Un sonido estridente se escuchó, varias personas se voltearon a mirar de dónde venía dicho ruido sin embargo continuaron con su camino al notar que nuevamente era el rubio en sus prácticas, la pequeña Hyemin observaba a su hermano fijamente, le encantaba ver a Jimin desarrollar su don. El joven a tan temprana edad se había convertido en el mejor guerrero del rey por su buena agilidad en el combate. La niña desconocía su pasado, no sabía quién era su padre o madre, el único conocimiento que tenía es que Jimin era su hermano mayor y él estaba para cuidarla. De repente un grito de celebración por parte del mayor la saco de sus pensamientos percatandose de gran figura de hielo que poco después se cristalizó hasta volverse copos de nieve.

—Increible —murmuro asombrada la menor.
—¡Lo logré, Hyemin, lo logre! —grito eufórico abrazando a la rubia quien correspondio a la muestra de cariño del mayor.

El don de Jimin al igual que el de Hyemin era controlar el agua pero desde hacía tiempo el joven se había empeñado en desarrollarlo a fondo hasta que finalmente había logrado que el agua se endureciera hasta ser netamente hielo. Hyemin miraba con admiración a su hermano, a pesar de su edad era él quien velaba por ella, por su salud, sus estudios y crianza, la pequeña quería esforzarse de tal manera que cuando creciera pudiera ayudar a su hermano y no causarle tantas preocupaciones, demostrarle que ella también podría velar por el cuidado de él.

Una lastima que el destino se encargará de que no pudiera permitirle cumplir ese deseo.

La joven abrió sus ojos lentamente regresando a la realidad y suspiro al darse cuenta que nuevamente había soñado con su hermano como venía haciendo desde hace tiempo. Sin prisa alguna se sentó apoyando su espalda en el respaldo de la cama pensando en que tenía que vivir otro día más sin la presencia de Jimin. Tocaron la habitación y tras dar el paso entro una joven con una bandeja llena de comida depositándola sobre la cama para poco después irse y la rubia miro con amargura el alimento. Odiaba estar en ese sitio que no era su hogar rodeada de gente que no era de su mismo tipo, el único que aparentemente estaba conforme con la idea era TaeHyung sin embargo, este ya le había confesado que si pudiera se iría de ahí, ella también deseaba irse de aquel lugar pero no con el principe. Hyemin desde lo más profundo de su corazón deseaba regresar a Diamond Kingdom y recuperar su vida no ser una fugitiva buscada por los de su propio hogar pero ya no había más remedio, no le quedaba más opción de aprender a vivir en estas circunstancias y adaptarse para poder sobrevivir.

Solo era cuestión de tiempo.

—¡De nuevo! —vocifero Min Yoongi alzando una determinada cantidad de flechas mandolas en dirección al príncipe quien las golpeaba con su espada y otras las esquivaba.

Así solía ser todos los días, TaeHyung siempre entrenaba con JungKook y los días que este estaba de turno era Yoongi quien se encargaba personalmente pero como era de esperarse este no haría ni el más mínimo movimiento, siempre optaría por usar su don. En un descuido una flecha rozó el brazo de Kim causandole un corte teniendo por consecuencia que este siseara del dolor no obstante eso no lo detuvo de seguir en lo suyo, con su arma golpeó las flechas velozmente desviandolas de su trayectoria y poco a poco fue abriéndose paso hacia Min, el mencionado frunció el entrecejo percibiendo esto por lo que sutilmente fue alzando una flecha a espaldas del de cabello blanquecino y de un movimiento preciso la envío, sintiendo esto el principe logro hacerse a un lado a tiempo esquivandola exitosamente por lo que el pálido detuvo el objeto justo cuando ya estaba rozando su propia naríz.

—¿Acaso querías matarme? —cuestiono de mal humor.

—No —la flecha cayó al suelo— solo era una inocente prueba la cual usted paso, su majestad, claro, esperaba que usará su don del viento y no que lo esquivará —comento sin mucha importancia rascando su nariz.

TaeHyung sentía que a este paso su cordura terminaría siendo nula, uno se le insinuaba constantemente y el otro le hería sin importarle si él perdía la vida en el proceso.

