Capitulo 28.
Cuando llegamos al hotel, mi papá se fue directo a su computadora, y me mandó a dormir. Él siempre está trabajando en eso y me molesta porque yo quiero jugar con él, y no tengo sueño.
***
"Te amo, mi dulce angelito."
"Yo también te amo mucho, mami."
"Oye, ya casi tienes cinco años." Me hizo cosquillas y comencé a reír fuerte tratando de tomar sus brazos. "¿Cómo quieres celebrar tu cumpleaños?" Sonrió, juntando sus manos con entusiasmo.
"Con papá." Su sonrisa se desvaneció, y suspiró profundo.
"Ya hemos hablado sobre eso, ángel. Papá tiene una vida muy ocupada... Pero nos divertiremos juntas, como siempre." Ella sonrió, con esa hermosa sonrisa que tiene.
"¡¡BARBARA!! ¿DÓNDE MIERDA ESTÁ MI COMIDA?" Mi mamá dio un salto fuera de mi cama, respirando muy rápido. Yo comencé a llorar al verla tan asustada. "¡Eres la mujer más inútil que existe! Yo me sudo el culo trabajando, ¿y tú pretendes que llegaré a MI casa a cocinar mi propia comida? ¡Pues no!"
Mi mamá se inclinó hacia mí, y limpió mis lágrimas con su pulgar.
"Todo va a estar bien mi amor, mamá va a estar bien... No sientas miedo." Trató de calmarme.
"¿Dónde estás pequeña zorra? ¡VEN AQUÍ!" Me estremecí.
"Cubre tus oídos como te enseñé. No llores, duerme cariño, todo va a estar bien. Pronto irás con tu papá. Tú estarás bien." Metió una mano en su bolsillo y sacó un papel. "Gina, tienes que buscarlo, prometelo." Asentí con la cabeza, tomando el papel. "Nunca pierdas ese papel, jamás se lo muestres a nadie." Volví a asentir. "Te amo bebé, eres lo más importante en mi vida. La razón de mi felicidad, lo sabes ¿verdad? No quiero dejarte, pero..." Comenzó a llorar mientras los gritos furiosos de ese hombre aumentaban. "Cubre tus oídos, hazlo. No quiero que escuches nada."
Hice lo que me pidió, cubriendo mis oídos con mis manos. Mi mamá se acercó para darme un beso, pero una patada en la puerta la interrumpió, y él entró en mi habitación, con un palo en sus manos. Me asusté mucho y comencé a llorar cuando tomó a mi mamá por el cabello y la arrastró fuera de la habitación. Me cubrí con la manta hasta la cabeza, sin dejar de cubrirme los oídos, temblando de miedo y llorando.
Ahora él vendrá por mí. Viene por mí, y mamá no regresa para cuidarme. ¿Dónde está mamá? No he vuelto a verla en una semana. Pasé mi cumpleaños sola con él, y ni siquiera tuve pastel. Él ni siquiera me dijo feliz cumpleaños. ¿Mamá olvidó mi cumpleaños? Ella nunca lo olvida. Quiero que vuelva.
"Gina." Él me miró con esa mirada terrorífica, y mi piel se puso de gallina. "Es hora de irnos."
***
"¡¡PAPÁ!!" Grité, abriendo los ojos y notando que estoy en otra habitación, y todo está oscuro. Las lágrimas salen de mis ojos como una cascada, sin poder detenerlas.
"¿GINA?" La puerta de la habitación se abrió y me cubrí hasta la cabeza.
"¡VETE! TÚ ERES MALO." Grité.
"Hey... Sólo soy yo, soy papá. ¿Tuviste pesadillas?" Aparté la manta de mi cara cuando escuché su dulce voz. "Ya estoy aquí." Mi papá se sentó a mi lado. "Todo está bien, linda. Ningún monstruo vendrá a atacarte." Me abrazó fuerte y yo le devolví el abrazo sin dejar de llorar.
"N-no fue una pesadilla." Hablé entre sollozos, aferrándome más a él.
"¿Entonces que fue?"
"Un recuerdo feo. Mamá murió ese día..." Escondí la cabeza en su pecho. Mi papá acaricia mi espalda mientras me abraza.
"Oh... Bueno, ya no lo recuerdes. Estás bien ahora, estás conmigo." Negué con la cabeza. Yo sé que él vendrá por mí en cualquier momento y tengo mucho miedo. No quiero que me lleve.
"No me dejes sola. Tengo mucho miedo."
