Makoto abrió sus ojos lentamente, al hacerlo observó su reloj despertador. Aún le quedaba hora y media para que sonara la alarma, se hubiera levantado para arreglarse de no ser porque notó rápidamente la situación en la que estaba. Estaba abrazando a Chiaki mientras que una parte de su ropa estaba cubierta con salsa y había una alita entre las manos de ambos.

Honestamente disfrutaba mucho de estar así con Chiaki, era algo que no hacían desde niños. Aún recuerda cuando hacían pijamadas siempre que se iban a dormir dormían juntos con sus peluches y curiosamente a la mañana siguiente se abrazaban entre ellos.

La nostalgia y la comodidad trataban de convencerlo de quedarse así, pero por otro lado la responsabilidad ganó la batalla. Aunque pensaba en que hacer con Chiaki, pues el colapso de ayer lo dejó muy preocupado por su salud. Además aún es temprano para ella. Así que decidió no despertarla y dejarla descansar, algo se le ocurrirá para decirle a Togami; Sin más se levantó con suma delicadeza y antes de ir al baño decidió cambiarle la ropa a Chiaki, así que del cajón de ropa de ella sacó una ropa sencilla pero comoda, una camisa de Sonic azul y unos shorts del mismo color, junto a unas medias blancas.

Y así sin más, la desvistió y vistió con la ropa que le eligió. Y se preguntarán, como es que la desvistió sin ningún tipo de vergüenza o nerviosismo? Sencillo.

Como se conocían desde que eran niños pequeños, su nivel de confianza (e inocencia en esa etapa de la vida) estaba a tal punto que ambos llegaron a bañarse juntos en varias ocasiones. Al menos hasta los 12 años. Pero en fin...

Luego de vestirla le quitó la alita y se la comió, se encargó de limpiar muy bien, finalmente la acomodó y arropó. Era sorprendente que no se despertara por ello, pero con lo de ayer era entendible.

Después de eso el tomó un baño, se vistió, se cepilló los dientes, desayunó y finalmente se puso los zapatos. Antes de irse, volteó a ver a Chiaki aún dormida en la cama. Se acercó a ella para cubrirla mejor con la manta y sin saber por qué le besó la frente y se fue.

Mientras caminaba al interior de la academia recordó que ingresaría un nuevo empleado hoy, pensaba en como llevarse bien con el nuevo personal. Al entrar en la academia se dirigió a la sala de empleados para mirar el calendario de tareas. Cuando entró vio a Togami acomodando el horario. Se le hacía raro verlo temprano.

Makoto: señor Togami? Ehhh... Buenos dias...

Togami: ah, Naegi... Buenos días. Que haces aquí tan temprano?

Makoto: ... Pos nomás... Y usted?

Togami: quién crees que les asigna las tareas a ustedes? A propósito, y tú noviecita?

Makoto: Novia? Ahh Chiaki... Este... Ella se enfermó porque... Comió algo caducado.

Togami: que conveniente... Ayer trabajó como nunca y hoy se enferma... A veces me pregunto cómo lidias con ella. Debe ser un fastidio...

Algo dentro de Makoto se encendió, oír esas palabras lo hicieron enfadar. Pero se contuvo y le dijo algo a Togami que digamos... Lo puso en su lugar.

Makoto: señor Togami, le pido amablemente que no se refiera así a Chiaki. Tendrá sus defectos pero es buena, a diferencia de otros...

Togami: no te pases de listo conmigo Naegi.

Makoto: y usted no se pase de agresivo y mandón con nosotros. Además, nos gustaría que en los días de paga al menos lo hiciera poniendo el dinero en sobres. Las bolsitas son humillantes.

Togami: eso lo veremos... Ahora bien, tú estarás a cargo de guiar a los nuevos.

Makoto: los nuevos?

Togami: resulta que son 2 empleados nuevos. Así que necesitaba que tú y... Ella, se encargaran de mostrarles toda la academia. Llegarán en unos 30 minutos. Encuentrate con ellos en la entrada de la academia y dales el tour por la academia.

Y al terminar de decir eso, se fue sin siquiera despedirse. Makoto estaba en shock, se había enfrentado a su jefe por Chiaki y por el respeto de ambos. Se sentía asustado pero a la vez... Bien.

Rápidamente salió de sus pensamientos al recordar que en 30 minutos llegaban sus nuevos compañeros de trabajo, así que decidió arreglar un poco la sala de empleados, el solo limpió los pasillos y por último se encargó de tener todo preparado para su llegada. Y todo eso en menos de 20 minutos.

