Música en multimedia: Craig Worries - Marcelo Zarvos.

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Hay una dimensión desconocida para el noventa y siete por ciento del planeta. Hay personas específicas que nacen con el don, y sólo ellas son capaces de entrar y salir.

Hay cuadros, pinturas que si son lo suficientemente grandes para cruzar aunque sea gateando, se pueden usar como puerta a tal dimensión, por este tres por ciento de personas.

Si entraras, verías una especie de mercado gigante, el mercado más grande que te puedas imaginar, con lonas y lonas más allá de la vista. Todas estas lonas, tienen dentro una pintura sobre el piso.

Sí, pensarás tú quizá; yo sé, que eso es absurdo. ¿Un cuadro en el piso? Pues no es uno cualquiera. Cada persona de esta dimensión al cumplir la mayoría de edad pintan su propio cuadro, porque aquél que pinten será su portal personal, para entrar a su hogar. Mientras estas personas sean menores, viven con sus padres, pero ya que tienen su propio portal, nadie puede entrar a menos de que sea un cónyuge o un hijo del individuo, o que le concedan permiso.

Alisya era na porting, y estaba a dos años de pintar su portal, así que practicaba su magia con su mejor amiga Dyna. Estaba haciendo las bufandas y prendas que su madre tenía en exhibición en su lona levitar, para enredarlas en al aire, cuando vio a Mark pasar a su lado evidentemente dirigiéndose a la lona de su padre, que quedaba de camino... y entonces perdió la concentración y las prendas cayeron al suelo. Él volteó la mirada y al verla levantó las cejas dándose cuenta de que era ella, y se le iluminó el rostro con una sonrisa.

-Hola Alisya, -dijo acercándose a ella- ¿no te vio nadie del exterior entrando, verdad? Tienes que mostrarme pronto qué pintura es la que usas para entrar.

Alisya rió suavemente, nerviosa. -N-no Mark, no me vio nadie, y ya te dije que lo haré, pero aún no.

Desde que Alisya había empezado a gustar de Mark, conforme pasaba tiempo con él por breve que fuera, por pocas palabras que intercambiaran, se creaba ilusiones. Y conforme sus ilusiones crecieron, se creó una meta inconsciente; tan pronto como se aclarara el porvenir entre ellos, le mostraría el portal especial que usaba en la primera dimensión, para pasar a la segunda dónde vivían. Muchos de los jóvenes que iban a estudiar a una escuela de la primera dimensión, regresaban por la misma pintura, pero a ella le gustaba hacerlo más especial y escogió un cuadro que encontró e hizo suyo. Por ese cuadro ella salía y regresaba, pero nadie, ni Dyna, sabía cuál era, y Mark quería saberlo desde que se dio cuenta de que ella se iba por su cuenta.

De hecho, la primera vez que él le había dirigido la palabra, había sido para preguntarle eso, y Alisya desde entonces lo había ocultado aún más para seguir teniendo una manera de hacerle seguir hablándole, para preguntarle.

Por eso, Alisya sigue respondiéndole negativamente cada vez que le pregunta, y sólo le mostraría lo que quería cuando viera si había o no oportunidad de algo con él.

-De acuerdo. Bueno, si quieres hacer algo, alguna vez, conmigo... lo que sea, sólo dímelo, ¿sí?

-Aaah... s-sí, claro, yo te -se acomodó el cabello-... digo.

-De acuerdo -él sonrió más ampliamente-, nos vemos entonces... por ahí.

-Sip.

Ya Mark estaba lejos, y Alisya seguía observándolo hasta que nota la mirada de Dyna.

-¿Qué? -preguntó encogiendo los hombros.

-Nada, nada -respondió Dyna, y Alisya la empujó. -Sólo acompáñame a donde mi madre, ¿sí? Y ya te dejo en paz.

Alisya sólo se rió y asintió, empezando a caminar en la misma dirección en que Mark se había ido, porque la lona con el portal de la madre de Dyna, estaba unas lonas adelante de la de él.

Cuando iban pasando por la lona de Mark, Alisya volteó a verla para ver si había vista de él, pero no vio a nadie. O eso creyó.

-Mark te gusta mucho, y se nota. Creo que tú también le gustas a él -dijo Dyna, y Alisya niega.

-No lo creo.

* * *

Unas lonas antes de llegar a su destino, para dejar a Dyna, Alisya empezó a caminar en reversa, pero no eran órdenes que ella daba a su cuerpo. Dyna volteó a verla al darse cuenta y frunció el ceño.