"Tranquila, no me iré. ¿Quieres que duerma contigo?" Asentí con la cabeza. "Bien, dormiré contigo, pero no sigas llorando. Me duele verte llorar." Besó mi cabeza. "No sigas recordando ese día, cierra los ojos y duerme."
Cerré los ojos sin soltar a mi papá, respirando el olor de su perfume, lo cual me tranquilizó.
_
Desperté en la mañana y vi a mi papá durmiendo a mi lado. Él durmió con la misma ropa que llevó al teatro, estaba trabajando durante la noche y luego lo llamé asustada para dormir con él, y por lo visto no volvió a levantarse, ya que amaneció con la misma ropa. Él es muy bueno y lo quiero mucho.
Me quedé despierta viéndolo dormir, hasta que abrió los ojos.
"¡Hey! Es tarde. ¿Olvidaste despertarme con tu técnica de los párpados?" Solté una risita y él sonrió. "Hoy iremos a la playa. Quiero pasar el día entero contigo y también te enseñaré a surfear." Se puso de pie.
"Eso suena divertido." Me levanté de la cama para seguirlo.
"Lo será. Tengo tiempo sin ir a la playa, pero quiero llevarte para que disfrutes del mar y te diviertas mucho."
Me lavé la boca y me cambié la ropa, llevando un traje de baños que me compró mi papá el día que salimos de compra. Es un traje bastante raro, me cubre de los pies hasta el cuello, y es de lycra. Después de ponérmelo me encontré con mi papá en la sala. Él tiene dos enormes tablas de surf en sus brazos.
"Mírate, ya pareces una surfista profesional." Dijo sonriendo en mi dirección. Le devolví la sonrisa.
"¿Dónde está tu traje?" Él se subió la camisa, mostrando el traje que lleva debajo. "¿También tengo que ponerme una ropa encima?" Pregunté.
"Solo si tú quieres. Pero no es necesario. ¿Estás emocionada?" Asentí con la cabeza. "Entonces vamos." Tomé su mano y caminamos juntos fuera de la casa.
Viajamos en su carro convertible y me permitió controlar la música. Sin dudarlo coloqué todas las canciones de su banda. Él lucía un poco incómodo con mi elección de música, pero no dijo nada. Pude reconocer cuatro voces, excepto una. Amo esa banda, aunque no me sé las letras de las canciones, pero cuando las escucho recuerdo a todos mis papás, y me hace feliz escuchar sus voces, me tranquiliza mucho.
El viaje fue largo, aunque mi papá iba a una velocidad máxima. Cuando finalmente detuvo el carro en un estacionamiento al lado de una playa, me fijé que no había ningún carro además del nuestro.
Bajamos del carro y un chico joven se acercó a nosotros, corriendo.
"Buenos días, señor Payne." Estiró su mano hacia mi papá.
"Hola Mike. Ella es mi hija, Gina. Vino aquí para aprender a surfear." El chico también estiró su mano hacia mí y yo la estreche.
"Eso es excelente. ¿Quieres que la enseñe a surfear?" Mi papá negó con la cabeza.
"Quiero hacerlo yo. No te ofendas Mike, pero quiero que mi hija aprenda del mejor surfista." El chico comenzó a reír.
"Comprendo. Bien, disfruten el día, está muy soleado hoy, y hay olas buenas."
"Gracias Mike, te llamaré si necesito algo." El chico asintió con la cabeza y se retiró.
Me quedé observando la playa de lejos, al igual que mi papá.
"¿Por qué no hay más personas?" Pregunté.
"Es una playa privada. Vengo aquí cuando estoy muy estresado por algo. Es mi pasatiempo favorito, además del boxeo. Sé que te gustará tanto como a mí, después de todo eres mi hija." Respondió sonriendo.
"¿También me enseñarás a boxear?" Él soltó una carcajada.
"Por supuesto, puedo enseñarte defensa personal. Pero no debes usarlo en el colegio." Fruncí el ceño.
"Yo no voy al colegio."
"Pero pronto irás, buscaré el mejor colegio para ti." Sacó las tablas del carro y nos dirigimos hacia la playa. "También elegí esta playa porque tiene olas pequeñas, y tú eres principiante así que es perfecta para aprender a surfear."
Cuando llegamos a la orilla de la playa, mi papá dejó las tablas sobre la arena, y se quitó la ropa para quedar en el traje de lycra.
"Bien, primero te voy a enseñar las técnicas básicas fuera del agua. Luego vamos a practicar dentro del agua, y veremos como lo haces sola." Asentí con la cabeza. "Tú usarás la tabla de principiantes. Es la tabla más gruesa, con punta redonda, es una tabla segura, y te será más fácil ponerte de pie y equilibrarte. Tampoco tiene mucho peso, úsala. Yo usaré mi tabla profesional."
