–Emma O'kelly–

Entro en el blanco y frio hospital que visito tres veces por semana, todos aquí adentro te miran con una sonrisa más blanca que las paredes, todos son tan amables y alegres, supongo que debe estar en el contrato para trabajar aquí.

Cuando vas a un hospital oncológico hay varias miradas a las que tienen que apretar atención, no hace falta hablar solo mirando entenderás a cada persona que te cruces. Esta el lado de los niños, demasiados colores, padres llorando en los pasillos que en solo segundos fingen una sonrisa para entrar a las habitaciones de sus hijos ; en la parte de los adultos todo es distinto, es una área más fría, mejor dicho más realista, familiares y pacientes saben absolutamente toda la realidad o la que al menos el doctor les cuenta, eso es lo único común en las tres distintas áreas de este hospital, siempre pero siempre los doctores saben más de lo que le informan a los pacientes.

¿Mi área? La de los adolescentes ¿Qué encuentras acá? Una mezcla de las dos áreas anteriores, tenes a las personas que fingen una sonrisa como si nada pasara, como si solo viene de campamento por unos días y luego se marchan como nuevos, claramente no es así pero ellos eligen pasar la tonta enfermedad de esa manera, luego están los que se despiden todo el tiempo, los que saben que están más en el lado de morir que de salvarse y la familia piensa lo mismo, solo viven el momento.

Pertenezco al área de adolescentes obvio, pero ¿De qué lado estoy? De ninguno, aunque siendo sincera supongo que estoy más del segundo lado y mi familia del primero, no quiero ser aguafiestas pero tengo cáncer, me voy a morir, solo hay que aceptarlo así todo es más fácil, se que parece que me rendí pero no es así, yo no me rendí, yo decidí seguir viviendo mi vida normal por que esa  es la forma de ganarle a la enfermedad, vivir sin que te afecte aunque sepas que en cualquier segundo puedes morir.

–¿En que tanto piensas? –Me pregunta Bill, es loco como ya se me el camino hasta aquí sin ni siquiera aprestarle atención al recorrido.

–Tonterías.

–Como siempre –Sonrie.

–Linda gorra –Lo miro –El rojo te resalta..

–Si supongo que queda bien con mi piel súper pálida –Bromea –Simón me contó que te vio hoy –Asiento –Con un chico.

–Resulto ser chismoso tu hermano –Contesto –Es solo un compañero de clases.

Bill me mira –Te gusta.

Claro que no.

–¿Puede llegar a gustarte?

–Sabes que no –Digo sentándome  a su lado  en la camilla.

–Eres aburrida.

–No lo soy, solo soy realista.

–Lo real aburre.

–Deja de ser tan tonto.

–No puedo esta en mi sangre cancerosa.

Me río –¿Cómo estas?

–Con  cáncer –Responde –¿Y vos?

–Lista para vomitarte encima.

–Siempre tan fina.

–Todo una dama –Me río –¿Algo nuevo?

Bill me mira –Nada nuevo, si el cáncer no me mata pronto moriré de aburrimiento, cuéntame del chico ese.

–No tengo gana para contarte de él –Miro las paredes de la habitación.

–No me hagas rogar, vamos cuéntale a tu hermoso amigo.

–¿Quién te dijo que eres hermoso? Ojalá algún día dejen de mentirle.

–Soy muy parecido a mi hermano y a ti te encanta mi hermano.

–Solo dije que era lindo, no me encanta tu hermano –Me quejo, cualquiera que tuviera dos dedos de frente se daría cuenta que ambos son hermosos, tienen esos ojos mieles y esa mirada tierna que asusta que sean tan parecidas, Bill ya no tiene cabello por la quimio claramente, pero era negro, negro brillante lo recuerdo.

Fue una tarde después de la primer quimio que tuve, recuerdo que choque con él, estaba furioso, me dijo que era una idiota por haberlo chocado y luego me vomitó encima, casi lo asesinó, pero luego se disculpo.

*Flashback*

(Once meses antes)

–Perdón otra vez por el vómito y por gritarte –Me dice más tranquilo –Juro que no soy así pero hoy tuve un día horrible.

–No pasa nada –Contesto seria, no tenía ganas de hablar con nadie. Siento su mirada en mi, odio cuando las personas se quedan mirándote –¿Sigo teniendo vomito en algún lado?