-¿Qué haces c-... caminando en reversa, Ali?

-¡No lo hago! Creo que alguien me está obligando, ¡porque yo te juro que no estoy yendo en reversa!

Dyna frunció aún más el ceño. -¿Quién podría estar obligándote?

-No lo sé, pero por favor ven conmigo -pidió Ali, y entonces se giró, o mejor dicho la giraron, y siguió caminando regresando por el camino que habían tomado, ya no en reversa.

-Claro -dijo Dyna y le alcanzó el paso. Ambas siguieron caminando, Dyna siguiendo a Alisya.

Cuando llegaron a la lona de Mark, Alisya entró y entonces Dyna sonrió de lado.

-Mmh, creo que Mark te está haciendo venir, no sabía que él era así de atrevido.

-Oh, no -dijo Ali con pánico, tomando la mano de su amiga.

-Oh, sí, suéltame porque vas a ir.

-No, espera, no creo que sea Mark. En primera, él simplemente no haría eso, y en segunda, no podría. Nadie de nuestra edad aprende a hacer eso aún. No podemos controlar otro cuerpo, él no puede, así que no es él. Estoy segura.

-Entonces... debe ser su padre -afirmó Dyna con comprensión, y ambas se miraron con el ceño fruncido y los ojos más abiertos de lo normal, porque el Señor Iago no era conocido sino era por actitud cerrada, misteriosa, y mirada penetrante; no era una persona muy simpática que digamos, como lo era su hijo.

-Por favor, tienes que venir conmigo -rogó Ali.

Dyna asintió. -S-sí, voy contigo -dijo tomando su mano fuertemente.

-No me sueltes.

Si a una persona se le concede el paso a un portal, esa persona no puede entrar si está agarrada de la mano de otra que no tiene permiso, así que si Iago no le concedía permiso a Dyna para entrar, pero quería que Ali lo hiciera, no podía si no dejaba a Dyna entrar también.

Y lo hizo, porque eventualmente ambas fueron empujadas a pisar el portal y entrar al hogar de Iago y su hijo.

Ambas admiraron el lugar obligadas a seguir caminando, hasta que entraron a una sala de estar de paredes blancas y muebles grises, donde sobre un sillón individual estaba sentado Iago con una pierna cruzada sobre la otra y una mano recargada sobre esta. Miraba a Alisya fijamente mientras las obligaba a sentarse en el sillón frente a él, sin despegar la mirada en ningún momento.

Una vez sentadas y libres de moverse, ambas inmediatamente se pusieron en pie buscando salir de ahí, pero fueron obligadas a volver a sentarse, y vieron que era imposible.

-Dyna, tú eres libre de irte si quieres -le dijo Iago con su voz profunda y rotunda, dirigiéndole la mirada brevemente.

-No me iré sin Alisya -afirmó Dyna con convicción.

-Bien, como quieras -volvió a mirar a Alisya unos segundos y la saludó de manera neutral, llamándola por su nombre-. Alisya.

-¿Qué hago aquí, señor Iago?

-Escuché que gustas de mi hijo.

El corazón de Alisya empezó a latir nerviosamente. Situación incómoda en la que se encontraba...

-Eeeeh...

Él no la dejó terminar. Se puso en pie y cruzando los brazos empezó a caminar de un lado a otro.

-Así que crees que puedes entrar a su vida, entrar a nuestra familia y reemplazar a la única mujer que alguna vez hubo entre nosotros.

A pesar de lo sobresaltada que Ali estaba, sonrió de lado una sonrisa oculta.

Así que de eso se trata. -E-e... él es agradable, sí...

Iago negó. -Sabes a lo que me refiero. Deja de mentir.

-¿Por qué importa tanto?

-Es mi hijo. Sólo ha habido una mujer en nuestras vidas y esa fue su madre, no puedes esperar reemplazar su lugar cómo la siguiente mujer, estamos bien por nuestra cuenta y él no necesita distracciones como tú en estos momentos, ni en algún momento cercano.

Alista sonrió comprensiva. -Señor Iago, él simplemente me gusta, yo nunca tuve la intención de reemplazar a su esposa. Estoy segura de que era una gran mujer.

»Además, ¡por Dios, ni siquiera yo tengo la certeza de lo que voy a hacer con mi inclinación ante Mark! No sé si yo también le guste, si tengo posibilidad, ni nada. Todavía no tengo la más remota idea de como proceder con mis sentimientos hacia él y ya tengo al padre paranoico sobre mí...

Alisya ya no hablaba con nadie sino con ella misma.