»sin embargo, bien hecho —le felicito con honestidad— ya era hora que hiciera algo más que solo recibir palizas por parte de JungKookie, aunque me sentiré realmente orgulloso cuando algún día logre vencerlo, buena suerte con ello —dice sonriéndole con burla sabiendo lo mucho que le molestaba ese a tema al principe.

El albino resoplo al recordar sus derrotas por culpa del jóven insolente, a estas alturas ya todos tenían claro que el anhelo de TaeHyung era vencer a Jeon.

La rubia por su parte observo como el anterior mencionado se alejaba del campo de entrenamiento, se notaba bastante la frustración en el rostro del jóven al ser seguidamente molestado con ese tema pero Hyemin optaba por no opinar ya que no era asunto suyo, aunque TaeHyung no lo notará ella si se había percatado del cambio de este, desde que había empezado a entrenar con Min y el otro chico había mejorado en bastantes aspectos, ahora era más ágil y fuerte y se podía decir que dominaba mejor ambos dones cosa por lo que solía quejarse antes cuando tenía conocimiento de uno de estos alegaba que era inútil a la hora del combate.

—¿Nos vamos? —pregunto de imprevisto Jiwoo sacándola de sus pensamientos.

Ese día la azabache tenía libre por lo que era JungKook quien estaba cumpliendo el turno de vigilancia tal y como la noche que los atrapó cuando llegaron a Chrome Empire. Dándole un último vistazo al sitio se dió la vuelta dedicándole su atención a la mayor, quien había sido la única persona con la que mantenía una relación cercana a una amistad después de TaeHyung.

—Si, vámonos ya.

...

TaeHyung respiro profundamente apretando el puño sintiendo ardor en la herida. Una vez finalizado el entrenamiento de ese día había ido a la enfermeria del castillo y ahora le estaban curando en dónde daño la flecha sin embargo el roce del algodón lleno de alcohol causaba una reacción dolorosa en su cuerpo. Sintiendo lastima por el principe la enfermera soplo en la herida para luego proceder a vendar la zona procurando no hacerle daño, ya listo el vendaje Kim agradeció a la joven seguido de salir del sitio para dirigirse a su habitación.

—¡Principe Kim! —le llamo alguien a sus espaldas.

Al reconocer la voz, TaeHyung se giró en dirección al rey quien le sonrió amablemente para luego hacerle una seña para que se acercará por lo que el albino no lo dudo y fue hasta él haciendo una reverencia a lo que Namjoon negó.

—Ya le he dicho que no es necesario tanto formalismo, principe, ambos somos de la realeza.

—sin embargo usted sigue siendo el rey, le sigo debiendo respeto y aún más por permitirme dormir bajo su techo —el azabache hizo gesto con la mano restándole importancia.

—Yah, dejemos de lado el tema, acompáñame, deseo mostrarte algo.

En el tiempo que TaeHyung había estado viviendo en el castillo de Kim Namjoon, había podido notar que era un hombre de tranquilo que le gustaba disfrutar desde una buena fiesta hasta una simple lectura por la tarde. Namjoon es un Rey querido por su pueblo, por su inteligencia a la hora de resolver conflictos y por su mente abierta ante las peticiones de su pueblo a tal grado que todos podían vivir como se les plazca sin temor a que alguien le juzgue por ser incorrecto, una manera de vivir muy diferente a la de Diamond Kingdom. TaeHyung no tenía problema alguno con su método de reinado no obstante seguía pensando que a veces, demasiada libertad y poca disciplina no trae buenas consecuencias, ejemplo de ellos son las constantes peleas que se desarrollan diariamente entre su propia gente solo porque uno quería hacer algo y la otra persona no, lo cual los llevaba a luchar y en pocas ocasiones terminaba en muerte sin embargo, este hecho parecía ser bastante común por lo cual no le tomaban importancia.

