Informacion
Ella era peligrosa. El era poderoso.
Una espía con la tarea de conseguir información de uno de los más altos líderes de la mafia. Uno de los más altos y reservados, con una mente ágil y el instinto agudo.
Pero ella no se quedaba atrás, habilidades en pelea y una mente igual de brillante. Sólo tenía un pequeño inconveniente, no sabía actuar muy bien.
-¿en serio tengo que hacerlo?- la espía preguntaba a su intercomunicador oculto en su oído.
-Si Buttercup, es necesario- del otro lado de la señal se encontraba sus facilitador, una chica detrás de una computadora que la "acompañaba" en cada misión -es sencillo-
-Lo dices porque no lo harás tú- se quejó ella.
-oye, yo sólo soy la chica de la silla, tú eres la espía de campo- Aunque no podía verla sabía que su compañera tenía una sonrisa burlona al decir aquello.
Ella suspiró resignándose y preparándose para lo que venía a continuación. Bebiendo de un trago su bebida comenzó a buscar su objetivo.
Ella siempre odio estos lugares, centros nocturnos donde varias familias de la mafia se reunían a convivir y resguardarse, ella conocía las reglas, no negocios y no trabajo dentro del lugar. Era un sitio donde los marginados podían tener protección y los que querían relajarse podían hacerlo libremente.
Sin embargo a su objetivo parecía gustarle mucho ese lugar. Emiliano Crispin, uno de los mayores líderes de la mafia, iba todas las semanas sin falta, bebía un par de tragos, jugaba una apuesta sencilla y se marchaba, pero ella tenía un trabajo especial, ella tenía que sacarle información y eso no sería sencillo, primero tenía que capturar su atención.
Lo encontró sentado en una mesa de apuestas, esa mirada astuta que indicaba que lo tenía todo ganado y un cigarrillo entre los dedos a penas encendido. Buttercup, nombre clave de la espía, se hizo de otro trago y se encaminó hacia la mesa de su objetivo.
-Vaya, pareces un hombre con suerte- trato de usar su voz más seductora, se encontraba detrás del hombre mientras observaba cómo ganaba su partida de póker.
El volteo a verla enseguida, sonrió de lado, con la misma intensidad de un cazador que ha encontrado a su presa, ella sintió su piel erizarse por un momento.
-No creo en la suerte querida- el dio una calada a su cigarrillo e hizo un gesto para invitarla a sentarse.
Ella tomó lugar en la mesa, y en vez de seguir con la apuestas todos los demás se retiraron.
-¿y como llamarías a lo que acaba de pasar?- la espía tomo de su trago sin prestar real atención al mafioso.
-Ni siquiera lo estás intentando- pudo escuchar la voz en su intercomunicador, lo que la hizo fruncir el ceño.
El hombre sonrió de una forma que le causó escalofríos, es como si él supiera un secreto que el resto del mundo no.
-Estrategia- dijo simple, pero su mirada demostraba cuánta soberbia había en él.
Ella alzó una ceja, resistió el impulso de rodar los ojos y sólo sonrió, de la manera más seductora que pudo.
-¿estrategia?- volvió a dar un sorbo de su bebida, esta vez sin dejar de hacer contacto visual -¿que clase de estrategias tiene un hombre como tú?- la burla en su voz fue involuntaria, algo que salió de ella sin pensar.
El hombre rió, disfrutando del "reto" que suponía la dama.
-Depende de la jugada-
Así fue como comenzaron un juego de coqueteo, él hacía comentarios astutos y ella intentaba con acciones "provocativas", que resultaban en movimientos un poco torpes.
-entonces- ella se acercó más al hombre, habían decidido dejar el bar de una buena vez y, a petición del hombre, ir a un lugar más privado -¿ que clase de negocios tiene un hombre como tú?-
La espía escuchó una risa en su oído, una risa femenina y baja.
-en verdad eres mala en esto-
Sabía que era verdad, y que su compañera no trataba de ser mala, pero ella simplemente siguió el impulso.
-ya lo se- gruñó de frustración -te lo dije desde el principio-
Esta vez la risa fue más grave, y no se escuchaba provenir del aparato en su oído, miro al hombre y sólo entonces se dio cuenta de lo que había hecho. El pánico se reflejó en sus ojos por un segundo.
El hombre sonrió con esa confianza de cazador cuando lo noto, su presa había caído.
-Descuida, ya sabía quién eres Alison, perdón, Buttercup-
El pánico podía ser persistente, ella lo miró sin comprender cómo podía saber eso.
-Pero...-
-Llamaste mi atención desde la primera vez que merodeaste por el lugar- se acercó hasta ella tomándola por la cintura -y quien sería yo si no pudiera investigar a quien capturó mi atención-
Buttercup seguía sin entender realmente, cómo era posible, ella era una espía, y era buena en su trabajo, nunca había dejado evidencia de nada y su alter ego hace mucho había desaparecido del sistema.
-Tengo un trato para ti- Crispín se separó de ella - te daré toda la información que necesitas, si...- le mostró una pequeña usb, donde suponía se encontraba la información -aceptas salir conmigo-
De nuevo la sorpresa atacó, ¿salir con él? ¿Por qué quería eso?.
-¿que ganas tú con eso?-
Volviendo a ser ella misma la chica levantó el mentón, estando a la defensiva, puede haber sido descubierta pero aún podía mantener su imagen.
El mafioso volvió a reír.
-yo gano una cita con la mujer más hermosa que he visto- le sonrió con esa galantería que empezaba a ser característica en él -¿es un trato?-
Ella lo miro sin decir nada, analizando sus opciones.
-Si aceptas acabaríamos con la red de mafia más grande de la ciudad- de nuevo la voz de su compañera.
Ella suspiró resignada.
-bien, aceptó el trato-
Le arrebató la pequeña pieza de la mano, y se dio la media vuelta para salir de ahí. Sólo escuchó la risa del hombre.
-Te dije que todo era estrategia-
Ella gruñó con fastidio y se fue por fin.
Perdón por no publicar nada en dos semanas (?
Y creo que se nota que ya no sabía como terminar esto :)
En fin, fue mi mejor intento.
Emiliano-Crispin akali_1234 ta-da~ :3
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