Iago empezó a reír a rienda suelta, con una mano sobre el estómago. Ali y Dyna compartieron una mirada de extrañeza y lo observaron hasta que él suspiró y volvió a abrir los ojos para dirigirlos hacia ella, ahora su mirada menos dura, más parecida a la de Mark.

E increíblemente, le sonrió, una comisura más alzada que la otra. La miraba... burlonamente, pero de una manera positiva.

-Me agradas, Alisya, te pido disculpas -soltó una risita más-. Toma mi palabra cuando te digo que tú también le gustas a Mark. Eso es todo, pueden irse si quieren.

El corazón de Alisya estaba palpitando confusamente, y no se percataba de que tenía la boca abierta.

Dyna con un ademán le llamó la atención para apurarla a levantarse y así irse de ahí, y ella lo hizo lentamente, un poco vacilante.

La voz de Iago la detuvo a medio paso de nuevo. -Ten cuidado con mi hijo o acabaré contigo.

Ella volteó a verlo y asintió vagamente, él la miró serio pero un instante después soltó otra risa y ellas siguieron su camino, hasta subir las escaleras que llevaban al techo, donde estaba la pintura que las sacaría de allí.

Por fin pudo respirar debidamente.

-Qué loco -dijo Dyna.

-Y que lo digas.

Ambas salieron de la lona y entonces ahí estaba Mark. Al verlas frunció el ceño, pero sonrió a Alisya.

-Ho-hola Alisya... ¿qué hacen en la lona de mi padre.

-E-e.. él quería hablar con... nosotras -respondió Alisya.

-¿Ah, sí? ¿Sobre qué?

Alisya abrió la boca sin articular palabra, no salió sonido de su boca y seguía mirándolo, callada. Él la miraba, esperando...

-¡Nada importante! -intervino Dyna-. Y de todas formas ya nos íbamos -empujó a Alisya-. ¡Adiós!

-A-adiós...

Las dos avanzaron unas lonas más hasta que Mark dejó de mirarlas y entró a su carpa, y entonces se detuvieron a exhalar y relajarse.

-Eso estuvo...

-Silencio -pidió Alisya. Inhala, exhala, inhala, exhala. -No tienes idea de lo...

No tuvo tiempo de terminar porque Mark salió de la lona y se dirigió corriendo hacia ellas después de encontrarlas con la mirada. Al interceptarlas, le dirigió una de sus sonrisas a Ali.

-Hola Ali..., de nuevo. Quería pedirte perdón por mi padre...

-¿C-cómo...

-... hasta a mí me intimida algunas veces con su actitud, ha de haber sido incómodo ese intercambio que hicieron.

Alisya sólo lo miró con la boca abierta.

Él le devolvió la mirada y la sostuvo hasta que soltó una risita.

-Eres tierna. -Alisya se acomodó el cabello, nerviosa. -Quiero decirte que mi padre tenía razón... también me gustas.

Alisya sonrió.

* * *

Tiempo después, Mark y Alisya estaban en la primera dimensión, frente a la pintura que ella acostumbraba usar para salir y regresar.

Era un pintura de un túnel con enredaderas, oscuro por dentro, con una luz al final del camino.

-¿Por qué escogiste este?

-Me parece especial cruzar por él. -Mark la observó, todavía sin entender-. Un túnel oscuro con luz al final suele representar la muerte, ¿no? Me gusta la ironía de cruzar de una dimensión a otra por esta pintura y no morir cuando lo hago. Supongo que en algún momento efectivamente voy a morir, pero mientras tanto, me gusta esa ironía.

Mark sonrió y volvió a mirar a la pintura. Cuando Alisya hizo lo mismo, él dirigió la mirada a su perfil.

-¿Y tu madre? -dijo ella segundos después, volviendo a mirarlo a los ojos.

-¿Qué hay con ella?

-Ella sí murió... ¿La extrañas?

-No la recuerdo muy bien. Digamos que sólo tengo la idea de ella cómo madre, pero no la recuerdo como tal. A veces me duele no recordarla, pero puedo con ello.

Se sonrieron.

Se tomaron de las manos.

-Me tienes a mí -dijo Alisya.

Cruzaron por la pintura.

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Este relato está basado en un sueño que tuve, así que si es tan extraño, es por eso. Otro dato es lo mucho que se nota que estoy enamorada de Colin Ford últimamente, porque él era Mark en mi sueño, me lo imaginé como él xD

También aviso que si escribo por el celular Wattpad malo me quita los guiones largos así que si eso sucede sepan que no soy yo ;n;