Eso lo dejo cansado, pero no se podía dar por vencido, así que se fue a esperarlos en la entrada tal como indicó su "jefecito". Esperó durante los 10 minutos sobrantes. Cuando de repente vio como lo que parecía ser una chica corría a la entrada, seguida de lo que era...

Que era? Una especie de... Escoba andante? Bob Patiño? No lo sabía, pero lo que sea junto a la chica le gritaron que esperara.

Espera!!! Ya llegamos!!!

Cuando los 2 llegaron a la entrada casi no podían hablar, pues su agitada respiración se los impedía.

Makoto los observaba con más detalle, y notó que ellos aunque jóvenes, son algo mayores que el. Además de centrarse en su apariencia fisica. El chico efectivamente tenía una especie de afro en su cabeza. Su piel era de un tono marrón y también vestía unas 3 camisas con pantalones cafés oscuros. También notó que usaba sandalias. Su apariencia era de alguien... La palabra vago sonaría mal pero... En fin.

La otra persona, la chica también destacaba con su apariencia, para empezar su cabello aunque largo y de color morado muy oscuro, tenía unos cortes disparejos. También vestía un uniforme de enfermera sencillo y tenía en mano un pequeño maletín. Aunque algo que la hizo destacar para Makoto y no de manera tan agradable era la cantidad de vendas y parches que tenía en su pierna, brazo y cara. Eso lo preocupó.

Rápidamente se dispuso a ayudarlos, de suerte les había llevado 2 botellas de agua para dárselas. Ambos jovenes agradecidos bebieron del agua hasta más no poder. La chica fue la primera en hablar.

Aaah... M-muchas gracias... Tenía mucha sed...

Luego el chico habló.

Hermano en serio eres el mejor, muchas gracias.

Makoto: n-no es nada jaja... Y sean bienvenidos a la Academia Pico de la Esperanza. Asumo que ustedes son los nuevos empleados de la academia correcto?

La chica trataba de hablar, pero estaba nerviosa y algo que Makoto notó en su actuar, también paranoica. El chico fue quien tomó la palabra.

Exactamente, yo soy Yasuhiro Hagakure. Es un placer viejo.

Yasuhiro amablemente extendió su mano para un saludo, cosa que Makoto muy alegre y serenamente correspondió. Pero ocurrió algo que, para todo hombre es digno de celebrarse.
Cuando ambos chocaron sus manos... Sonó...

EL SALUDO PERFECTO

(Para que se hagan una idea pues XD)

Ese eco resonó en sus mentes una y otra vez... Tal parece que el destino tenía planeado que entre ellos surja...

Una gran amistad.

Dejando eso de lado, Makoto decidió ver a la chica, aún estaba algo nerviosa. Tanto que dijo su nombre en voz baja, apenas y se le entendió.

Me... Me llamo M-Mikan Tsumiki... E-es un gusto...

Ella extendió la mano para saludar sin bajar la guardia, Makoto rápidamente entendió lo que pasaba con ella. Ya sabía lo que debía hacer.
Con ambas manos tomo la de la chica y gentilmente apretó su mano para un saludo cordial. Ella se abombró por ello. Usualmente cuando da la mano la suele ignorar o se la aprietan tan fuerte que le desacomodan los nudillos de estas. Pero Makoto fue muy delicado y hasta caballeroso. Eso hizo que se relajara un poco, aunque su paranoia la mantenía alerta.

Makoto: Me alegra que ustedes estén aquí a partir de hoy, me llamo Makoto Naegi y también es un gusto poder conocerlos. Siganme, les haré un recorrido por la academia.

El trio de jóvenes sin más, empezaron a caminar hacia el interior de la academia, Yasuhiro estaba emocionado por trabajar, aunque su aspecto de vago no lo refleje. Mikan por otro lado estaba muy ansiosa en el mal sentido, su miedo poco a poco la estaba dominando. Makoto se dio cuenta de esto, sabía que debía ser un poco más paciente con ella. También debería de decirle a Chiaki respecto a sus nuevos compañeros de trabajo.

Aunque no notó que una chica los estaba observando desde la entrada, era una de las estudiantes definitivas. Y tal parece, es conocida de Makoto. Ella susurró para si misma.

Makoto... Me alegra verte de nuevo...