Capítulo 5: Hold me tight, here and everywhere
Yeonjun abrió la puerta de su hogar y se encontró a su alfa en la sala trabajando como de costumbre. Estaba muy concentrado en otro cuadro que pronto sería enviado a París para una próxima exhibición.
Desde que Soobin había empezado a hacer negocios con Taehyun —más bien con el museo y teniendo a Taehyun de traductor—, el alfa se había dedicado a trabajar casi exclusivamente para los cuadros que enviaba a París, aceptando encargos cada vez más pequeños de sus clientes frecuentes. Todos sus trabajos eran excepcionales, pero estos últimos encargos habían tenido algo diferente. Yeonjun podía decir de primera mano que Soobin se estaba esforzando más que nunca; aún si ya podía descansar más tiempo con su familia sin que las fechas de entrega le estuvieran pisando los talones, su alfa pasaba mucho tiempo pegado a los marcos de tela para lograr acabados que antes no se había molestado tanto en conseguir; en asegurarse de que no quedaran espacios en blanco entre los hilos; en que su trabajo fuera impecable y que nadie tuviera excusas para rechazar lo que tenía para ofrecer.
Yeonjun estaba muy orgulloso de Soobin.
Él por su parte había dejado de trabajar poco a poco, ya que mientras pasaban los días y el dinero dejaba de ser una preocupación constante, Soobin le insistió en descansar más y que ya no se desviviera hasta el agotamiento. Fue una decisión difícil y al principio Yeonjun se vio renuente de hacerlo, pero hasta ahora había resultado lo mejor no sólo para él, sino también para Kai.
Era de conocimiento común que para un omega desapegarse de sus cachorros cuando estos todavía son muy jóvenes, era físicamente doloroso para el cuerpo del omega y en los cachorros podía generar problemas de confianza a largo plazo o directamente en su carácter, volviéndolos más hiperactivos o desconfiados.
Afortunadamente ese no era el caso de Kai. Era tímido, como cualquier otro cachorro cuando lo sacaban de su zona de confort, pero nunca fue de los que hacen berrinches de la nada y no están a gusto con nadie más que su madre. Fue de gran ayuda que Soobin estuviera en la casa todo el día, de esa forma Kai tenía en quien recargarse cuando se sentía especialmente estresado por no tener a su mamá todo el tiempo como a él le gustaría.
Ahora podía decir que nunca se había sentido mejor. Hace semanas los huesos dejaron de dolerle y ya no sentía la molesta presión en el pecho cada vez que salía de la casa hasta que se iba a dormir. También pudo dedicarse más a cuidar de su hogar que el de las demás personas, dejando que su alfa descansara de vez en cuando de esas tareas. Esta vez con verdaderas siestas o con buenos baños calientes sin prisas por vigilar a su cachorro.
—¡Ya vine! —dijo Yeonjun mientras intentaba quitarse los zapatos, siendo detenido por su alfa, que le quitó las bolsas del mercado y le dio un beso en los labios a modo de bienvenida.
—¿Cómo te fue, mi amor? —preguntó Soobin yendo a dejar las compras en la cocina.
—Tranquilo, no había mucha gente en el mercado—dejó sus zapatos en la entrada y se acercó a su alfa, quien lo recibió con los brazos abiertos. Ambos compartieron un dulce beso mientras se abrazaban, y caminaban a espaldas del omega, terminando rápidamente acostados en el sillón muy pegados el uno al otro, Soobin arriba de Yeonjun—. Compré para hacer tu platillo favorito —susurró Yeonjun en el oído del menor.
—¿De verdad? —preguntó Soobin con el rostro oculto en el cuello de Yeonjun. El omega podía sentir la sonrisa que tenía su alfa en ese momento y le dio un beso en la frente—. ¿Voy a tenerte desnudo y cubierto de crema para la cena?
—¡Soobin!
Ambos se soltaron a reír con ganas y el alfa abrazó más fuerte a su omega, ahora dando besos por todo su cuello al mismo tiempo que metía sus manos por debajo de la ropa del castaño. Yeonjun se mostraba encantado con las caricias de su alfa, ronroneando por la suavidad con la que el menor lo tocaba y la calidez que poco a poco brotaba de su pecho hasta llegar a cada rincón de su cuerpo.
—¿Eso es un sí? —preguntó Soobin de forma sugestiva aún con su cara en el cuello de su omega.
Yeonjun rio de forma ahogada—. Por Dios Soobin, ¿podrías por una vez no sabotear mis intentos de hacer algo lindo por ti?
—No estoy saboteando nada.
—¡Sí lo haces!
—No~ —canturreó el alfa.
—¿Y qué estás haciendo ahora mismo?
Soobin levantó la cabeza y con ojos brillosos le dio a su omega una de las sonrisas más risueñas que tenía para ofrecer—. Le muestro a mi omega lo mucho que lo amo y que valoro todo lo que hace por nuestra familia.
Yeonjun no supo como contestar más allá de la sonrisa que apareció en su rostro y Soobin tampoco estaba preocupado por eso. El alfa siguió acariciando los costados de su omega cuando el mayor lo hizo recostarse una vez más en la seguridad de su cuello y empezaba a jugar con el cabello negro del alfa.
Ambos se sentían seguros y felices de poder compartir un momento de tranquilidad con la presencia del otro. Ese tiempo habían podido reforzar esa parte de su vínculo que tenían un poco desatendida; podían ir de compras juntos; cuidaban la casa entre los dos; desayunaban, comían y cenaban los tres al mismo tiempo —cosa que hace mucho habían dejado de hacer por sus diferentes horarios—; y lo que en opinión de Soobin fue lo mejor del cambio en su rutina, era que habían podido intimar mucho más. En todas las formas posibles.
Podría parecer exagerado que el primer día que Yeonjun se quedó en casa y Soobin regresara de dejar a Kai de la escuela, el alfa se lanzara a la cama y le hiciera el amor a su omega sin preocuparse de quien pudiera escuchar, pero para Soobin ya se habían reservado demasiado. Fue maravilloso en palabras de Yeonjun, pero increíblemente vergonzoso cuando salió a recoger a su hijo de la escuela y se encontró con la señora Jung. Él la saludó amablemente y ella le devolvió el gesto, con un sonrojo que no dejaba lugar a dudas de que sabía algo que no debería.
Yeonjun le habría reclamado a Soobin, pero hace tiempo que no habían tenido la oportunidad de estar juntos que se lo dejó pasar. Sólo por esa vez.
Ahora mismo los dos habrían llevado las cosas más lejos de no se porque el celular de Soobin empezó a sonar desde su habitación.
Con pesar, Soobin se levantó de encima de Yeonjun y le dio un último beso antes de irse a atender la llamada. El omega optó por quedarse un rato más en su lugar y estirar su cuerpo de forma que su huesos tronaran y se relajara por la sensación. Empezó a organizar lo que tendría que hacer para ese día, con la voz de su alfa de fondo en su habitación.
Ir por la despensa; listo.
Recoger al cachorro de la escuela; le tocaba a Soobin ese día.
Hacer la comida; seguía pendiente.
Planchar la ropa; lo dejaría para mañana.
—Taehyun, no me puedes pedir eso —la voz de Soobin resaltó por encima de sus pensamientos, sonaba descolocado e hizo que Yeonjun prestara más atención a su pareja. Hubo un silencio antes de volver a escucharlo—. Entiendo que es tu trabajo, pero eso es demasiado, adem- —otro silencio. Yeonjun de repente empezó a aguantar la respiración sin darse cuenta, soltándola de a ratos cuando sentía una molestia en el pecho.
¿Taehyun estaba teniendo problemas con Soobin? ¿Había problemas en el museo? ¿Había algo que Soobin no le hubiera dicho?
Era poco probable. Siempre que Taehyun hablaba era para darle buenas noticias a Soobin, como que sus cuadros eran los estelares de las exhibiciones, o que el museo quería más y más encargos. Si a estas alturas algo malo hubiera pasado, ya habría sido notorio en los ánimos de su alfa.
—Taehyun-ah, no es algo sencillo. No puedo darte una respuesta ahora —Soobin sonaba inquieto, como si intentara librarse de una mala situación o ganar algo de tiempo para lo que sea que Taehyun le estuviera insistiendo en el telefóno.
Soobin siguió insistiendo en que no podía hacerlo, sea lo que sea que el otro alfa le estuviera pidiendo, así que viendo que esa conversación podría ser las mismas frases por un buen rato, Yeonjun puso manos a la obra para empezar a preparar la comida de la tarde, en silencio mientras seguía al pendiente de que pudiera escuchar algo nuevo en la habitación.
Le fue difícil concentrarse. Parecía que Soobin tenía —o tendría— problemas de alguna forma. De repente el silencio llenaba la casa mientras Taehyun le decía quién sabe qué a Soobin por el celular. Incluso Yeonjun dejaba pausado el manduguk que estaba cocinando por la incertidumbre de que escucharía a continuación. Hizo los dumplings desde cero, los puso a hervir, hizo el caldo con verduras y le sobró tiempo para lavar los platos.