Él se puso de pie sobre su tabla, y yo lo imité, subiéndome sobre la tabla más gruesa.
"Primero debes tumbarte boca abajo, observame." Él se acostó sobre la tabla y yo hice lo mismo. "Debes remar con tus brazos para impulsarte en el agua." Comenzó a mover sus brazos, y seguí todos sus movimientos levantando arena. "Cuando veas una ola, intenta levantarte. Sube un poco la cabeza, y arquea la espalda, mueve tus piernas hacia adelante contra tu pecho, las rodillas sobre la tabla para impulsarte, luego saca un pie adelante y el otro atrás, y manten tus manos sobre la tabla. Cuando tengas esa posición, levantate y estira los brazos. Flexiona las rodillas cuando estés de pie, manten la espalda recta, e intenta mantener el equilibrio con tus brazos. Los pies siempre deben ir uno detrás del otro, en el centro de la tabla para no voltearte."
Él hacia los movimientos mientras me explicaba y yo trataba de recordar todo y seguir sus pasos.
"Va de nuevo. Ahora hazlo tú sola mientras yo te indico lo que debes hacer. Acuestate." Hice lo que me pidió. "Ahora rema con tus brazos como si estuvieras en el agua. Bien. Ahora intenta levantarte como te enseñé, levanta la cabeza y mueve las piernas hacia tu pecho, inclinate hacia adelante con tus manos y usa tus pies. No Gina." Negó con la cabeza. "Un pie adelante y el otro atrás... No tan juntos, separa los pies. Ahora estira los brazos y flexiona las rodillas. Ya lo tienes, ahora hazlo sola."
Lo repetí unas cuantas veces, y cuando finalmente lo conseguí él aplaudió.
"Excelente, ya estás lista para entrar al agua." Abrí los ojos con sorpresa.
"Yo no sé nadar. No quiero ahogarme." Él levantó una ceja.
"Eso tiene solución. ¡MIKE! Necesito flotadores." Gritó.
"Enseguida los busco, señor Payne." El chico que está sentado en el puesto de salvavidas, tomó dos flotadores de color rojo y luego corrió hacia nosotros. Mi papá los recibió.
"Gracias Mike."
"A su orden." Volvió a su lugar. Mi papá se arrodilló frente a mí.
"Aquí, con estos flotadores no podrás ahogarte nunca, te mantendrán flotando si caes al agua." Me colocó uno en cada brazo, muy ajustados. "Ahora estás lista." Se puso de pie.
Él tomó mi tabla y caminó hacia la playa, yo lo seguí, hasta que el agua me llegó al cuello y los flotadores me elevaron. Sonreí y comencé a remar con mis brazos siguiendo a mi papá.
"¿Estás bien?" Preguntó, girándose en mi dirección.
"Si, ya puedo nadar." Él sonrió.
"Déjame subirte en la tabla." Me sostuvo por debajo de mis brazos y me subió en la tabla, sentada. "¿Te gusta la vista?"
"Es bellísimo.... ¡Allá está Mike! HOLA MIKE." Saludé con mi mano, y él me devolvió el saludo. Mi papá soltó una risita.
"Hora de surfear." Me acosté en la tabla antes de que él me lo pidiera. "Eres toda una aprendiz." Sonreí orgullosa. "Yo me quedaré aquí observándote, si caes sólo debes nadar hacia la tabla, yo te alcanzaré." Asentí con la cabeza. "Debes ponerte de pie y dejarte arrastrar por las olas hasta llegar a la orilla, intenta no caerte."
Comencé a remar con mis brazos, acostada en la tabla, y seguí los pasos que aprendí en la arena. Intenté ponerme de pie sobre la tabla, pero me caí en los seis intentos.
"¡Lo tienes! Ahora ponte de pie, tú puedes hacerlo. Separa los pies y manten el equilibrio." Mi papá ahora está fuera del agua junto con Mike, apoyándome desde la orilla. "Tú puedes, vamos."
Suspiré profundo y me incliné hacia adelante, soltando la tabla. Separé los pies, uno detrás del otro y abrí los brazos.
"¡LO ESTÁS LOGRANDO!" Sonreí emocionada. Estoy surfeando. "¡BIEN HECHO GINA! WOOOW SIGUE ASÍ." No quise levantar la cabeza para mirar a mi papá, por miedo a caerme. "¡YA CASI ESTÁS EN LA ORILLA, NENA! ¡ESA ES MI HIJA!"