–No, solo te miraba.

–Pues deja de hacerlo –Le pido –¿Por qué sigues aquí?

–Tuve quimio y además está es mi habitación y como vos estás aquí, supongo que eres mi compañera, mi nombre es Bill y como te dije antes no suelo ser tan mal humorado, solo que un mal día en el maldito hospital luego de la estúpida quimio.

–En un rato tengo mi primera sesión –Suelto, estoy recostada en una camilla en un cuarto blanco con un cuadro horrible de manchas frente mío.

–Hoy me toco la segunda ¿Qué tipo de cáncer tienes?

–Leucemia.

–Mi cáncer comenzó en mi pierna, la tienen que cortar –Lo miro –Pero tienen que reducirlo o algo así dijeron, no le presto mucha atención a los médicos, solo dicen mentiras.

Sonrio –No quería hacer esto –Bill me mira –No quería perder tiempo en quimios, solo quiero morir cuando tenga que morir.

–¿Cuál es tu nombre?

–Emma.

–Un gusto compañera de cáncer –Me sonríe –Me dijiste ¿Qué es tu primera sesión de quimio? –Asiento –Es una mierda –Se ríe, me río, tienen una risa contagiosa –No te voy a mentir, ya demasiado lo hacen los médicos, vas a sentir el cuerpo débil, luego vienen los mareos, las náuseas y el mal humor, hacete amiga de el por que en cuanto te inyectan eso no vas a querer que nadie te hable.

–¿Por eso estas de mal humor? Osea es un síntoma.

–Ojalá fuera solo eso –Deja de mirarme –Se me empezó a caer el pelo –No respondo, la habitación quedo completamente en silencio, agarro mi mochila, menos mal que la traje.

Me levanto de mi camilla y me siento en la de el, Bill solo me mira raro, me acomodó para quedarme justo enfrente de él –Cuando me dijeron que tenía cáncer, lo primero que se me vino a la mente fue una imagen mía totalmente calva y te digo la verdad, no creo ser tan fea calva, intenté hacerlo sola pero no pude –Digo mostrándole la afeitadora que tengo en mi mano –¿Lo haces conmigo?

Bill no me responde, solo mira la máquina en mi mano, suspira, agarra mi mano y la apoya en su pelo –Empieza.

*Fin del flashback*

–¿Por qué no te encanto? Soy un maldito Ángel –Se ríe Simón entrando a nuestra habitación.

–No se que hice para tener que aguantarlos.

–Callate, nos amas –Se ríe Bill –Va me amas, a el solo le tienes aprecio.

–No seas celoso Bill –Lo reta su hermano –Es obvio que mi niña me ama más a mi que a ti.

–Claro que no –Respondo –Bill es mi alma gemela así que lo lamento, tendrás que superarme.

–En tu cara bro –Le grita Bill –Igual no quieras cambiar de tema, cuéntanos del chico.

Suspiro –Se llama Cameron, estamos haciendo un trabajo juntos en el instituto y nada más que eso.

–Te gusta –Asegura Bill.

–Absolutamente no.

–¿Sabe de todo esto? –Niego.

–No tiene por que saberlo.

–Sabes que soy un genio y a veces acierto el futuro.

–Solo por que adivinaste dos veces que nos iban a dar de almorzar no quiere decir que predicas el futuro.

–Como decía soy genio, siento que ese chico te gusta y eso que me dijiste solo dos palabras de él, pero lo siento en el cuerpo –Exagera.

–Lo que sientes son las ganas de vomitar que la quimio te está causando Bill.

–Dejame hablar, retomando otra vez, sabes que no tengo ningún problema con el tema del amor pero si vas a empezar algo con el, cuéntale del cáncer primero.

–No va a pasar nada.

Bill me mira –Ambos sabemos que mientes.

–Yo no miento.

–Te crecerá la nariz como Pinocho.

–Dejame en paz.

–Nunca.

 
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¡Nuevo capítulo!

Y al fin apareció el que creo que es mi personaje preferido de esta historia, mi lindo y adorable Bill ¿Que opinan de él?

Si les gusto el capítulo espero que voten y comenten que amo cuando lo hacen...

Hasta el próximo capítulo Cam☆