PUNTO DE VISTA DE NESSA MCQUOID:

PRESENTE:

Lamentablemente y luego de las palabras de Lazarus acerca de mi padre, todo atisbo de esperanza y deseos de seguir la búsqueda se habían esfumado rápidamente, sentía un huracán de emociones y sentimientos encontrados; mi padre no quería verme hasta encontrar a su hermano, algo le cegaba y se había negado a seguir el consejo de Lazarus, ¡Maldita sea, ¿Por qué mi padre tenía que ser tan imbécil e indeciso?!, poco a poco comencé a alejarme de Zowie y Mercy quienes me miraban con preocupación. 

Además eso no era lo único que rondaba por mi mente, tras ver la cabaña de Ramsey una pequeña esperanza se había incrustado en mi corazón, él no podía estar muerto, no podía haber perdido a mi mejor amigo, no podía haber perdido a alguien que amaba, estimaba y admiraba demasiado, el condenado destino no podía hacerme esto, mi estabilidad emocional amenazaba con quebrarse y hacerme perder la faceta de la chica seria, decidida y determinada que pocos conocían verdaderamente. Necesitaba su consejo, él siempre tenía la palabra perfecta para cada ocasión, debí haberlo escuchado cuando se negaba a dejarme ir, escuché pasos detrás de mi pero me sentía vacía y sin fuerzas para mirar a alguien a la cara.

-Nessa-. Sentí la mano de Mercy en mi espalda y volteé a verlo, a pesar de que ambos se preocupaban por mi, Mercy era un poco más comprensivo y menos sobreprotector que Zowie, además de que conectaba con Mercy por su vida e infancia complicada. -¿Te sucede algo?-.

-Yo... Necesito un tiempo para pensarlo todo-. 

-De acuerdo, Zowie y yo nos iremos a hacer guardia-. Se acercó a Zowie para tomarlo del brazo y llevárselo lejos, Zowie lo miró con el entrecejo fruncido ya que lo había tomado por sorpresa.

-Espérate Mercy-. Se soltó del agarre de su compañero y lo "encaró". -No creerás que vamos a dejarla sola, en medio del bosque y casi anocheciendo-. Mercy iba a responderle pero me anticipé, por fin volteando para dejar de darles la espalda y verlos, mis ojos estaban cristalizados, en cualquier momento rompería a llorar, pero no quería verme débil delante de un ángel y un demonio, no quería ser débil y menos siendo la descendiente indirecta del Dios del trueno Escocés.

-Pues te guste o no Zowie, te vas con Mercy-. Mercy de nuevo hizo el ademán de halarlo para llevárselo y evitar un discusión entre él y yo, sin embargo él se acercó más a mi. -Zowie, por favor, quiero estar sola-.

-Ness lo sé, pero...-. "¿Ness?, el único que me puede decir así es Ramsey, así que cierra la boca antes de que te achicharre con mis truenos.

-Zowie, Nessa está agotada y lo que menos quiere es discutir-.

-Adelántate hermano, yo me quedaré con ella y prometo no decir nada-. Zowie se acercó para abrazarme pero retrocedí ferozmente, ¿Acaso era difícil entender que necesitaba reacomodar mis emociones y asimilar información?, simplemente quería un tiempo para mí, en ocasiones cuando uno no está en su mejor momento y quiere estar solo, no es porque se quiera apartar a las personas, sino porque  simplemente queremos estar aislados un segundo, acompañados únicamente de nuestro silencio y pensamientos . -No me voy a ir Nessa, estaré aquí para...-.

-¡No provoques mi ira!-. Le grité sintiendo que mis ojos habían cambiado a ese tomo azul blanquecino (él cuál amenazaba con cambiar a rojo, tal vez por mis emociones), característico de cuando estaba histérica o hacía uso de mis poderes al máximo, el sonido y algunos truenos comenzaban a aparecer a mi alrededor como destellos, sabía que eso lo asustaba. 

-Sé que te sientes mal y quiero ayudarte...-.En mi menta hacía una cuenta regresiva, no quería herir a nadie, sin embargo no estaba en mis mejores cabales y Zowie no ayudaba mucho que digamos, tomé aire antes de lanzarle una advertencia.

