Capítulo 3: Excuse moi? You said what?!
Ambos habían pasado la tarde juntos, cuando Yeonjun se desocupó le dio buen tiempo para ir a recoger al cachorro a la escuela y los dos se divirtieron en el parque cerca de su casa, incluso le compró una piruleta a Kai antes de regresar a su hogar. Ahora el omega estaba cocinando torikatsu mientras Kai se entretenía coloreando en la mesa, también se emocionaba viendo a su madre dándole vueltas a la pieza de pollo en la sartén al mismo tiempo que lo animaba a hacerlo otra vez.
—A la cuenta de tres, ¿okay? Uno, dos... ¡Tres! —Yeonjun maniobró la sartén e hizo que la pieza de pollo diera una vuelta por el aire y cayera por el lado que aún no estaba cocinado.
—¡Otra vez, otra vez! —Kai aplaudía emocionado por lo que para él era un gran espectáculo.
Yeonjun estaba feliz de ver a su cachorro sonriendo, felicidad que aumentó cuando vio a su alfa salir de la habitación claramente cansado, pero que aún así no dudó en acercarse para darle un fuerte beso en la mejilla a su vez que lo abrazaba por la espalda.
—¿Ya terminaste, mi amor? —preguntó Yeonjun antes de darle un beso en los labios al alfa y regresar su atención a la comida.
—Por hoy sí. Lo demás lo puedo hacer el fin de semana sin problemas —respondió lentamente—, así que por hoy estoy libre.
—¡Papi libre! —exclamó el niño alzando su brazos a su padre en señal de que lo cargara.
—Así es Hyuka, papi es libre —dijo Soobin alzándolo y abrazando otra vez a su omega. A los dos les dio un beso en la mejilla y la familia se quedó así por un rato, dándose calor y disfrutando de que finalmente podían descansar juntos—, y nos la vamos a pasar solos los tres.
Alguien tocó la puerta.
Yeonjun se separó del abrazo dispuesto a atender al inoportuno invitado, pero Soobin lo detuvo antes de que fuera más lejos.
—Yo voy, debe ser el cliente que me llamó en la mañana. No tomará mucho cielo — besó otra vez a su omega y dejó al niño en una de las sillas de la mesa.
Yeonjun regreso a su tarea de servir la comida de Kai pero todavía pendiente de quien interrumpía su momento familiar.
—Buenas tardes —dijo Soobin una vez que abrió la puerta.
—Buenas tardes, ¿usted es Choi Soobin? —un hombre rubio estaba parado en la puerta con quien parecía ser su pareja agarrando su brazo, un omega castaño. Soobin asintió a la pregunta e inclinó ligeramente la cabeza en muestra de respeto y la pareja hizo lo mismo—. Soy Kang Taehyun, hablamos esta mañana. Él es Beomgyu, mi pareja.
—Mucho gusto, adelante por favor —el de cabello negro se hizo a un lado para dejarlos pasar.
Los dos se quitaron los zapatos en el recibidor para entrar a la casa. Inmediatamente se enfocaron en los cuadros que colgaban de las paredes, todos diferentes entre ellos pero cada uno con el mismo estilo y precisión que delataban que habían sido hechos por la misma persona.
—¿No los estamos interrumpiendo? —preguntó Beomgyu notando como Yeonjun ponía el plato de comida para Kai y el niño guardaba sus crayolas.
—No se preocupen, está bien —dijo Yeonjun con una sonrisa—. No es un niño asustadizo, ¿verdad que no, tesoro? —se volteó para ver a su cachorro quien asintió con su cabeza.
Kai vio a Beomgyu, que ya le estaba sonriendo y le devolvió el gesto moviendo su pequeña mano en forma de saludo—. ¡Hola!
—Hola precioso —Beomgyu saludo a Kai y el cachorro regresó su atención rápidamente a su plato para empezar a comer.
—¿Gustan tomar algo? —ofreció Soobin a sus invitados a la vez que les hacía un ademán con la mano para que tomaran asiento.
