Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capituló 7

Troy

Cuando aparqué en casa de Emma a la mañana siguiente, ella y su hermana estaban paradas en el patio de adelante con sus brazos cruzados mientras tenían su atención pegada en la casa que estaba cruzando la calle. Ethan y Sophie entraron por su cuenta, así que caminé y me paré junto a Emma. "¿Qué estamos mirando?" Las palabras apenas habían salido de mi boca cuando Lily salió de su casa con sus sábanas en la mano. Las arrojó furiosamente en un bote de basura y les prendió fuego antes de gritar y regresar adentro.

"Ha estado con eso toda la mañana," dijo Emma. "Aparentemente no sabe cómo usar una lavadora, porque eso quita el polvo pica-pica."

"¿Como que eso hace que se antojen unos s'more, no?" dijo Shelby. "Iré por los malvaviscos." Se dio la vuelta y entró.

Lily salió de nuevo con el brazo lleno de ropa. Gritó de nuevo y los arrojó al cesto, haciendo que las flamas se hicieran más altas. "¿Quiero saber?" pregunté.

"Idea de Shelby. Lily nos echó a la policía, así que entramos a su casa y rociamos sus cosas con polvos pica-pica," explicó Emma despreocupadamente.

Asentí. Sabía que tenía que ser algo como eso. Era aterrador cómo las cosas que ella hacía empezaban a tener sentido para mí. "Mamá accedió a cuidar a los niños esta noche. Ella y papá quieren llevarlos al Chuck E. Cheese's."

"Mierda." Esa no era la reacción que estaba esperando. Emma se giró rápidamente hacia mí. "Viene para acá." Eso me hizo sentir un poquito mejor.

"¡Esto es un ultraje!" gritó Lily mientras se acercaba. Su cara tenía tres tonalidades de rojo.

"Lo sé," contestó Emma, sonando completamente escandalizada. "¡No puedo creer que hayas besado a mi hermanita!

Shelby escogió ese momento para aparecer con una bolsa de malvaviscos y un gancho para la ropa. "Hey, Labios Candentes."

"Yo… ella…" balbuceó Lily. Entonces gritó otra vez y se regresó a su casa.

Emma suspiró. "Amo este vecindario."

No pude evitarlo, pero miré boquiabierto a Shelby. "¿Besaste a Lily?"

Se encogió de hombros. "Tienes que hacer lo que tienes que hacer. Y no planeo hacer repeticiones instantáneas tampoco. No importa lo que ella diga, yo creo que se corrió." Shelby se estremeció ante la idea.

"Más te vale no volverte una lesbiana. De otra manera, habrá un montón de tipos enojados en este pueblo," advirtió Emma.

"No puedo creer que dejo a mis niños con ustedes, gente," las molesté. "Mamá vendrá a recogerlos a las cuatro. Yo vendré por ti a las cinco."

Cruzó sus brazos encima de su pecho. "¿A dónde vamos?"

"A una cita. Que tengas un buen día," la besé en la nariz y me alejé, sonriendo cuando la escuché resoplar de molestia detrás de mí.

Cuando llegué a la oficina, encontré a Antonio en el vestíbulo con sus pies apoyados en el escritorio y con un libro en sus manos. Estaba tan concentrado que ni siquiera se dio cuenta de que entré. Eso era muy anti-Antonio. "¿Perdiste una apuesta o algo?" pregunté.

Casi se cae de la silla de la sorpresa tan grande que le di. "¡Amigo! Ni siquiera te escuché llegar."

Le di un vistazo rápido al libro que traía antes de que pudiera esconderlo. Mis ojos se dilataron ante las palabras que saltaban de la página. "¿Estás leyendo una barata novela de romance? ¡An, esto es erótica! ¿No tienes suficiente de Lauren?

"Fue ella la que me lo dio," dijo, regresando a su lectura. "Quiere intentar un pequeño juego de rol, así que estoy leyendo sobre mi personaje. Soy un sexy hombre de la montaña."

"No hablas en serio," contesté. Esto era demasiado.

"¿Hombre de la montaña? En cuanto el doctor le dé luz verde, Mia tiene el disfraz de policia listo y esperando," dijo Jayden mientras caminaba con unos cuantos archivos para guardarlos.

Antonio asintió, entendiéndole. "Vamos a leer esa para la próxima. No puedo esperar para amarrar a Lauren"

No podía creer esto. "Voy a trabajar." Caminé por el pasillo.

"Dejé uno en tu escritorio para ti y Emma. Es sobre un convicto prófugo," dijo Jayden a mis espaldas.

Era oficial. Mis hermanos eran caso perdido. Fue bastante seguro encontrar una novela tirada en mi escritorio. La puse en otro lado. Si eran lo suficientemente estimulantes como para que Antonio y Jayden las leyeran, necesitaba mantenerlas apartadas al menos hasta mi segunda cita. Los pensamientos de tener a Emma en mi cama habían cruzado mi mente en más de una ocasión, pero no quería apresurar las cosas. No quería arruinar todo.

Pasé el día dibujando nuevos diseños hasta mi hora de comida. Antes de que pudiera abrir mi puerta para salir por un descanso, Jayden se deslizó hacia dentro. "Yo no saldría si fuera tu."

"¿Por qué no?" pregunté. A menos de que Antonio y Lauren hayan empezado con su diversión, no podía pensar en otra razón para no salir a almorzar.

"El vestíbulo está lleno de posibles secretarias, y todas están buscando dar un vistazo al Borruws disponible. Hay demasiadas. Podrías ser violado, y no habría nada que Antonio o yo pudiéramos hacer para salvarte," explicó, dándome una mirada comprensiva antes de salir de ahí.

Gruñí. Me moría de hambre. Sabía que Emma encontraría esto divertido, así que le envié un mensaje de texto. Un par de minutos después vibró mi teléfono.

Aguántate, niño bonito.

No sabía cuánto tiempo había estado escondido en mi oficina, hasta que escuché un ligero golpeteo en mi ventana. Mis ojos se abrieron en sorpresa cuando vi quién era. Rápidamente abrí la ventana. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"Dijiste que necesitabas ser rescatado. ¿Vienes o no?" preguntó Emma. "Los chicos y yo vamos a ir por comida china."

"No he escalado a través de una ventana desde que estaba en la universidad," admití, escalando de todas formas. La seguí hasta la camioneta donde los chicos y Sophie esperaban pacientemente. "¿Cómo voy a regresar?" pregunté después de saludarlos.

“Shelby se está haciendo cargo de eso. El vestíbulo estará limpio para cuando regresemos. Solo tenemos que recordar traerle algo de pollo agridulce y dos rollos primavera." Ni siquiera iba a preguntar.

El restaurante estaba a la vuelta de la calle, así que estuvimos ahí en poco tiempo. Los chicos caminaron delante de Emma y de mí, mientras Sophie caminaba entre nosotros, sosteniendo nuestras manos. Así era como se suponía que una familia debería lucir. Nos sentamos en nuestra mesa de la misma manera, con Ethan y Leo frente a nosotros tres. "Vamos a tener otra cena familiar mañana en la noche en casa de Jayden y Mia. Estaba pensando que pueden llegar temprano, así nosotros los hombres podemos practicar algo de fútbol."

"Uh huh," contestó, concentrada en sus palitos chinos. "Demonios," en lugar de ellos, tomó un tenedor. Usé mis propios palitos chinos para ofrecerle una mordida de mi camarón. Casi pensé que no iba a tomarlo, pero después de un momento, separó sus lindos labios y me dejó alimentarla. Cuando terminó de masticar, sacudió su cabeza. "Muy sutil, Borruws," dijo sarcásticamente.

"Es parte de mis encantos," sonreí.

Ethan resopló. "¿Encantos? Papá, la abuela te enseñó cómo hacer eso." Emma casi se ahoga con su comida.

"Gracias, Hijo," contesté. El pequeño diablo simplemente me sonrió.

Camino de regreso a la camioneta, Emma seguía molestándome. "No te preocupes, Troy," se inclinó y susurró, "yo creo que los chicos de mami son sexy."

Me reí y le di un empujoncito juguetón. "Métete en la camioneta, Goolldan. Necesitas regresar a casa para que te alistes para nuestra cita candente." Ella me guiñó el ojo. Las cinco en punto no llegaban lo suficientemente rápido.

Cuando regresamos a la oficina, Shelby estaba sentada en el escritorio contestando llamadas, "Construcciones Borruws, le atiende Selena. ¿Cómo puedo ayudarle?" Tecleó unas cuantas cosas en la computadora. "Sí, Sr. Gosei, puedo programarlo para el próximo martes a las tres en punto… usted también." Colgó.

"¿Selena?" preguntó Emma, poniendo su pedido para llevar en el escritorio.

"Shelby no es lo suficientemente maduro," explicó. "Pueden ir a casa sin mí. Tengo trabajo qué hacer." Contestó el teléfono otra vez, "Construcciones Borruws, le atiende Selena. ¿Cómo puedo ayudarle?"

Emma se giró hacia mí. "Uhm… ¿felicidades? Tienes una nueva secretaria."

Asentí, "Eso parece. No te preocupes. Si se descarrila, llamaré a Tyler."

"Buena suerte," contestó. "Vámonos, niños." Hubo un coro de adioses mientras dejaban el edificio.

"¿Revisándole otra vez las nalgas a mi hermana, jefe?" preguntó Shelby, fingiendo inocencia.

Me di la vuelta y me encogí de hombros. "Son realmente unas buenas nalgas. Regresa al trabajo, Selena." Me sonrió tímidamente. Extrañamente, creo que me acababa de ganarme la aprobación de la hermanita.

Exactamente a las cinco en punto, toqué gentilmente la puerta principal de la casa de Emma. Cuando nadie contestó, llamé un poco más fuerte. Seguían sin contestar. Hice sonar el timbre. Nada. Finalmente, tome mi llave, abrí la puerta, y metí mi cabeza. "¡Goolldan! Me estás matando aquí. ¡Ven y responde la maldita puerta!" grité.

"¡Quédate en tus pantalones, Borruws! ¡Ya voy!" me gritó de vuelta.

Cerré la puerta y esperé. Estaba a punto de tocar el timbre otra vez cuando la puerta se abrió y Emma salió, viéndose tan hermosa como siempre. Aclaré mi garganta y le ofrecí un ramo con siete tulipanes. "Uno por cada día que te conozco," le expliqué. "Te ves hermosa."

"Uhm, gracias," contestó. "No eres tan malo." Miró las flores. "Voy a… uhm… voy a ponerlas en agua. Ya regreso." Desapareció rápidamente de mi vista. No pude evitar sonreír. Había asombrado a la sabelotodo.

Regresó después de unos momentos y cerró la puerta detrás de ella. "De acuerdo, Sr. Borruws, ¿a dónde iremos en esta agradable tarde?" la tomé por el brazo y la guié al auto, abriendo la puerta por ella. "No vas a decirme, ¿verdad?"

"No hasta que el auto esté en movimiento," contesté.

"¿Así de mal, eh?" preguntó.

"Entra al auto, Goolldan." Cerré la puerta después de ella y troté alrededor para llegar a mi lado y entrar. Mientras hacíamos nuestro camino por la carretera, mantuve la mirada en ella. Había tanto de ella que todavía no sabía. Aparqué el auto a un lado de la carretera y me estacioné.

Parecía como si estuviéramos a la mitad de la nada. "Juro que si me pides que me pase al asiento trasero, voy a meter estos incómodos zapatos por tu culo."

Me salí y abrí la puerta por ella. "Dame algo de crédito. Si hubiera planeado meterme en tus pantalones esta tarde, te habría llevado a mi casa."

"Encantador," contestó secamente. "¿Dónde diablos estamos?"

"Lo explicaré. Lo prometo." Me paré delante de ella y me agaché un poco. "Súbete." No lo hizo. "No te hagas la difícil. No te dejaré caminar por el bosque en esos zapatos." Sonreí cuando la sentí trepar por mi espalda.

Emma enrolló sus brazos holgadamente alrededor de mi cuello. "Hueles bien, Borruws."

Caminamos por el bosque en un cómodo silencio. Estaba prestando mucha atención por dónde caminaba. Caer podría ser malo en muchos niveles. O bien ella podría lastimarse y me sentiría horrible o mi orgullo saldría lastimado y ella jamás me dejaría en paz con eso. Caer no era una opción.

"Aquí estamos," cuidadosamente, le ayudé a bajar y a ponerse de pie. Había una plataforma de madera construida en el árbol encima de nosotros. "Esta es la primera cosa que construí." Le indiqué con un gesto que trepara por la escalera.

"¿Es segura?" preguntó con cautela. Le di mi mejor aspecto de insultado. "¿Qué? La madera tiende a pudrirse, lo sabes."

"La he cuidado bastante bien," le aseguré.