Cuando llegué a la orilla, mi papá me recibió, muy emocionado corriendo hacia mí.
"Eres la mejor." Me cargó en sus brazos, dándome vueltas en el aire. "Estoy muy orgulloso. Lo hiciste perfecto."
"¿Me viste? ¡Llegué hasta la orilla sin caerme!"
"Claro que te vi, ¡estuviste genial! Mike también te vio, y le dio pena porque lo hiciste mejor que él en sus veinte años." Observé a Mike y él soltó una carcajada.
"Es verdad, lo hiciste mejor que yo." Dijo cruzándose de brazos.
"Gracias." Sonreí.
"Ahora hagámoslo juntos. ¿Quieres surfear conmigo?" Preguntó mi papá.
"SIII"
"Excelente, traeré mi tabla."
Él es un surfista profesional, me impresioné cuando lo vi surfear. Hace muchas maniobras y saltos con su tabla, es sorprendente. Nos divertimos mucho surfeando juntos, mi papá no dejó de reír en ningún momento, y yo no volví a caerme de la tabla.
Pasamos toda la tarde en la playa, y luego mi papá me llevó a Nando's para comer algo.
"¿Quieres pollo?" Preguntó mi papá, yo negué con la cabeza.
"No me gusta el pollo. Quiero nuggets." Él frunció el ceño.
"Eso es pollo. Creí que dijiste que no te gustaba el pollo."
"No es pollo, son nuggets. ¿Lo ves? Tienen nombres diferentes, no es lo mismo." Él puso los ojos en blanco.
"Bien, tú ganas." Se giró hacia la ventana para hablar por la bocina del auto servicio. "Quiero dos raciones de nuggets... Y dos helados de chocolate." Sonreí, él leyó mi mente.
Retiramos la comida por la ventanilla, y me comí todo con rapidez. Tenía mucha hambre y adoro los nuggets. Mi papá comió despacio porque no puede conducir y comer al mismo tiempo.
"Gina, mi helado se va a derretir, tendrás que acercarlo a mi boca." Su helado de barquilla está chorreando. Así que lo acerqué a su boca sin previo aviso, manchándolo.
"Opss."
"Muchas gracias, también necesitaba helado facial." Solté una risita cuando él sacó su lengua para tratar de limpiarse. "Tendrás que ser más delicada para la próxima."
Lo volví a acercar a su boca con más cuidado, él acercó su cabeza cuando retrocedí el helado. Cuando estaba a punto de comer, yo lo alejaba de su boca.
"¡Oh vamos! Eso no es justo." Se quejó y comencé a reír.
"Bien."
~*~
La niña se durmió a mitad del camino, provocándole ternura a Liam. Se había dormido con las dos cajas de nuggets sobre sus piernas, y el vaso de refresco vacío en su mano. Era una imagen muy adorable, y Liam no quiso despertarla cuando llegaron al hotel, así que decidió llamar a su fiel amigo Andy, para que lo ayudara a bajar las tablas de surf.
Liam cargó a Gina en sus brazos, de la manera que cargaría a un bebé, y caminó hacia la entrada de su hotel. Cuando llegaron a su casa, llevó a la niña directo a su habitación para depositarla en su cama y cubrirla con una manta. Andy observó todo desde el marco de la puerta.
"Hey Andy, ya descubrí algo bueno sobre la paternidad." Dijo Liam saliendo de la habitación y cerrando la puerta.
"¿Ah sí? ¿Que cosa?"
"Es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida." Dijo con una gran sonrisa.
"Vaya... Eso fue un descubrimiento gigante." Liam asintió con la cabeza.
"Siempre lo supe, pero ahora ya lo confirmé. Gina es lo mejor que me ha pasado en la vida. No sabes cuanto nos divertimos hoy, fue lo máximo, y ella es igual a mí. Le encantó surfear. Se divirtió como nunca, y yo me divertí el doble."
"Estoy feliz por ti, al menos Gina ha cambiado tu manera aburrida de ver la vida." Liam frunció el ceño, pero luego sonrió inconscientemente.
"Lo sé. Ahora muchas cosas tienen sentido. Ella ha mejorado mi vida, y yo espero poder mejorar la suya."
"Lo harás. Claro que lo harás."
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Holaaa :D ¿Que les pareció el capítulo? Espero que lo hayan disfrutado Liam girls ❤
Capítulo dedicado a:
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No pondré meta esta vez, voten si les gustó el capítulo \o/ besos x
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