Después de más de dos horas de llamada Soobin regresó al comedor con un rostro inexpresivo y cuerpo agotado. Su omega que estaba en la mesa esperándolo se paró a paso lento y fue a abrazar al más alto. Soobin no dudó en corresponder el gesto.
—¿Todo bien, Binnie? —Yeonjun sintió como Soobin recargaba su mejilla en su cabeza—. ¿Pasó algo malo?
El otro suspiró—. Taehyun me pidió algo ridículo —apretó más el cuerpo de su omega contra el suyo, con miedo de que fuera a alejarse, pero Yeonjun sólo se acomodó más en los brazos del alfa—. Quiere que me mude a Francia.
—¿Qué? —Yeonjun abrió sus ojos de golpe y volteo a ver al menor que seguía igual de abatido.
—Le dije que no puedo hacer eso, pero sigue insistiendo y me pidió que lo hablara contigo. También dijo que volverá a llamar en unos días —Soobin levantó su mano y empujó la cabeza de Yeonjun para que volviera recostarla en su pecho—. Resulta que el museo quiere profundizar en nuestro contrato, hacer más exhibiciones y quieren que esté allá para eso.
Yeonjun estaba conmocionado, por no decir menos. Por obvias razones nunca habían hablado de mudarse, ni siquiera ahora que estaban mejor económicamente era algo que se les hubiera cruzado por la cabeza. Y aunque fuera el caso, lo ideal sería buscar un lugar en Ansan, o al menos dentro del país, no en otro continente.
París estaba al otro lado del mundo, era un lugar carísimo, no conocían a nadie más que a Beomgyu y Taehyun, ni siquiera hablaban francés, ¿qué se suponía que harían allá? Eran más contras que pros jugando a su favor.
—¿Y qué más te dijo? —preguntó el omega inexpresivo.
—Que sería lo mejor para mí mientras trabajo con ellos —hubo otro silencio mientras Soobin escogía sus palabras para explicarle lo siguiente a su omega—. Taehyun siempre me dice que hay mucha gente interesada en los cuadros, tanto en comprarlos como en ir a verlos al museo. Las exhibiciones siempre están llenas y hay gente que quiere conocerme. Dice que es porque quieren hacer negocios directamente conmigo sin el museo de por medio.
—¿Terminarán tu contrato si no lo haces?
Hubo más silencio en la casa, esta vez porque Soobin no sabía muy bien qué responder—. No me dijo que eso afectaría lo que ya tenemos establecido. El contrato que firmé estará vigente hasta el próximo año, pero... Tampoco mencionó qué pasaría después de eso, pero algo me dio a entender que tal vez el MAPIP ya no querría seguir trabajando conmigo y que por eso lo mejor sería mudarse para que eso no pase. Al parecer son más exclusivo con sus trabajadores de lo que pensé
Los dos estaban en blanco, sin saber que decirle al otro sin apresurar las cosas o tomar una decisión tan importante de la noche a la mañana —o más bien de un minuto a otro—. Aunque fuera el trabajo de Soobin él no era el único afectado en esto, también estaban Yeonjun y Kai involucrados. Soobin siempre vería por el bienestar de su familia antes que nada y ahora el alfa se sentía desamparado para pedirles semejante cosa a los dos.
En este tiempo los dos imaginaron los posibles escenarios de cualquier decisión. A final de cuentas ellos sabían que irían a donde el otro fuera, pero también estaba Kai. Tenían un niño de seis años que había pasado toda su vida en el mismo país y hasta el día de ayer pensaban que seguiría así por unos años más. Esto representaba un cambio muy brusco en su corta vida y en cómo sería de aquí en adelante.
—¿Y qué piensas? ¿Qué quieres hacer? —preguntó Yeonjun volteando a ver a Soobin.
—Quiero que ustedes estén bien y vivan sin ninguna preocupación —el alfa acarició el rostro del omega, recibiendo una sonrisa a cambio del gesto.
—Lo sé Binnie, yo también quiero eso para ti y Kai —Yeonjun besó la palma del alfa y suspiró profundamente, perdiéndose en el suave tacto de su mano—. Siempre nos has cuidado tan bien y sé que lo seguirás haciendo, pero ahora quiero saber qué es lo que tú quieres. Se trata de ti y tú trabajo, no de Kai o de mí.
—Lo sé, lo sé, pero no quiero decidir por ustedes, amor.
