26
Ese día te fuiste de mi habitación casi a media noche. ¡Qué conversación tan larga habíamos tenido!
Sonreí como nunca cuando te fuiste, pues prometiste que me visitarías a diario. Sin embargo, casi al instante de irte entró la enfermera y me aplicó un poco de medicación.
Caí dormida al cabo de un par de minutos y ya no pude pensar más en ti, Emmett.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro