3. Vendo cevichurros y Kylie me compra unos.
[Kylie en multimedia]
3. Vendo cevichurros y Kyilie me compra unos.
P.O.V. de Blake Holden
Les hice una mirada con una sonrisa de venganza y me fui para dejarlos solos el director y ellas dos.
Bueno, en realidad cuando ya tenía buena distancia sobre ellos, ellos fijaron sus ojos en el director, y fue cuando me lancécomo un jugador que quería alcanzar tercera base y me escondí en unas ramas.
Cuando vi que venían directo a la oficina del director, entre a las ramas. Cuando me pasaron, salí de mi escondite y los empecé a seguir hacía donde iban: a la oficina del director. Llegaron a la oficina (y yo estaba a unos 7 metros atrás de ellos) y cuando se metieron me quedé pegado a la puerta como un espía tratando de escuchar con una especie de aparato.
-¡¿Se puede saber quién y por qué se inició esto?! -dijo el director.
-¡Fue Kylie! -dijo Cameron con voz de niño pequeño al cual lo están regañando-, ¡Kylie me puso un jugo decorado que terminó siendo chamoy!
-Fue tu culpa agarrarlo niño amargado -reclamó Kylie.
-No estoy preguntando quién fue -dijo el director-, sólo díganme, ¿quién fue?
-¡Fue Kylie! -respondió Cameron-, me rehúso a decir una palabra más.
-¿Es cierto eso Kylie? -le dijo el director a Kylie.
Kylie calló por unos segundos.
-Director Williams -le dijo Kylie al director con voz de chantaje-, ¿le han dicho qué adorable y hermoso está hoy?
-Muy bien Kylie -dijo el director- es hora de que te ponga un castigo. Vas a hacer servicio social a la hora antes de primera hora.
-Emm -pensó Kylie-, ¿qué tal si se explica mejor?
El director bufó.
-Mañana, tú, servicio social, 6:00 a.m., no te saltas la primera clase.
El director no fue el único que bufó, porque después de eso, vi una escena donde Kylie bufa y Cameron la ve con ojos de victoria. Estaba un poco embobado con la conversación, pero miré por la ventana, y ellos venían a la puerta, entonces corrí hasta mi habitación, y me quedé en la cama esperando a Cameron. Al fin llegó cinco minutos más tarde que eso pasara.
-¡Cameron! -le dije fingiendo que estaba preocupado- ¿qué te hizo la moscquita?
-Deja de fingir que te preocupa.
«me descubrió, rayos, aborten, aborten»
-Como sea -le dije yo para cambiar de tema-, compré los hielos.
-¡Perfecto! Será la mejor manera de conseguir dinero e ir a la playa en vacaciones.
Este internado pensó en todo. El internado cuentan con camiones de transporte. En vacaciones estos se utilizan para ir a la playa artificial de The Beach o para hacer un viaje al parque de diversiones Fun-tastic. Obviamente tienen su costo. Por eso, antes de ir al internado agarré $300 más los $500 que él me dio, así conseguimos $700. La playa esa cuesta $500 la noche, porque tiene también una especie de hotel. Cameron y yo nos queremos quedar por lo menos tres noches, así que decidimos hacer un puesto de limonada (lo sé, mi vida es cliché) con hielos los cuales fui a comprar ayer y que me encontré con Bretaña (¿eso es nombre de chica?).
También compré Clamato, pepino y salchichas para juntarlo todo y venderlo. Supongo que el pepino con salchichas y Clamato costará unos $17 y la limonada $13 el vaso. Supongo que si nos hacemos lo suficientemente famosos podeos conseguir otros $400 en un año.
-Muy bien Cameron, ve revolviendo todo: el Clamato con pepino y salchichas -le dije.
-Exactamente era lo que iba a hacer -me contestó.
Cuando revolvió todo escuchamos una voz que provenía de la bocina.
-Camarón Gutiérrez... -dijo el director-, ¿está bien? -murmuró-, perdón, Cameron Gutiérrez, favor de pasar a la oficina del director.
Cameron se fue a la oficina del director, y yo obviamente lo seguí como detective. Imaginate que sepa que no fui a ver que pasó, me va a decir que nunca lo acompaño en las malas y sólo en las buenas, me va ha decir convenienciero, y yo quiero ser buen primo.