—No tienes que hacerlo. Desde ya te puedo decir que Kai y yo estaremos contigo en todo lo que decidas —Yeonjun acunó las mejillas de Soobin y lo atrajo para darle un beso en los labios. Al final no se apartaron mucho, dejando que sus respiraciones se mezclaran la una con la otra—. Siempre ha sido así y siempre lo será. Somos un equipo, recuerda eso.
Soobin soltó otro suspiro antes de sentarse en una silla del comedor, atrayendo a Yeonjun para que se sentara en sus piernas. Le sonrió al mayor, sabiendo que todo lo que este le decía era verdad. Habían pasado tanto juntos, cosas buenas como malas y aquí seguían. Era consciente de que su omega haría lo que él le dijera, ya sea por mero instinto de obedecer a su alfa o por que su parte más humana le dijera que lo hiciera porque sabía que era lo mejor para todos, sino es que las dos.
Soobin quería hacerlo, o al menos una gran parte de él así lo quería. Su lobo ansiaba tomar a su familia y llevarlos a un lugar donde no tuvieran que limitarse para sus comodidades y él pudiera proveerles todo lo que desearan en bandeja de plata. Sabía que mudarse podía permitirle eso, pero su lado más humano le decía que no se precipitara tanto y que pensara mejor el asunto; puede que no tengan tantos lujos como les gustaría, pero habían pasado toda su vida ahí, habían creado muchos recuerdos y hecho muchos amigos a lo largo de sus vidas.
—¿Qué crees que opine Kai? —preguntó Soobin viendo a su pareja.
—Primero dime qué opinas tú —Yeonjun apretó los hombros de Soobin en una súplica sutil de que respondiera a su pregunta—. Sólo dime, amor. No tenemos que decidir en este momento, ¿verdad? Dudo que Taehyun sea tan bruto como para exigir una respuesta ahora mismo.
Soobin se rio—. No lo subestimes, puede ser un poco desesperante —Yeonjun también rio, pero rápidamente regresó su gesto tranquilo, esperando que el alfa hablara—. Si hubiera podido, desde hace tiempo los habría llevado lejos, a una vida más fácil, con una mejor casa y menos preocupaciones. Creo que si fuera un sueño ya estaríamos allá, pero ahora que me dicen que puedo hacerlo realidad, me da miedo —otro suspiro—. Quiero hacerlo, pero no quiero que en algún momento tú o Kai se arrepientan y eso ponga en riesgo su comodidad y felicidad. Hemos construido una vida aquí y me da miedo destruirla empezando desde cero allá.
El alfa apartó la mirada, dejándose hacer por las caricias de su omega. Se dejó embriagar por el dulce aroma de sus feromonas mientras Yeonjun besaba su rostro. Así era como quería estar el resto de su vida, sintiéndose amado y cuidado; sabiendo que su familia estaba feliz con él.
—Es cierto, hemos hecho todo acá, y mudarnos sería difícil. Para empezar ni siquiera hablamos francés —escuchó al alfa reír sin muchas ganas, aunque más bien pareció un bufido—. Yo creo que podríamos hacerlo funcionar. De alguna forma. Siempre lo hacemos.
—¿En serio?
—Sí... Nos costaría bastante acoplarnos, pero toda oportunidad requiere sus sacrificios —por un momento Yeonjun se quedó viendo a la nada, pensando en su hijo, que seguramente sería la parte más complicada de todo esto. Sólo el tiempo lo diría—. Aún así no debemos apresurarnos. Hay que pensarlo bien y preguntarle a Kai que opina al respecto.
Soobin sonrió aliviado, sintiendo como un gran peso se levantaba de su hombros. Sonrió de oreja a oreja, haciendo que sus hoyuelos se marcaran notablemente—. Te amo mucho, omega.
Yeonjun le dio un último beso a su alfa—. Y yo a ti, alfa.
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Hold me tight, here and everywhere → Abrázame fuerte, aquí y en todos lados.
Wuuuu, ya quedó bellezas, perdón por desaparecerme la semana pasada, me vacunaron con mi primera dosis anti cockvid y me sentía a punto de trascender a otra vida ❤ pero ya volví al 100 full 4K a darlo todo bbs 😚
¿Qué tal estuvo el capítulo? ¿De cuál creen que se fumó Tae que le esta pidiendo esto a Soobin? ¿Les gustó? ¡Espero leerlos en los comentarios! ❤ Los quiero mucho bbs y muchas gracias por seguir leyendo, me alegran la vida con todo su apoyo, neta se merecen todo lo bueno del mundo 😭❤
Oigan, en el capítulo anterior se me olvido mencionar que los diálogos en cursiva son cuando los personajes están hablando en francés. Por si no quedó muy claro xd
Lávense la cola y besos en las nalgas 😘
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