El sol estaba a punto de ponerse, así que tenía velas esperando en la plataforma. Cuando Emma las vio, me miró interrogante. "¿Vamos a tener una sesión espiritista?"

Empecé a desempacar la hielera que contenía nuestra cena. "Construí esto cuando era niño. No sabía nada sobre alambrados en ese entonces, así que necesitamos estas para alumbrar." Le ofrecí un sándwich de ensalada de pollo con una sonrisa encantadora.

"¿Cómo supiste que este es mi favorito?" preguntó suspicaz.

"Nuestra nueva secretaria es muy eficiente." Contesté. La estuve fastidiando por información antes de dejar la oficina.

"Shelby," gruñó, pero gimió suavemente cuando le dio un mordisco. "Esto no era lo que esperaba cuando me atascaste en esta cita," admitió.

Encendí las velas. "Es la primera cita. Es aquí donde nos conocemos mutuamente, y no pude pensar en otro mejor lugar para hacerlo. Además, estás atrapada aquí hasta que decida mostrarte el camino de regreso."

Miró a su alrededor, dándose cuenta de que no tenía idea de cómo regresar al auto. "Mierda."

Solté una risita, sirviéndole una copa de vino. "Así que, Señora Goolldan," pensé en todas las cosas que quería saber sobre ella. "¿Quién fue tu primer beso?" parecía algo seguro para empezar.

"Noah," contestó. "Él fue mi primer todo."

Tal vez no era un lugar seguro para empezar. La envidia que sentía por este tipo que jamás había conocido era sorprendente. Normalmente no era del tipo celoso, pero pensar en ella con sus piernas enrolladas alrededor de alguien que no fuera yo… necesitaba parar. Mis pantalones se estaban poniendo incómodamente apretados. Decidí tomármela tranquilo. Podía seguir haciendo eso a pesar de que era un padre soltero con dos niños. "¿Y cómo te fue con eso?" pregunté.

Bella sonrió. "Genial… una vez que tuvimos un poco de práctica."

"¿Necesitó de práctica?" pregunté con aire de suficiencia. "Yo lo hice bien a la primera."

"Cállate, Borruws," contestó, golpeando mi brazo.

Esto era agradable, simplemente estar sentados aquí, ella y yo. Debo ser un masoquista, porque la tenía contándome sobre ella y los hombres de su vida. No pude evitarlo. Quería saber todo lo que había que saber sobre ella.

"Orion, Kevin, Scott, Theo y Jake," enlistó fácilmente. Cuando mis ojos casi se salen de mi cabeza, rodó los ojos. "Preguntaste sobre los hombres de mi vida, no mi lista de sexo. Estos eran los chicos con los que solía salir en el pasado. Orion era el hermano de Noah. Usualmente, él era demasiado genial como para salir con nosotros, los chicos de preparatoria. Kevin era el Rey de la escuela. Scott y Theo eran sus colegas. Creo que ellos salían conmigo porque mi papá era el jefe de policía. Jake era el tipo misterioso del que todos estaban asustados como para salir, así que terminó con nosotros. Me enredé con un par de ellos solo por diversión, pero Noah y el padre de Leo han sido los dos únicos hombres con los que he estado."

"Emma," traté de pensar en una mejor manera de preguntar esto. "¿Emma, fuiste violada?"

"¿Qué?" Sus ojos me miraron intensamente. "No."

Me expliqué. "Es solo que… dijiste que no sabías quién es el padre de Leo, así que lo asumí."

Gruñó y recargó su espalda contra la base del árbol. "Fue en un estúpido baile de máscaras. No te rías," me advirtió. "Estaba irritada. Era mi último año. Había demasiada presión en mí. Quería salir e ir por mi lado salvaje." Se rió sin humor. "Estaba oscuro y todos estaban usando máscaras. Estaba un poco mareada, pero no estaba borracha. Sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando me colé con él a otro lugar. No quería que se quitara la máscara. El misterio de no saber quién era y la emoción de ser atrapados era exactamente lo que pensé que necesitaba. Usamos condón, pero obviamente no fue efectivo."

"¿Trataste de localizarlo? ¿Al tipo misterioso?" Estaba seguro de que lo había hecho.

"Lo hice, pero había más gente de la que iba a mi escuela, y no tenía mucho de dónde elegir. Supongo que, él supo que estaba embarazada y se asustó, así que nunca regresó." Se detuvo por un momento. "No me arrepiento. Hice algo estúpido, pero tengo a Leo. No fue sencillo. He dejado un montón de cosas por cuidar de él, pero fue mi elección, y él ha valido la pena."

