6 - Mi hijo...
Después de unos minutos, los enfermeros llevaron al bebé a su zona, donde lo mantendrían vigilado, ya que no se debía de descartar que había nacido antes de tiempo y le tenían que tener cuidado.
— Jisung hiciste un buen trabajo, ahora debes de centrarte en descansar, recuerda que tu hijo nació mucho antes de lo previsto.
— Gracias por acompañarme, y realmente lo siento, no fue mi intención que faltara a la celebración por mi culpa.
Él castaño sonrió y negó rápidamente.
— ¿Qué dices? ¿Desde cuándo aquí una celebración es más importante que dos vidas? No debes de pensar en eso, además ya hablé con mis familiares así que todo está bien descuida.
Jisung asintió débilmente.
— Oh por cierto, ¿ya pensaste en un nombre para tu hijo?
— ...Sí. — Jisung asintió con un poco de tristeza. — Yo... quería llamarlo como su padre... —contestó con sinceridad.
Por un momento había olvidado que era al esposo de ese padre a quien estaba diciendo esas palabras.
Él castaño lo miró confundido, ¿no Jisung era un padre soltero?
— Pero, ahora cambié de opinión, lo llamaré Kyung... "belleza y brillo"
— ...Es un nombre maravilloso. — dijo a lo que el otro asintió.
— Jisung, quería preguntar si quieres una enfermera a tu servicio estos meses cruciales, según me has dicho vives solo, y no podrás lidiar con todo tu solo.
— ¿Cree que sea necesario?
— ¡Por supuesto! Incluso deberías tener a una persona que se encargará de los deberes de la casa mientras, y si no conoces a alguien puedo contratarla para ti, eres alguien de cuidado y estos servicios los puedo cubrir yo por decir gracias a tus servicios estos meses.
— Creo que ya lo he molestado demasiado, no es necesario-
— ¡Claro que no! Eres el mejor trabajador que he tenido hasta ahora, además un embarazo no se puede tomar a la ligera.
— ...
Al día siguiente el castaño volvió a la empresa y para su sorpresa, al entrar a su oficina se encontró en su escritorio al alfa que lo miró con seriedad al principio, pero después su mirada se suavizó.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó.
— Mi puesta de sol... — caminó hacia él y lo abrazó cálidamente enterrando su cabeza en su hombro.
— ¿Qué ocurre? — el castaño tocó sus cabellos con gentileza.
— No es nada, simplemente quise venir.
— Entiendo. — sonrío.
— Por cierto, ¿no tiene secretario? Es muy temprano aún, pero no vi a ninguno.
— Oh, no es eso, si tengo lo que pasa es que ahora no puede trabajar, pero hoy mismo vendrá que trabajará en su lugar mientras.
— Oh...
— ¿Y tú? ¿Encontraste uno bueno? Recuerdo que me dijiste que tenías uno que renunció y que era muy bueno.
— Sí... pero, no he vuelto a tener uno tan bueno como él...
— Parece que lo extrañas. — soltó una carcajada.
— ...
— Realmente creo que te puedo comprender, ahora es el primer día que tendré a otro en el lugar del nuevo que tenía, y realmente creo que empiezo a extrañarlo.
— Claro. — sonrió.
De pronto la sonrisa de Minho se borró, a lo que el castaño frunció el ceño.
— ¿Ocurre algo? — preguntó.
— Yo... simplemente recordé algo.
— ¿Algo? ¿un mal momento?
— N-no... fue un lindo momento.
— ¿Ah enserio?
Minho volvió a sonreír al ver la curiosidad que tenía el omega.
— ¿Celos? — enarcó una ceja riendo.
— ¡Por supuesto que no! Si es que acaso estás pensando en otro omega yo mismo le agradecería que te llevara.
Minho lo miró ofendido.
— Mira no vaya a empezar con tu drama, mejor hablemos de cómo encontrarte un buen secretario lo antes posible.
— No hay necesidad.
— ¡¿No acabas de decir que no tenías uno bueno?!
— Sí, pero como ya me interesé en el suyo no habrá ningún un problema si me lo llevo ¿o sí?
— ¡Ja! ¡estás loco, jamás cambiaría a Jisung por otro!
—¿Enserio no me lo dará? — Minho detuvo su habla y frunciendo el ceño miró al omega. —¿Jisung?
— Así se llama mi secretario.
— ¿C-cuál es su apellido?
— Han. — respondió. — ¿Por?
— ...¿M-me puede dar su expediente?
— ¿Qué te pasa? ¡estás pálido?
— Por favor lo necesito. — pidió con desesperación.
— ...
El castaño ya no siguió cuestionando y se dirigió a su escritorio de donde sacó este y se lo alcanzó.
Lee Minho rápidamente lo tomó y cuando miró este su mundo se detuvo.
Era él, ¡era él!
— Me tengo que ir. — este salió apresurado de la oficina.
— ¡Espera! ¡¿dónde crees que vas?
— Necesito la dirección de esta persona.
— ¿Para qué?
— N-no puedo explicar justo ahora, pero es realmente importante.
— ¡Ni lo pienses! ¡Ese chico acaba de dar a luz y no está para recibir a locos como tú en su hogar! Así como estás de alterado cualquiera se asustaría y él no puede experimentar ese tipo de emociones ahora.
— ...¿Q-qué? ¿E-él.... Acaba de...
Desde que Han Jisung llegó a trabajar jamás mencionó un embarazo, y tampoco él sintió un cambio en su aroma, y habían pasado ocho meses desde que él se fue, ¿eso significar que...
Jisung había dado a luz a su hijo...
— Me tengo que ir. — esta vez salió sin mirar atrás.
— ¡Tú!
Lee Minho llegó a la dirección que estaba escrita en el expediente, y urgido salió del auto para dirigirse a la casa, la cual era humilde.
Subió las escaleras para llegar a ella y tocó el timbre la puerta.
No podía creerlo, ¡no podía creerlo!
Finalmente después de tanto...
Sentía los momentos eternos, la puerta no se abría y estaba sudando frío.
Estaba demasiado nervioso, estaba por tocar por segunda vez pero esta finalmente se abrió.
Dejando ver a un hermoso omega de cabellos negros cual noche y una belleza increíble, quería llorar, pues también pudo ver que este cargaba en sus brazos con delicadeza a una bolita envuelta en sábanas blancas.
A su hijo...
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