Tras conversar un rato llegaron a la biblioteca real, el principe se preguntó si el rey deseaba su compañía en una lectura más esa idea quedó descartada cuando llegaron al final del pasillo y Nam movió un libro para poco después producirse un sonido y como resultado el estante de libros se moviera lo suficiente para dar paso a un pasillo secreto, TaeHyung abrió su boca en una "o" por el descubrimiento, quiso decir algo al respecto pero Namjoon lo silencio tras una sutil seña indicándole que guardara silencio y lo siguiera. Al haber atravesado el estante este regreso a su sitio, el rey por su parte tomo una antorcha encendiendo el fuego en esta iluminando su camino, estuvieron caminando unos minutos en silencio hasta que llegaron a un pequeño despacho el cual se notaba que no visitaban hace años, en este había un escritorio con algunos libros apilados sobre este, más atrás estaba una repisa llena de más libros, a la derecha del escritorio se hallaba una vela la cual al igual que la antorcha, fue encendida y la anterior mencionada fue dejada en la pared apoyada sobre su respectiva base.

—Bienvenido, principe TaeHyung, siéntete libre de tomar asiento —dijo señalandole la silla que se hallaba frente al escritorio para posteriormente sentarse en su asiento.

TaeHyung optó por imitar sus acciones.

—¿Que es este lugar, su majestad? —indago sin dejar de mirar a su alrededor.

— Es algo así como mi oficina personal, dónde puedo trabajar sin que nadie me molesté o interrumpa, lejos de oídos curiosos. Te he traído aquí para que conversemos de algo de suma importancia —Tae asintió— vale, hablemos sobre el conflicto en tu reino.

—Creo que ya le he contado todo ¿Que otro detalle podría necesitar? —inquirio confuso.

—Quisiera que me hablaras de tu collar ¿Sabes su significado?

El principe llevo su mano a su pecho tocando la joya sobre la tela y a su mente llegó el recuerdo de la noche que Namjoon los descubrió y el rostro consternado de este al ver el collar. Dio un suave apretón a la piedra preciosa antes de dirigir su mirada a su acompañante antes de negar.

—Para mi no es más que un simple regalo de mi padre, una pequeña reliquia familiar —explico brevemente— sin embargo, sospecho que usted conoce más de la historia ¿No es así?

—Estas en lo correcto, verás TaeHyung, yo conozco a SeokJin, tu padre, nos conocimos cuando éramos más jóvenes, Diamond Kingdom y Chrome Empire solían ser reinos aliados en ese entonces y ambos pueblos convivían en armonía a pesar de las diferencias de costumbres y tradiciones en ambos lugares —narra en lo que acomoda los libros sobre el escritorio— los dos éramos muy amigos ¿Sabes? Entrenábamos juntos, cabalgamos en caballo y prácticabamos arquería, yo no era muy bueno pero a Jin le encantaba presumir sus dotes en esa actividad sin embargo yo tomaba la delantera en cuanto a la lucha de espadas.

TaeHyung observo fijamente al rey, este sonreía con un aire nostálgico sin despegar la mirada de los libros, se veía ido como si en su mente estuviera viviendo los recuerdos de su juventud nuevamente y el principe llegó a la conclusión que entre Namjoon y su padre eran más cercanos de lo que parece no obstante, a su mente llegó la duda, si eran tan unidos y ambos reinos convivían ¿Que sucedió para que todo eso cambiará? ¿Que fue lo que los llevo a romper esa amistad?

—Entonces... ¿Que sucedió? —decidio preguntar— ¿Porque se alejaron? —Namjoon suspiro negando.

—Kim Hyung Joong sucedió, tu abuelo es una persona más peligrosa de lo que parece TaeHyung, alguien de pensamientos macabros, Hyung Joong esta obsesionado con experimentar y buscar la mismisima perfección, en su momento no lo noté porque era joven e ingenuo pero tu abuelo tomo de mi sangre y la de SeokJin, en ese entonces nos dijo que era porque ambos poseiamos dones poderosos y quería preservarlos como un "recuerdo" —el azabache suelta una risa amarga— no me di cuenta hasta más tarde que estaba experimentando con nuestra sangre, mi padre se enteró de esto y no dudo en cortar lazos con Diamond Kingdom por nuestra propia seguridad, desde entonces ha sido de esta forma.

TaeHyung entrelazó sus dedos analizando sus palabras y lo contado sobre su abuelo sintiendo una repentina curiosidad por lo anterior mencionado.

—¿A qué se refiere con... Experimentos? —indago temiendo por lo que pudiese contarle.