Beomgyu negó rápidamente, sentándose junto a Taehyun en el sillón—. Yo estoy bien, gracias.
—Gracias, pero no nos quedaremos mucho —dijo Taehyun amablemente, pasando su atención enteramente a Soobin después de eso—. Antes que nada señor Choi, debo decir que su trabajo es excepcional. Quedamos fascinados con su talento cuando lo vimos.
Beomgyu le dio una sonrisa conocedora a su alfa, recordando la pequeña escena que habían tenido en la casa de sus suegros y de forma sutil apretó la rodilla del menor.
No hubo forma de evitar la sonrisa de Soobin por el cumplido. Estaba muy acostumbrado a escuchar semejantes halagos por sus trabajos, muchas veces dichos de forma genuina y otras con tal de que les cobrara más barato a sus clientes, pero en ninguna ocasión siendo mentira.
—Me alegra escuchar eso —Soobin acercó una silla del comedor para sentarse junto a la pareja—. ¿Sabe qué es lo que está buscando? ¿Algo en específico?
—La verdad no. Esperaba ver unos cuadros más antes de saber que busco —dijo Taehyun reparando otra vez en los cuadros de las paredes—. Y también me gustaría hacerle unas preguntas, si no le molesta.
—Claro, pregunte lo que quiera.
—Bien. ¿Cuánto se tarda en hacer un cuadro?
Esa pregunta era muy frecuente.
—Depende del tamaño. Uno chico de cuarenta por cincuenta, de cuatro días a una semana. Uno grande de un metro por uno cincuenta... Hasta más de un mes.
—¿Tan poco tiempo? —Taehyun está que no se lo creía a pesar de ya saberlo con anterioridad.
—Bueno —Soobin rio—, no diría que es poco tiempo. También depende de cuanto trabajo tenga.
—Entonces podría trabajar en menos tiempo si no estuviera tan ocupado... Eso es impresionante.
—Gracias.
—¿Haces cualquier diseño o sólo cosas en específico?
También era frecuente escuchar eso.
—De cualquier cosa. Tengo clientes que quieren un bordado de una foto que ya tienen y otros escogen uno de mi libro de diseños. Nunca los limitó a lo que buscan.
—¿Puedo ver tu libro?
—Por supuesto —Soobin se levantó, fue a la habitación y en menos de un minuto regresó con un encuadernado grueso de color café que le entregó a Taehyun—. Hago cualquier diseño que encuentre ahí, o si lo prefiere puedo modificarlo a su gusto.
Entre los dos fueron hojeando el libro, Beomgyu más concentrado que Taehyun. Eran dibujos preciosos hechos a mano, todos estaban hechos en hojas blancas que posteriormente fueron pegadas a las hojas amarillentas del libro. Había uno en cada página y cada dibujo tenía pegada una mica de plástico para que los colores de los dibujos no se difuminaran. Había muchos de paisajes, otros eran muy abstractos, pero todos demasiado realistas como para ser hechos con hilo. No lo hubiesen creído posible de no haber visto previamente lo que Soobin era capaz de hacer. Y a diferencia del bordado, los dibujos sí estaban firmados en la parte inferior de las hojas con el nombre Choi Soobin.
Taehyun fue el primero en notar una similitud entre muchos de los dibujos, y era que tenían los mismos protagonistas que había visto en el cuadro que sus padres le regalaron a Beomgyu. Eran los mismos niños con características nada comunes en cada uno —los cuernos, los ojos brillantes, las púas en el hombro, las alas y un par de orejas puntiagudas—, siendo los protagonistas de una gran parte de dibujos. En unos se notaba que eran niños pero en otros aparentaban mayor edad. El rubio también alcanzó a notar que específicamente en esos dibujos el tema principal era la felicidad o la tristeza —según su percepción como vasto conocedor—; o los personajes estaban en un ambiente amigable y encantador o uno frío y espeluznante, sin puntos medios.
—¿Qué tienen de especial estos niños? —preguntó Taehyun cuando se encontró con el dibujo del regalo de su omega, bastante sorprendido de ver que la diferencia de dibujo y bordado fuera mínima—. Tiene muchos dibujos con ellos.
La pregunta no era frecuente, hasta podría jurar que era la primera vez que la escuchaba. Los clientes no preguntaban eso, sólo venían por el producto en venta y no iban más allá. Tanto Yeonjun como Soobin estaban bien con eso, porque era un tema íntimo que involucraba a su pequeño Kai y el alfa prefería no perder tiempo explicándolo, pero era Yeonjun el que se sentía más intrigado por lo que diría su pareja al respecto.
—Bueno, son una invención familiar. Son personajes de historias que mi omega le cuenta a nuestro cachorro —explicó Soobin descolocado de la situación, pero no lo expresaría si eso representaba darle una mala impresión al cliente.
—Eso es lindo—Taehyun estaba tentado a profundizar más en eso, pero se contuvo cuando sintió que Beomgyu apretó su agarre en su rodilla. No te explayes tanto antes de que acepte un trato, recordó lo que le dijo su omega—. ¿Y para quienes acostumbra hacer este tipo de trabajos?
Por un momento Soobin se quedó callado, sin saber bien a qué se refería la pregunta o a dónde quería llegar, incluso empezó a pensar que esto sería una broma—. Para cualquiera que esté dispuesto a pagarlos —dijo cautelosamente—. La mayoría de mis clientes viven en el edificio, pero también me llegan muchos de otros lados —por un momento ambos alfas se quedaron viendo, cada uno pensando que diría a continuación—. Disculpe pero, ¿qué tiene que ver eso?
Soobin siempre procura ser muy paciente con todos sus clientes, sin importar que tan pesados pudieran ser, pero para estas alturas un cliente normal ya le habría dicho que quiere y estarían hablando de la fecha de entrega o el pago. Por no mencionar que estaba perdiendo tiempo con su omega y cachorro.
—Tiene mucho que ver —Taehyun se enderezó en su lugar—. Señor Choi, ¿usted le ha vendido o prestado uno de sus cuadros a algún museo o alguna exhibición?
Una pregunta nada común y en definitiva una que no esperaba escuchar nunca, incluso Yeonjun que estaba ocupado en limpiar la cocina se sorprendió, pero no hizo algo para demostrarlo. Por supuesto Soobin era el más desconcertado, porque era algo muy alejado de su realidad. El alfa hacía bordados para poder proveer a su familia con lo que necesitara todos los días, no para que estuvieran en museos.
Tampoco era una idea que le molestara. Como cualquier otra persona, Soobin tenía sueños y de vez en cuando se dejaba llevar por sus mayores fantasías, muchas de ellas donde él, su omega y cachorro disfrutaban de una mejor vida con más oportunidades. Le gustaría poder encontrar un trabajo donde le pagaran bien para tener eso, y que una persona llegara a su casa y le hiciera estas preguntas le hacían imaginar todo aquello, pero al mismo tiempo le entristece al recordar que sólo eran eso. Sueños.
Y por más que se esforzara no podía entender que quería este alfa preguntando eso. ¿Eran burlas? ¿Le estaba viendo la cara? ¿Realmente quería comprar algo? Soobin podía ser la persona más paciente del mundo, pero tampoco iba a tolerar la insolencia.
—No —respondió ásperamente—. ¿Y podría decirme por qué eso es importante?
Taehyun le dio el libro a Beomgyu, que seguía muy concentrado en ver los diseños, y encaró a Soobin, con expresión tranquila y sin sentirse presionado, dijo con simpleza:
—Señor Choi, perdón si lo hice sentir incómodo o un poco descolocado. Primero que nada, soy un documentalista del Museo de Artes Plásticas e Independientes de París, más conocido como MAPIP, uno de los museos de artes plásticas más prestigioso de todo Francia y tanto mis colegas y yo tenemos interés en sus trabajos bordados.
Yeonjun dejó caer el vaso que estaba lavando en el fregadero, a Soobin se le querían salir los ojos del rostro, Kai ya casi terminaba su pollo, Taehyun estaba confiado y Beomgyu seguía con los dibujos.
—¿U-Un documentalista? —preguntó Soobin sin poder creer lo que escuchaba.
—Sí. Mi función principal es recolectar y analizar la información de las obras en cuestión, para ponerlas a disposición del público en las exhibiciones y página web, pero para eso necesito buscar obras de artistas independientes, negociar con ellos y ver si están dispuestos a prestar o vender sus obras al MAPIP —el rubio cruzó una pierna sobre la otra—. Tanto yo como mi gente siempre estamos en contacto con los mismos artistas, que trabajan continuamente para tener algo que ofrecerle al museo, pero no siempre hay cosas que mis superiores acepten, por eso tenemos que estar al pendiente de encontrar arte nuevo.
—Perdón pero esto suena demasiado bueno para ser verdad —el pelinegro se frotó el rostro mientras procesaba cada palabra antes dicha.
Y Taehyun no pudo evitar reír—. Está bien, tómate tu tiempo. Pocos son los artistas que logran entrar en el círculo de los favoritos de MAPIP. La cosa es que llegamos hace una semana de visita y mis padres le regalaron uno de sus cuadros a mi omega por su cumpleaños, y a los dos nos encantó.
—Hizo una obra espléndida señor Choi —intervino Beomgyu sonriendo—, será el mayor atractivo de mi sala de estar. Muchas gracias por hacerlo.
—Me alegro que haya sido de su agrado, Beomgyu-ssi —Soobin le sonrió e inclinó la cabeza en muestra de agradecimiento.
—Por lo tanto —Taehyun retomó la palabra—, me puse en contacto con mi gente y me pidieron que llegara a un acuerdo con usted —el rubio se aclaró la garganta y tomó una postura más erguida—. El museo está dispuesto a exponer uno de sus cuadros en nuestra próxima exhibición, que será a finales de abril, y dependiendo de la respuesta que genere en el público, nos gustaría seguir haciendo negocios con usted, por no mencionar que se le pagará lo correspondido porque podamos disponer de su obra en París.
Soobin volteó a ver a su omega, que ya estaba sentado junto a su cachorro y con los ojos bien abiertos sin poder creerlo. Entre los dos hubo una pequeña conversación que se limitó a lo que sentían en su lazo; sorpresa, asombro, estupefacción. Yeonjun por su parte había buscado en su teléfono si lo que Taehyun había dicho era verdad. Y sí. La página web del museo tenía un listado de las personas que trabajaban ahí junto con el cargo que les correspondía, y Taehyun aparecía ahí; el museo se promocionaba por apoyar a artistas no tan o nada conocidos exponiendo sus trabajos; el museo era catalogado como uno de los más importantes en Francia y entraba en el top diez de los más importantes de toda Europa.
No era una broma y no lo podían creer.
Soobin regresó a ver a la pareja invitada, ambos sonriendo con confianza.
—¿Entonces? ¿Le interesa que lleguemos a un trato?
—¡S-Sí! Claro que sí. ¿Ya sabe que diseño quiere? —dijo el alfa muy animado.
Taehyun tomó el libro que estaba abandonado en las piernas de Beomgyu, lo abrió y rápidamente encontró la página que quería.
—Sí. Estoy bastante seguro de lo que quiero.
ᓚᘏᗢ ᓚᘏᗢ ᓚᘏᗢ
Excuse moi? You said what?! → ¡¿Disculpe?! ¡¿Qué dijo?!
Nadie se ganó el striptease que prometí [sad] la imagen a la que me refería es del tráiler de The Tale of the Magic Island, el libro que sacó HYBE de la historia de The Star Seekers.
Nada más ignoren la frase esa que aparece ahí.
¡Muchas gracias por leer! Espero que les haya gustado ¿qué les pareció? ❤ ya regresé a clases, es mi 5to semestre de universidad, pero las actualizaciones seguirán normal como siempre.
Lávense la cola y besos en las nalgas 😘
-🍜🍞
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