Cap 4
POV Erza
Me dirigía al gremio junto con Natsu, Gray, Wendy y Lucy tras haber terminado una misión.
La ciudad en la que habíamos cumplido la misión estaba muy lejos de Magnolia así que cogimos un tren para que nos llevase. Para desgracia de Natsu el trayecto duraba 5 horas.
Por suerte ya había pasado 3h y media.
Natsu estaba dormido debido a un golpe que le había dado para que no se marease. Wendy y Lucy hablaban animadamente, y Gray dormía.
Pensé en Rogue, ¿Cómo sería no acordarse de tu vida? Pobre, no me gustaría estar en su situación, no acordarse de Fairy Tail sería muy doloroso, y para que mentir no acordarme de la Torre del Paraíso también me diagustaría. A lo mejor Rogue podría volver a Saber, total, no se acordaba de nada de lo que había hecho, aunque no creía que Sting se alegrase mucho, casi mató a Yukino.
De momento Rogue se quedaría en Fairy Tail aunque no como miembro oficial. Pues nadie excepto el maestro y yo sabía que Rogue había sido expulsado de Sabertooth.
Pensé en lo que me contó sobre su misión con Levy, no se lo había contado a nadie, solo a mí, y eso me hacía inexpicablemente feliz y especial.
-¡Ahh!-solté un suspiro.
Wendy y Lucy me miraron.
-¿Pasa algo Erza-san?-me preguntó Wendy.
Yo la sonreí y dije-nada importante Wendy.
Me volví a girar hacia la ventana, últimamente todos mis pensamientos que acaban en Rogue terminan con un suspiro.
Llegamos al gremio, estábamos tan cansados que Gray y Natsu se sentaron en la misma mesa y no se pelearon. Lucy, Wendy y yo fuimos con las chicas para hablarles de la misión.
Levy estaba bastante triste, le dolía que Gajeel no le dirigiese la palabra.
-Hola Erza-me saludó Mira.
-Hola chicas-les saludé a todas.
-¿Qué te pasa Levy-chan?-le preguntó preocupada Lucy.
-Gajeel no me habla.
-Menudo inútil, a este paso tendré que decirle un par de cosas-dijo Mira muy seria.
-¡No!-grité. Todas me miraron extrañadas.
-Es mejor que lo intente Levy-dije.
-Ya lo he intentado y no me responde-dijo muy desanimada. Pobre Levy, ella no sabía que Gajeel la había visto besarse con Rogue y por eso estaba enfadado. Hablando del rey de roma, que por la puerta se asoma. Le vi sentado en una mesa cabizbajo. Gajeel estaba muy enfadado con él. Sin pensarmelo dos veces me senté con él para intentar animarle.
-Hey-le saludé alegremente.
-Hey-me dedicó una sonrisa triste.
-¿Qué tal?
-Mal.
-¿Por Gajeel y Levy?
-Si, me siento mal, por mi culpa están enfadados-suspiró-lo peor de todo es que no sé como arreglarlo...
-Mmm. Yo sí.
Se giró hacia mí y se le iluminó la cara.
-¿Es serio?-me preguntó sin poder creerselo.
-Sí-le sonreí, era imposible no hacerlo con esa mirada de esperanza que me dedicaba-dile a Levy que Gajeel estaba en la misión.
Se derrumbó, mi idea no le hizo mucha gracia.
-Pero, entonces Levy se enfadará conmigo.
-Pero Levy te perdonará si le dices las razones, y así la pobre sabrá porque Gajeel no le habla.
-Puede ser...
-Tiene que ser.
-Está bien-accedió finalmente.
Le agarré del brazo y le levanté de un tirón, y juntos nos dirigimos hacia Levy y las chicas que trataban de animarla sin mucho éxito.
Nos miraron extrañadas. Rogue se arrascó la cabeza y dijo:
-Levy-san, ¿Podrías venir conmigo un momento a otra mesa? Tengo algo que decirte.
Todas se quedaron mudas, y seguramente en su mente se preguntanse que quería Rogue de Levy. Levy se lo pensó pero finalmente accedió y se fueron a una mesa del fondo.
Yo me quedé con las chicas que me miraron con una mirada de sospecha y yo me senté tranquilamente ignorándolas mirando a Rogue y Levy.
POV Rogue
-Levy-san-me agarré las manos y tragué saliva, estaba muy nervioso.
-En la misión a la que fuimos juntos también vino Gajeel pero a escondidas yo se lo dije porque tenía miedo de no ser lo suficientemente fuerte y cuando detuvimos a los tipejos nos vio dandonos un pico-lo había dicho todo de un tirón sin detenerme a respirar.
Levy me miró con los ojos abiertos como platos asumiendo la información, después de cinco segundo gritó:
-¿Quééé?
POV Erza
Se oyó a Levy gritar, todos los presentes en el gremio miraron a Rogue y a Levy con una ceja levantada. Levy se levantó de su asiento, se la veía enfadada.
