Día 7
La ira.
La ira se refiere a un estado emocional caracterizado por sentimientos de enfado de intensidad variable y puede ser causado por sucesos externos o internos. Aunque vivamos la ira como algo negativo no deja de ser una emoción, y como toda emoción, es necesaria y adaptativa.
Según Izard, la ira es una respuesta primaria del organismo al verse éste bloqueado ante la consecución de una meta o satisfacción de una necesidad. Esta reacción emocional suele estar asociadad a situaciones en los que la persona percibe una ofensa o agresión y que genera un sentimiento de indignación o rabia.
Ira. ¿Alguna vez has sentido un deseo excesivo de venganza? Este sentimiento es la ira y se encuentra entre los pecados capitales. La ira es ofensiva hacia la caridad, porque una persona que cae en ella será propensa a actuar en un sentido y a expresar cosas que hagan daño a personas de su entorno.
Nos provee de fuerza para acometer tareas que nos resultan difíciles. Nos ayuda a defender nuestros derechos y puntos de vista ante los demás. Nos ayuda a resolver conflictos. Expresar la ira de forma adecuada hace que nuestros sentimientos negativos se desvanezcan.
Pese a esto, esa sensación de “algo incorrecto” que tiene nuestro cerebro, puede ser causado por factores internos como recuerdos traumáticos, malos pensamientos, celos y todo lo que se atraviesa por nuestra mente y nos impide pensar con claridad.
El enojo es una emoción humana completamente normal, que puede ser causada por factores de dos tipos: Factores internos. Pueden ser recuerdos traumáticos, malos pensamientos, celos enfermizos; todo aquello que se atraviesa por nuestra mente y nos impide pensar con claridad.
Salmos 37:8-9
“No des lugar al enojo ni te dejes llevar por la ira; eso es lo peor que puedes hacer. Los malvados serán destruidos, pero los que esperan en Dios recibirán la tierra prometida.”
Cuando no controlamos la ira, no solo ponemos en riesgo nuestras relaciones personales, laborales y sociales, sino que además nos estamos enfermando.
Mantener los sentimientos reprimidos nunca funciona, entonces permita un tiempo para enfadarse y quejarse. Si no se concentra en ello durante demasiado tiempo, desahogarse puede ser una salida saludable para su ira. Puede hablar con un amigo de confianza o escribirlo todo en un diario.
La rabia y la ira son las emociones asociadas al hígado y la vesícula. El hígado es el encargado de filtrar la sangre y regular la circulación de la energía vital, según la medicina tradicional china; mientras que la vesícula acumula y excreta la bilis.
Para liberar la ira de nuestro cuerpo de manera controlada, la psicóloga recomienda colocarse ante una pared y cerrar los ojos. En ese momento, debemos rememorar y evocar lo que nos está haciendo sentir rabia, y dejar que ese sentimiento florezca por completo.
Mi nombre es Dou y para mí es un honor enseñarte a como controlar psicólogica tu vida en paz mental.
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