-Nos dimos cuenta que tú empezaste la pelea -dijo el director injustamente.
-¡Puras mentiras! -se defendió Cameron- ¡tienen envidia de como soy!
-Pues las cámaras de seguridad captaron...
Las tontadas que decía el director Williams fueron interrumpidas por mis pensamientos: «¿Habrá cámaras de seguridad afuera de la oficina del director». Entonces volteé para arriba y yo, el más tonto del internado, se dio cuenta de que su teoría era cierta. Me fui corriendo a la habitación. Mejor le pregunto a Cameron cuando llegue.
Diez minutos después, llega Cameron todo inflamado de los ojos y con una flema que no era normal.
-¡Dios mio Cameron! -le dije-, ¿el director te hizo llorar!
Aunque Cameron puede ser más traumante que el mismísimo Diablo a las 12 de la noche abajo de tu cama, también tiene sentimientos muy débiles.
-Wi... Wi... Williams -me dijo tartamudeando-, me... me dijo que iba a hacer servicio social, por... porque destruí su jardín.
Bueno, ya hace tiempo dije que a Cameron no le importaba si el director tuviera guillotina, al parecer sí le importó al final de cuentas (en este caso, la guillotina sería el servicio social).
-Al final de clases, 2 horas hasta que este el jardín completamente arreglado -me dijo él.
-¡¿Eso significa que no vas a poder vender cevichurros y limonadas con migo?! -repuse asustado.
-Al parecer no, mi querido Blake -me dijo con venganza por lo primero que le había hecho
No quería vender limonada sin él porque tenía pensado vender limonada por 3 horas, pero por aburrimiento, tal vez solo soporte 1 hora.
. . .
Al día siguiente, me desperté de golpe, ya que el despertador de Cameron me rebotó en el oído.
-Bájale 3 rayitas a tu volumen, ¿no crees? -le dije enojado.
-Sí, pero me da flojera -me dijo con rencor.
Nos empezamos a alistar para irnos a la escuela. Ya como una media hora después estábamos listos, así que con el Internet que había en el internado, nos pusimos a ver las noticias.
Lo que más me gusta de está escuela es que parecemos que estamos en una ciudad completamente independientes, ya que cada día, nos llega un periódico de la escuela. El de ayer decía algo así:
EL DIRECTOR DECAPITARÁ A CAMARÓN... « Cameron siempre tiene problemas con el autocorrector»
ESTA tarde, Camarón tuvo un gran problema con el director, ya que destruyó el jardín de el director. El diriector nos cuenta: "Ese niño va a ser un problema para nosotros. Necesitamos ayuda con él"...
-Wow -le dije a Cameron-, dos días aquí y ya eres un criminal a la vista del director.
-Me siento el Chapo Guzmán en estos momentos.
-Tampoco es para tanto -le arruino la oración a Cameron-, yo creo que eres más como su "pequeño saltamontes".
. . .
Al salir de la escuela, llegué rápidamente a la casa, me traje una silla y una mesa, preparé la limonada (me alcanzó para 12 vasos y me faltó un poco de azúcar), preparé los cevichurros (no estaba tan enchiloso) y me fui a la cafetería a vender mi producto.
Llegó mi primera compradora y me compró una limonada. Cuando se estaba retirando, la vi tomarse el primer sorbete y vi como hacía una cara de disgusto (vaya, una hater).
Así igualmente con mi segunda y tercera clienta (¡tres haters en un día! Esto ya es envidia). Hasta que un error cambió completamente mi vida (okey no):
-Tenga señor, aquí están sus dos cevichurros. Serían $24 -me da el dinero. Esos jugosos $12 me serían de gran utilidad. Cuando quiero agarrar el dinero, los cevichurros se me caen y me manché, haciendo que pareciera como si me hubiera hecho pipí en los pantalones. Los dos cevichurros se cayeron en una limonada. Eran los últimos cevichurros que tenía, así que le di la limonada.
-Reclamo $4 -reclamó el clinte.
Al menos no es tanto...
-Mejor $6.
« Hola vida, ¿por qué eres así con migo?»
Se supone que debería salir asqueroso, pero no fue el caso. Primera vez que veía un gesto un poco más moderado de horror.