-Lo siento-le dijo Rogue desesperado-era por si no era capaz de protegerte.
-Está bien-accedió Levy.
-Ahora que sabes porque está enfadado habla con él.
-Eso haré-dijo Levy decidida.
Y se fue después de darle un beso en la mejilla. Rogue adquirió un color carmesí pero no muy fuerte. No sé porque pero eso me molestó. Así que se me ocurrió una idea para que hiciera caso.
Me acerqué a él y le dije.
-Oye Rogue-san ¿quieres hacer una misión conmigo?
-Vale-no se lo pensó dos veces.
Le sonreí-salimos en una hora.
-A la orden.
Me dirigí al tablón para coger la misión, pensaba hacerla sola pero seguro que con Rogue sería más entretenido.
POV Rogue
Estaba emocionado, Erza me había pedido hacer una misión con ella. Estaba muy alegre y quería demostrarle lo fuerte que era.
Cogimos un tren que iba a una ciudad que estaba a un par de horas. Estábamos sentados uno frente a otro.
-¿Cuál es la misión?-pregunté para romper el hielo.
-Detener al maestro de un gremio que está acusado de cometer asesionatos. Enviaron a la guardia del consejo pero la mayoría no volvieron.
Tragué saliva, desde luego era más peligroso que derener a tres violadores aunque fueran magos. Es que era ¡Un gremio entero!
Erza vio el miedo en mis ojos, me sonrió y me dijo:
-Tranquilo, yo te protegeré.
-Y yo a ti-contesté firme.
-Mmm no creo que haga falta.
Eso me dolió, Erza era un poco brusca.
-Pero antes de ir a ese gremio tengo que hacer una cosa.
-Te ayudaré.
-Verás... no puedes acompañarme, alquilaremos una habitación de alguna posada y te quedarás allí hasta que vuelva.
-Pero-comencé a protestar, pero ella me inrerrumpió.
-No es una opción, es una orden-me dijo con una voz temible (con esa voz era normal que Gray y Natsu le tuviesen tanto miedo)
-Aye-respondí.
Nos bajamos del tren, ¡Qué bien estirar las piernas!
Erza y yo salimos de la estación,
-Ahora buscaremos una posada y luego iré a hacer el recado.
-Vale.
Erza y yo caminamos durante media hora por las calles de esa ciudad, hablamos de temas triviales y nos reíamos de algún chiste malo que ella recordaba y de lo mal que lo contaba. Durante todo el camino mi corazón latió más rápido de lo normal. Al principio me incomodaba, pero un rato después terminé acostumbrándome.
Llegamos a una posada y allí nos despedimos, pero antes me dijo con voz temible que no me moviera si quería seguir vivo. Erza era una mujer maravillosa pero tenía su lado oscuro.
POV Erza
Me despedí de Rogue asegurándome de que se quedara en la posada, pues era peligroso para él andar por la ciudad ya que en esa ciudad se encontraba Sabertooth.
Llegué a Sabertooth y llamé a la puerta. Me abrió Rufus, le saludé y me llevó al comedor, dos minutos después Sting estaba en frente mío.
-Sting-san, Rogue ha sufrido una importante pérdida de memoria, no se acuerda ni de ti ni de Yukino...
-Lo siento pero Rogue ha sido expulsado de Sabertooth.
-¡Pero si ni siquiera se acuerda de porque fue expulsado!
-Lo siento pero no-se iba a levantar para dar por terminada la conversación pero le agarré y le dije:
-Por lo menos déjame llevarme a Frosch.
Se lo pensó durante un par de segundos pero finalmente aceptó.
Sting trajo a Frosch que se vino conmigo, se le veía contento, seguramente le habrían dicho que iba a ver a Rogue.
Llegamos a la posada, allí estaba Rogue dormido sobre la cama, me acerqué a él e intenté despertarlo. Pero al ver que no reaccionaba le di una bofetada y despertó sobresalatado.
-¿Qué pasa?-me preguntó asustado.
POV Rogue
Erza me despertó de una bofetada y me enseñó a un gato verde con un disfraz de rana rosa, se veía muy lindo pero no conseguía acordarme de él ¡Qué frustrante! Me miró con carita triste.
Miré a Erza y ella me dijo:
-Este es Frosch tu compañero.
Frosch, Frosch, FROSCH, ¡FROSCH! ¡Ya me acordaba de él! ¡ Lo que más quería! Y entonces el vacío que había en mi corazón se llenó y le abracé, fuerte, muy fuerte.
-¡Frosch te quiero!-lloraba de alegría por el reencuentro con Frosch.
-¡Gracias Erza!-le dije a la mujer más maravillosa del mundo. Gracias a ella tenía a Frosch conmigo de nuevo.
Ella me abrazó en respuesta, y allí estábamos los tres abrazados, en una habitación de posada, ese fue uno de los momentos más felices de mi vida.
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