-¡Mi humor no es asunto tuyo!-. Dedicándole una mirada asesina lo hice retroceder mientras me encerraba en una especie de escudo formado por los truenos que emanaba, estos tenían tonalidades azul y rojas, algo asustado y alzando las manos a modo de derrota comenzó a caminar de espaldas hasta reunirse con Mercy, de nuevo les di la espalda y comencé a caminar mientras trataba de tranquilizar mi mente, si bien la información que me había dicho Lazarus no era fácil de asimilar o aceptar, tampoco iba a rendirme cuando podría estar a nada de encontrarlo, me senté con las piernas cruzadas  dejando mis flechas y mi arco alcé la vista al cielo que empezaba a oscurecer, dejando ver algunas estrellas, cerré los ojos dejando que dos lágrimas cayeran por mi rostro. -Ojalá estuvieras aquí Ramsey, espero que pronto nos reunamos-.

-Claro que tu mejor amigo te está esperando-. Escuché una voz que me hizo poner alerta y coger mi arma por instinto, a su vez sentía algo en mi interior, como si algo o alguien me llamara para acudir a su encuentro.

-¿Quién eres?-. No recibí respuesta mientras seguía caminado, suspiré. - Seas quién seas... Sal de tu escondite-. Nada, solo veía las hojas moverse, me senté de nuevo en la misma posición como si fuera a meditar. -Seguro fue mi imaginación, con tanto estrés...-.

-No soy un producto de tu imaginación Nessa-. Eso solamente aumentó mis nervios y psicosis, desesperadamente comencé a buscar quién me llamaba, si esto era una broma, era una broma de mal gusto, sin embargo la idea del que desconocido me inquietaba bastante, comencé a acercarme con la guardia en alto. 

-¿Cómo sabes mi nombre?-.

-Tu aura, estamos conectados de alguna forma-. Comenzaba a fastidiarme, con determinación tomé mi arco y puse tres flechas en él, por un instante creí que era Zowie pero descarté la idea de inmediato ya que ellos estaban algo lejos de nuestro "punto de encuentro".

-Basta de bromas-. Estaba decidida a atacar cuando una enorme pata con garras apareció frente a mi seguida de otra pata, abrí los ojos cuando escuché un gruñido, pues frente a mí había un hermoso pero majestuoso dragón negro, no pude gritar ni moverme del asombro, lo único que pude hacer fue bajar la guardia y guardar mis armas, estaba ante una criatura sagrada. -Yo lo siento, no quería...-.

-No te disculpes Nessa, cualquiera actuaría así en defensa propia, no estoy aquí para hacerte daño, solo vengo para ayudarte y protegerte-.

-¿Protegerme?, No te lo tomes a mal pero...-. Guardé mis armas mientras me acercaba más al dragón, lo que me sorprendió fue que no se alejara o intentara atacarme, al contrario me miraba con interés, como si hubiese esperado este momento. -¿Protegerme de qué?-.

-De los peligros que hay en el mundo, ama mía-. Lo miré extrañada con una ceja arqueada y él pareció leer mi mente. -Sé qué estás confundida y es normal, cuando los guardianes espirituales estamos en busca de nuestros amos, algunos no comprenden fácilmente nuestra función, pero descuida, estoy aquí para ayudarte en tu camino y en tu búsqueda-.

-Comprendo y gracias-. Él solo asintió, pero por mi mente rondaba una pregunta. -Así que tú eres mi, como decirlo ... ¿Mi animal y protector espiritual?-. Él dragón asintió simplemente mientras sacudía un poco sus alas. -Y tu deber, como el de todos los guardianes espirituales es proteger a su amo de todos los peligros-.

-Así es, además de que si algo le sucede a cualquiera de nosotros amo o "mascota", se verá reflejado en el otro ser-. Me parecía fascinante como mi guardián espiritual me explicaba todo, de nuevo me sentí nostálgica porque recordé que la única persona que me explicaba las cosas así era Ramsey. -No quiero parecer un insensible Nessa, pero estoy seguro de que volverás a verlo, me presento: Soy Falkor, dragón antiguo del trueno-. 