No había sido nada de lo que había esperado. Una vez más, Emma nunca hacía nada de lo que esperaba. ¿Por qué la concepción de su hijo tenía que ser diferente? "Sé a lo que te refieres. Has pasado por situaciones difíciles, pero has hecho lo mejor posible. Estar casado con Gia fue algo que pude haber evitado, pero no cambiaría ni a Ethan ni a Sophie por nada en el mundo."

Asintió con una sonrisa suave. "Tenemos unos niños bastante geniales."

Nos quedamos quietos por unos cuantos minutos, y finalmente no me pude contener. "Así que… el papá de Leo… ¿era más como el Fantasma de la Ópera o como Jason de Viernes 13?"

"Veo que ahora tendré que matarte," suspiró.

Riéndome, me puse de pie y le ofrecí mi mano. "Baila conmigo."

"Diablos, no," contestó.

"Te estás haciendo la difícil otra vez, Goolldan," me agaché y la jalé hasta ponerla de pie.

"No hay música, asno." Trató de jalar su mano, pero no iba a dejarlo así.

Enrollé un brazo alrededor de su cintura y la atraje más hacia mí. "Resulta que soy extraordinario para tararear."

"También estás lleno de mierda," me informó dulcemente. Ignorándola, empecé a tararear una agradable melodía y lentamente empecé a girarnos en círculos. Había demasiado espacio en la plataforma. "Me siento como una tonta," admitió.

"Cállate, Goolldan" contesté y seguí tarareando. Finalmente, dejó de pelear. Saboreé este momento, simplemente sosteniéndola en mis brazos mientras bailábamos bajo las estrellas… en un árbol. "Esto me recuerda a un poema."

"Oh, mierda," gimió.

Sonreí. "Troy y Emma, sentados en un árbol. B-E-S-Á-N-."

Me paró en ese momento. "Termina ese poema y te empujaré de la plataforma."

"Lucha todo lo que quieras, Emmalyn," paré el baile y la jalé un poco para poder verla a la cara. "Pero tendré ese beso."

"Pues no será aquí. Está a punto de llover." Una gota golpeó mi mejilla como prueba de su punto.

"Demonios." Inútilmente, soplé las velas y empaqué la hielera. Podía regresar por todo más tarde. Cuando regresamos al césped, la ayudé a subirse a mi espalda. Ella sostuvo la linterna mientras yo nos regresaba al auto. No lo logramos antes de que cayera el aguacero. Llegamos empapados.

Emma se estremeció en el auto, así que encendí la calefacción. "Tú sí que sabes cómo hacerle pasar un buen rato a una chica."

"Espera a que veas lo que tengo planeado para la próxima semana." Le guiñé un ojo, y ella solo se rió. Cuando aparcamos en su casa, brincó del auto y salió. No había una maldita manera en que la dejara ir de mi lado. Corrí tras ella, atrapándola antes de que llegara a la puerta.

Chilló cuando perdimos nuestro equilibrio y caímos sobre el pasto mojado. "Me tacleaste," me dijo con incredulidad.

Rodé hasta quedar arriba de ella, cuidando de no aplastarla con mi peso. "Te dije que iba a tener ese beso." Empezó a decirme, sin duda, algunas maldiciones, pero cubrí su boca con la mía. No pude evitarlo, pero gemí cuando mi lengua entró en contacto con la suya. Supe que iba a necesitar respirar pronto, pero cuando su pequeña mano avanzó hacia mi húmedo cabello y su boca se empezó a mover contra la mía, decidí que respirar estaba sobrevalorado.

Emma tumbada debajo de mí y peleando por recuperar su aliento era algo a lo que definitivamente podía acostumbrarme. "Sigues siendo un asno," jadeó.

Antes de que pudiera contestarle, un coche policía se detuvo enfrente de la casa. Tyler salió y abrió la puerta trasera, jalando a Shelby por el brazo. La recargó contra el capó y removió las esposas que mantenían sus manos detrás de su espalda antes de meterse al auto y manejar lejos de ahí.

"¡Gracias por el aventón!" Gritó después de que se fue. Entonces se giró hacia nosotros y sonrió. "Vaya… parece que su cita estuvo bastante bien."

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro