Capítulo 3
【 𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟑 】
Seguimos a Mello dentro del búnker hasta una sala donde se encontraba reunido otro grupo de personas, que por la apariencia, supuse que debía de tratarse de esos nuevos aliados mafiosos suyos.
Contaban con un equipo de ordenadores bastante completo en los que dos o tres hombres se encontraban trabajando en ese momento. El rubio se sentó en el gran sillón que había en el centro del lugar, junto a una mujer de mirada depravada que a decir verdad parecía bastante interesada en mi ex compañero. Matt tomó asiento también, pero yo opté por mantenerme de pie a su lado.
—Ahora que ya estamos dentro, ¿puedes explicarme por qué razón te la has traído a ella también? —quiso saber mientras le daba un mordisco a su tableta de chocolate, pues al parecer, aun con el paso de los años ese vicio suyo no había desaparecido. Aunque lo cierto es que no me extrañaba.
—Necesitas ayuda —habló seguro—, y conmigo solo no basta. Antes siempre resolvíamos los problemas los tres juntos, así que pensé que...
—Pensaste que era el momento ideal para jugar a esas estupideces de reencuentros de la infancia —terminó la frase el rubio, a lo que Matt soltó un suspiro—. Pues pensaste mal. Sabes que esto es un tema serio e importante, lo que hiciésemos antes ya no tiene nada que ver con el presente, ¿entiendes? Ella debió de haberse quedado en la Wammy's House.
—Tengo decisión propia —hablé dirigiéndome a él por primera vez—, así que tú no eres quien decide lo que hacer o no conmigo. Matt me propuso venir y yo acepté, así que ese es mi problema ahora, no el tuyo.
Su personalidad seguía siendo similar a la de antes, o al menos lo poco que lo había observado me había hecho llegar a aquella conclusión. Sin embargo, sí que había algo que se me hacía ciertamente diferente en él. Ahora parecía como si no le importase lo que ocurriese con nosotros, como si solo fuese a usar nuestra ayuda y ponernos en riesgo para luego botarnos de nuevo; como si el aprecio que antes nos tenía ─si es que alguna vez realmente nos tuvo─ hubiese desaparecido hasta el punto de que ahora solo éramos dos desconocidos más.
—Sí que es mi problema, porque ahora soy yo el que tiene que preocuparse por una nueva carga.
¿Carga?
—Mira, cariño —cabe aclarar que cargué de sarcasmo lo último—, yo no he volado cinco horas en una avioneta destartalada y llena de basura para llegar hasta aquí y que tú me digas que soy una carga. Puedes quedarte tranquilo por eso, sé cuidarme bien sola, además, no te hagas como si te importase en lo más mínimo lo que pase con nosotros, sabes muy bien que no es así, de lo contario jamás te habrías marchado en primer lugar —ignoré por completo el cómo Matt susurraba mi nombre para que me calmase—. Así que por una vez en la vida, trágate tu maldito orgullo de mierda y solo acepta nuestra ayuda, porque la necesitas.
En respuesta a mi comentario, tras unos segundos Mello soltó una carcajada, irónica también. ¿Se supone que le veía gracia al asunto? A mí no me divertía en absoluto, y ver su reacción solo me hacía pensar que se estaba burlando de mí, cosa que no me agradó para nada.
—¿Se puede saber dónde está el chiste? —cuestioné seria, cruzándome de brazos—. Estoy hablando en serio.
—¿Sabes usar una pistola? —preguntó sin responder a mi pregunta.
—Sabes que sí. —Lo sabía perfectamente.
—Pues bienvenida seas entonces —alegó dándole otro mordisco a su chocolate.
No supe muy bien a lo que se querría referir exactamente con eso, pero interpreté que significaría un «Te dejo participar para que así te calles de una vez».
Aunque en realidad ni siquiera me agradaba la idea de ayudarle, si había venido hasta aquí había sido porque mi estancia en la Wammy's House carecería totalmente de sentido si Matt tampoco estaba.
—Mi plan inicial fracasó —comenzó a explicarse una vez yo también había tomado asiento a regañadientes junto a Matt—, secuestramos al jefe de la policía japonesa para hacer un intercambio por el cuaderno de muerte que ellos poseían, pero Kira pronto se deshizo del tipo escribiendo su nombre en una de las hojas para así dejarnos sin rehén. Por eso, decidí ejecutarlo de nuevo pero esta vez secuestrando a Sayu Yagami, hija de Soichiro Yagami, y ahí es cuando pudimos conseguir esto exitosamente —finalizó mostrando el cuaderno que tenía en una mano. Una libreta negra de título Death Note.
—¿Quién es ese Soichiro? —pregunté— Y ya que estamos, ¿qué es esa libreta? No será el...
—El cuaderno con el que Kira mata escribiendo los nombres y apellidos de las víctimas —me interrumpió—. Soichiro Yagami es el oficial a cargo del caso Kira, e irónicamente, también es el padre del primer sospechoso como Kira.
Miré a Matt para ver su opinión respecto a lo que acababa de decir, pues yo no terminaba de comprenderlo del todo, pero este tenía la mirada seria fija en el rubio, escuchando con atención.
—¿Y cómo podemos estar tan seguros de que ese chico sea Kira?
—Sé que L llegó a esa conclusión en un principio, pero pasó a ser solo una hipotética teoría ya que no había suficientes pruebas. Sin embargo, después de poner en marcha el plan del intercambio comenzó a tomar forma de nuevo para mí. ¿No os parece extraño que el primer rehén fuese asesinado y sin embargo el segundo rehén no? Si Kira mató al primero para que así no pudiésemos hacernos con el cuaderno, ¿por qué no mató también al segundo? ¿Por qué razón dejó viva a Sayu Yagami? —inquirió—. Mi teoría inicial era que existían dos cuadernos; uno en custodia de Kira y otro en posesión de la policía, pero después de haber hecho el intercambio, es muy probable que ambos cuadernos estén controlados por Kira. L estaba en lo cierto cuando hizo aquella deducción, sigo sin entender cómo fue que dudó y terminó siendo asesinado si desde un principio estuvo en lo correcto... Aunque bueno, eso ahora ya no nos es relevante.
—¿Y qué es lo que tenemos que hacer nosotros? —quise saber, aún asimilando todo lo que había explicado. Lo cierto es que aquella teoría tenía sentido, mucho sentido, y Mello era alguien bastante inteligente, por lo que había un alto porcentaje de posibilidades de que estuviese en lo cierto, más aún si teníamos en cuenta que aquella deducción suya tenía hechos sólidos en los que apoyarse.
—Ahora nada.
—¿Nada?
—Sí, nada. Probablemente Kira vendrá por la Death Note, así que por el momento no tenéis que intervenir —anunció tranquilo. Luego, como si hubiese recordado algo importante, volvió a hablar—. También intentamos conseguir información del Shinigami poseedor del cuaderno, pero es imposible hacerle hablar.
—¿Cómo que Kira va a venir a por ella? —pregunté. Es decir, es el mayor asesino en serie conocido actualmente, y que diga como si nada que va a venir a por el cuaderno... Aunque lo cierto es que lo último que había mencionado me había extrañado más— ¿Y qué es eso de Shinigami?
—Los Shinigami son los dioses que guían a las personas hacia la muerte según la mitología japonesa, y aunque suene como algo difícil de creer, cada cuaderno viene con uno puesto que ellos son los verdaderos poseedores. Ahora mismo uno se encuentra aquí, escuchando toda nuestra conversación, pero ni tú ni Matt podéis verlo ya que no habéis tocado el cuaderno.
Y tampoco es como si entrase en mis planes eso de tocar ese cuaderno del demonio solo para comenzar a ver bichos sobrenaturales. No, definitivamente no, gracias.
Claro que Matt y yo no pensábamos igual, así que él sí terminó tocando la libreta para así poder ver también a aquel Shinigami del que Mello alegaba que estaba en la sala.