-Gracias Falkor-. El simplemente cerró los ojos antes de soltar una nube de humo que me rodeó, me cubrí por instinto, cuando la nube desapareció me llevé una mano para toser, pero me detuve al ver que en ella tenía una especie de anillo negro con forma de dragón, no lo tenía antes, dirigí mi vista a Falkor. -Así que, este anillo significa nuestra unión de por vida-. 

-En efecto ama Nessa, pero no es lo único que nos mantendrá unidos-. Lo miré expectante sin entender qué decía. -Revisa tu brazo izquierdo-. Haciendo caso a su petición levanté la manga de mi brazo izquierdo y encontré una extraña runa de dragón y truenos combinada, sonreí inconscientemente, ya había encontrado a mi guardián y protector espiritual, a pesar de que Ramsey me había enseñado todo sobre ellos, tenía que hacerle una pregunta a Falkor.

-Falkor, ¿En algún momento tendremos que fusionarnos o ...?-.

-No, nuestro caso es muy curioso, me atrevería a decir que somos los únicos que no necesitamos fusionarnos para combatir, eres alguien bastante poderoso y único, tal y como dice la profecía, eres una guerrera diferente y yo no soy un dragón ordinario-. Ambos miramos hacia el horizonte, tal vez Mercy y Zowie estuviesen preocupados. -Deberíamos volver, tus viajeros acompañantes deben estar preocupados por ti-. 

-Sí, andando-. Comenzamos a caminar buscando a Zowie y a Mercy, los llamaba pero no recibía respuesta alguna, opté por ubicarlos con mis poderes y no tardé en localizarlos, corrí con Falkor siguiéndome por los aires, tan pronto escucharon pasos detrás de ellos invocaron sus armas y desplegaron sus alas. -Zowie, Mercy ya volví-. 

-Eso me alegra Ness, estábamos por ir a bus...-. Se quedó callado cuando vio a Falkor detrás de mí, sujetó con fuerza su hacha, Mercy solamente me dedicó una mirada cuestionándome, le hice señas de calma y él guardó su hacha. -¡¿Qué es esa cosa?!-.

-Esa cosa como dices, es Falkor un dragón negro del trueno antiguo-. Les expliqué a ambos, ahí comprendí el porqué Falkor me había elegido, Falkor le dedicó un gruñido para nada amistoso a ambos, me volteé a verlo. -Tranquilo Falkor, son aliados no enemigos-.

-Como usted diga ama-. Zowie nos miraba confundidos intercambiando miradas entre ambos, se acercó bastante tratando de acariciar a Falkor pero este le gruñó haciendo que se alejara inevitablemente solté una risita.

-¿Qué?-. Me reprochó Zowie abriendo sus brazos mientras me veía. -¿Te divierte que tu aterradora mascota me intimide?-. Negué antes se seguir caminando con el dueto y el dragón siguiéndome.

-Entonces Nessa...-. Me habló Mercy quien iba bastante relajado con las manos en los bolsillos y su típico reproductor. -¿Falkor es tu mascota o por qué te sigue?-.

-Bueno, no es mi mascota-. Mercy me miró sorpresa, solté una risita antes de explicarle. -Hay algunos seres mágicos que tienen un guardián espiritual, este va acorde con su personalidad o son elegidos por su guardián-. Hice una pausa para comenzar a armar una fogata y decirle a Falkor que la prendiera. -En mi particular caso, Falkor sintió mi poder y me buscó-. Lo acaricié brevemente antes de que se acostara y con su cola molestara a Zowie, quien se limitó a soltar un bufido. -Aunque no todos tienen uno, por ejemplo tu y Zowie no necesitan uno por la especie a la que pertenecen, aunque también hay casos en dónde el ser elige no tener ninguno-.

-Comprendo-. Me respondió Mercy tomando asiento frente a la fogata, mientras que a su vez se servía un gran pedazo del animal que habían cazado. -Supongo que todo esto te lo enseñó Ramsey-. Asentí sintiéndome un poco nostálgica ante la mención de su nombre, debía asegurarme de que el recordarlo o mencionarlo no fuese triste y en vano, él debía estar vivo, Falkor me lo había asegurado y  yo lo presentía. - Descuida Nessa, iremos a buscarlo-.

-Gracias por el apoyo Mercy-. En una cena silenciosa y relativamente tranquila la noche fue pasando hasta que cada uno a uno fuimos cediendo a los brazos de Morfeo, en sueños tenía visiones borrosas de mi padre y de mi tío, de la nada las visiones sobre ellos desaparecieron para dar paso a visiones sobre Ramsey, lo llamaba entre susurros, pero también veía a alguien más detrás de él , estaba por saber qué iba a pasar cuando sentí que alguien me zarandeaba.

-Despierta Nessa, hay un viaje que culminar-. Me decía Falkor mientras me empujaba con su hocico para que me despertara y lo consiguió, lentamente fui abriendo los ojos para encontrarme con que Mercy y Zowie estaban preparando el desayuno, no cruzamos palabra alguna y seguimos caminando, los estaba guiando a la segunda opción donde podría estar Ramsey: Su mini mansión en el centro de Inverness.

-¿Hacia dónde vamos Ness?-. Me preguntó Zowie, llevaba un típico cigarrillo en su boca y las manos en el bolsillo.

-Al centro de Inverness-. Respondí rápidamente antes de subirme al lomo de Falkor, ellos irían a cada lado del dragón, Falkor comenzó a agarrar vuelo hasta elevarse lo suficiente, me dediqué a apreciar la hermosa vista de la cuidad que había abajo de mi, era hermoso ver esa pequeña parte de Escocia desde lo aires, miré a ambos lados encontrando a los chicos con sus alas desplegadas y rostro serio comenzamos a volar, perdiéndonos en el cielo que tenía tintes naranjas que indicaban que comenzaba a salir el sol, tras casi cuatro horas volando decidimos tomarnos un descanso y buscar algo para preparar el almuerzo,  todo iría normal cuando Falkor se puso alerta, Zowie en modo sobreprotector abrió sus alas y sacó su hacha, Mercy invocó su tridente, estábamos por atacar cuando nos vimos rodeados y superados en número.

-Vaya vaya-. Habló un demonio al parecer de alto rango mirando a Mercy. -Por fin te encontramos imbécil, tu familia nos pagará una buena fortuna por tu cabeza, creo que tal vez la coloquen en la entrada o en un museo-. Los demás demonios rieron con ganas mientras que Mercy solamente sujetaba su hacha con ira y determinación.

-Si lo quieren, tendrán que luchar conmigo-. Habló Zowie mientras sujetaba su hacha y sus ojos comenzaba a adquirir ese tono azul característico de cuando le ayudé a despertar sus poderes en la cueva.

-Oh miren, su novio sale en su defensa-. De nuevo se rieron, con sutileza comencé a bajar mi arco como si fuera a rendirme a medida que cerraba los ojos para cambiarlos, los demonios comenzaron a acercarse a nosotros pero de un momento a otro una ráfaga helada los alejó, era Zowie que estaba frente a nosotros con su hacha y una mirada retadora. 

-No saben con quiénes se metieron-. Y con un grito por parte del líder del grupo de los demonios comenzaron a atacarnos, Falkor desapareció y rápidamente saqué mis flechas para comenzar a combatirlos haciendo uso de mi magia y mi arma, les disparabas flechas de cada elemento (a excepción del fuego, porque los demonios eran Piromantes), también aprovechaba para lanzar truenos con mis manos cuando la ocasión lo permitía, comenzamos a pelear hasta que con unas cadenas,  aprisionaron a Mercy . -¡Mercy!, Suéltenlo-.

-¿Te preocupa tu novio, ángel?, Porque podríamos matarte primero para que no lo veas sufrir, después dejaremos que su familia se encargue, así podrán reunirse en la eternidad-. Zowie salió corriendo con su hacha en alto y logró congelar a uno de los demonios, pero otro fue más ágil y lo atrajo hacia él con su cadena para propinarle un puñetazo en la cara noqueándolo, trataron de atraparme con sus cadenas pero lo único que lograron fue desarmarme. -Pan comido, la victoria es nuestra-. Bajé la vista mientras sonreía de medio lado antes de decir:

-Perdono su inminente fracaso-. Alcé la vista para comenzar a lanzar truenos hacia los demonios qué inmediatamente cayeron al suelo derrotados, volví a la normalidad antes de mirar con algo de desprecio y lanzarle un par de truenos más al que era el líder de la pandilla demoniaca, me dirigí a los chicos. -Mercy, ¿Estás bien?-.

-Sí, solamente me encadenaron-. Lo solté y salió corriendo hacia Zowie, comenzó a palmearle el rostro para que despertara pero no reaccionaba tenía un ojo morado y sangraba de su nariz, levanté el dedo índice para apuntarlo hacia una de sus costillas provocando que despertara agitadamente, levantó la cabeza brevemente para vernos y se volvió a tumbar en el suelo, aproveché para llamar a Falkor y reunirme con él. 

-Por favor dime que no me besaste-. Mercy lo miró escéptico antes de reírse, y señalarme.

-Claro que no, no soy gay y mucho menos besaría a mi hermano-. Zowie sonrío con algo de tranquilidad antes de incorporarse con ayuda de Mercy. -Nessa fue la que te despertó, pero no hubo nada de beso, te despertó con una mini descarga eléctrica-.

-Ya veo-. Nos reunimos y comenzamos a caminar con Falkor siguiéndonos, me fui adelante y Falkor cerraba la marcha. -Aunque me hubiese gustado la primera opción-. Dijo eso en un susurro creyendo que nadie lo oía, por desgracia Falkor lo escuchó y yo también pero no dije nada. Seguimos caminando bajo el cielo que se pintaba de violeta, anunciando así la llegada de la noche, Zowie y Mercy tenían una conversación entre ellos mientras que yo estaba pensando en cuánto nos faltaba para llegar a la mansión de Ramsey, a lo lejos divisé una figura y me puse en guardia rápidamente.

-Un placer volver a verte Nessa o debería decir... ¿Hechicera Suprema?-. La voz de Crowley llegó a mis oídos y bajé mi arco para guardarlo, me acerqué más a la figura del padre de Ramsey.

-También es un gusto verte Crowley-. Le respondí tendiéndole una mano y él caballerosamente la tomó para depositar un beso en mi dorso, después saludó a los otros dos. -¿Qué haces aquí?-.

-Te responderé pero a solas-. Mercy asintió y se llevó a Zowie, increíblemente no puso pero y se fue con él, Crowley le dedicó una mirada de sorpresa a Falkor. -Creo que encontraste a tu guardián espiritual-. 

-Así es, antes de que me digas algo...-. Hice una pausa, él era la única persona que podía saber sobre Ramsey, ojalá tuviera buenas noticias. -¿Sabes dónde está Ramsey?-.

-Sí lo sé, por eso te estaba buscando-. Abrí los ojos con sorpresa, tenía ganas de abrazarlo, sin embargo me contuve y esperé su respuesta. -Nessa, he decidido venir a buscarte y yo te llevaré con él, llama a Falkor y a tus acompañantes-. Asentí antes de silbar para atraer la atención de los chicos, se acercaron rápidamente.

-Zowie, Mercy... Suban al lomo de Falkor, sé a dónde ir-. Algo dudosos subieron al lomo de Falkor, después Crowley se subió no sin antes decirle a Falkor hacia donde vamos, Falkor comenzó a elevarse, me sujeté fuertemente de Zowie para no caer mientras el dragón comenzaba a volar rápidamente, desvié la vista a la ciudad y sonreí mientras imaginaba cómo sería el reencuentro entre los dos, me quedé perdida en mis pensamientos porque no noté cuando Falkor aterrizó, una silueta comenzaba a acercarse mientras conversaba con Crowley, ya había llegado a donde quería.