Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 40:"El conejo blanco de piel negra"

Aquellos hombres bordeaban una amplia mesa redonda bastante alta, la cual no era rodeada por sillas. Al acercarse más, ambas damas vieron un mapa de la capital extendido sobre la superficie de madera.

–Señorita Metharkas, disculpe haberla sorprendido trayéndola a este lugar. Necesitamos que comparta qué sucedió en su visita a la abadía. -mencionó el Duque Lucas-.

Karina vaciló por un lacónico segundo, observó a Emily y confesó:

–Antes de empezar, me disculpo si no ofrezco los detalles suficientes... Al llegar a la abadía y preguntar sobre el estado del abad, la abadesa no mostró ningún gesto extraño, lo probable es que a menudo reciba ese tipo de preguntas. Sin embargo, para que me permitiera ver a Su Santidad enfermo fue considerablemente difícil.

–Por favor, Lady Metharkas, no se refiera a esa persona como "Su Santidad", ningún humanos es absolutamente santo, menos aún, quien se autoproclama así.

–Ya veo... Ante sus negativas constantes tuve que jugar unas cuantas cartas sucias, y me permitió entrar. Sin embargo antes de cruzar el umbral ella retiró una pared neblinosa  y brillante que antes había sido trasparente.-decía la joven mirando alrededor de la estancia- Al entrar observé todo con cuidado: en una esquina algo alejada de la entrada, cercana a un escritorio, sobre una mesita había un recipiente dorado pálido que contenía frutas. Al acercarme a la cama observé la pequeña mesa a su lado, tenía polvo, tan visible  que no necesitaría posar mi dedo en su superficie para corroborarlo.

《Por un momento, fruncí mi ceño, el abad  no se movía, sé que está inconsciente pero me refiero a movimientos involuntarios, como el que causa la respiración. La abadesa pareció notar mi preocupación, con disimulo movió su dedo -tan ligeramente que si no hubiera tenido todos mis sentidos en ella, no lo hubiese notado- Entonces, el cuerpo reposando en la cama, demostró  el movimiento ante cuya ausencia me vi tan extrañada.》

《Después de observarle por unos minutos y fingir rezar por su salud, noté como el abad giraba en la cama, moviendo sus dedos con rigidez, como las articulaciones de quien tiene un mal sueño, excusa que utilizó la abadesa para sacarme del lugar. Pero al alzar mi vista, vi el tazón de frutas anterior y todo su contenido estaba podrido. Después, antes de irme, volví a mirar aquello pero todas las frutas estaban brillantes y apetitosas. Si no tuviera tantas sospechas sobre la abadía hubiera creído que fueron engaños de mi mente, pero tengo total certeza de lo ocurrido. Aunque comprendo que sea difícil de creer.》

Al terminar su relato, todos callaron analizando. Tras uno segundos Emily puso su mano sobre la mesa y dijo:

–Piensen esto: si el abad muriese sería muy conveniente para la abadesa, quien tomaría el control. Ahora, si eso sucediese, primero hay que matar al abad, luego, encontrar una manera de ocultar este hecho hasta que se pueda hacer pública su muerte como un hecho natural.

–¿Por qué simplemente no le envenenan con una planta irreconocible?

–Señorita Metharkas, el Senhem, el poder santo, actúa en el cuerpo de su poseedor como purificador a todo lo físico que se filtre en el cuerpo, a excepción de lo adquirido de manera natural o enfermedades de la edad. No haría efecto. Por otro lado cualquier otro tipo de muerte antinatural indicaría a la abadesa. El Consejo y los imperialistas no le dejaría ir fácilmente y en caso de que esta pudiese escapar de ello perdería beneficios como ser propietarios del Lago Celestial, y serían derrocados por la opinión pública. -dijo el General Grayshire-.  E  incluso en  caso de una muerte aparentemente natural, su poder  sería lacónico hasta que se seleccione un nuevo abad.

–Exactamente, General Erick. ¿Que hacer, entonces, para tener el poder y no perder nada? Fingir que está enfermo terminalmente.

–Pero si tiene poderes de sanación puede sanarse a sí mismo.-replicó Karina-

–El Senhem es muy poco práctico debido que está ligado constantemente a lo que se considera el bien, entonces el poder que fue otorgado para ayudar a los demás si se usa en uno: es egoísmo; siendo esto imposible, no tiene ningún efecto al aplicarlo en sí mismo de manera consciente. -le explicó Emilyette- Entonces lo que ella hizo fue: matarlo; segundo: anunciar su ausencia como una grave enfermedad; tercero: obtener el poder del templo y silenciar a los sacerdotes de labios dóciles, lo cual es muy conveniente ya que si se hace totalmente público el hecho de que el abad es protegido por una barrera que elimina todo aquello con lo que interactúe, a voluntad del usuario que lo forjó, ella estaría en problemas.
Luego Karina volvió a hablar:

–Sin embargo, Emilyette, no creo que el abad esté muerto como sospechas.

–¿Por qué afirmas esto?

–Piénsalo, no creo que la abadesa pueda hacer algo con un cuerpo muerto. Ese no es el poder de los Santos, además al entrar las frutas estaban frescas así que alguien las estuvo cambiando con constancia y el abad respiraba.