—No es un secreto para los reinos que los ciudadanos de Daimon Kingdom y Chrome Empire somos superiores al ser humano común, fuimos bendecidos con dones sobrenaturales. Es normal que alguien desarrollará curiosidad por saber el origen de éstos, no conozco mucho de lo que tu abuelo hizo, sin embargo lo único que se es que estaba interesado en llevar nuestros dones más allá de su propio límite.

—Sigo sin entender que tiene que ver con lo sucedido, majestad ¿Que tengo que ver yo con ese asunto? ¿Tiene eso relación con lo que me hicieron a mi? Y también el collar ¿Que tiene de especial? Son muchas preguntas y pocas respuestas —Llevo su diestra a su blanquecino cabello halando suavemente de este junto a un mohin en sus labios pensando en alguna explicación para todo.

Namjoon parecía conocer parte de la historia y motivos de su abuelo no obstante, eso no le ayudaba a aclarar sus dudas. Observando el semblante frustrado del albino el rey suspiro, deseaba poder darle más información al príncipe sin embargo no podía al no saber muchos detalles.

—Escucha TaeHyung, sé que ahora te parece confuso, pero confía en mí, haré todo lo que pueda para ayudarte. Tienes dudas con respecto al collar ¿Verdad? —el menor asiente— Ese collar tiene un secreto, lo que te ha dicho SeokJin sobre de ser una reliquia familiar no debe ser cierto. Recuerdo que antes de que mi padre decidiera cortar lazos con Hyung Joong, Jin me pidió que sí algo llegará a pasarle hiciera todo lo posible por cuidar el collar más nunca me quiso decir el porque.

Inconscientemente llevo su mano nuevamente hasta la piedra preciosa ¿Que tendría de especial una simple joya y porque al final su padre había decidido entregarle el collar al él cuando le había pedido al Rey Namjoon que lo cuidara? ¿Tendría eso relación con los actos cometidos por su abuelo? TaeHyung pensó que había una gran probabilidad de que así fuera, de que su padre supiera de los experimentos de Hyung Joong y hubiera hecho algo que a este no le agradará.

—Si es así ¿Que podría hacer? Tal vez mi abuelo tenga conocimiento sobre el collar que nosostros no tengamos si es así, significa que por ningún motivo debo regresar a mi reino ahora —Namjoon se colocó de pie por lo que TaeHyung le imitó siguiendo sus pasos, el rey apagó la vela y tomo nuevamente la antorcha caminando de regreso.

—Lo mejor que podemos hacer ahora es que te mantengas oculto hasta encontrar una solución, tal vez si pudiera encontrarme con SeokJin yo podría hablar con él sin dar detalles de tú presencia en mi castillo y poder saber que es lo que está sucediendo realmente.

TaeHyung pensó que ese plan podría funcionar, podrían saber que es lo que sucede realmente porque desde el punto que fuera de dónde se mirara todo apuntaba a que Hyung Joong lo había inculpado con todo el propósito de deshacerse de él pero ¿Porque? Eso es lo que él quería saber ¿su capacidad para cambiar de dones realmente era un fenómeno de la naturaleza o había otro motivo oculto del porque él fuera así? Con lo que Namjoon había relatado TaeHyung empezó a sospechar del orígen de éstos, no quería que esa posibilidad fuera cierta pero no le hallaba otra explicación medianamente lógica a su caso.

Quiso conversar con él rey sobre las posibilidades del cual podrían ser su origen no obstante, su corazón se aceleró fuertemente al sentir un estruendo que fue capaz de sacudir el suelo provocando que tuviera que sujetarse del muro al perder el equilibrio y sus nervios se hicieron presentes al pensar la razón de ésto.

Caminando por el bosque Hyemin y Jiwoo conversaban de temas triviales cuando los ojos de la rubia captaron una roca enorme prendida en llamas volar en dirección al castillo hasta impactarse contra esté y su rostro palideció al saber que podría significar eso. A su alrededor caballeros montando a caballo aparecieron dejándolas acorraladas y Jiwoo saco su espada colocando a la doncella detrás suyo a modo de protección, mirando por encima del hombro de la chica Hyemin pudo dislumbrar una figura acercarse sobre su caballo y tragó saliva al reconocer al hombre de sonrisa petulante frente a ellas.

Los habían encontrado