Se empezó a correr la voz en la escuela que mis cevichurros eran "buenos". Así que se me prendió el foco: cevichurros + limón = éxito rotundo, o al menos eso decía mi cerebro.
Llegué a la casa y dejé el puesto ahí. Hice más cevichurros y les heche limón. Las dividí en cinco partes: cevichurros cero limón que no tienen limón. Cevichurros un limón, que tienen la mitad de la mitad de un limón. Cevichurros dos limones, que tienen un limón completo y así hasta llegar a el Cevichurrros cuatro limones, que tienen dos limones. A ver, supongo que todos los cevichurros se acompañan de limones, pero a mí no se me había ocurrido.
Llegué de nuevo al puesto y tenía una cola de tres personas.
-Quiero unos cevichurros -me dijo la tipa.
-Tenemos cevichurros cero limón... -le empecé a explicar eso de los limones. Me sentía una empresa profesional. -. Así que... ¿cuántos limones quieres?
Se quedó un mirando el puesto. Unos 4 segundos: 2 segundos mirando con una mirada diciendo indirectamente: «¿qué onda con tu vida? ¿no tienes nada que hacer? ¿por qué te crees que eres una empresa profesional» y otros 2 segundos pensando cuántos limones va a ponerle a ses cevichurros.
Llegó la segunda e igual.
La siguiente persona era la última, y eso la hacía especial, pero se hizo aún más especial al ver quién era la hacía más especial, pero a la vez más tenebroso. Era Kylie con tres tipas a sus lados como si ellas fueran sus guardaespaldas.
-Hola -dijo sin hacer contacto visual con migo, solo miraba a la nada-, ¿serías tan amable de darme... -me mira e interrumpe su oración-. ¿Sabes que no voy a comprarle unos cevichurros a alguien que ya me ha envenenado una vez con unos chocolates?
-¿Fue por eso que fue que tuviste una racha de una semana sin ir a la escuela?
-Sí, imbécil.
Sentía como la sangre se me iba a la cabeza. Sentía que la sangre empujaba mi cerebro para arriba, para un lado y para el otro. Entonces empecé a parecer un señor que vagaba pidiendo limosna.
-Por favor, es para una buena causa «para tener algo que hacer en las vacaciones», ¿donarías tu dinero?
-Solamente con una condición -repuso con voz de que me iba a matar si la volvía a envenenar-, solamente si esos cevichurros no los hiciste tú.
-Claro, los hizo mi madre para que pudiera donarlo a países con más necesidad que el nuestro -le dije para que se compadeciera de unos cevichurros sin veneno. O eso creía.
Pude hacer que Kylie me comprara uno de los tres cevichurros que me quedaban y vi como mientras se alejaba de mí, no hacía ningún gesto de disgusto
Con eso ya me era suficiente. Guardé los dos cevichurros que me faltaron pero antes de irme escuché a una prefecta del internado decirme:
-Niño, ¿sabes que vender cosas sin ser adulto es ilegal?
Era obvio a que punto quería llegar: no quería que ganara dinero.
-No -dije haciéndome el ángel.
-Pues lo es -repuso la maldi...-, tienes que tener identificación.
Tenía algo de sentido, pero esa frase no iba a impedirme que dejara de vender mi producto.
Llegué a las 4 de la tarde (Cameron no había llegado a vender con migo los cevichurros)
Estaba cansado. Me acosté en la cama y empecé a ver el nuevo video de "Luisito Comunica" mientras me comía un pan con Nutella y obviamente con el aire a 21 grados. ¡Era la mejor sensación que había sentido desde que llegué a este internado!
A mitad del video me llegó una notificación diciéndome que "Luisito Comunica estaba transmitiendo en vivo". Empecé a ver el directo. Unos minutos después de empezar a verlo tocaron la puerta. Al ver por el agujero que tenía la puerta no me lo podía creer: por segunda vez era Kylie en mi puerta.
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Reportándome: Torre Eiffel
¿CÓMO ESTÁN LECTORES DE CIUDAD DE MÉXICO? Horribles terremotos que han sufrido. :(. Desde la parte norte de México les digo #FuerzaMéxico.
Me tego que ir ya. Hoy no hay bromas. Sorry :(
Nos vemos en el piso 4.
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