Por el cambio brusco de su expresión y su mirada ahora fija en algo que al parecer de repente sí que era capaz de ver, pude hacerme una idea de que por muy fantástico que sonase, aquellos Shinigami sí que existían. Y para colmo había uno justo frente a nosotros.
—Pero si Kira viene personalmente a por el cuaderno, ¿qué piensas hacer? Va a intentar acabar contigo —interrogó Matt un rato después retomando la conversación.
—Lo sé. No creo que Kira venga personalmente, supongo que enviará a algunos agentes de la policía japonesa para que actúen por él. Eso basándonos en que Yagami sea el asesino.
—Ya, ¿y qué tienes planeado?
—Nos marcharemos a una vieja casa que mi equipo tiene en Japón, está bien preparada, no conseguirán el cuaderno.
—Y si tenías tan claro desde un principio que intentarían recuperarla, ¿para qué querías la Death Note entonces? —hablo yo esta vez.
—Para poder investigarla yo mismo, claro está. He encontrado varias cosas interesantes en el proceso, como por ejemplo, que algunas de las reglas son falsas.
¿Falsas? ¿Podía ser falso el manual de instrucciones de un cuaderno?
Bueno, a decir verdad tampoco es que me imporse mucho el funcionamiento de aquella cosa, lo único que quería es que me dijese el plan de una vez por todas para que pudiese prepararme para actuar.
—Nadie había descubierto nada sobre las normas falsas antes, así que esto merece considerarse como un gran punto a mi favor. Near 1 - Mello 1.
—No me fastidies con que todavía sigues con eso de superar a Near —espeté irritada. No podía creer que tras tantos años siguiese encabezonado con aquella ridiculez.
El rubio me observó con semblante serio, dispuesto a abrir la boca para seguramente decirme que no era de mi incumbencia, pero Matt interrumpió cambiando de tema. Y menos mal, porque de lo contrario lo más seguro es que hubiésemos terminado discutiendo una vez más y sinceramente no me encontraba con ganas en ese momento.
—Y mientras tú esperas aquí, ¿cómo ayudamos Mikka y yo?
Mello se llevó una mano al bolsillo delantero de sus pantalones para sacar unas llaves y lanzárselas al castaño-pelirrojizo, quien las atrapó al vuelo con algo de torpeza ante este gesto que le pilló desprevenido.
—Me esperaréis en otro apartamento que tengo preparado en Japón, lleváis grabada la dirección en la llave que abre la puerta. De antemano aviso que no es precisamente muy... acogedor, pero servirá. Está cerca del edificio donde nos alojaremos nosotros, y además cuenta con la distancia suficiente como para que no os detecten —notificó comiéndose el último trozo de chocolate que le quedaba; acabando así con la tableta que hacía un rato había empezado. Hizo una bola con el papel y luego la dejó caer al suelo.
—¿Cómo se supone que vamos a llegar a Japón? —interrogué esperándome lo peor. Matt me miró divertido, haciendo una mueca genuina con los labios.
Oh mierda, esa avioneta de nuevo no.
—¿Y por qué no le explicaste esto a Matt por mensaje para que así directamente te hubiésemos esperado allí? Nos habríamos ahorrado un viaje considerable.
—Este asunto tenía que hablarse en persona, por mensaje Kira habría podido detectarlo.
Agh. Maldito Kira, maldito Mello y maldito fuese todo.
—Prepárate Mikka, nos vamos a Japón —pronunció Matt en un tono burlón.
Yo solté un rebufido, aún cruzada de brazos.
Por desgracia, todavía me esperaba otro removido y largo viaje.
***
Como podréis ver he cambiado algunas cosillas respecto a la historia original para poder seguir mejor el fic, como por ejemplo lo de que Mello intuya también que Light es Kira después de hacer el intercambio.
Cambiaré más detalles de este tipo conforme avance la historia, incluso voy a añadir bastantes cosas de importancia para la trama que son totalmente inventadas, aviso por si encontráis algo que no cuadra nada con el anime sldjsk ♡
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