–Sabes que la abadesa miente. -Karina asintió- Entonces no es una santa, así que no debe tener el poder de los Santos.

Emily podía decir aquello con confianza debido a que vivían en una sociedad en la que solo unos escogidos podían utilizar, prácticamente, a lo que muchos países se refieren como "magia", pero que realmente era "Venhem" -que en el idioma antiguo original significa "Herencia ancestral"-. Mediante sus estudios, ella pudo saber que el poder natural estaba en todos los seres vivos, la fuerza del mismo dependía en mucho de la vitalidad pero también del linaje. Este era un poder que los ancestros de todas las personas habían conseguido tras tener un vínculo especial con la naturaleza -el cual los libros no especificaban- sin embargo no todos pudieron tener este poder, ya que no todos podían interactuar de aquella manera con la naturaleza. Por lo que mucha gente estuvo vacía, así se desató la primera guerra mundial, La Guerra Eterna, cuyo nombre fue dado para que perdure por generaciones. Esta guerra fue provocada porque aquellos que carecían del poder natural eran discriminados y comúnmente maltratados, para deshacerse de esto, se creó esta guerra, que se encargó de exterminar a todos los "Olvidados", como se les conoció a los que carecían de poder. Aunque en la actualidad no se han visto más Olvidados, está estipulado en la ley que si llega a aparecer alguno, debe ser exterminado inmediatamente.

Independientemente de ello, no todos pudieron heredar la misma cantidad de poder, ya que la mayoría de sus antepasados fueron personas que desesperadas por no morir consiguieron un poco de poder que no fue suficiente para que la  sociedad de magos les aceptara correctamente por lo que fueron el nuevo chivo expiatorio del mundo. Sin embargo, a pesar de que la historia del Venhem demostraba que se podía conseguir con  dificultad, era relativamente fácil cuando se comparaba con Senhem, el poder santo. Para poder obtener este, primero debías sacrificar tu propia vida, no físicamente, sino espiritualmente, dedicar toda la mente a la sola causa del bien, y después el cuerpo. La mayoría de las personas que anhelaban este poder debían vivir como ermitaños, ya que requería de mucha concentración y voluntad. Sin embargo había otra manera de despertarlo, pero era desconocida porque ningún libro de Eberhard especificaba algo como eso.
Conociendo esto, Emilyette, pudo saber que la abdesa no tenía el poder santo, incluso si lo hubiera tenido antes, era un poder que te abandonaría apenas pecaras una sola vez. Era un poder poco práctico a la vista de Emily, ya que no se podía utilizar en una batalla. No hay manera de tener el poder del bien y hacer el mal. Pero era normal que Karina no supiese esto, originalmente no era una chica muy estudiosa, y ahora que Emily sabía que otra alma habitaba ese cascarón comprendió que ella no sabría nada de su nueva patria.

–Dices que como las frutas estaban frescas se debía a que alguien las cambiaba con constancia. También dijiste que había polvo en las superficies de la estancia. ¿No crees que si verdaderamente alguien se dedicara a cambiar las frutas, también limpiaría? Además, no tiene sentido llevarle frutas a una persona inconsciente que aún si despertará, no se podría levantar y tomarlas. Esto prueba que está muerto y nadie tiene contacto con la habitación. Pero, ¿cómo las frutas estaban en buen estado? Estoy segura de que tiene que ver con la razón de porque el abad parecía vivo también, en vez de ser un cadáver descompuesto.
Emilyette peinó su flequillo, arrastrando su cabello hacia atrás. Suspiró con pesadez y sus pestañas se movieron delicadamente.

–Eso quiere decir que la barrera no solo funcionaba para alejar, sino que también permite que los organismo no se descompongan. De esta manera las frutas estarían en buen estado. -Karina se sorprendió y su quijada se debilitó-.

–Sin embargo, ¿cómo pudo moverse el Abad? -preguntó el General-.

–Un poder que permita eso, es algo muy raro en un personaje como la abadesa. -mencionó el duque-.

Mel-Abag, quien estuvo en silencio e inexpresivo como si no formara parte de la conversación, finalmente habló:

–Generalmente los sacerdotes deben presentar sus poderes interactuando con el pueblo. Sin embargo, incluí en el reporte que nunca vi a la abadesa hacer aquello. Tampoco creo que una barrera destructiva sea Senhem, por lo que es muy probable que la joven dama tenga razón.

Entonces calló, dispuesto a no volver a hablar sin que fuese requerido, justo como un perro leal.

–Eso quiere decir que la abadesa verdaderamente no es poseedora del Senhem. ¿Entonces cómo llegó a su posición? Esto debe estar mal.

–Karina, cómo consiguió ser abadesa no es nuestro asunto -habló la de ojos lila- También dijiste que las frutas se habían podrido¿no?

–Así  es. Pero después volvieron a ser bien parecidas.

–Eso debe ser porque la barrera se había empezado a activar y las retornó... Un tipo de Venhem que te dé el control de un cuerpo muerto, a sacrificio de la vitalidad de uno vivo. -Emilyette sonrió sádicamente.- La abadesa es una nigromante.

...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro