueno! no te seguiré, y ¿Tú eres un sentimiento mío? —dije, cambiando de tema. Ella viendo que nunca la iba a entender me agarra la amo, hablándome o obligándome a seguirla, me lleva de la mano, pero yo seguía confundido.

En eso sin darme cuenta, los demás sentimientos también corrían detrás mío, me seguían pensando que alguien me secuestraba.

—Quiero que me ayudes, mi casa se esta quemando, y una amiga esta atrapada —dijo la Mentira, mintiendo una mentira piadosa.

—Ya entendí estas alterada por esa situación , apresuremos para llegar rápido —dije agarrado más fuerte su mano y corriendo junto con ella, llegando donde estaba la mi muchacha  “Curiosidad”.

Pero no había ningún incendio, estaba todo normal, solo veo un hoyo donde había una chica, mientras otra solo observaba.

—Me engañaste ¿Por qué no me dijiste que tu amiga se cayó a un pozo y necesitabas ayuda? —dije, aunque igual necesitaba ayuda la chica que estaba en ese hueco grande.

—Porque es la mentira, siempre miente pero eso no es importante ahora, solo quiero que me saques, pero antes ¿Quien eres tú? Nunca te había visto —dijo la curiosidad una chica con vestimenta rosa y cabello del mismo color igual que los ojos. Estaba muy pensativa y con curiosidad de quién era yo.

—Yo soy Leonel, voy a bajar para subirte —susurro, luego busco una ramas fuertes más algunos pedazos de tronco.

—¿Para qué es eso? —dijo la intriga, una chica de cabello verde, vestimenta y ojos del mismo tono.

—Mira y veras —dije, luego salté al pozo con todo lo encontrado, ya en aquél agujero grande en el suelo, comienzo a clavar las ramas el la tierra haciendo una escalera para que suba la Curiosidad.

La Intriga quedo intrigada, la mentira no quiso decir nada por que seria mentira.

Luego de que salimos ambos, llegan los demás cansados.

—¡Gracias! te estábamos buscando para acompañarte, como muchos lo hacen, también tenía curiosidad para ver cómo eras —dijo la curiosidad abrazándome. — Mi buscador has vuelto —añadió susurrándome en el oído.

—Yo no te buscaba —dice la mentira con lágrimas, no podía creerlo estaba junto mío y la intriga no dijo nada, estaba intrigada nada más.

—¿Dónde estabas? me tenias preocupada —dijo la Conciencia, recién llegando, estaba siguiendo las huellas de los demás.

—Estaba salvando a una chica de un incendio —dijo pero era mentira, la verdad me observa sabiendo que no decía la verdad,

Luego me quedo con intriga por que había mentido y comenzando mi curiosidad para saber más de mis sentimientos y emociones.

La Verdad ve a su hermana mayor la Mentira, luego la abraza.

—¡Te odio hermano! —dijo la mentira.

—¡Yo igual te quiero! —dijo la verdad

—¡Odio que me imiten! —expreso el odio luego se fue al campamento.

la curiosidad se pone a observar quien más había , la intriga solo se sienta intrigando y así aunque mi curiosidad se caiga, me quede con intriga , casi siempre una mentira me ayudara.